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23 septiembre 2025

El crepúsculo del sindicalismo

Recuerdo bien el año 1975, cuando hice mi práctica de técnico electrónico en la -entonces enorme- industria IRT-Ilesco, que ensamblaba televisores como el Antú, Alba y equipos de sonido. A mi con otros dos compañeros nos pusieron en control de calidad de los sintonizadores.

He escrito antes sobre mi breve pasada por esa empresa, pero creo que nunca he comentado sobre el poder que tenían los sindicatos y sus líderes.

Contrariamente a lo que se cree, en los primeros años el general Pinochet y sus primeros asesores llenaron de privilegios a los dirigentes sindicalistas con la idea de atraerlos a su lado. Era la etapa en que los corporativistas tenían gran influencia en el gobierno.

Cualquiera que haya vivido en Chile las últimas décadas sabe cuanto ha cambiado todo eso. El sindicalismo, ese gigante que alguna vez movía montañas y paralizaba el país, hoy parece una figura de cartón. Esa es la realidad que hasta hoy llora la gente de la izquierda.

La mafia en Estados Unidos se llamaba a si misma "El Sindicato" y controlaba todas las grandes organizaciones sindicales de ese país. En Chile los sindicatos eran los brazos armados de los partidos políticos, que son nuestra propia versión de la Mafia.

Antiguamente, hablar de sindicatos era hablar de poder. De huelgas que hacían llegar tarde al trabajo. De negociaciones que salían en la tele. Era un actor protagónico de primer nivel en el teatro nacional.

Todo eso se terminó cuando José Piñera implementó el "Plan Laboral" en 1975 que, entre otras innovaciones abolió la odiosa discriminación entre obreros y empleados.

Entonces pasaron a ser todos trabajadores, desde el gerente general hasta la señora de la limpieza en una misma categoría, lo que tuvo enormes beneficios prácticos, partiendo por la previsión. 

No existió discriminación más odiosa y clasista que las Cajas de Empleados y el Seguro Obrero.

Pero la idea genial que lo cambió todo, era muy sencilla: la libertad de asociación. Hasta ese año, en la mayoría de las empresas la pertenencia al sindicato único era obligatoria, así como el cumplimiento de sus llamados a huelga lo que les daba un poder enorme.

José Piñera detectó brillantemente donde estaba la raíz del problema, que había creado la corrupción y politización sindical: el monopolio. En una sesión ante la Junta donde defendió su idea lo expuso así:

“Obviamente la presentación política de todo el Plan mejora enormemente si conjuntamente con las leyes que impiden el monopolio de tipo laboral y establecen la más amplia libertad en el sector laboral, existe una ley que castiga las conductas monopólicas de las empresas”.

Ese era el verdadero cascabel del gato. No había necesidad de eliminar o prohibir los sindicatos, bastaba con eliminar su monopolio y dejar que cada trabajador decidiera si quiere o no pertenecer a uno, además podían existir varios, no uno solo -monopólico- como antes.

Hoy, ¿qué vemos? Sindicatos debilitados. Dirigentes desconocidos. Negociaciones que se resuelven casi en silencio. La gran mayoría de los chilenos, salvo los que están en el tema, ni se entera.

¿Qué pasó? ¿Se esfumó la mística? ¿Se acabó la lucha de clases? La respuesta es más compleja que un simple "se rindieron". Es una tormenta perfecta de varios factores que se juntaron y golpearon al sindicalismo donde más duele.

La economía chilena, depués de esa y otras reformas, creció como nunca antes. Esto generó una nueva clase media y una percepción de que el progreso es individual y que el "progreso colectivo" era un engaño para que camarillas se aprovechran de ellos.

Muchos chilenos pensaron: "¿Para qué me voy a sindicar si me puedo mover por mi cuenta? Si trabajo duro, voy a subir. El sindicato es para las ovejas".

Esa mentalidad, creada por un sistema económico que premia el esfuerzo individual, le dio un golpe de muerte a la ilusión de "solidaridad" que había existido por tantos años. 

