04 octubre 2024

Refrito del sábdo: el desastre de la educación en Chile

El desastre de la educación en Chile (publicado originalmente el 22 de abril de 2024

Introducción
Algo que a mi siempre me ha interesado es la educación popular creo que enseñarle alguna cosa útil a una persona pobre es lo más valioso que le podemos dar, porque, como dije en una charla que tuvo harto éxito, existen dos formas distintas de pobreza: la pobreza de ingresos y la pobreza de capacidades.

Los ingresos dependen bastante de la suerte, hasta los mejores tienen su mala racha y casi todos los millonarios han pasado por una o más bancarrotas.

Por otra parte alguien completamente estúpido puede recibir una herencia o ganar la lotería y verse de la noche a la mañana con un enorme ingreso; otra cosa es si resulta capáz de mantenerlo.

La riqueza de capacidades no está automáticamente conectada con la riqueza de ingresos como cree la mayoría de la gente. Hay personas muy capaces y muy pobres, por golpes de mala suerte, traiciones, equivocaciones y cosas así, pero si tiene cierta conexión en el sentido que alguien que tiene muchas capacidades puede arreglarse para vivir bien aunque tenga muy pocos ingresos.

Esa ha sido mi idea de vida desde que tengo memoria, a mi nunca se me ocurrió acumular una fortuna o tener "un buen pasar", cosas que nunca se me pasaron por la mente; al principio porque era demasiado pobre para imaginarme algo así, y después porque me di cuenta que para tener buenos ingresos debería hacer ciertos sacrificios.

Y si hay algo que detesto con toda el alma es sacrificarme. Nunca me ha convencido esa fábula de la cigarra y la hormiga y creo que si existe algún objetivo que vale la pena en esta cochina vida, es vivir contento, o por lo menos satisfecho; y eso no incluye el sacrificio.

Por eso desde muy chico siempre me interesé por desarrollar nuevas capacidades en las cosas que me interesan, creo que es algo que le aconsejaría a todo el mundo: jamás se dejen convencer por el cuento que vale la pena sacrificarse para juntar plata y después disfrutarla, porque ese "después" no llegará nunca.

He sido pobre casi toda mi vida, pero de lo único que NO me arrepiento es de no haberme sacrificado para juntar más plata o para alcanzar una "vida segura". Si mañana me ofrecieran un trabajo estupendamente pagado en algo que no me interesa, los mandaría a freir monos; lo he hecho antes y lo volvería a hacer las veces que sea necesario.

Por ejemplo pude haber seguido estudiando para dedicarme a hacer clases en la Universidad y alcanzar una "vida confortable" pero detesto hacer esas clases. Se que hay amigos que les encanta. si lo disfrutan y encima ganan plata ¡felicidades! Pero no es ese mi caso.

Yo he invertido mucho en aumentar mis capacidades, tengo muchas y -si vamos a ser francos- la mayoría son perfectamente inútiles. Por ejemplo ya soy muy competente en genealogía, lo que seguramente nunca me dará ni un peso, pero ¿quién lo sabe? 

En todo caso algunas capacidades que he adquirido me han dado un inesperado reconocimiento social, pequeñas recompensas para mi ego y cosas así. Y una que otra nueva capacidad también me ha dado la oportunidad de ganar un buen billete. Nunca se sabe.

Pero volvamos a lo principal
Como siempre me puse a divagar y ahora estoy a muchos kilómetros de lo que quería escribir, trataré de ponerme serio y retomar el hilo.

Mucho se está hablando del desastre de la educación actual en Chile, donde la gente está dejando de mandar a sus hijos a las escuelas y liceos a una tasa que crece cada año. 

Han tratado de echar tierra a este asunto, pero la verdad es que después de la histeria por el Covid-19, muchas familias empezaron a darse cuenta de lo poco que aprenden los hijos y muchos prefieren que den sus exámenes libres o simplemente que dejen de ir a clases.

El desprestigio de la educación formal ha existido siempre, pero últimamente la gente está votando con los pies. Los que otrora eran liceos emblemáticos de alta demanda hoy tienen problemas en llenar sus matrículas; y eso no tiene nada de raro si vemos en lo que se han convertido.

Todo empezó en el segundo gobierno de Bachelet, cuando unos pelotas, liderados por Eyzaguirre -un ministro cuya mediocrridad solo ha sido superada por Máximo Pacheco- empezaron a implementar su "teoría de los patines".

Es el fruto de lecturas mal digeridas y apenas entendidas de ideas que ya eran malas de origen; si Rawls pudiera ver lo que han hecho con sus ideas, abriría el cajón, saldría de su tumba y empezaría a perseguir a patadas a estos pobres sobacos ilustrados

¿En qué consistía esto de los patines? La idea era que los hijos de los ricos corrían en patines mientras que los de los pobres competían a pie pelado, no se les ocurrió nada más genial para "emparejar la cancha" que sacarle los patines a los mejores.

