28 marzo 2007

No le vengo a vender

Releyendo mi entrada anterior -estoy tan ocioso que releo mis propias entradas- me acordé de varios vendedores notables que he conocido. La personalidad del vendedor es una cualidad especial, que probablemente viene de nacimiento y es la suma de un montón de habilidades dispersas que configuran a esta verdadera raza aparte entre los seres humanos.

Porque los genuinos vendedores son una raza diferente con extraordinarias aptitudes: el poder de encantamiento, la capacidad para embaucar, negociar, persuadir y finalmente cerrar un trato. El cierre es la palabra mágica para los vendedores, cuando el trato se concreta y es como el gol para los futbolistas, ni un orgasmo se le compara.

Siempre me ha atraído la personalidad de los vendedores porque tienen todo lo que a mi me falta, me caen simpáticos y admiro mucho más a un buen vendedor que a un gran matemático o científico. El vendedor tiene que vivir alimentando su propio entusiasmo y cuando pierde la confianza en sus poderes es hombre muerto.

Recuerdo que años atrás mi ex jefe don Zvi Posner me recomendó el libro "La Muerte de un vendedor" de Arthur Miller y me dijo que lo leyera varias veces porque tenía mucho más de lo que se lee a primera vista. Tenía tanta razón que hay cosas que pasados más de 20 años todavía estoy procesando. Si alguien no lo conoce y quiere tomar caldo de cabeza, se lo recomiendo. Hay que leerlo con cuidado porque es mucho más que la telenovela superficial que parece a primera vista, un gran clásico americano.

De los vendedores notables que he conocido el campeón era un viejito que tenía unos 70 años o más, vendedor viajero que recorría todo Chile con una enorme maleta llena de muestras: remedios naturales y homeopatía. Viajaba en los buses más baratos y dormía en las pensiones más miserables, le decían el pájaro carpintero y de haber tenido plata yo lo habría contratado solo para que me contara sus miles de aventuras, era entretenidísimo, aunque imposible de describir con palabras, o al menos yo no puedo, ya debe estar muerto hace rato, a menos que sus remedios de verdad funcionaran tal como el aseguraba.

Cuando trabajaba en ZOFRI vendiendo programas de computación disfrutaba haciéndome amigo de los vendedores de las empresas, un zoologico humano, porque nunca encuentras dos vendedores iguales. La personalidad de los vendedores es generalmente insegura pero se transforman en el momento que están embaucando. Los mejores son casi siempre un poco ridículos o estrafalarios, e invariablemente tienen algo de mitómanos.

El mundo es de los vendedores, muchos de los grandes empresarios vienen del campo de las ventas y es chistoso ver como se enfurecen los tipos que han pasado años estudiando para obtener un grado de ciencias o ingeniería cuando ven que un tipo que apenas terminó la secundaria progresa más rápido que ellos dentro de la empresa. Es por el valor de la escasez, mucho más facil encontrar -y reemplazar- a alguien que tenga conocimientos o inteligencia- que reemplazar a alguien con un talento natural, las ventas requieren de un talento natural, específico y escaso.

Desde chico me ha fascinado la venta, en Santiago pasaba horas escuchando a los charlatanes en la calle -tengo entendido que ya no existen- hasta que me aprendía de memoria sus monólogos "señora, señor, señorita, niños de la concurrencia, yo no vengo a vender, vengo a regalar. No me interesa su dinero, solo su amistad". Que grandes artistas.

Yo trabajé de vendedor durante un corto tiempo, después de que me echaron de importadora California. Recuerdo que fué la primera y única entrevista de trabajo a que he ido en mi vida, en el hotel Azapa que entonces era el más lujoso de la ciudad. Me tomaron la entrevista en el jardín con una botella de Bacardi, terminamos muy tarde y bastante borrachos porque nos tomamos la botella completa.

Estaba el dueño de la empresa, el gerente y yo, los tipos no sabían que yo hablaba inglés y en la mitad de la entrevista Alvaro, el gerente le pasó una nota al dueño que decia "this guy will be good!", se equivocó. Hice bien mi trabajo, especialmente las cosas chuecas y arriesgadas que tenían en mente hacia el Perú pero nunca me pudieron transformar en vendedor, no hubo caso.

Y no era que me faltara poder de convencimiento o facilidad para hacer amigos, me faltaba el instinto de la venta, el auto-engrupimiento típico de todo buen vendedor que disfruta con lo que hace. A mi me aburría y encontraba todo el maldito asunto medio ridículo, cuando se dieron cuenta de mi falta de motivación trataron de subirme el nivel de gastos.

