La enfermedad de las autoridades

La ambición es cosa seria, estaba viendo una especie de mini diario municipal llamado "El Ariqueño", muy bien impreso en offset, dedicado a alabar al alcalde subrogante Sankán. Con un gran destacado rojo en portada que dice "60 días de gestión". De los 12 artículos que aparecen 11 están destinados a exaltar groseramente al alcalde (s). No aprenden, ¿creen que eso es buena propaganda? Todo lo contrario.

¿No es el mismo Waldo Sankan que entró a estudiar civil industrial a la UTA a mediados de los ochentas?, claro que no, es otra persona, del mismo modo que no es el mismo Valcarce que era amigo de todo el mundo cuando fué rector de la UTA, que increíble como un puesto de "autoridad" cambia a las personas. Es una especie de enfermedad que podríamos llamar la enfermedad de las autoridades, en fin, espero que sea como la locura temporal y que con el tiempo se pase, porque creo que en el fondo se trata de buenas personas.

Lo malo es que como Arica es una ciudad chica donde todos nos conocemos, bien directamente o a través de amigos, estos cultos a la personalidad que aparecen en torno a los políticos, alcaldes y parlamentarios resultan muy ridículos. No lo comento en mala, todo lo contrario, sé que quieren lo mejor para Arica y hacen lo posible para conseguirlo. Pero hay que respetar las formas y el decoro, creo que las autoridades como sus asesores han perdido la brújula en estas cosas.

La enfermedad de las autoridades -tan notoria en nuestra ciudad y en todo el país- tiene algunas explicaciones más o menos claras. Una es la reelección; porque al poco tiempo que alguien sale elegido para un cargo empieza a pensar en como lo hará para quedarse para siempre en el sillón, la lógica es que si no sale re-electo entonces fracasó, y por eso está dispuesto a cualquier cosa que piense que lo puede ayudar a permanecer indefinidamente.

Otra causa es la poca preparación, no solo de los candidatos sino también de los asesores. No me refiero a la preparación académica que puede ser muy buena -piensen en Ricardo Lagos por ejemplo- sino que en la preparación de carácter necesaria para manejarse en un puesto de autoridad sin volverse loquito, en eso fallan prácticamente todos los políticos junto con sus asesores y la misma ambición y egolatría que los llevó a hacerse elegir les juega en contra. Lagos es un buen ejemplo de alguien con buenas credenciales, pero claramente mal preparado para controlar su egolatría.

Otra es la corte de aduladores que se forma en torno a estas autoridades. Gente cuyo plato de comida depende de que el jefe permanezca a a cargo, muchas veces sin estudios ni preparación para ganarse la vida en nada que no sea vivir a costillas de algún cargo de confianza. ¡Que nombre más irónico!, no hay nada que me produzca más desconfianza que esos cargos de confianza. Los aduladores forman el círculo de hierro que protege, aisla y enceguece al tipo con autoridad, ¿recuerdan como era en el Gobierno Militar?, ahora es aún peor.

Finalmente están otras explicaciones más mezquinas como la ambición de ganar plata y usar los privilegios del poder, yo no hago cuestión moral de esto porque es una motivación que todos tenemos, las oportunidades de echarse más plata al bolsillo desde un cargo de autoridad son enormes. No critico a los que lo hacen para si o para sus amigos y familia, porque todo el sistema político fomenta la puruña. Yo haría lo mismo de tener la oportunidad, pero cuando se hace de manera abierta o insolente, creyendo que el poder lo va a blindar de cualquier consecuencia, la cosa ya se pone muy, muy fea.

¿Que gano yo con poner todas estas cosas, que seguramente le van a echar a perder el desayuno a más de alguien?. Nada, probablemente me van a tomar mala, me van a vetar en los cócteles -espero que así sea, ¡como odio esas invitaciones!- y me tacharán cuando en una propuesta aparezca el nombre de tomasito (eso ya no me gusta tanto). Pero que diablos, es parte de nuestro Servicio de Utilidad Pública: decirle a los pezzonovantes que despierten, que se den cuanta que en realidad no lo están haciendo bien como les aseguran los chupamedias.

En fin, aunque tal vez no me crean, escribo esto con buena intención, sé que es fácil criticar desde la galería pero me gustaría ver actitudes un poco más inteligentes, en todo caso le deseo lo mejor a quien sea que se encuentre gozando de los privilegios de la autoridad, no creo que nadie en su sano juicio querría hacerlo mal y si se equivocan, bueno, todo se puede corregir. Miren nomás el extraordinario cambio de Alan García en Perú, es un buen ejemplo.

Pasando a otra cosa, cuando estaba escribiendo esto me llamaron por teléfono para invitarme a ver el partido en que la selección chilena perdió ignominiosamente 0-3 jugando de local contra Paraguay, todos quedaron pateando la perra pero comimos una montaña de carne: lomo vetado, chuletas de chancho, prietas y chorizo con el pebre NN, famoso en todo el norte de Chile y centro-sur del Perú. Hace tiempo que no me juntaba con mis amigos y fuí en mi calidad de reserva moral del grupo. Unas fotos pueden verlas aquí. A propósito, nos tomamos 3 de tinto Gran 120 y un Flor de Caña de 12 años, para pasar la pena nomás