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30 septiembre 2008

Que pasen de a una


La crisis de los bancos de inversión en USA se está usando para defender las ideas más demagógicas. Lógico que la izquierda renovada aprovecha de pasar su discurso en favor de que crezca el estado y las regulaciones, sacando su explicación estándar de la codicia sin límites de los ricos y la necesidad de un estado regulador. El sesgo político que hace torcer la realidad se ve clarito en la columna de Eugenio Tironi de El Mercurio, titulada "Ja, ja, ja", están felices porque piensan que les puede ayudar en su pelea por agrandar el estado.

Y en verdad es todo lo contrario, esas dos curiosas instituciones apodadas Freedie Mac y Fannie Mae, una de la época de Roosvelt, son las que incubaron la catástrofe, fueron los generosos dispensadores de hipotecas para los pobres, son y no son públicas y fueron las primeras en recibir rescate del gobierno sin condiciones. Fue el demócrata Bill Clinton el que los autorizó para trabajar sin regulaciones y los mismos demócratas que hoy aparecen moralizando y defendiendo a los contribuyentes, los que lucharon por mantenerlos sin regulaciones y en una situación tan rara y ventajosa que acapararon más del 50% de las hipotecas del país.

Y todo porque la sombra de la Casa Blanca siempre estaba detrás. El ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, lo explica en sus memorias de forma más precisa. "[Los mercados] presuponen que el Tío Sam les sacará las castañas del fuego en caso de impago. Fannie y Freddie habían estado usando esa subvención para inflar sus beneficios y crecer". (de La Paradoja Financiera más Perfecta de la Historia, Pedro Calvo)

Buena parte de la culpa es del estado, que mantuvo a estas dos enormes instituciones con una ventaja tal -implícita y explícita- que pudieron actuar contra mercado, de haber existido competencia en iguales condiciones este problema no se hubiese producido, se deberían tragar sus discursos los hipócritas que ahora andan felices porque tienen argumentos para engañar a la gente. 

¿Como afecta esto a Chile? a los que tenemos la suerte de ser pobres nos afectará poco y nada. Algunos sacan cuentas que han perdido xx millones de su previsión, esas son tonterías, los fondos previsionales son renta variable y si calculan su rentabilidad tirando línea con una regla no tienen maldita idea del asunto, se acostumbraron a puro ganar y es bueno que vayan aprendiendo que en este cochino mundo nadie gana indefinidamente.  

El único riesgo real es la inflación que puede golpear tangencialmente a los asalariados, pero al final todos se arreglan, yo viví con mil por ciento de inflación durante la Unidad Popular y nadie se moría en las calles por eso. Seguramente se va a desplomar el precio del cobre antes de lo que los optimistas suponían ¿y que? el gobierno tendrá menos plata lo que me parece excelente, las grandes mineras siempre se arreglan por el lado de la eficiencia, se perderán trabajos como en todas las crisis pero en Chile todavía se puede vivir con poca plata, para que hablar de Arica.

Chile tiene muchas oportunidades en esta crisis y deberían aprovechar que todavía nos dura la buena prensa implementando una política masiva para facilitar la inmigración desde USA y Europa, ese si que sería un golazo, ofrecer visas automáticas a los inmigrantes o con mínimos requisitos, el solo hecho de llenarnos de extranjeros puede ser clave para nuestro despegue, hay mucha mala raza que diluir, nada mejor que la mezcla. Claro que para eso hace falta gente inteligente y audaz en el gobierno, con los que hay... cero posibilidades.

El valor de la autosuficiencia es enorme en tiempos de crisis, no depender de "los ahorros de toda una vida" sino de nuestra propia capacidad para generar valor, hasta el último día de vida, olvidarnos del espejismo de la seguridad, del miedo a la pobreza, los riesgos y las enfermedades, saber tomar las desgracias como vengan y tener fibra para superarlas o aguantar. Esos son antiguos valores, antes que aparecieran los estados de bienestar con toda su falsa seguridad,que nos hacen vivir en la sociedad de la anestesia. Si hay crisis, que vengan y sigan viniendo: aqui las espero, que pasen de a una.   