La teoría del dueño de la empresa era que si me acostumbraban a algún lujo o si me hacían endeudarme tendría el entusiasmo necesario para pelear las ventas pero no resultó, ahorraba todo lo que podía para poder mandarme a cambiar lo antes posible, siempre me ha espantado la dependencia. No me acuerdo cuanto duré en eso pero no alcanzaron a ser 3 años, allí me di cuenta que jamás voy a ser un vendedor y aprendí a valorar a esos tipos tan extraordinarios.

Y esa fue la triste historia, si le creemos a los budistas que cuando uno se muere vuelve a reencarnarse, quizá en alguna de mis evoluciones me convierta en charlatán callejero "no me interesa su dinero, solo su amistad". Me encantaría.

19 comentarios:

  1. And here I thought you wanted to be reincarnated as my cat, when all along you want to be reincarnated as a salesman! Hmph!

    I know what you mean though about salesman--good salesman, that is. They have such a gift, don't they? I have met salesman who could sell me the socks off their feet, they were so good.

    Not sure I want to come back as one, though. I think I want to be an artist. A painter, perhaps.

    ResponderBorrar
  2. To be reincarnated as Mila´s cat is my first choice, no doubt on that!!

    Yes, I admire salesmen, they are gifted people, but their life is not good. I just envy them because they have many things that I lack... such as ambition!!!

    ResponderBorrar
  3. Tombrad: ¡me tienen de las quetejeidis!; ¡ayer le pasé $150 al Lalo!.

    Estoy acorralado!!!!!

    ResponderBorrar
  4. Nuevamente dio en el calvo,recuerdo un vendedor de vinos (viña cocnocida), un vendedor de libros Peruano y yo compartiendo un almuerzo en el mercado( despues del trabajo), entretenidisimo.
    j.a.

    ResponderBorrar
  5. Hola Tomas!

    Tal vez te gustaria reencarnarte como uno de los vendedores de mi empresa que ganan mas dinero de lo que te puedes imaginar, con muchos jubilandose como millonarios. Ahora ... los ingenieros ... esa es otra historia y triste, ademas ;o)

    Genuino "gusto" por la gente; mucha empatia; creer fervientemente en el producto, y una sonrisa atractiva ... y puedes venderles cubos de hielo a los esquimales. No piensas tu?

    ResponderBorrar
  6. Jesús, hijo del mismísimo. Mi más sentido pésame nomas, porque cuando uno de esos te agarra, se te adosa y ya no te suelta más. Prepára $ 150- todos los días, por el resto de tu vida.

    Lilian, claro, los vendedores son los soldados, el alma de toda compañía y por eso ganan lo que ganan. Pero es una vida super complicada en todo caso, vivir pendiente de metas y todo eso

    ResponderBorrar
  7. Y sobre las cualidades de un vendedor, hay tantas ¡algunos venden siendo pesados! es un verdadero arte que requiere conocer y juzgar bien a las otras personas, entusiasmo por el producto como tu dices, en fin, es un arte y un don!.

    Yo creo que los mejores vendedores tienen o simulan tener la confianza que a la gente normal nos falta. Uno siempre se siente atraído por alguien que tenga certezas, por eso las religiones son tan populares

    ResponderBorrar
  8. Hay otras sustilezas asociadas a la actividad de vender que son parecidas a las que afectan a los productos.

    Hay productos que siendo bien evaluados técnicamente y en pruebas de mercado, después no "prenden" comercialmente. O sea, el producto en sí, depende de una especie de enganche final con el mercado.

    Con los vendedores pasa lo mismo. Hay algunos con condiciones innatas para la venta, pero no logran enganchar con los clientes. Por el contrario, hay otros que incluso siendo pesados, de alguna manera enganchan y cierran las ventas.

    Hay algo extraño por ahí, que la gente de mercadotecnia no ha logrado identificar. (Bueno, después de todo son sólo Ingenieros Comreciales...)

    ResponderBorrar
  9. "sutilezas" es un buen concepto en este caao, el arte de la venta está lleno de detalles que no son aparentes y las técnicas de venta son tan distintas que uno tiende a pensar que no existen técnicas de venta. Es un asunto difícil de racionalizar, especialmente en el caso de vendedores muy desagradables que tienen buenos resultados. Me imagino que debe haber una especie de imposición de voluntad o algo parecido en esos casos.

    ResponderBorrar
  10. ¡Tomás!; necesito pedirte un favor; ¿Tienes $200 (Doscientos pesos) que me prestes?; te los devuelvo mañana sin falta, descuida(palabra de Renguino)

    ResponderBorrar
  11. Ya, voy a buscar y vuelvo. Espérate sentadito nomás ¿dijist 200 pesos o 200 lucas? para saber cuanto sacar, digo...