Esto se implementó de varias maneras. La primera fue bajar al suelo los niveles de exigencia; nadie debe reprobar un curso en la enseñanza básica ni media. 

En la misma línea se atacaron los colegios de excelencia o de alto rendimiento, donde para ingresar había que dar exigentes pruebas. Se dispuso que el ingreso se hiciera por sorteo para mezclar a los de menos rendimiento con los más dotados.

Esto implicaba bajar las exigencias generales a un mínimo común denominador en todos los colegios, castigando a los más estudiosos o inteligentes y premiando a los más flojos o tontos. 

Finalmente, como no pudieron eliminar a los colegios particulares subvencionados, les pusieron toda clase de trabas y hoy es prácticamente imposible abrir uno nuevo.

El resultado es la mediocridad generalizada donde los únicos que han ganado algo son los profesores pagados por el estado, que tradicionalmente han sido cafiches del fisco, flojos, aprovechadores que se resisten a machete a ser evaluados. No son todos así, pero el 90% o más lo son.

Y si creen que estoy inventando solo miren como los alumnos ya no quieren ir a clases ni los padres mandarlos a estudiar, este es un fenómeno completamente nuevo en Chile, donde siempre las familias habían mirado con mucho respeto a la educación pública. El respeto no existe, ya fué.

Y tienen toda la razón, porque ir a una escuela o a un liceo público hoy -salvo contadas excepciones- se ha convertido en una miserable y costosa pérdida de tiempo. Dando los exámenes libres se puede conseguir igual el maldito papel con mucho menos esfuerzo y sin perder años de mal llamada "educación".

Pero volvamos adonde partimos: para que la educación resulte una herramienta útil debe hacer posible que los estudiantes adquieran capacidades. 

Si preguntamos a padres y estudiantes que capacidades les está entregando la escuela el resultado será un cri-cri de silencio, Como mucho les hacen memorizar muchas cosas -perfectamente inútiles- y los entrenan como monos para rendir en prueba estandarizadas sin que aprendan absolutamente nada que valga la pena. 

Por su parte, los políticos que imponen las condiciones no son gente educada, o son niñitos bien a los que sus papás les compraron el título, o peor todavía, son tipos que a pesar que los financiaron fueron incapaces de titularse, que es el caso de nuestro merluzo presidente.

¿Qué política puede diseñar e implementar alguien que reprobó dos veces seguidas su exámen de grado con nota 2.5 en una escala de 1 al 7? ¿Qué mensaje reciben sobre el valor de estudiar los que ven que un fracasado como ese llega a ser presidente de la República y se caga en todo el mundo?

 Y por último, algo que no es menos importante ¿Para qué diablos sirve ir a aburrirse durante 16 o más años escuchando a profesores mediocres que no les entregan prácticamente nada útil ni menos valioso? Ese es -como yo lo veo- el gran desastre de la educación en Chile.

2 comentarios:

  1. Creo que esto es algo que se está viendo a nivel mundial. El sistema educativo está siendo devorado por sí mismo. Es que la escuela tal y como la conocemos hoy no nació por ninguna "lucha" ni por activismo, nació desde arriba, cuando Federico de Prusia decretó que todos los niños de su reino debían asistir obligatoriamente a las escuelas que el estado prusiano dirigía. Es decir, que ya de por sí su origen es cuestionable, pues rompía por primera vez con la autoridad del padre sobre el hijo. El estado creía saber más que los padres y en su afán de controlar, hizo que todo sea uniformizado. Lamentablemente para estos burócratas las personas no tenemos ni los mismos intereses ni las mismas ideas. Por lo mismo es que diversos gobiernos que han intentado manipular siempre meten la mano en las escuelas y demás centros educativos. La educación, a mi parecer, debería ser libre y opcional. Lo que no quiere decir que el padre no muestre interés en su hijo, mas bien creo que sería todo lo contrario. Hoy en día muchos padres mandan a sus hijos a la escuela y se olvidan de ellos. El gobierno se terminó volviendo la niñera de miles de mocosos.
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    1. La universidad medieval, creo, como los antiguos estudios bajo tutores ilustres de las clases altas romanas, eran a iniciativa de los estudiantes, que contrataban a sus propios profesores.
      Y lo que quiso formar Federico de Prusia serían camadas de artesanos, para alimentar las industrias del reino, o proporcionar burócratas al Estado, y también futuros soldados para la recluta.
      Esas dos formas, una aristocrática y la otra estatal conviven en la educación.
      A mi siempre me tentó la pose aquella, de origen aristocrático, según la cual uno va a estudiar para ilustrarse y conocer y la obtención del vil dinero importa mucho menos. Pero fuí a una universidad estatal a una carrera técnica. Luego trabajé en especialidades distintas de la mía y eso subconscientemente alimentó mi fantasía de ser un tipo formado "genéricamente", pero capaz de incursionar en más de un tema. Desde luego es más bien ese destino sudamericano según el cual estudias de lo que te parece y terminas trabajando de lo que puedes. Uls

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