Que venga ese meteorito!


Un excelente artículo publicó Antonio Saravia en su blog EVONOMICS, léanlo, el diagnóstico sobre la situación política en Bolivia es brillante y con pocas palabras explica claramente lo que está pasando allá, lo recomiendo para cualquiera que se interese en entender la situación de Bolivia, parecida también a lo que ocurre en Ecuador.

Pero si bien la descripción del problema es excelente no puedo estar de acuerdo con la solución, separar a un país en dos es mucho más difícil en la práctica de lo que parece teóricamente, es cuestión de ver lo que pasó con India y Pakistan. Siempre quedarán cientos de miles de altiplánicos en Oriente y la presión por seguir fragmentándose será eterna, en lugar de terminarse los problemas se multiplicarían, no lo veo para nada viable.

Evo Morales es como un niño, simpático y lleno de las mejores intenciones, pero cuando ponen a un niño a manejar un camión se convierte en alguien muy peligroso para si mismo y para los demás. Es su problema, no sabe nada y vive alegremente experimentando, como si estuviera jugando con sus antiguas intrigas sindicales, pero a nivel de país. Su camión es el aparato del estado y en un país mayoritariamente ignorante, con alta tasa de analfabetismo la gente simpatiza con él, es de los suyos.

Junto con los ignorantes lo rodea una importante masa de oportunistas que conociendo el harakiri que se viene lo empujan para adelante, porque de la crisis siempre pueden sacar algo, esa es una actitud histórica muy popular en Bolivia, antes lo hacía la oligarquía, ahora la izquierda. Pero estos procesos tienen algo bueno porque finalmente llegan al punto de saturación, tocan fondo y viene la contrareforma. A menos que Morales tenga éxito con un autogolpe militar y se las arregle para mantenerse en el poder pese a todo el desastre social y financiero, luego la situación caerá por su propio peso y seguramente se le terminará la fiesta de un día para otro.

Pánico en las bolsas, la gente quiere vender sus acciones en todo el mundo para guardar la plata debajo del colchón, todo por la desatinada votación del congreso norteamericano negando fondos de rescate a las empresas quebradas. La política, siempre la política, empezaron a aparecer los demagogos hablando a favor de los taxpayers, en contra de la codicia y otros caramelos muy del gusto de la chusma ignorante. Ahí están los resultados: lo que valía cien ahora vale sesenta o menos, solo por la desconfianza causada por los predicadores del catastrofismo.

Desde hace varios años que el catastrofismo se ha convertido en una profesión: el calentamiento global, que se acaba el petróleo, que los musulmanes se van a tomar el mundo, que los norteamericanos se van a tomar el mundo, que va a caer un meteorito gigante, que viene el hambre mundial, que los hielos se derriten, en fin, me canso. Algunas catástrofes pasan de moda ¿quien se acuerda hoy de la capa de ozono?, probablemente en algunos años más nadie estará predicando por falta de petróleo pero siempre encontraremos a alguien en la esquina, predicando como los canutos sobre la próxima catástrofe que se viene.

Claro que tienen que pasar cosas malas, eso es parte de la vida, pero vivir asustados pensando en hecatombes es una estupidez, creo que el atentado al World Trade Center puso a la gente más cobarde y puso de moda eso de vivir asustados por algún mega-desastre.

La verdad es que seguimos mejor que nunca, la gente ya ni se acuerda que algunas décadas atrás hubo una guerra mundial y el nazismo amenazaba con apoderarse de todo el mundo ¡esos si que eran desastre! parece que en esos años la gente tenía más fibra, en lugar de andar corriendo como gallinas asustadas todos se cuadraron a pelear y apretarse el cinturón. Yo creo que el bienestar nos ha hecho muy mal, la gente vive aterrorizada porque piensa que puede perder su adorado bienestar.

