
De allí viene el dicho "a este le gustan los huevos calados" para las personas que siempre quieren ganar sin arriesgarse en nada. Obviamente que nadie vende huevos calados porque no se les puede sacar solo un pedazo, al romperlos ya no sirven.
Todo el mundo tiene aversión al riesgo y el sueño de todos es encontrar negocios seguros y que siempre den una alta ganancia. Incluso el empresario más arriesgado, con el tiempo se acobarda y empieza a buscar la seguridad, olvidando que en el riesgo donde se encuentra el lucro. El negocio bueno y absolutamente seguro no existe, por definición es imposible porque si existiera crecería hasta el infinito acumulando toda la plata, todo negocio tiene riesgo y ciclo de vida, el riesgo en los negocios es tan necesario como la ley de conservación de la energía en la naturaleza.
Por eso la cosa no es tan sencilla como comprar barato y vender caro. Pensaba en esto a propósito del link sobre la propina que me mandó Robert en su comentario, muchos empresarios tratan de avivarse traspasando el riesgo a sus empleados y les dicen algo así como "seamos socios: yo te pago poco pero si tu te esfuerzas tendrás buenas propinas y yo tendré buena venta", eso en el fondo es un torpe intento para desplumar al cliente, los garzones se esforzarán en ganar más propina lo que terminará molestando al cliente cuando se da cuenta del truco, en el fondo además de pagar lo que consume el cliente está cargando con el sobresueldo del mozo.
Es otra muestra de como no tenemos cultura de servicio, no nos gusta servir. Los dueños de negocio por lo general miran en menos a sus clientes, los ven como una vaca que hay que ordeñar y en cierto modo se sienten superiores. No sienten el servicio y nunca internalizan la idea de que sin clientes estarían muertos de hambre.
Eso explica en buena parte el ciclo de vida de los negocios de servicio, parten con una apuesta arriesgada que si funciona bien da un fuerte crecimiento, luego se ponen cautos al llegar a la meseta y finalmente viene la inevitable decadencia "la campana" como dice mi amigo Marcelo. La decadencia viene porque cuando a alguien le va bien ya no quiere seguir arriesgando, piensa que ya clavó la rueda de la fortuna y todo seguirá para siempre igual, pero toda idea tiene su ciclo de vida y al final envejece y muere, igual que nosotros.
Igual pasa en otras cosas, en el arte hay pintores que les va bien con algo y lo repiten hasta que se mueren: Carmen Aldunate o Pacheco Altamirano por ejemplo. Unos pocos genios son capaces de tirar todo a la basura en mitad del éxito y partir con otra cosa nueva y así hasta su muerte, que mejor ejemplo que Picasso que jamás se embalsamó en un estilo y siguió corriendo riesgos hasta el último día.
Quien no conoce a los que se aseguran hasta el último detalle de sus vidas, buscan una carrera lucrativa, se las arreglan para conseguir un buen puesto de trabajo, viven cuidando la salud ¿y? al final igual se mueren, a veces antes que el farrero irresponsable que nunca se preocupó de nada. Todos esos son los que les gustan los huevos calados, pero los huevos calados no existen.