
El mundo avanza a paso de tortuga, si a alguien no le gusta la prisa que se venga a Arica y vivirá feliz por siempre. Me imagino que si resucitaran a don Diego de Almagro y lo pusieran en el centro de Arica no se perdería, allí está el mismo Morro donde acampó en diciembre de 1536, y los cerros de Chuño, igualitos. Ya no están esos indios guaneros "de la isla nombrada alacrán, por ser estos de mucho recelo pues lo que han siempre acostumbrado es alzarse", sus descendientes se pusieron flojos y ya no se alzan por nada: aguantan el castigo como buenos chilenos, calladitos.
Pienso como habrá sido ese viaje con el Adelantado don Diego "analfabeto y valiente viejo chico, feo, tuerto y sifilítico" como lo describe el doctor Aguirre en su Enciclopedia de Arica, miro los cerros y me imagino la tropa de españoles desarrapados, seguidos por multitud de indios a pie, más pelientos todavía. Así fue como estos territorios se convirtieron en parte del Virreinato del Perú primero y luego, -guerra mediante- en la provincia fronteriza de la República de Chile: todo empezó con la decisión de un viejo chico.
Respondiendo a un comentario de Lilian me acordé de la historia de los ricos en Chile. Tal vez por ser un país tan pobre hemos tenido una oligarquía bastante buena, en otros países los oligarcas se han dedicado a abusar y saquear el país para su propio beneficio, en Chile en cambio hemos tenido muchos filántropos como doña Juana Ross de Edwards, la mayor fortuna de su época que dedicó gran parte de su plata a la caridad y obras benéficas, también tuvimos a Federico Santa María, Claudio Matte y tantos otros.
La oligarquía también ha sido buena gobernando: los períodos de mayor riqueza y poder económico de Chile han sido cuando ha gobernado la gente de plata, esos que se creen, como dijo Eduardo Matte Pérez, con gran arrogancia "Los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo; lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio". Lo que se le olvidó decir es que el capital y el suelo cambian de manos con gran facilidad por estos lados, somos un país de nuevos ricos.
Se puede establecer una correlación entre los períodos estables y el gobierno de los ricos: como en la era del ministro Diego Portales, de Bulnes, Montt y Varas, Anibal Pinto y el Gobierno Militar, donde administró buena parte de la oligarquía. También se puede correlacionar la inestabilidad social, decadencia económica y la pobreza a los gobiernos de la pandilla, como llamaba Francisco Encina a los intelectuales revoltosos: los pipiolos, Balmaceda, los gobiernos radicales, la Unidad Popular y ahora la concertación.
Creo que la buena calidad administradora de la oligarquía en Chile se debe a que siendo un país pobre tenemos bastante movilidad social, los ricos no se eternizan como alegan algunos, al contrario, cambian con mucha frecuencia. Mi abuelo murió millonario, pero mi padre murió en la miseria con una pensión de indigente, si hubiésemos vivido en Perú o Bolivia, que son casos que conozco más o menos bien, el hecho de tener un abuelo millonario tal vez me habría dado seguridad económica independientemente de cuan derrochador o tonto haya sido yo o mi familia.
No es fácil mantener una fortuna en este país darwinista, donde la plata cambia constantemente de manos, a fines de los años 70 el hombre más rico de Chile era Javier Vial, que perdió toda su fortuna en medio de la debacle económic de los 80s. Los grupos económicos más poderosos del país son de primera o segunda generación y nadie les garantiza que conservarán su plata en un país donde hay que salir a la calle a buscar el billete y defenderlo todos los días. En Chile, a diferencia de otros países, la posición social no defiende contra los malos negocios.
Creo que eso siempre ha producido una selección natural donde -por regla general- los ricos son los más hábiles, en lugar de los de mejor cuna o los más bien conectados. Cuando yo era chico la mayor expresión de aristocracia era llevar el apellido Larraín, recuerdo que mi tío Arturo se mandó a hacer un enorme mausoleo donde enterró a todos los familiares que llevaban ese apellido, seguramente para darse lustre. Hoy vemos a el mago Larraín, un viejito fome que hace trucos de magia, ameniza fiestas y cumpleaños, otro Larraín es humorista en la tele, en fin, como escribió Lafourcade en Chile la única verdadera realeza que existe el la del Rey del Mote con Huesillos.
Existe una explicación bastante lógica para el asunto: en un país donde ganar y mantener la plata no es fácil se produce cierta selección natural donde los ricos son por lo general los más hábiles, mientras que los pobres son en buena parte los que han tomado decisiones equivocadas en su vida, existiría entonces cierta correlación entre éxito económico y meritocracia. Además cuando un pobre llega a una posición de poder político, donde tiene la chequera fiscal y poder de firma en su mano, sabiendo que en pocos años más será reemplazado no tiene nada de raro que se dedique a robar todo lo que pueda y acomodar a toda su familia ¿recuerdan a Gabriel Gonzalez Videla?, eso es algo tan común que ahora no llama la atención a nadie que un presidente coloque a su hijo de ministro.
En fin, cualquiera creería que le estoy haciendo propaganda a Sebastián Piñera para la próxima presidencia, pero aunque le reconozco habilidad, no creo que gobernaría con los ricos, probablemente reemplazaría a los políticos profesionales de la concertación por otros similares de la alianza. Los ricos en Chile están descubriendo las ventajas de trabajar con gobiernos corruptos y por eso financian y apoyan a la concertación. Creo que se está perdiendo un poco el darwinismo y desde el gobierno de Lagos empezamos a parecernos a otros países sudamericanos donde la plata se genera más en la política que en los negocios
Yo votaría para presidente por José Piñera, o en su defecto por Raúl Alcaíno, esos son mis candidatos y si ninguno de ellos se presenta -que es lo más probable- seguiré anulando mi voto, como de costumbre.