Los sistemas de reparto
El año 1924, amenazados por presiones de los militares. se creó en Chile el sistema de seguridad social del tipo bismarkiano, con la Caja de Empleados Particulares y la Caja del Seguro Obrero Obligatorio. Este fue uno de los primeros sistemas de pensiones del mundo.
Apenas 40 años antes, en 1884, el canciller Otto von Bismark había creado el primer sistema de jubilaciones del mundo, que no había sido adoptado por ningún otro país importante. Recién en 1935, 21 años después que en Chile, Roosevelt instaló un sistema de seguridad social bismarkiano en los Estados Unidos.
Todos los sistemas de pensiones que han existido siguen el mismo modelo: los trabajadores son obligados a un ahorro forzoso de parte de su sueldo mientras están trabajando para que -llegados a la edad de jubilar- reciban una pensión mensual.
Ese ahorro forzoso en gran parte de la historia ha sido colectado por el estado, en forma similar a un impuesto, pero se guarda separado de los impuestos generales en "cajas", que recogen ese dinero y lo invierten de manera que obtengan rendimientos y no se desvaloricen en el tiempo.
En estos sistemas "de reparto", los gobiernos recaudan la plata y -cuando son responsables- la invierten ¿en qué la invierten? Lo tradicional era invertir en obras públicas e infraestructura, los viejucos como yo recordarán los edificios y problaciones "del Seguro Obrero" y otras inversiones que rara vez rentaban algo.
En definitiva, esas platas descontadas a los trabajadores entraban a una caja fiscal donde el gobierno de turno -que colocaba a los directivos de las cajas- decidía en qué invertir y sobre todo como repartir las jubilaciones.
Porque -ojo que aquí estaba el detalle- los ahorros forzosos dejaban de ser "mi platita" y pasaban a ser fondos manejados por el estado. Se perdía toda la correlación entre el monto de lo que a alguien le sacaban y la pensión que obtenía.
Entonces se decía que el sistema era "solidario" porque el gobierno, de acuerdo a sus criterios, determinaba a quien le quitaban y a quien le daban, según fórmulas decididas por ellos mismos.
Por eso existían pensiones "con perseguidora" que iban subiendo su monto con los años como si el tipo estuviese trabajando... adivinen quienes recibían esas pensiones.
Por otra parte los que no alcanzaban un monto mínimo simplemente perdían todo lo que le habían quitado: topón para adentro.
Así era en Chile. En otros países europeos, que solían ser más serios, después de la Segunda Guerra Mundial los gobiernos empezaron a dar jubilaciones muy generosas basadas en el enriquecimiento fiscal y los altísimos impuestos.
Por eso en los años setenta veíamos a los viejitos jubilados de Alemania dándose la gran vida con sus jugosas jubilaciones financiadas por el generoso estado y sus impuestos.
Pero hasta los sistemas más honestos y perfecionados escondían la bomba de tiempo de la demografía: la población del país envejece, cada vez son menos los trabajadores y cada vez los jubilados viven más años. No existe ningún sistema en el mundo que aguante algo así.
Claro que hay exepciones como Noruega o el Sultanato de Brunei, pero son casos imposibles de replicar porque se trata de poblaciones muy pequeñas y los gobiernos tienen ingresos enormes de gas o petróleo, esas recetas no pueden funcionar en ningún país normal.
En resumen, los sistemas de pensiones tradicionales están quebrados prácticamente en todo el mundo, excepto en las situaciones muy especiales como Brunei o Noruega.
Mi amigo Tom Mc Donnell, que cotizó toda su vida para la seguridad social y era veterano de la Guerra de Vietnam, recibía mil dólares al mes, me decía que con esa plata en Estados Unidos tendría que dormir en la calle o dejar de comer.
Porque la crisis de los sistemas de pensiones arruinan toda la economía, para pagar las pensiones el gobierno debe endeudarse o, imprimir billetes que pierden su valor antes que se seque la tinta.
Y eso es en los países ricos, solo imágínense como es en los nuestros.
Los sistemas de capitalización individual
El sistema de José Piñera como está actualmente, soluciona el problema de la bancarrota de los fondos de pensiones.
Su diseño hace imposible que quiebre porque los ahorros van a cada trabajador de manera clara y transparente.
En ese sentido es único en el mundo, en ningún otro sistema un jubilado puede tener la seguridad que la plata que ahorró más los rendimientos del mercado financiero terminarán de manera íntegra en sus bolsillos, hasta el último pesito.