La flexibilidad laboral y la subcontratación, que el crecimiento de las empresas ha promovido por ser mucho más eficiente, también son un factor. ¿Cómo te organizas con tus compañeros si hoy trabajas con unos y mañana con otros? 

Eso no es un fenómeno de Chile sino que hoy existe en prácticamente todo el mundo democrático, los trabajadores se dieron cuenta que los sindicatos en lugar de ayudarlos, se estaban aprovechando de ellos

Los dirigentes sindicales siempre se acomodaron, se alejaron de las bases en cuanto pudieron y se transformaron en burócratas, negociando por su cuenta y perdiendo la confianza de los trabajadores. 

Es lo lógico, tal como todos, pusieron su propio interés sobre el de los representados, es decir los giles. Eso en economía se conoce como "el problema de agencia" y es insoluble.

El sindicalismo chileno, tal como en muchos otros países, estuvo íntimamente atado a los partidos políticos. En realidad la actividad sindical se convirtió en el kindergarten de todo aspirante a político.

Y como los chilenos tienen cero fe en los partidos políticos, por rebote, tampoco confían en sus extensiones naturales, que eran los sindicatos, que eran una herramienta política, en lugar de una defensa genuina de los trabajadores.

Como dije antes esto no es algo exclusivo de Chile pero Chile -gracias al genio de José Piñera- fue el pionero en esto a nivel mundial. Cosas que hoy se ven como lógicas y naturales -la libertad de asociación por ejemplo- en los setentas escandalizaban. 

La realidad se impuso sobre la retórica y el engaño, primero en Chile y después se extendió por todo el mundo, La obra de José Piñera y los Chicago Boys fue monumental en sus efectos y en su capacidad para ver lo que vendría en el mundo.

La mayoría de los chilenos hoy no sospecha el tremendo golpe de suerte que tuvimos en los años ochenta, que dio resultados inmediatos y evidentes, la década de crecimiento sostenido entre 1986 y 1996, la época dorada en que se transformó nuestro país.

23 comentarios:

  1. La crisis del sindicalismo algo que también se ha visto acá en Perú. En los 70s y 80s, los sindicatos eran tremendamente poderosos. La CGTP y la CTP eran además los "caballos de batalla" de los comunistas y apristas. En los 80s, en medio de la crisis, los sindicatos amenazaban y paralizaban el país con un solo llamado. Fujimori hizo algo parecido a Pinochet, les quitó el monopolio que tenían estos sobre los trabajadores. Se habla mucho de que supuestamente odiaba a los sindicatos, pero es que ni Pinochet ni el "Chino" eliminaron a los sindicatos, lo que hicieron fue quitarles la gallina de los huevos de oro. Se eliminó la innecesaria y tan manoseada "negociación colectiva", se eliminó los privilegios que tenían estos burócratas y sobre todo, se le devolvió la libertad al trabajador de elegir su propio empleo. Curiosamente, sin tener todos estos todo poderosos sindicatos, los trabajadores peruanos vieron crecer sus sueldos e incluso muchos tuvieron accesos a créditos. En Chile, al haber empezado antes, el crecimiento fue muchísimo mayor. Es que además, basta con ver lo desastrosos que pueden ser los sindicatos cuando se les mantienen sus privilegios: Argentina con la CGT peronista, Venezuela con el todopoderoso sindicato de PDVSA o incluso los mismos gringos con su poderoso sindicato de trabajadores automotrices (UAW). En todos los casos han resultado un desastre y han perjudicado la producción de sus industrias.
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    1. Los sindicatos son las organizaciones más abti productivas que uno puede imaginar, porque tienen todos los incentivos para empobrecer a sus afiliados.

      Primero les venden la ilusión de los aumentos de sueldos nominales disparatados, que al final producen inflación y cesantía, las empresas, frente a un costo del trabajo que sube sin que haya subido la productividad, terminan produciendo menos o quebrando, con lo que los que trabajan quedan ganando menos o cero.

      Los sindicatos son una fábrica de demagogia, Fujimori hizo un gran trabajo desmantelando su monopolio -y con eso su poder- igual que los Chicago Boys acá en Chile.

