Estas fueron las elecciones presidenciales menos sorprendentes de mi vida. No conocí ni una sola persona que no estuviese segura que Kast iba a ganar, es algo que quedó clarísimo con los resultados de la primera vuelta y también de las parlamentarias.
Lo que pasó fue la crónica de una muerte anunciada, la muertre de la izquierda y el centro político en Chile. En 1988 la izquierda y el centro ganaron el plebiscito por 56% contra 44%, Treinta y siete años después la tortilla se vuelve 58% contra 41% en favor de la derecha.
Las vueltas que da la vida. La victoria de Kast fue contundente pero ojo, no fue por paliza. Todavía queda un 41% de gente que votó por una candidata comunista. Hay que ser ambiciosos y para las próximas elecciones la meta debería ser ganar 70-30 o más.
Tal vez por esa falta de sorpresa acá en Arica no he sentido ni un solo bocinazo, celebraciones ni nada, todos sabían que Kast iba a ganar y ganó incluso en mi querido pueblucho de Arica, donde sacó 63% contra 37% de Jara.
Seguramente ahora vamos a ver republicanos por todas partes, cosa increíble pensando cuanto me costó consegiuir como 15 amigos para que firmaran cuando se estaba constituyendo el Partido Republicano y todos me decían que votar Kast sería perder el voto.
Yo mismo en 2016 decía que los Kast eran unos "don nadie" ya que nunca había oído hablar de él, pero después de verlo cambié de opinión enseguida y escribí mi entrada Kast, el huaso alemán.
Por esa mismo año, para su primera candidatura independiente para presidente escribí Me convenció, pese a que nadie daba un peso por su candidatura. Todos lo tildaron de marginal y perdió, pero sacó sus buenos votos.
El año 2018 Kast todavía no se decidía a formar un partido, ese año yo escribí la entrada La necesidad de un partido de derecha.
El año 2020 finalmente se decidieron a inscribir un partido y yo fui de los primeros en firmar, no solo eso sino que me puse en la desagradable tarea de juntar firmas, porque en Arica no estaba fácil la cosa, muchos de los que hoy descorchan champaña no quisieron firmar ni muertos.
En esa época escribí Haciendo proselitismo, donde contaba mis desventuras tratando de convencer a los incrédulos. Al final se juntaron las malditas firmas, pero no fue fácil.
Desde entonces fui a un par de reuniones cuando vino Kast a Arica y participé como apoderado de mesa en dos plebiscitos, si mal no recuerdo en los dos primeros, que perdimos.
Después ya perdí el interés porque creo que cumplí con lo que me correspondía hacer en su momento. Ya Kast llegó a La Moneda y seguramente es el turno del ejército de oportunistas dispuestos a sacrificarse en algún cargo público por algún sueldo obscenamente alto, aunque, claro, ellos podrían ganar muchísimo más en el sector privado.
Unos diez años atrás seguramente a mi me habría interesado sacrificarme, y se me habría despertado mi vocación de servicio público.
Afortunadamente hoy no lo necesito y creo que esa es la verdadera riqueza: no tener que buscar alguna manera vergonzosa para ganarse la vida.
Solo deseo una cosa: ojala que este gobierno no me desilusione. Creo que Kast es una persona honorable y confío en que va a tener la astucia necesaria para moverse en las oscuras aguas del poder político sin contaminarse demasiado.
También creo que se podrían estar alineando los astros. Nos acercamos a un nuevo superciclo de precios del cobre y lo tendríamos todo para que comienze de nuevo a llegar ese flujo masivo de inversión extranjera que tuvimos entre 1986 y 1996, están dadas todas las condiciones.
Pero nadie va a venir corriendo a arriesgar su plata porque somos bonitos o porque Kast es de derecha. La inversión minera es sumamente riesgosa y se necesitan incentivos enormes para los que quieran arriesgar su plata en Chile.
Por ejemplo volver a ser un país serio que garantice la invariabilidad tributaria, vuelta de mecanismos como el DL 600, la depreciación acelerada y muchos otros. Menos impuestos en general, menos obligaciones laborales y ambientales, menos burocracia.
Nadie nos va a traer billones de dólares por lindos, cualquiera que apueste su plata en Chile debe ser generosamente premiado, como corresponde, y el país debe volver a ser percibido como un lugar serio donde la ley y los compromisos se respetan.
¡Felicitaciones don Tomás!
ResponderBorrarUsted como republicano y portaliano debe celebrar mucho ahora!
Los izquierdistas con el 18 de octubre y el primer plebiscito vencido más la elección de Boric pensaban en una nueva constitución que inauguraría una era donde el Boric quedaba amo absoluto junto a una Asamblea Popular unicameral dominada para la eternidad por la Asamblea del pueblo.
Eran tiempos de protestas con molotov, incendios, saqueos e incluso asesinatos. Todo eso no lo olvido y ser tan educados con esos gestores me resisto. Yo los juzgaría por el acto terrorista a todos ellos.
Jose Antonio Kast lo encuentro algo débil, puede que se deje influenciar por la centro-izquierda cómplice de los extremos para llevarlo a decisiones que revitalicen las instituciones escudos de los extremistas como ser el INDH, Fiscalía, ONGS de la defensoría Popular. SI nombra a Hernán Larrain como Ministro de Justicia, será ciertamente, un camino cierto al despeñadero. Ojalá que no.