La mayoría de las críticas que se le hacen a este sistema son muy burdas, por ejemplo las dos críticas más estúpidas sobre el tema son estas
Crítica 1. Las AFP cobran comisiones "muy altas" y tienen ganancias "excesivas". Completamente falso, las comisiones andan alrededor del 1% hacia abajo. Cuando partió el sistema las comisiones eran el triple y han bajado gracias a la competencia por conseguir más afiliados.
Cualquier institución financiera -en Chile o el mundo- cobra comisiones más altas por administrar un patrimonio. Y si lo hiciera el estado mejor ni les cuento. Claro que las camuflarían diciendo que cobran 0% de comisión y que trabajan gratis.
Desde que yo era muy jovencito descubrí que no existe nada más caro en este mundo que el sexo o los servicios del estado "gratis", no existe nada más costoso que eso, créanme.
Crítica 2. Las pensiones son "muy bajas". Resulta que en ningún sistema del mundo las pensiones pueden ser -en general- más altas que el monto que le sacan al trabajador más sus rendimientos financieros. La plata no crece en los árboles y en los sistemas "solidarios" las pensiones altas son las de los privilegiados por el estado. Porque "el que parte y reparte siempre toca la mejor parte".
El fondo del asunto
Si pudiésemos sacar una verdad profunda y fundamental de todo estos sería la siguiente: nadie puede tener una pensión desde que se jubila hasta que se muera mayor a lo que ha ahorrado mientras trabajaba, más los rendimientos financieros de esa inversión.
Es decir, si puede, pero si lo hace será a costa de cagar a todos los demás miembros de la sociedad, de una u otra manera. Por ejemplo los que recibían una jubilación con "perseguidora" estaban cagando a los que se jubilaban sin ese beneficio.
De manera parecida, los que recibimos pensiónes solidarias o la Pensión Garantizada Universal, estamos en cierto modo cagando a las arcas fiscales. Claro que esas arcas han sido violadas tantas veces y por tantos políticos, falsos exonerados y pensionados de gracia que una más, es como hacerle una raya en el agua.
El fondo del asunto es que si queremos diseñar un sistema sano, este no debería requerir robarle a los ahorros de los cotizantes ni tampoco robarle a los ingresos generales por impuestos del estado.
Ese sistema es perfectamente posible y es nada menos que el sistema de AFP tal y como lo diseñó José Piñera en primer lugar, que entre otras cosas se ubica entre los mejores sistemas previsionales del mundo según estudios con cifras que he mostrado en entradas anteriores y no me molestaré en repetir.
Se trata de un diseño extraordinario y que en el mediano o largo plazo será implementado en todo el mundo, por la sencilla razó que es el único sistema justo y factible de implementar. No existe alternativa.
Pero primero tendremos que aceptar ciertas realidades desagradables que nadie quiere escuchar.
Por ejemplo, los gobiernos no tienen por qué hacerse cargo del problema de supervivencia de la gente que jamás ahorró en su vida, o de los que no ahorraron lo suficiente para recibir una buena pensión una vez jubilados. Ese debería ser un problema de cada cual.
Es maravilloso que los asalariados ahorren parte de su sueldo para tener una pensión cuando sean viejos. Por otra parte es absurdo creer que la mantención de los que no ahorraron lo suficiente deba ser una obligación asumida por el gobierno.
Si las pensiones son bajas es porque ahorraron poco y punto. Lo mismo las mujeres, si sus jubilaciones son más bajas es simplemente porque se jubilan antes y viven más. Es una aberración pensar que el gobierno tiene la obligación de preocuparse del nivel de vida de las personas.
Estas ideas que violentan a muchos chilenos, me hacen pensar en la deformada mentalidad que tenemos desde los años 20 del siglo pasado. Resulta que en buena parte del mundo la mayoría de la población no tiene ninguna clase de seguridad social ni jubilación, y lo más bien que se las arreglan.
Volviendo al fondo del asunto, creo que nuestro problema es que, habiendo sido uno de los primeros países en adoptar el modelo de Bismark, que hoy es completamente inútil, no hemos sido capaces de despegarnos de esa mentalidad y seguimos pensando que -de alguna manera mágica y misteriosa- el gobierno se hará cargo de nuestras necesidades.