      También son una fábrica de miseria, donde hay sindicatos hay miseria, siempre, porque deforman toda la economía y espantan la inversión.

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  2. Es cierto. Aquí también perdieron mucho poder, aunque siguen teniendo las "obras sociales", el seguro médico. Cuando el trabajador va por el seguro médico le cuelan la ficha de afiliación al sindicato. Pero también hay libertad de cambiar de obra social. Todo lo inició Menem, un peronista pero "neo-liberal" y luego hay tirones para volver al pasado o seguir avanzando según quién gobierne. El sindicalista es pragmático tanto como corrupto, saca ventajas con unos y negocia con otros.
    La siguiente revolución sería que la cuota sindical se pague por débito bancario, desde la cuenta sueldo que ahora es de ley. Que no la retengan las empresas y la giren automáticamente. A eso le tienen terror los sindicatos, cada gobierno de derecha que les amenaza con eso consigue un afloje en los "planes de lucha" Uls

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    1. Ulschmidt, en Argentina la situación laboral sigue siendo espantosa, anacrónica y fuente de miseria para toda la sociedad. El parte del pesado lastre que dejó el peronismo con su asquerosa asociación con los sindicatos. No hay lugar donde se parezcan tanto a la mafia como en Argentina.

      Menos mal que ya los están confinando y cortándoles poder, mientras existan la economía no podrá despegar, son como una mochila de plomo

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  3. Leí tu columna con mucha atención y la encontré buenísima, tan buena que me recordó el proceso vivido desde que entré al sector publico hasta el día de hoy.

    Nunca me había metido en un gremio hasta que por necesidad (me estaban sumariando por una falta a la probidad administrativa que no cometí, solo por venganza de una vaca sagrada muy ligada al zurderío durante el mandato de Ricardo Lagos, tras mandarme la gran Dorothy Perez en el control de asistencia del personal, cuando la descubrí que no marcó durante 6 meses, destapando un cagazo muy heavy) tuve que entrar a la FENATS, que aún tenía algo de peso en la institucion. Con el tiempo, empecé a ver que otros que se descolgaron, crearon sus propias agrupaciones gremiales (que no está prohibido por el Estatuto Administrativo al no considerarse como sindicatos, que si lo están, sino que federaciones o agrupaciones gremiales) el peso de esta terminó llegando a ser casi inocuo y para peor, ya no están los partidos políticos controlandolos a piacere, sino que están más bien dedicados a hacerse su propio camino para llegar a la política misma, pero siguen animando caballos cojos y armando uno que otro escándalo con menos peso que un paquete de cabritas.

    Mi tocayo Piñera (el bueno) le rompió directamente el control de los políticos y sus mafias sindicales que ahora quieren recuperar con lo de la "Negociacion Ramal" para transformar a la CUT en lo que siempre aspiró a ser: Una vil Mafia.

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    1. Eso que cuentas es exactamente el destino que han seguido todos los grandes sindicatos.. Al terminar el poder monopólico que tenían los caparon, cortando las posibilidades de abuso y aprovechamiento político que sufrimos por casi un siglo.

      La historia de los sindicatos es de auge y caída en Chile y en todo el mundo, desde que se eliminó la sindicación obligatoria todo ha ido a mejor para los propios trabajadores y la productividad de las empresas.

      Gigantes José Piñera y todos los Chcago Boys, que nos liberaron de la esclavitud a que tenían sujetos a los trabajadores las mafias sindicales

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  4. Recuerdo cuando la CUT era omnipresente en la politica, su presidente era casi un equivalente al ministro del interior o mas si este era muy pavo. Hoy vale hongo, si no es por la red nadie sabria quien es su presidente, efecto de lo qu3e señalas, una nueva clase media mas autonoma, obrerismo desaparecido, y ademas el merluzismo frenteamplista que prefiere tenerlos desaparecidos y los dejen robar tanquilos.
    Puede esperarse intentos de revivirla con Kast o la Piñera con faldas

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    1. Claro que si el presidente de la CUT tenía un poder de presión enorme en el país y podía paralizae sectores completos usando huelgas masivas que los trabajadores estaban plegados a sumarse porque eran obligados a ser miembros del sindicato y obedecer lo que dictaminaran las camarillas dirigentes.

