Mostrando las entradas con la etiqueta subprime. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta subprime. Mostrar todas las entradas

21 septiembre 2008

Viva la especulación y la codicia!


Hoy leí la columna de Karen Ebensperger en El Mercurio sobre la crisis financiera de USA donde desarrolla una opinión que ya es un lugar común o explicación estandar del problema: este dice que la crisis fue causada por la codicia y malas artes de especuladores y que todo podría haberse evitado si las autoridades hubiesen puesto más control y reforzado las regulaciones. Tanto McCain como Obama dicen lo mismo y hacen exhortaciones a la moral demonizando a los especuladores, disputándose el mérito de haberlo dicho primero.

Es una majadería, o -lo que es más probable- un engaño masivo para aplacar la furia de las personas comunes, que adoran el riesgo cuando están ganando y lo odian en cuanto empiezan a perder. La especulación no tiene nada de malvado, mucho menos la codicia, ambas son la base de cualquier sistema económico. Todo el coro de quejumbrosos son los mismos que estaban de lo más contentos durante la burbuja pidiendo créditos o disfrutando de altas rentabilidades. Pedir más regulación es inútil, solo meterá al estado en asuntos que no le corresponden y contribuirá a hacerlo todavía más corrupto.

Un reclamo muy de moda -y falso- es que se privatizan las utilidades y se socializan las pérdidas, es decir, que el estado pone la plata cuando se producen pérdidas mientras los empresarios se embuchan la plata cuando hay utilidades. Eso es una mentira, la función de los bancos centrales en todo el mundo es la de ser garante y prestamista de última instancia para evitar el pánico financiero cuando alguna burbuja explota, no es que se socializen las pérdidas porque mucha gente pierde todo después de estas burbujas, principalmente los más arriesgados y los que no se supieron detener a tiempo, el rescate es al sistema, tal como ocurrió en Chile con la deuda subordinada durante la crísis de los ochentas. 

Creo que lo que falta es más capitalismo salvaje, menos demagogos que engañen a la gente y menos resentidos que reclamen porque algunos pocos han ganado plata especulando, así como ganaron bien pudieron irse a la ruina, no hay nada inmoral en eso. No es primera vez que revientan estas burbujas, es parte de los ciclos económicos. Los créditos subprime que ahora se critican con gran escándalo existieron durante toda la historia de USA en miles de bancos agrícolas que prestaban plata en condiciones de alto riesgo y quebraban de un día para otro, es cuestión de leer Las Uvas de la Ira, pésima novela de John Steinbeck que narra cuando pasó lo mismo con las granjas del Midwest.

No se puede ganar siempre ni menos tener la prosperidad asegurada, pero a la gente ignorante -los que les gusta que les mientan- prefieren creer en los políticos que le ofrecen clavar la rueda de la fortuna y darles una vida económicamente segura para todos, pensiones de vejez para todos, incluso los que -como yo- jamás ahorraron un peso en su vida, costosos tratamientos de salud para todos, educación de clase mundial para todos y todo eso gratis proporcionado por ese benévolo gigante que es el estado. Eso es el colmo de la estupidez, pero es lo que los ignorantes quieren escuchar y se tiran en brazos del primero que se los ofrezca.

No se dan cuenta que para tener bienestar material primero hay que crear riqueza y para eso se necesita riesgo, especulación y codicia, ganar a veces y perder otras. La única manera real de tener plata, un buen fondo de retiro, costosos tratamientos médicos y educación de primera es generar uno mismo su propia riqueza, toda la asistencia del estado es un monumental engaño porque nosotros mismos mantenemos al estado "Todos quieren vivir del estado cuando es el estado quien vive a costillas de todos".