Un héroe olvidado

Cuando me enamoré por primera vez
Entre los 16 y los 18 años yo vivía en la pensión de la familia Norambuena en Ancud, y para las vacaciones de verano viajaba a Quellón donde estaba mi casa a unos 170 kilómetros por un camino que en los años setenta era endiabladamente malo. Era una casa de tejuelas de alerce muy grande y vieja, que arrendába mi padre. Mi pieza estaba en una mansarda del entretecho, algo muy característico de las construcciones chilotas.

Debe haber sido en 1970 o 1971 cuando de la gran biblioteca del Liceo de Ancud solo me quedaban dos libros por leer, uno era El Quijote de la Mancha, libraco intragable que jamás leí completo y el otro era un manual de la Phillips para enseñar a sus técnicos en radio, se llamaba "Del Electrón al Superheterodino". Gracias a ese libraco de nombre tan desabrido conocí el amor por primera vez en mi vida: me enamoré de la radio.

Lo leí muchas veces en Ancud y cuando me tocó ir de vacaciones a la casa el virus de la radio me había contaminado con la violencia de una enfermedad tropical, No recuerdo como pero llegué ese año a la casa con una radio viejísima -a tubos de vacío- que tenía una frecuencia de la banda de AM y dos de "onda corta", como llamaban entonces a las bandas de 40 y 20 metros.

Y me envicié con la onda corta: escuchaba las transmisiones en español de la BBC de Londres, la Voz de América, Radio Moscú, Radio Netherland, Radio Neuquen ¡ni siquiera cuando apareció Internet me entusiasmé tanto! Era alucinante escuchar noticias y música desde otros continentes entre pitos, conversaciones de radioficionados, había que afinar mucho el oido para entender algo.

Entonces me dio por experimentar con las antenas, los cables que cubrían el entretecho hacían competencia a las telas de araña. Cuando había tormenta eléctrica todo se cargaba de electricidad estática y las antenas chisporroteaban, todavía no entiendo como no me partió un rayo, pura suerte nomás.

El gran Superheterodino
En eso años conocí al circuito del superheterodino, que es -a mi modo de ver- la maravilla más grande y el invento más importante de la historia de las comunicaciones electrónicas. 

Todo aparato de radiocomunicaciones funciona en base a esa genial idea, que consiste en bajar la frecuencia de la señal recibida a otra mucho menor y estandarizada, llamada "frecuencia intermedia".

Sin eso no podría existir ningún receptor de radio, de televisión, de radar, de comunicaciones satelitales ni nada por el estilo. Si hay un invento fundamental es ese y lo invenmtó el que para mi es el máximo héroe de la electrónica. el desconocido Edwin Howard Armstrong.

Al lado de Armstrong Tesla es un payasito, Edison un viejuco bueno para el billete, Marconi un maestro chasquilla y etc. etc. No digo que no valgan nada, pero sus contribuciones a la tecnología han sido enanas en comparación a las de Armstrong.

El problema de recibir señales de radio es muy interesante. Al comienzo, las señales se captaban con una antena, se seleccionaba una con un circuito LC, se amplificaba y se rectificaba para extraer la información de audio, que venía montada en una portadora. El audio es de muy baja frecuencia, la portadora de una frecuencia muchísimo más alta: ambas señales se mezclan y se irradian juntas.

Pero la señal que viaja por el aire y llega a la antena es una milésima de la señal que emite el transmisor, así es que era necesario amplificarla miles de veces. El problema es que si se amplifica, por su alta frecuencia, el receptor se convertía a su vez en transmisor y toda la señan recibida se perdía irradiada. Parecía un callejón sin salida.

Los primeros receptores tenían circuitos regenerativos, que tomaban la salida del amplificador y la volvían a meter en la entrada, pero eso traía multitud de inconvenientes y un consumo desmesurado de energía.

Después de eso a Armstrong se le ocurrió una solución genial: agregó al receptor un oscilador local que generaba una "frecuencia intermedia" (creo que era 455 Khz para la AM), es decir una frecuencia que no fuera tan alta como para irradiarse ni tan baja como para interferir xon la información de audio que llevaba la portadora.

Se sabía en esos años que al mezclar dos frecuencias se obtienen, además de las originales, dos frecuencias más: una con la suma y otra con la resta de ambas, eso se llama el "batido de frecuencias". 

Resulta que si nuestro oscilador local está ajustado para generar una frecuencia que sea siempre 455 Khz más alta que la frecuencia recibida, la frecuencia de resta sería de 455Khz pero ahora tendría toda la información de la señal irradiada originalmente.

Como 455 Khz es una frecuencia bastante baja se puede amplificar todo lo que necesitemos sin que se irradie, gracias a eso recién entonces se pudo contar con receptores de radio prácticos. Esto permite poner todas las etapas amplificadoras que se necesiten.

Sin ese circuito jamás habríamos podido tener comunicaciones radiales, televisión, radar, radiocontrol de drones, telefonía celular ni nada de eso.

Cuando entendí ese proceso quedé tan maravillado como cuando supe como se hacían las criaturas, tal vez más. Durante años pensé quien habría sido el genio que lo inventó y no lo encontraba en ninguna parte. 

Solo después de salir de la universidad y gracias a Internet llegué a conocer al gran Armbstrong: el héroe olvidado.

Lo entendí bien en Inacap
A propósito, cuando estudié para técnico en Inacap, mis profesores Ernesto Riquelme de Comunicaciones y Benigno Cerviño de electrónica, que eran hombres de radio, me terminaron de aclarar perfectamente todo el asunto. 

Luego entré a la universidad y en comunicaciones recuerdo que el profesor hizo todo el desarrollo matemático del batido de frecuencias. Cuando terminó de escribir sus ecuaciones yo le pregunté -haciéndome el inocente- "Profesor ¿y para qué se hace toda esa mezcla. Por qué no se amplifica simpemente la señal recibida? " Y mis estimado catedrático no tenía la menor idea, quedó entero pillo. 

Claro que él manejaba perfectamente el desarrollo matemático pero era totalmente ignorante de como funcionaba el asunto. En fin, con los años yo también hice clases y muchas veces enseñé cosas de las que entendía poco y nada. No seré yo el que tire la primera piedra.

Una vida muy difícil
En fin, la historia de Armstrong fue bien trágica porque el amigo de toda su vida, David Sarnoff, que era su jefe y mandamás de la RCA, lo despidió cuando Armstrong le presento el proyecto de transmisión en FM ¡cosa que también inventó él! y luego se enfrascó en un pleito de patentes con él que duró años, lo llevó a la ruina y hundió su matrimonio. Finalmente se suicidó (gracias por la corrección Anónimo):

Tras años de pleitos y sin dinero, el 31 de enero de 1954, Edwin Armstrong, tras despedirse de su familia en una nota escrita, se suicidó saltando desde el decimotercer piso en que estaba su apartamento.

Pero después de su muerte ganó los juicios, se reconoció la propiedad de sus inventos, la FM mató a la radio AM tal como temía Sarnoff y su viuda creó una fundación a su memoria. Aquí una foto con su mujer en la playa con uno de los primeros receptores de radio portátil, en 1923