Malas noticias, claro que pueden perderlo todo y la crisis financiera de ahora no es nada comparada con lo que vendrá cuando reviente la burbuja China, espérense nomás je je je, ¿vieron? hasta yo me puse catastrofista. Son solo cosas y dinero, no es nada, el ser humano nació para enfrentar los problemas no para vivir asustado ni para correr como lemmings hacia el barranco por histeria colectiva, gallinas nomás, que venga el meteorito gigante, que me importa, ojalá tuviera plata para comprar acciones ahora.

21 septiembre 2008

Viva la especulación y la codicia!


Hoy leí la columna de Karen Ebensperger en El Mercurio sobre la crisis financiera de USA donde desarrolla una opinión que ya es un lugar común o explicación estandar del problema: este dice que la crisis fue causada por la codicia y malas artes de especuladores y que todo podría haberse evitado si las autoridades hubiesen puesto más control y reforzado las regulaciones. Tanto McCain como Obama dicen lo mismo y hacen exhortaciones a la moral demonizando a los especuladores, disputándose el mérito de haberlo dicho primero.

Es una majadería, o -lo que es más probable- un engaño masivo para aplacar la furia de las personas comunes, que adoran el riesgo cuando están ganando y lo odian en cuanto empiezan a perder. La especulación no tiene nada de malvado, mucho menos la codicia, ambas son la base de cualquier sistema económico. Todo el coro de quejumbrosos son los mismos que estaban de lo más contentos durante la burbuja pidiendo créditos o disfrutando de altas rentabilidades. Pedir más regulación es inútil, solo meterá al estado en asuntos que no le corresponden y contribuirá a hacerlo todavía más corrupto.

Un reclamo muy de moda -y falso- es que se privatizan las utilidades y se socializan las pérdidas, es decir, que el estado pone la plata cuando se producen pérdidas mientras los empresarios se embuchan la plata cuando hay utilidades. Eso es una mentira, la función de los bancos centrales en todo el mundo es la de ser garante y prestamista de última instancia para evitar el pánico financiero cuando alguna burbuja explota, no es que se socializen las pérdidas porque mucha gente pierde todo después de estas burbujas, principalmente los más arriesgados y los que no se supieron detener a tiempo, el rescate es al sistema, tal como ocurrió en Chile con la deuda subordinada durante la crísis de los ochentas. 

Creo que lo que falta es más capitalismo salvaje, menos demagogos que engañen a la gente y menos resentidos que reclamen porque algunos pocos han ganado plata especulando, así como ganaron bien pudieron irse a la ruina, no hay nada inmoral en eso. No es primera vez que revientan estas burbujas, es parte de los ciclos económicos. Los créditos subprime que ahora se critican con gran escándalo existieron durante toda la historia de USA en miles de bancos agrícolas que prestaban plata en condiciones de alto riesgo y quebraban de un día para otro, es cuestión de leer Las Uvas de la Ira, pésima novela de John Steinbeck que narra cuando pasó lo mismo con las granjas del Midwest.

No se puede ganar siempre ni menos tener la prosperidad asegurada, pero a la gente ignorante -los que les gusta que les mientan- prefieren creer en los políticos que le ofrecen clavar la rueda de la fortuna y darles una vida económicamente segura para todos, pensiones de vejez para todos, incluso los que -como yo- jamás ahorraron un peso en su vida, costosos tratamientos de salud para todos, educación de clase mundial para todos y todo eso gratis proporcionado por ese benévolo gigante que es el estado. Eso es el colmo de la estupidez, pero es lo que los ignorantes quieren escuchar y se tiran en brazos del primero que se los ofrezca.

No se dan cuenta que para tener bienestar material primero hay que crear riqueza y para eso se necesita riesgo, especulación y codicia, ganar a veces y perder otras. La única manera real de tener plata, un buen fondo de retiro, costosos tratamientos médicos y educación de primera es generar uno mismo su propia riqueza, toda la asistencia del estado es un monumental engaño porque nosotros mismos mantenemos al estado "Todos quieren vivir del estado cuando es el estado quien vive a costillas de todos".