El sentido común de Portales

"Hagamos justicia a los extranjeros, démosles toda la hospitalidad que sea posible; pero nunca hasta colocarlos sobre los chilenos. Es preciso que les hagamos también entender que no podemos ser la befa ni el desprecio de ellos"

¿Saben quien y cuando se escribió esto? Fue don Diego Portales Palazuelos, en una carta a Tocornal el año 1832. Nunca deja de sorprenderme Portales, hoy pienso exactamente lo mismo sobre los inmigrantes, muchas veces es como si me estuviera leyendo la mente.

Estoy leyendo "Portales" la biografía de Francisco Antonio Encina y a medida que voy leyendo, especialmente las cartas que mandaba a sus amigos, me encuetro con ideas sorprendentes que nunca había conocído de otros políticos chilenos.

El sentido común y el realismo eran sello de Portales. En un país donde los políticos y presidentes han sido mayoritariamente abogados, médicos y algún que otro ingeniero, Portales era un almacenero, un comerciante, arruinado más encima. Casi nunca tuvo éxito en los negocios y de la mayor parte de las aventuras comerciales que emprendió, salió trasquilado.

Nació en una familia de clase alta, pero fue pobre casi toda su vida, aunque tuvo los cargos más altos de poder que ha tenido un chileno, se cuidó mucho de no acumular fortuna

A fojas 8 del libro 8° de bautismos de la parroquia de Santa Ana, figura la siguiente partida:
“En la ciudad de Santiago de Chile, en 16 días del mes de junio de 1793 años.
En ésta Iglesia Parroq de mi Sa Sta Ana baptisé, y puse óleo y crisma a Diego, Josef, Pedro, Víctor, de un día de nacido. Hijo legítimo de Dn Josef, Santiago Portales y Larraín Meneses, Andía e Irarrázabal. Ministro Contador de exercito y Real acienda con función de comisao de Guerra por su Magd a y de Da María Fnnez de Palazuelos, Acevedo y Borja. Fueron padrin* el Dr. D* Martin de Ortúzar Abogado de esta Real Audiencia y Da Ana Josefa Torres de Palazuelos. De que doy fe. —D' Fran'°-Rosa”.

No podía tener apellidos más aristocráticos, sin embargo fue uno de los veintitres hijos, así es que por más fortuna que tuviese su padre a él no le tocó prácticamente nada. Desde temprano la familia decidió que debía estudiar para cura, como manera de tener un ingreso asegurado, pero don Diego no tenía ninguna inclinación por el sacerdocio, así es que muy pronto quedó fuera del seminario. 

A diferencia de muchos jóvenes de su edad a Portales no le interesó para nada unirse a la revolución por la independencia, aunque tampoco tuvo militancia entre los realistas. El asunto en realidad nunca le interesó para nada. Muchos años después escribiría a un amigo:

“A mi las cosas políticas no me interesan, pero como buen ciudadano puedo opinar con toda libertad y aún censurar los actos del Gobierno. La Democracia, que tanto pregonan los ilusos, es un absurdo en los países como los americanos, llenos de vicios y donde los ciudadanos carecen de toda virtud, como es necesario para establecer una verdadera República. La Monarquía no es tampoco el ideal americano"

Creo que el sentido común de ese párrafo muestra el problema que tenemos hasta hoy: en nuestro país la democracia no funciona porque el grueso de la gente no tienen las caracteristicas necesarias para organizarse como una república, pero tampoco funciona la autocracia de los caudillos, que termina siendo igual de mala -o peor que la democracia fallida.

Han pasado casi dos siglos y el problema sigue exactamente igual que entonces. En términos políticos Chile sigue siendo la misma democracia fallida, absurda, capturada por ladrones y oportunistas tal como fue en los años de anarquía, antes de los gobiernos portalianos.

Pero el sentido común de Portales no solo hizo un diagnóstico exacto, sino que también propuso la solución:

"La República es el sistema que hay que adoptar; ¿pero sabe como yo la entiendo para estos países? Un Gobierno fuerte centralizador, cuyos hombres sean verdaderos modelos de virtud y patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos por el camino del orden y de las virtudes. Cuando se hayan moralizado venga el gobierno completamente liberal, libre y lleno de ideales, donde tengan parte todos los ciudadanos. Esto es lo que yo pienso y todo hombre de mediano criterio pensará igual”

Portales no lo dijo explicitamente pero lo implementó: para no caer en manos de los demagogos la democracia tendría que ser limitada, puesta en una camisa de fuerza. Dicen -con bastante razón- que Portales "metió al país en un zapato" 

Ese encamisamiento de la democracia dejada a cargo de "hombres buenos" es el sistema de gobierno portaliano que nos ha traído paz social y prosperidad económica durante muchísimos años..

De tiempo en tiempo los chiflados de distintas pandillas se toman el mando y entonces aparece ese horror que sentimos los chilenos hacia el desorden, es el sentimiento colectivo que conocemos como "El Peso de la Noche". Ese ha sido siempre y será nuestro seguro de vida.