Elegí el extraordinario libro que se llama "El Huevo y Yo", escrito por Betty McDonald. Hicieron una película hace años basada en eso, leo lo que dice en su sinopsis:
"Basada en la vida real de Betty MacDonald, una mujer de ciudad que accede a ayudar a su marido a cumplir su sueño de tener un granja y, para ello, procurará adaptarse a las inevitables dificultades de la vida en el campo".
Así de desabrido podría describirse el argumento. No se como habrá salido la película, supongo que debe haber sido mala porque toda la gracia está en la chispa de McDonald para redactar describiendo las experiencias y aventuras de su vida como esposa de un aprendiz de granjero en los años cuarenta, en un remoto lugar cerca de los Montes Olimpicos, en el estado de Washington.
El libro es extraordinario y la sosa descripción de su argumento no refleja la chispa con que describe a sus vecinos, los Kettle, unos haraganes, irresponsables y aprovechadores que vivían pidiendo favores de los demás:
"Desde ese día en adelante, la harina, alimento para las gallinas, huevos, panceta, café, manteca, queso, azucar, sal,heno y kerosene que los Kettle nos pidieron prestado, puesto todo en fila, hubiera ocupado varios kilómetros. Los mismos artículos pedidos por los Kettle a los vecinos en las montañas, hubiesen hecho la fortuna de los habitantes de una pequeña ciudad. Sin embargo, nada se podía hacer. Con el almacén más cercano a diecisiete millas, no se podía rehusar esta ayuda. porque cada uno sabía lo que significaba quedarse sin ninguno o alguno de estos artículos. Pap Kettle no ignoraba esto, se aprovechaba.
EL prestar nuestro trabajo ya era otra cosa, y después de la primera equivocación. muy rara vez hacíamos caso de los millones de pedidos de ayuda que nos dirigía. Nos pedía que ayudáramos con el arado, en la siembra, en el ordeñe, en la limpieza del granero, a levantar un gallinero, en jardinería, a limpiar el sumidero. en las dependencias de la casa. Él pedía y nosotros rehusábamos, pero seguía pidiendo porque era su trabajo. No le importaban las humillaciones ni los insultos. Peor era trabajar".
Que manera de deleitarme leyendo ese libraco, es un verdadero festín. En cada una de sus descripciones veía reflejado a algún amigo o un conocido, su relación con los indios me recordó como eran los huiliches con nosotros cuando vivíamos en Quellón.
En fin, solo recuerdo un libro de memorias tan bueno como ese, que fue Out of Africa (Memorias de África) de Isaak Dinensen, que tengo por algún lado y creo que volveré a leerlo con mucho gusto si es que lo encuentro. Son libros que realmente se disfrutan.
EL libro se encuentra -en inglés- gratis en este link del Proyecto Gutemberg, en español se puede comprar en Amazon Aquí Fue escrito en 1945 y todavía es popular especialemnte en Estados Unidos.
Cuando la película se estrenó -en los años cuarenta- tuvo bastante éxito y los vecinos de Betty le entablaron un juicio por difamación exigiendo una fuerte suma por daños morales, esa fue la prueba definitiva que la descripción de aprovechadores y sinverguenzas de los Kettle era totalmente exacta.
Para terminar solo quiero copiar la cita con que empieza el libro, es la siguiente frase de Shakespeare "Tal deber como el súbdito debe al príncipe, Igual deber debe la mujer a su marido" ¿A quien no le va a interesar leer un libro con tan buen comienzo?
Alte kameraden
Bueno, en medio de la celebración se apareció un viejo amigo, primo de la Pilar a quien quiero mucho y se vino a mi oficina donde pasamos un buen rato con esa conversación típica de los viejos chotos. Hacia años que no nos veíamos y me preguntó ¿y que estás haciendo?
Partimos mal. Tuve que explicarle que no estoy haciendo absolutamente nada, que me levanto y quedo desocupado y que eso me encanta ¿pero ni siquiera un pituto, algún trabajito ocasional? -"Nada de nada" -le respondí- "no trabajaría ni bajo amenaza de pistola".