    ResponderBorrar
  12. Son $200; son pal Lalo. Un día de estos te mando una foto del machucao ante el cual somos unos niños de pecho. Jajajajajajajajajaaj

    ResponderBorrar
  13. ya, ya, te voy a mandar al cabezón Gonzales con la plata para que te saque del apuro, ¡espero que no se la robe!

    ResponderBorrar
  14. Uyy!!, un buen vendedor definitivamente es un artista, debe tener la capacidad de llegar a la gente, acariciarlos con las palabras, hacerlos sentir seguros y lo más importante, que le crean la "historia". Tal como dices, hay mucho de Mitomanía, pero no es sólo el hecho de mentir, sino que la capacidad de desfigurar la relidad "haciéndola grande y creíble"... El poder de la Oratoria, mueve masas. Oye, respecto a los "charlatanes de Santiago", todavía hay algunos dando vueltas por ahí, y fíjate que se produce un hecho bien curioso, la gente generalmente no les compra ninguna chuchería, pero se amontonan en masa para ver al "artista", que de manera atractiva, ingeniosa y talentosa, lleva a escena su espectáculo.

    ResponderBorrar
  15. Paola, yo me acuerdo de dos charlatanes famosos en Santiago, uno se ponía en la Alameda frente a la U de Chile con iguana y todo, vendía unas cremas para sacar las manchas de la piel.

    El otro se ponía en Puente cerca de "donde golpea el monito" y "Julín Serra" (ñaca, ñaca que viejo estoy, si me acuerdo clarito cuando tomaba la Góndola) ese era impresionante porque quebraba un tubo fluorescente y se comía los vidrios, después comía un montón de alfileres, ¡se golpeaba la garganta y le sonaban! ¿como lo hacía! nunca lo supe.

    Tu sabes que los ¡¡lame YA! de la tele son la evolución de los antiguos charlatanes con sus productos milagrosos, es lo que en gringolandia llaman "snake oil"

    ResponderBorrar
  16. No me hables en chino que no entiendo, jajaja, es que esos lugares ya no existen (ups), en todo caso sí he oído hablar del famosísimo que se tragaba lo fluorescentes y que después se iba al baño súper "iluminado". ¿O sea que esta cuestión viene de los Yankies? ¿Cuándo se nos va a ocurrir algo a nosotros?... digo.

    ResponderBorrar
  17. Vivimos en el país de los copiones. Acuérdate que Chile es una COPIA felíz del edén!!

    ResponderBorrar
  18. Estimado Tomas el mejor vendedor que he conocido en mi vida es mi padre y mi tío, te puedo contar una anécdota, un día en una feria de Concepción llega un tipo y quería comprar la pieza mas cara del local que costaba 150,000 pesos (una caracola gigante) y trajo a su esposa a lo cual ella respondió que no porque ha ella no le gustaba y sabes lo que ha hecho mi padre, ¡LO HA RETADO! le dijo claro te matas trabajando para comprarle toda lo que ella pida pero tu no te puedes dar un gusto, el tipo pensó dos segundos le encontró toda la razón a mi padre y TRATO HECHO, yo no lo podía creer, hay otra en que estuve mas de un mes tratando de comprarle una escafandra a un buzo le conté a mi padre que el tipo no me la quería vender que era casi imposible cerrar el negocio para un cliente x, entonces me dijo vamos que yo se la compro, converso un rato con el tratando de convérselo compro alguna cervezas ya casi llegando al final se despidió de el y le dijo, BUENO AMIGO TENDRE QUE COMPRARSELA A LA VIUDA MAS BARATO, y se fue, el tipo llego corriendo al taxi y dijo amigo usted Tiene razón que tengo que estar dejando herencia a esta tal pol cual y otra vez TRATO HECHO. Mi viejo es Og Mandino y mi tío bueno él le vendería leña al monte, saludos y ahhhh y como veraz no estoy muerto fue uno de mis tíos que por cierto era muy buen vendedor de artículos de huaso así que Drake sigue temblando.

    ResponderBorrar
  19. Rolando ¡no estaba muerto, andaba de parranda!, bueno, un alegrón enterarme qu no eras tu después que te había mandado -erróneamente- para el otro mundo.

    Creo que todos hemos conocido a esos vendedores extraordinarios y mejor todavía cuando son de la familia más cercana, algo se tiene que pegar pues!

    Sobre lo que cuentas muestra como no hay una sola manera de vender, son miles, pueden vender inclusive retando al comprador y ese es el talento de decir la frase justa o pillarle el punto débil.

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"