La Benemérita Fundación Mi Billetera celebra hoy el generoso aporte de quien yo se. Prometo que será malgastado en vino nujerzuelas y otros vicios, como corresponde.
Es mentira. Me he hecho el propósito de no tocar durante al menos un año todo lo que me llegue a la cuenta de Paypal, para que se acumulen los pagos por mis cursos y las donaciones de mis amigos, después de un año -o tal vez más- veré en que malgastaré esa plata.
Nunca he querido colocar publicidad, solo un par de veces coloqué entradas pagadas de terceros pero me alegra mucho saber que alguien se tomó la molestia de depositarme unas buenas lucas solo por amistad. Esta vez me llegó con el mensaje "Por entretenerme diariamente con tu contenido", no tanto como me entretuve yo viendo que subía mi saldo de Paypal ¡Muchas gracias amigo!
"Curados no vale"
Así decía una amiga cuando le recordaban alguna cosita vergonzosa que había hecho en el pasado, una bonita excusa en todo caso, me encanta. Ahora resulta que nuestro regular Frx fue proféctico cuando comentó "aunque me sigo preguntando si veremos a más peces gordos caer o si estos serán meros chivos expiatorios".
Para los que no lo saben, uno de los funcionarios más poderosos de nuestro gobierno, el subsecretario del interior Manuel Monsalve acaba de ser acusado de abuso sexual primero y ahora por violación.
Resulta que el 22 de septiembre Monsalve salió a comer con su subalterna de confianza, durante la comida se emborracharon hasta el punto en que la denunciante perdió la memoria de lo que había pasado en la comida, despertando en el Hotel San Francisco, en la habitación donde Monsalve vive mentras trabaja en Santiago.
A ver: como yo entiendo una violación entre dos adultos mayores de edad deben haberse cumplido algunos requisitos básicos: el primero y más obvio cuando no hay consentimiento, el agravante es si existe violencia. El no consentimiento es crucial y la violencia se debería acreditar físicamente en forma de lesiones.
Pero estas cosas no pueden ser solo denuncias porque hablar no cuesta nada. Han aparecido algunas frases estúpidas y proto fascistas como "yo si te creo" o "no tengo pruebas, pero tampoco dudas" implicando que basta la palabra para condenar a alguien. Muchos jueces han llegado a la aberración de condenar en la sola base de dichos de quien denuncia, y no solo en delitos sexuales.
Francamente, esta cosa no me convence para nada. La denunciante aceptó la invitación a comer sin problemas, también aceptó que Monsalve la ascendiera a un trabajo mejor -al parecer después que ocurrieron los hechos.
También la denunciante acusa a Monsalve, que antes que ocurriera la cosa hubo un día que salieron a comprar cigarrillos, se sentaron en un parque y Monsalve le habría "robado un beso" sin su consentimiento.
Bueno, sacando las cuentas yo pienso que suponiendo que fue cierto lo de "robarle un beso" ¿como fue que después aceptó salir a comer con él y se emborrachó hasta perder la conciencia? ¿por qué aceptó sin chistar el ascenso, después que supuestamente la violaron?
La ley chilena ha ido extendiendo la tipificación del delito de violación , en general para mayores de 14 años se requiere de alguna de las siguientes condiciones:
1. Se usa fuerza o intimidación. Es decir, se amenaza a la víctima o utilizando violencia, se la fuerza realizar el acto sexual.
2. La víctima se halla privada de sentido o, en otras palabras, que no se encuentre consciente. Ej. Producto del consumo de alcohol o alguna droga la victima perdió el sentido y fue penetrada, eso sería considerado violación. La privación del sentido puede provenir de otras fuentes también por ejemplo un desmayo o condición médica.
3. Abuso de enajenación o de trastorno mental. Esta circunstancia quiere decir que la víctima no tiene percepción de la realidad y el agresor se aprovecha de esto. Ej. Psicosis, oligofrenias, paranoias, esquizofrenia.
Las causas 1 y 3 me parece perfectas, pero la 2 no me convence para nada. ¿Cómo se va a acreditar que la víctima estaba sin sentido en el momento de la violación y no simplemente borracha?
Es curioso que la denunciante en este caso insiste en que no recuerda nada de lo que ocurrió desde que se tomó el tercer pisco sour hasta el día siguiente, esa historia de amnesia me parece recomendada por un abogado, o tal vez la víctima es abogado.
En cualquier caso igual se podría argumentar que un borracho no está en sus cabales así es que el delito no tendría dolo sino solo culpa, en fin, una idea extraña que se me ocurre ante todo este lío.
El feminismo ha hecho un daño enorme a la sociedad desde que -a principios de siglo- empezó a mutar de un movimiento por los derechos de las mujeres a un movimiento político, usado para buscar el poder. Desde que empezó todo eso han venido ocurriendo una cadena de aberraciones legales que ofenden al sentido común.
Junto con el Siglo XXI se volvió a poner de moda una especie de moralismo victoriano, aunque mucho más retorcido e hipócrita. Los hombres menos hombres, las mujeres menos mujeres, todos se desplazan a una zona medio androgina, el sexo normal se va convirtiendo en un tabu y solo la homosexualidad se acepta. Que peste más grande.
Lo bueno es que estas modas pasan, esta no es la primera pero tampoco será la última, la gente va a empezar a podrirse de tantas ridiculeces y volveremos a los buenos viejos tiempos, donde los hombres volverán a ser cazachicas y las mujeres serán perfectamente capaces de defenderse solitas de cualquier pelmazo, sin necesidad de leyes ni de escándalos ridículos.
Me acuerdo que en Arica había un viejo, gordo y sátiro que iba a la playa a jotear a las chicas en tanga, más de una vez le hizo una propuesta sucia a alguna, por si pasaba. Resulta que yo tenía una amiga muy bonita que -hastiada- decidió darle una lección.
Se iba todos los días al lado de donde el gordo simulaba leer el diario, con la tanga más chica que tenía, y cuando este la empezaba a mirar le decía en voz baja "cerdo, cerdo asqueroso". Estuvo como una semana haciendo lo mismo hasta que el gordo no pudo más y reventó: se paró y se puso a insultarla a gritos "putilla barata" fue lo más suave que le dijo.
Mi amiga, sin perder la sonrisa le contestó en voz alta, para que todos oyeran "mira cerdo asqueroso, soeré puta pero no soy barata. Así y todo no me acostaría contigo por ninguna cantidad de plata por el asco que me da de puro mirarte".
El pobre gordo no volvió más a la playa, que quedó libre del jote para siempre y mi amiga -que sigue bonita- se convirtió en la reina de la playa. Esos eran buenos tiempos y esa era la manera en que se manejaba a los jotes y viejos verdes en los años ochenta.