Esa mentalidad es la tragedia de Chile, que hace que teniendo uno de los mejores sistemas de pensiones del mundo seguimos discutiendo sobre modificarlo son argumentos estúpidos e ignorantes: ·"Never Change a Running System", nunca cambies un sistema que está funcionando bien.
Porque sin ninguna duda los argumentos contra las AFP -que tienen su única base en el resentimiento social y la ignorancia- nos llevarán a que cualquier cambio va a terminar perjudicando y robando los ahorros actuales de los que cotizan hoy en AFP.
Esto no significa que el diseño del sistema esté escrito en piedra y no admita ninguna mejora. Claro que admite mejoras.
Hace muchos años, en 2016 de hecho, escribí la entrada La única solución viable para las AFP, donde proponía que se hiciera lo mismo que en Perú: al llegar la edad de jubilación las personas podrían elegir entre un sistema que les asegure una renta o retirar el 100% de su fondo acumulado.
Modestamente creo que si 9 años atrás me hubiesen hecho caso, hoy la gente estaría defendiendo con uñas y muelas a su fondo de AFP y todos estos imbéciles oportunistas que andan embolando la perdiz con su reforma de pensiones no tendrían la más mínima posibilidad de convencer a nadie.
Francamente creo que esa era la solución: al llegar la edad de jubilarse el pensionado puede elegir entre una pensión o retirar toda su platita, hasta el último centavo. Y si la pierde y no tiene qué comer, que se cague de hambre. Así de sencillo.
Es como pasa en gran parte del mundo por lo demás.
qué puedo decir? nada más que lo obvio, con los votos de la derechita cobarde (y principalmente corrupta) nos van a pegar una despelucada brutal, y el único que tiene cabeza para un problema de esta magnitud es josé piñera, todas las otras basuras no les da, anda hasta ese payaso briones, otro invento fracasado del piñera malo, con una propuesta pésima, por ahí la izquierda se cuelga de ese pelmazo para aprobar algo, aunque no les guste
ResponderBorrary en temas aparte, siempre por esta fecha compro la ropa, comienza a mediar el verano y muchas marcas liquidan, tienen que desocupar tiendas y bodegas para la compra escolar y la ropa de otoño, compro camisas carísimas, de 60 mil, por 8 mil pesos, eso directo en tiendas, son ofertas que no aparecen en la internet, este año ocurrió un fenómeno que no sucedía hace mucho, los argentinos están arrasando con todo en tiendas que tienen apenas descuentos, como mucho un 30%, nos dejarán a nosotros los chilenos sin nada, las chiquillas vendedoras dicen que sólo les queda lo exhibido, en bodega dicen no tener nada, esperemos se vayan pronto y quede el raspado para nosotros los chilenos, pero es positivo, algunas veces ganamos nosotros, otras ellos, que sigan viniendo en masa, le hace bien a los dos países; relacionado con esto, por qué milei va tan lento? el primer día debió liberar todos los impuestos y todos los aranceles, no entiendo cómo está haciendo la pega
Yo creo que no van a poder tocar a las AFP, la propia gente va a defender su plata votando y un próximo parlamento les va a dar con la puerta en las narices.
BorrarAcá en Arica estamos acostumbrados a esas diferencias de cambio y fiebres de compras, desde y hacia los países del lado, son de lo mejor aunque no duran mucho.
Milei ha hecho bastante, es un verdadero milagro si concideramos que ni siquiera tiene un partido poderoso ni mayoría parlamentaria. Con el puro poder de la razón y el sentido común, es increíble.
Los anti AFP, ladronzuelos declarados, se sostienen mintiendo descaradamente, que hoy la plata no va a las pensiones, sino va para las AFPs, haciendo como que creen eso. JC Rodriguez lo peroro a gritos en la teve, no es diferente a las afirmaciones del resto de izquierdistas con acceso a medios de comunicacion. Desde el intento insurreccional en chilito la izquierda miente sin asco en casi todo, y arrastra a la derechita timida (o chantajeada, no lo se), y asi estamos.
ResponderBorrarTipicamente llevan a un par de actores o musicos viejos a llorar que reciben tres pesos mensuales de prevision, ocultando que no aportaron ni uno al sistema durante toda su vida de lujos muy bien remunerados.
Muchos que atacan a las AFP lo hacen por ignorancia, algunos mienten descaradamente pero la mayoría aimplemente no tiene idea de como funciona el sistema.