      Eso era un verdadero nudo gordiano, yo simplemente hubiese puesto fuera de la ley a los sindicatos pero José Piñera fue mucho más hábil, no necesitaron prohibirlos, gastaba que les quitaran el poder monopolico de la afiliación obligatoria. Los propios trabajadores mandaron al diablo a los sindicatos apenas pudieron

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  5. En Estado Unidos - supongo en otras partes también - hay derechos sindicales representados por estudios de abogados. Representación profesional de derechos laborales. Pensemos: la etapa heróica y combativa del sindicalismo pasó hace m´s de 50 años. Yo diría 80 y más. Las leyes laborales básicas son casi las mismas y están consgradas en las legislaciones en todas partes: 8 horas de jornada, derecho a descanso, vacaciones, cobertura por accidentes, seguro médico. Derecho a la negociación colectiva. Derecho a tener un representante legal en un litigio con la patronal. Todo eso lo puede proporcionar un estudio de abogados que negocie una tarifa con el corpus obrero, que se apruebe en asamblea o votación y que se renueve anualmente o periódicamente.
    El sindicato "clasista" , de pretensiones heróicas, combativas, revolucionarias, es un cuento. Materia para los discursos. Pretensión de que los trabajadores sean representados por sus compañeros trabajadores - cuando de ordinario los sindicalistas son ricos y ya no trabajan y sus hijos ya van a pertenecer a otra clase social, los otros son pobres y sí trabajan - es un fuero burocrático para forrarse y alimentado por los políticos de izquierda que comparten el negocio. Tendrían que ser remplazado a voluntad por un servicio de representación legal que está en competencia con otros, contratable, que no suspedita la defensa obrera a objetivos políticos - huelgas generales para dañar gobiernos que no son cómplices por ejemplo - que busquen optimizar el contrato de trabajo cada vez que se negocie o tomen cada litigio particular como un caso y que pueda ser cambiado por otro en cuanto no conforme a la mayoría. La cuota debería también ser negociable, el precio de dicha representación también debería ser materia de oferta y demanda. Eso sería un mundo perfecto. Uls

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    1. Me recordaste el caso de American Motors, controlado inicialmente por la UAW y después entró Renault y posteriormente Chrysler, que fue la empresa que le puso la lápida.

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  6. Ahora existen hasta sindicatos pro-empresa cuando a lo mucho una compañía tenía uno o dos sindicatos nomás. Efectivamente las dinámicas al respecto han ido cambiando con el tiempo.

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    1. Ulschmidt: En Estados Unidos me parece que la pertenencia a un sindicato nunca fue obligatoria, pero igual encontraron la manera de torcer la ley: primero los sindicatos fueron todos capturados por la mafia y para conseguir un trabajo -por ejemplo en la construcción- primero que todo hay que ir a gesar el anillo al jefe local de la mafia o su representante, jurando fidelidad y obediencia eterna.

      Si alguien no aceptaba las órdenes del sindicato entraba directamente a confrontar a la mafia y a la familia que estava a cargo. La mafia ya fue desmantelada hace rato, pero esas prácticas continúan hasta hoy en forma de esas oficinas de abogados que mencionas.

      El sindicalismo en Estados Unidos ha sido un nido de corrupción desde sus inicios, el mejor ejemplo fue John L. Lewis, el presidente de la Unión de Trabajadores Mineros a mediados del Siglo XX, fue un ladrón que llevó al techo los niveles de corrupción de los sindicatos en ese país. Para qué hablar del desaparecido Jimmy Hoffa.

      Es muy difícil armar hoy ls huelgas generales de antes, en Estados Unidos, Chile y en todo el mundo, excepto las huelgas de profesores y otros empleados públicos que aún mantienen ese poder mafioso de presiónporque en el fondo son controlados por los gobiernos de turno, al menos acá en Chile, o por camarillas políticas en otros países.

