03 octubre 2024

¿Todos los votos deben valer lo mismo?

Recuerdo la desconfianza en el trato con mi padre. Nos llevabamos bien, pero era natural el distanciamiento porque lo conocí recién a los 13 años, mis padres se habían separado cuando yo tenía tres añitos. La cosa es que nos mirábamos con el rabillo del ojo y nunca tuvimos efusiones, abracitos ni mariconadas de esas. Y yo he conservado esa sana costumbre con el Tomás Jr..

Pero nos apasionaba discutir de política y pasábamos horas en debates muy educados y llenos de sarcasmo. Nunca nos enojamos ni levantamos la voz -eso no estaba en nuestro temperamento- cosa que deseperaba a mi mamá, que era polvorita de mecha corta.

"Que par de aburridos" comentaba impaciente "¡unsúltense, griten, hagan algo! bromeaba. Seguro que habría disfrutado viendo correr sangre o bofetadas. Pero nada, seguíamos imperturbables con nuestros educados -y un poco ridículos- discursos, escuchando atentamente y rebatiendolos punto por punto.

Yo en esos años simpatizaba con el comunismo, había leído harto de eso y la Chelita, una antigua empleada de mi mamá me llevaba a una especie de escuela de cuadros que tenían sus compañeros. Eso cuando los comunistas eran de verdad, leían, les daban tareas y tenían que exponer ante el grupo.

Mi papá -obviamente- era un momio de tomo y lomo, el reaccionario perfecto. con ese típico capitalismo socialista que profesaban los empresarios en los años setenta. Decía que Allende era "un buen hombre" pero "su idealismo es muy equivocado".

Incluso en los años treinta él había incursionado en la política y fue regidor por Villa Alemana, así es que no era analfabeto en esas cosas. 

Yo lo envidiaba porque hablaba inglés y alemán con fluidez, además en Chiloé me contaban las historias de cuando había sido millonario, unos diez años atrás, pero me guardaba muy bien la admiración y siempre lo trataba medio burlón. El obviamente hacía lo mismo conmigo.

La cosa es que las discusiones políticas eran el único vínculo real que teníamos aparte de las cortesías sociales obligadas. 

Yo le llevaba ventaja en las discusiones porque en esos años parecía que todo el universo iba para la izquierda, la Unión Soviética era una potencia que iba a dominar el mundo en pocos años más -lo mismo que hoy dicen de China - y ser reaccionario estaba muy, muy pasado de moda.

Ah, que manera de irme por las ramas. Bueno, la cosa es que en una larguísima discusión me tiró el argumento supremo que me dejó callado. No supe que contestarle cuando me dijo "mira, ¿qué opinas tu que el voto de xxx (un empleado del aserradero, huiliche, borracho y ladrón como gato de campo) valga lo mismo que el voto del doctor Igor Saavedra? 

En esos años el profesor Saavedra era considerado el gran sabio de Chile y yo lo admiraba mucho. Le dije que pensar así era antidemocrático. Pero no soltó la presa y me insistió -con la sonrisita de que sabe que me tenía agarrado- "ya, bueno, antidemocrático y todo lo que quieras, pero ¿crees que está bien que el voto de un gran profesor pueda ser anulado por el voto de un borrachín?

Mientras pensaba algo para rebatirle me remató con este comentario "además hay más borrachos que sabios en Chile, así es que ellos siempre elijirán a quien nos manda, si tu no eres flojo y borracho deberías estar contra de un sistema así".

La cosa es que traté de hilvanar algún chamullo para discutirle, pero me di cuenta que me tenía agarrado, así es que me tuve que comer la rabia de haber perdido esa discusión. Pasé como un mes dando vueltas al asunto. 

Cuando lo comenté con mis amigos comunistas, estaban más perdidos que yo, me dijeron puras cantinfladas y tal vez les sembré el gusano de la duda a más de alguno.

