Las horas-nalga

Para los que recuerdan la película "La Rata de América", filmada en Arica el año 1961 con Charles Aznavour y María Laforet, esta secuencia está filmada al principio de la playa Chinchorro, junto a la desembocadura del río San José, los tubos que se muestran eran la cloaca de la ciudad y en la parte de atrás se ve uno que descarga directamente al borde de la playa, antes que construyeran el actual emisario.

Eso explica la gran cantidad de gaviotas y si María Laforet lo hubiese sabido probablemente no habría metido sus piecesitos al agua porque esa playa estaba tapizada de fecas. Pero en esos años a nadie le preocupaban esas cosas y la gente, que se bañaba allí vivía más o menos igual de saludable que ahora, solo que cambiaron las enfermedades de infecciones a diabetes, hipertensión, riñones, pulmones y cancer. Contra la naturaleza no hay nada que hacer porque de los cuernos y de la muerte no se salva nadie: esa es la Ley de Bradanovic.

La película hasta hace pocos años era una especie de mito urbano en la ciudad, todos sabían que existía, incluso muchos habían trabajado como extras pero nadie la había visto porque fue una película tan mala que en poco tiempo desapareció de todas partes.

Sin embargo la Fundación Altiplano, que hace todos los años el festival de cine Arica Nativa, le siguió la pista hasta que ubicaron una vieja copia y el año pasado la exibieron.

Que bien trabaja la Fundación Altiplano, se ganan todos los proyectos y fondos fiscales pero -a diferencia de otros- todo lo que hacen les sale bien: el festival Arica Nativa, la restauración de las iglesias del altiplano y varias otras actividades, todas buenas. Yo no tenía idea quienes eran pero si conocía sus proyectos. El otro día conversando con Gabriel Abusleme me contaba que se trata de un matrimonio que de alguna manera engancharon con Arica, tienen gran capacidad para levantar fondos de empresas privadas y del fisco pero como hacen las cosas bien todos los años van creciendo. Chapeau para ellos, es la única fundación cultural que conozco que hace las cosas bien.

El otro día alguien tuvo el mal gusto de ofrecerme un trabajo, debí quitarle el saludo por grosero pero andaba de buen humor y decidí darle otra oportunidad, esos insultos rara vez los perdono. Le dije "claro, pero con la condición de que no vaya a trabajar, tu me das el objetivo, yo lo cumplo y cobro, lo puedo hacer perfectamente desde mi casa", entonces me contestó "ah no pues, necesitamos que cumplas un horario y vengas a trabajar como todo el mundo", entonces yo le hice en una pizarra blanca más o menos el siguiente monito:

Y el dije algo así como "el azul es lo que tu quieres de un trabajador normal, el morado es como lo haría yo, trabajaría 15 días en lugar de 30 haciendo las mismas 160 horas en el mes".

Claro que era mentira, conocía bien lo que había que hacer y sabía que lo podía hacer perfectamente en unas 56 horas en lugar de las 160, tal vez menos, por eso no tenía la menosr intención de aceptar hacer 160 horas-nalga sentado en un escritorio. El trabajo real que haría sería más o menos este:

Y tendría que ser muy bruto para aceptar ir a trabajar 160 horas para algo que puedo hacer en 56 horas o menos. Pero así es la cosa en este mundo donde se paga por ir a sentarse a un escritorio a sacar la vuelta. Creo que tengo cosas más importantes a que dedicarme, si el trabajo hubiese tenido que ver con la producción de películas pornograficas probablemente lo habría aceptado, pero era un asunto mucho más bruto, creo que puedo ganar lo mismo o más quedándome en la casa. El problema, como siempre, es el flujo.

A propósito hoy hice la presentación que tenía un mes para preparar y no se me ocurría que maldita cosa poner, pasé dos semanas bloqueado y finalmente lo mandé al diablo suponiendo que si dejaba de pensar en eso se me iba a ocurrir algo, así es que la tercera semana me olvidé completamente del asunto.

Cuando me quedaba apenas una semana -yo jamás he incumplido el plazo para un trabajo- repentinamente se me iluminó la ampolleta e hice uno de los mejores trabajos que se me han ocurrido en todos estos años, todas las ideas llegaron de un viaje, gleich alles suzammen. La presentación estuvo espectacular, todos quedaron entusiasmados y parece que se les olvidó que estaban pagando demasiado por dos reuniones de hora y media cada una. Claro que me demoré dos meses en hacerlo, estaba pensando en eso hasta cuando dormía pero sentado en un escritorio seguro que se me habría ocurrido algo aburrido y mediocre.

P.D.  Se me olvidaba mencionar los créditos por el trailer: el link lo mandó mi amigo Marco Antonio Diaz, el arquituerto.