      Frx, el modelo de sindicatos proempresa y asociaciones patronales y sindicales trabajando juntos, se implementó en Alemania y otros países de Europa del Norte, también están en decadencia porque en esos sindicatos los dirigentes se han convertido en burócratas con sueldos principescos, que no aportan nada a los intereses de los trabajadores, que son personales, normalmente contrapuestos y muy diversos

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    2. Los que tienen sindicatos así son los chinos.

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    3. Creo que en China no correponden al concepto de sindicatos, más bien son oficinas controladoras del poder central, tal como los "Comités de defensa de la revolución" en Cuba

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  7. Me parece que le dio en el clavo con su artículo Don Tomás. Yo trabajo en educación y lamentablemente en los colegios los sindicatos tienen harta fuerza aún y promueven todas las malas prácticas que usted describe. Entorpecen cualquier mejora o innovación que se quiera implementar y por supuesto cuentan con el 80% de giles que les siguen el amén. Los dirigentes sindicales de colegio (de acuerdo a mi experiencia) mantienen lazos con los partidos políticos de izquierda, sobre todo del Frente Amplio.
    Desde el gobierno de Bachelet que se ha intentado de todas formas empoderar aún más a los sindicatos y los merlucianos tengo entendido que presentaron un proyecto en el mismo sentido.

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    1. Es como dices, en educación no solo en Chile sino que en todo el mundo las mafias sindicales han emporcado sin asco todo el sistema, son la basura más grande. Claro que eso se da -supongo- principalmente en la educción estatalporque en los particulares subvencionados no les sale gratis tirarse a huelga.

      Yo creo que a estas alturas no debemos preocuparnos mucho por lo que traten de hacer los merluzos o comunistas. A mi modo de ver ya son como zombies: hombres muertos caminando y espero que el electorado no vuelva a votar por esos ladrones por muuuuucho tiempo.

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    2. Yo creo que el electorado sí volverá a votar pronto por ellos, tan pronto como en esta misma elección. Claro que no van a ganar la presidencia esta vez, pero es casi seguro que tendrán una buena porción del Parlamento, y no es descartable que vuelvan a La Moneda en el futuro. Recuerda que en Chile “todo gobierno pasado fue mejor”.

      También está el sempiterno discurso lastimero y maternal de la izquierda, que siempre cautiva incautos, y siempre lo hará. Eso, versus el discurso más frío y racional de la derecha, siempre será un handicap.

      Saludos,
      El Triministro.

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    3. Yo en cambio pienso que se viene produciendo un giro de opinión global hacia la derecha, no solo en Chile sino en todos lados. En fin, eso lo veremos, pero recuerdo que hasta hace muy poco tiempo todos decían que la izquierda era imparable e iba a gobernar ad eternum

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    4. Claro, estamos más a la derecha que hace unos años, pero hay que ver cuánto va a durar eso. Acuérdate de que, cuando ganó Piñera por primera vez, también se hablaba de que venía "una larga serie de gobiernos de derecha"... plop.

      Lamentablemente las ideas socialdemócratas siguen muy enquistadas en la sociedad, que aún no ha pasado suficiente hambre y frío como para darse cuenta del engaño.

      También creo que un gobierno de derecha hábil y portaliano puede hacer grandes cambios, pero no se ha visto algo así en muchos, muchos años. Puede que esté ad portas. Ojalá.

      Saludos,
      El Triministro.

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  8. Coincido con que la realidad sindical hoy es muy diferente de la de los años 60, y que gran parte de ese mérito es de Piñera "el grande". Sin embargo, creo que estamos aún muy lejos de que sean una "figura de cartón", como dices, y ciertamente aún se ven muchas huelgas -demasiadas, para mi gusto- de esas que hacen llegar tarde al trabajo.

    La izquierda, sobre todo la merluciana, no ha cejado en su afán de reponer la negociación interempresas o ramal, y la sindicalización obligatoria. No les ha ido bien, pero lo mismo pasó con otras medidas anteriores que, en algún momento, gracias siempre a la condescendencia e ingenuidad de la derecha, lograron instalar. Por otra parte, me consta que, en este mismo gobierno, ciertos funcionarios hicieron todo lo posible por evitar que empresas estatales negociaran en conjunto, y lo lograron!!