Pasé mucho tiempo pensando una forma de rebatirle. Hasta que mucho tiempo después se me ocurrió la siguiente idea y se la tiré muy confiado. Le dije "mira, lo que pasa es que las cosas que hacen los políticos -buenas o malas- afectan a todos por igual, el rico y el pobre, el sabio y el borracho son igual de afectados así es que su voto debe valer exactamente lo mismo porque las leyes son las mismas para todos".

 Lo pensó un poco y me dijo "Si todo eso está muy bien en teoría y todos los votos deben valer lo mismo, pero ten en cuenta que no todos pagan los mismos impuestos, unos pagan más que otros, lo peor es que hay una mayoría que no paga nada y -al contrario. reciben la plata de los que si pagan"

Y siguió machacando con el asunto "entonces ¿qué pasa? Que los que pagan menos -o nada- son mayoría, así es que con su votación, elegirán autoridades que defiendan sus intereses- nadie querra pagar más y el estado no recaudará plata para dar servicios a los pobres. ¿Y los ricos? Esos se mandarán a cambiar para otro país".

"Si pensamos en el bien de la sociedad, el voto al menos debería tener un valor proporcional a los impuestos que paga cada uno, el voto de los millonarios debería valer mucho más que el de los pobres, y como los pobres son más, tenderían a equilibrarse. 

El problema es que hoy, en democracia, las votaciones están desbalanceadas en favor de los que no pagan o pagan menos y eso nos lleva a la ruina, es inevitable".

Me cagó, esa discusión la tuvimos en 1970 o 1971 -no recuerdo bien- pero hasta el día de hoy no podría discutirlo. Y eso que le he dado mil vueltas y revueltas al maldito asunto. Desde esa vez yo tomé la sana costumbre de evitar discutirle de política, y como era casi lo único que hablábamos, ya no nos dimos mucha bola hasta el día de su muerte.

20 comentarios:

  1. Gran recuerdo Don Tomas. Gracias por compartirlo.

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  2. Usted está en la etapa de "ah, cuánta razón tenía mi padre cuando decía....". Tiene que volver eso contra el propio Tomás Jr. y decirle "ah, ya llegará el momento en que reconozcas toda mi sabiduría..." . Yo trato de hacerlo siempre. Uls

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    1. En realidad Ulschmidt todavía no le encuentro la razón, pero tampoco he encontrado como rebatirlo. El Tomás Jr no dabe donde está parado, rara vez discuto con ese pedazo de ignorante jaja

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  3. "Lo que importa no son los votos, sino quienes (y como) los cuentan"
    Stalin.

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    1. Independiente si el voto es censitario o no, el servel es donde está la papa.

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    2. Yo pienso que el sistema electoral en Chile es a prueba de balas, al menos en los conteos. Claro que hacen intentos menores de influir como cambiarl los locales de votación y ratoneadas de ese estilo, por eso hay que tenerlos cortitos igual.

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  4. Al menos para mi, quien tenga derecho a voto ,,,debe ser que trabaje y tenga deudas....cualquier pendejo de 19 años universitario su opinión vale hongo vs a una señora que hace aseo en las calles

    Marcelo

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    1. Es un criterio interesante, claro que yo nunca habría tenido derecho a voto pero ni me importa jaja

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  5. EL voto censitario, lo elimino Balmaceda, asi triplico los votantes, al menos no incorporo la mujeres, que si lo fueron a mitad del s.XX. Curiosamente la izquierda se opuso por decenios, por considerarlos votos de derecha. Finalmente Frei lo extendio a los analfabetos y a mayores de 18...Clarito como el agua como termino esa fiesta hasta llegar el 11.09 con el cual la galla aprendio bastante, tanto como para llegar al 44 % de apoyo a Pinochet...y luego de nuevo cuesta abajo hasta el enfermito a cargo hoy.

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    1. Caramba con el sistemita de identificacion, todavia me hace leso

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    2. Si, entre Santa María y Balmaceda hicieron pedazos la Constitución de 1933 (creo). La deformaron igual como Aylwin y Lagos destrozaron la Constitución de 1980 y el resultado en ambos casos ha estado a la vista.