Bueno, como no había mucho tema con eso, pasamos al otro tópico favorito de los veteranos, los ciudados de la salud y los achaques. Mi amigo me contaba que desde hace unos años empezó a desarrollar ataques de pánico, que había pasado unos años muy complicados pero ya se estaba recuperando.
Si me lo hubiera dicho unos veinte años atrás haría pensado que era uno de esos alaracos que se ahogan en un vaso de agua. Pero ya se que no es así, tal vez no existe peor enfermedad que las que nos aparecen en la cabeza.
El dolor físico puede ser muy desagradable, pero cualquier sufrimiento mental es cien veces peor.
Es impresionante cuando me contaba los síntomas de una ansiedad que se va apoderando de todo, una cadena de pensamientos que no podemos romper, que cosa más complicada, no me gustaría estar en sus zapatos, menos mal que ya se está recuperando un poco.
En cierto sentido la infelicidad no ocurre por las cosas que nos pasan, sino por como las procesamos dentro de la cabeza. A mi la felicidad no me interesa mucho pero la infelicidad, la depresión, la ansiedad, son cosas mucho más naturales y frecuentes, todos estamos propensos a eso.
En fin, traté de darle consejos que a mi me han funcionado: anotar todo, hacer ejercicios y pensar lo menos posible excepto cosas agradables.
No creo que eso sirva para nada, se me olvidó darle el único consejo que tal vez podría servirle: que se emborrache como cuba regularmente. Somos infelices cuando tenemos demasiadas neuronas, hay que matar a varios millones de vez en cuando para reestablecer el equilibrio.
En fin, iba a escribir de cualquier otra cosa pero se me hizo tarde y me pilló la hora del Nulla Dies Sine Linea, es lo que hay nomás, hasta mañana.
Don Tomas,
ResponderBorrarEstaba en 230 Votos Electorales+19(76%) PA+16(91%)GA +10 (67%)WI =275
Donald Trump debería ser el nuevo Presidente de los Estados Unidos de America...
Parece que me gane un chicle usado apostando por Trump :-)
ResponderBorrarSi, si, ganó el maldito clown jaja. Pueda ser que salga algo bueno de todo eso
ResponderBorrarLo bueno de todo esto es que" C_g_r_n los woke sin corbata".. Ja,ja,ja,ja y la woke es una mala perdedora porque dejo plantada a su gente en el frontis de la universidad en que ella misma estudió...
BorrarNo será los fraudes que Donald denuncia, no, pero es cierto que todo el aparato periodístico americano instaló a Harris apenas el viejo Biden se dejó de fastidiar con postularse. De ser una vice que no daba la talla pasó a una revelación maravillosa, decían que le iba a ganar a Trump caminando y, otra vez, la realidad fue una sorpresa. Uls
BorrarEsa literatura costumbrista se ha perdido. Y la gente hábil para describir una vida cotidiana como ingenio y humor también. Ahora todos quieren ser García Márquez, acudir al realismo mágico, inventar cosas raras o mezclar ensayo y filosofías varias con el relato. Recuerdo ciertos títulos americanos que publicaba el Selecciones - la "dama de fuego" una mujer que se iba con sus hijos a trabajar a un puesto de observación en un parque nacional - y títulos argentinos como "el montielero", "el patio de la noche", "allá lejos y hace tiempo" y eran todas vidas provincianas en el campo contadas con gracia. No pasaba nada extraordinario en todo el relato. Pero ya no se leen esas cosas. Uls
ResponderBorrarPese al título y a las sinopsis, no es un libro costumbrista, yo lo veo más como un muy buen libro de memorias del tipo "París era una fiesta" de Hemingway o "Out of Africa" de Dineksen, especialmente este último. Tienes razón en que todos buscan argumentos en las novelas modernas, cuando los mejores libros prácticamente no tienen argumento.
BorrarDebe ser que la gente se acostumbró a las películas americanas con eso de "la travesía del héroe" donde después de muchas intrigas, al final ganan los buenos, pierden los malos y el jovencito se queda con la chica más linda