BorrarLo peor de todo es que tienen la peor clase de ignorancia: la del que cree que sabe. Hablan con la seguridad más absoluta sobre cosas de las que no tienen ni idea.
Por eso cada cierto tiempo conviene andar educando al gilerío, aunque parezca repetitivo es fundamental quitarles su condición de burros
No sé como la gente puede olvidar tan rápido las cosas. Acá parece que todos ya no recuerdan el desastre que eran las pensiones de reparto y la enorme corrupción que había. La gente de a pie tiene muy grabada en su psiquis el estado de bienestar, creen que el estado debe dar salud, educación, comida, pensiones, entre tantas cosas pero lo principal que es la seguridad y justicia lo dejan al último. Históricamente la labor de cuidar a los ancianos ha sido de sus propias familias. La gente ha sabido solucionar estos asuntos sin necesidad de meter al estado. Lamentablemente el sistema de reparto encandiló a políticos de todos los colores que se convirtió en casi sagrado e imposible de cuestionar. Curiosamente todos esos que critican tanto a las AFPs no tienen idea de como funcionan ni mucho menos proponer un sistema alternativo. Solo tiran la piedra y esconden la mano.
ResponderBorrarAnticaviar
Hay una manera muy simple de engañar a un tonto, que consiste en ofrecerle algo y decirle que es "gratis". Mucho mejor si eso que le ofrecen es algo imposible, por ejemplo que todos reciban pensiones altas sin importar cuanto ahorraron.
BorrarLos políticos conocen bien ese truco y llevan mucho tiempo abusando de él, es muy parecido a cuando te ofrecen sexo "gratis" y sigues pagando por él hasta el día que estiras la pata. No existe nada que se pague más caro que una oferta de sexo gratis o de algún servicio del estado "gratis", ambos son cuentos destinados a embaucarse al 80% de la Curva de Pareto
Tomas: los 2.500.000 beneficiarios de la PGU y del Pilar Solidario reciben en promedio 3 millones al año (Usd 3000) lo cual implica desembolsar 7.500 millones de dólares anuales por parte del estado, ADICIONALMENTE a la enorme maraña de bonos y subsidios. Este fue el "legado" que dejó Piñera a fines de su gobierno el 2022.
ResponderBorrarEl problema es que el fisco no tiene la plata para financiar la PGU y hasta ahora se financia con déficit, es decir deuda pública. Que ya alcanza los 141.000 millones de verdes.
Así como querían financiar el Fonasa quebrando a las isapres (y que sus usuarios coticen para el fisco) ahora se intenta aumentar las cotizaciones provisionales con destino a un fondo "solidario "... o insistir en nuevos impuestos.
Sin duda, todo eso es cierto. Los sucesivos gobiernos desde Bachelet han venido tirando plata desde helicópteros para comprar votos, es obvio que ninguna de estas "políticas" será sustentable en el tiempo y llegará el momento -tal vez mucho antes de la que esperamos- en que el gobierno de turno simplemente no tenga plata para pagar esas pensiones, bonos y subsidios.
BorrarEso explica algunas cosas raras que se les ha ocurrido meter con forceps a la reforma previsional como el curioso "préstamo" obligatorio al estado con plata de las cotizaciones y otras estupideces creativas que han inventado con diferentes excusas.
Todo eso de poner nuevos impuestos será inútil, el limón se quedó sin jugo hace rato y solo tenemos dos alternativas a futuro no muy lejano: o un colapso como el
de Bolivia o un recorte de gastos con motosierra e incentivos masivos a la inversión privada al estilo Milei.
En la situación en que estamos esos son los dos únicos caminos que quedan, sea quien sea que salga presidente a futuro.
Si sale la vieja Matthei o alguien m´s a la izquierda, lo que nos espera sin ninguna duda es un colapso al estilo boliviano.
Si sale alguien de derecha también podríamos tener lo mismo por falta de decisión y firmeza, o podríamos tener un mega shock al estilo Milei con unos años de mucha pobreza pero una recuperación en unos pocos años.
De cualquier modo, salga quien salga nos espera una catástrofe fiscal, es algo que se ha estado incubando desde hace décadas.
Lo bueno es que se acerca el fin de la agonía, en uno u otro sentido, la opinión pública sintoniza con la experiencia de Milei y podría apoyar a un gobierno así.
No hay para que asustarse, siempre hay oportunidades en las grandes crisis, eso si hay que juntar agua. Toda el agua que podamos.