      En la C-1833, tenían derecho a voto los hombres a partir de los 21 años si eran casados y de los 25 si eran solteros, además debían saber leer y escribir.

      Años después vino el voto universal e igualitario que incluyó a las mujeres... ahi cagamos (ah solo bromeo por siaca)

      Cuando se discutió la Constitución de 1980 en la Comisión Ortuzar uno de los integrantes (creo que el "marqués" Bulnes) propuso una vuelta a una fórmula de voto censitario, casi lo despellejan vivo al pobre.

      Yo feliz establecería el voto censitario: solo para hombres, descendientes de croatas de la Isla de Vis, siempre que sean medio pelados y vivan en la calle Las Codornices de Arica, ah, y que tengan un Toyota Vitz año 1999

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  6. Un conservador argentino, a fines del XIX, decía: "el voto más consciente es el voto vendido" y daba largas con los argumentos a favor de eso. No me los acuerdo bien pero sonaba tan convincente como los mejores argumentos. Uls

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    1. La verdad es que prácticamente todo el mundo vende su voto en la democracia representativa: los candidatos nos ofrecen algo y con eso compran nuestro voto, no tiene nada de malo y si me pagaran en efectivo en lugar de promesas vagas no tendría ningún problema para verderlo, sería mucho más transparente que el actual sistema hipócrita.

      Ese sería un tremendo avance junto con eliminar el absurdo del voto secreto. El voto de cada cual debería ser de público conocimiento, accesible para cualquiera que desee saberlo ¿por qué ocultar el voto? es ridículo

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  7. No me sorprendería que en un tiempo más el voto censitario empezara a ponerse de moda de nuevo. Ya he visto a varios quejándose de que el voto de un idiota valga lo mismo que el suyo.

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    1. Lamentablemente no existen las escalas de estupidez objetivas así es que filtrar por eso sería inviable. Pero si se podría establecer que el voto de los más existosos económicamente valga más que el de los menos exitosos, claro que con ese sistema mi voto valdría hongo

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    2. Y aunque existiera un método objetivo para medir eso como por ejemplo un cuestionario, los políticos no lo aplicarían ni locos y los partidos no tardarían en torcerlo a favor de sus intereses y visión definiendo las respuestas correctas en este caso.

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  8. Ya en la Antigua Grecia Platón advertía sobre los riesgos que conllevaba la democracia y eso que en Atenas votaban solamente los hombres libres y propietarios. Al final yo creo que todos somos capaces de cometer estupideces y la estupidez colectiva puede llegar a influir en todo tipo de gente. Sin embargo, tampoco se puede llegar a extremos que ponen en peligro a todos. Creo que el principal problema de la democracia es, más que su aplicación como forma, la utilización de esta como fundamento de gobierno. Desde los revolucionarios americanos, franceses, hispanoamericanos, y la mayoría de pensadores "progresistas" del siglo XIX cayeron en un error, o hasta horror, de basarse en ideas tan abstractas como absurdas para justificarse. La tan aclamada "soberanía popular" o la "autodeterminación de los pueblos" son ideas democráticas en su estado más "puro". Por eso mismo es que en estos tiempos, incluso las supuestas monarquías no son más que repúblicas coronadas. Todas tienen metidas esas ideas. Mientras no se cuestione eso, seguiremos a merced de los embaucadores y los giles que les creen.
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    1. Todas las formas de gobierno tienen ventajas y problemas, o más bien dilemas porque son cosas que no tienen solución como los problemas. La democracia más que cualquiera.

      Por eso las formas se van rotando, eso de creer que existe una forma ideal y definitiva no soincide con la historia ni con la realidad, todas las formas crecen, deacen y son reemplazadas, después se vuelve a los mismo.

      Cuando se pone de moda una forma es por características de la época que la hacen mejor, pero eso después empieza a decaer y chao, creo que eso es lo que está pasando con la socialdemocracia representativa, ya no da para mucho más, tal vez venga una ola de gobiernos autoritarios y todo de nuevo.

      Sería bueno, el actual estado de cosas está bastante podrido creo yo

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