    El sindicalismo se mantiene por la creencia de que "juntos somos más", y que se pueden lograr más beneficios en conjunto que en forma aislada, algo que tiene a funcionar para trabajadores "commodity", que por algo son los que tienen mayor afiliación a sindicatos, junto con los del sector público con sus "asociaciones" que, como las "palmeras celulares", se notan de lejos pero nos hacemos los tontos.

    En los puertos, por ejemplo, hay mucha fuerza sindical, y eso ha llenado el sistema de ineficiencias. Por ejemplo, en 2014 se aprobó la "ley corta", que entre otras cosas instituyó la colación obligatoria a mitad del turno de trabajo (antes de eso cada uno se la tomaba cuando quería, pero siempre existió), pero los sindicatos forzaron a que todo el personal se la tome al mismo tiempo (algo que la ley no exige), por lo que desde ese momento se paralizan las faenas al menos durante 45 minutos cada 8 horas, sin motivo alguno. También hay otras "decisiones sindicales" extendidas, como por ejemplo que, si te contratan para mover cajas de A a B durante un turno de 8 horas, y se termina esa faena antes, no te pueden pedir que hagas otra, o que hay una suerte de patente de corso para bloquear accesos cuando deciden irse a paro, por muy ilegal que sea, y que si hay querellas por daños, o descuentos por no trabajar, hay que dejar todo en cero para que retomen las faenas. En fin, la lista de ineficiencias es larga y no veo que se esté reduciendo, sino todo lo contrario.

    En mi experiencia, siempre hay una alta correlación entre improductividad y dirigencia sindical: los más capaces rara vez son los más comprometidos. También he visto casos de dirigentes que, por tratos algo oscuros, han dejado de defender a personas que tenían denuncias contra ejecutivos de sus empresas...

    Como dato curioso, en la película "Madagascar" los monos plantean exigencias para acceder a trabajar... en reparar el avión que los rescatará. No creo que sea casualidad que hayan sido justamente los monos los que hayan encarnado a esos personajes.

    Saludos,
    El Triministro.

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    1. jaja los monitos vivarachos.

      Yo no creo que la situación sea solo cosas que hace la izquierda o la derecha, en mi opinión, ellos solo son los altoparlantes que reflejan las opiniones de mayoría.

      Los políticos de izquierda y derecha en su mayoría solo son aprovechadores que se suben a las olas de opinión general y arman todo un teatro para conseguir su bienestar personal a costillas de los tontos.

      Lo que importa no son ellos, que ni siquiera crean opinión, sino como se forman estas corrientes, que no es con discursos, declaraciones o cambullones políticos, ni siquiera con leyes.

      La opinión predominante -pienso yo- es el reflejo de los "animal spirits" de la muchedumbre y eso no es manipulable en el largo plazo. En el corto y mediano plazo se puede manipular en alguna medida, pero nunca en el largo plazo.

      Por eso es un error creer que existen ideas correctas o incorrectas, eso ya es una manipulación. Simplemente existe un agregado de ideas que se forman quien sabe como, a veces por motivos estúpidos, otras por la expriencia.

      Y si te parece que en los puertos hoy hay mafias, deberías revisar como eran en los años sesenta, donde cada trabajador tenía su medio pollo, este sus dos cuartos de pollo quienes tenían sus octavos de pollo respectivamente. Eso si que era ineficiencia.

      Cualquier trabajador portuario -formal- antiguo hoy vive como príncupe y probablemente no le trabajó un día a nadie hasta su jubilación.

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    2. Sí, conozco lo de los pollos trozados, y su término fue un tremendo avance para el sector, junto con el trabajo en tres turnos. Otro gran acierto de JP.

      Lo que quería puntualizar es que aún estamos lejos de que sean figuras de cartón, pero por supuesto que son mucho menos que antes de la reforma. Digamos que pasaron de león a perro pastor alemán.

      Saludos,
      El Triministro.

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    3. Nada desaparece por completo, siempre quefan pedazos, la cosa es que la tendencia sea a que queden cada vez menos :D

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
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