Por estos días he sabido de amigos y parientes que se mueren, se enferman o se ven enfrentados a cambios que pueden ser para peor. Para que les digo que la mayoría andan desanimados y asustados con la incertidumbre.
Todos tienen algo en común, se están poniendo viejos y a la mayoría eso no les hace maldita gracia "Vivir pasado los 70 era algo inimaginable para mí cuando tenía 20 o 30, siempre pensé que a los 50 yo estaría mirando los rabanitos como crecían desde la tumba" me escribe mi primo que quiero como hermano.
Recuerdo que el McDonnell me decía en su último año "nunca llegues a viejo Tomás, esto es una completa mierda". Creo que sus últimos tres meses fueron los peores, se había quedado prácticamente ciego y el cáncer lo dejó con incontinencias, pese a que nunca sintió grandes dolores. En situaciones así la muerte es como para celebrarla.
También me acuerdo de mi amigo Ivan Sixfinger, que una semana antes de morirse me dijo "estoy asustado Tomás, ando super asustado porque hacía años que no me iba tan bien, algo malo me va a pasar". Se equivocaba, le paso algo muy bueno porque le dió un patatús y se murió en un par de días, sin pasar las molestias de una larga y sucia enfermedad.
Yo he tenido muchos perros y gatos desde chico, los he visto desde cachorros crecer, envejecer y morirse, es lo más normal y como dice la Ley de Hierro de Bradanovic la muerte es una de las dos cosas de las que nadie se salva. La otra son los cuernos.
Debe ser porque lo he pasado tan mal y he tenido problemas desde que tengo uso de razón, que me he ido convirtiendo en un optimista sin remedio, a todo lo que pasa le veo el lado bueno y creo -tal vez ingenuamente- que lo que venga en el futuro siempre va a ser mejor.
En fin, creo que estos temas ameritan abrir la última cerveza que está quedando en el refrigerador. Con permiso... Es la última que me quedaba de mi cumpleaños, la preparé con un toque de Fanta y unas gotitas de Bitter de Angostura para amortiguar el dulce, quedó bien buena.
Sigamos con estas lúgubres tonteras que tal vez no van a interesar a nadie, aunque tal vez debiera, porque todos nos vamos poniendo viejos, de eso no se salva nadie.
Mientras para muchos envejecer ha significado decadencia y enfermedades, yo he tenido la tremenda suerte de llegar sano y bueno a los setenta.
En fin, no digamos que bruto que sano, pero lo suficiente como para mantenerme alejado de los hospitales y consultas médicas.
Hace unos tres o cuatro años atrás me empezaron a caer los achaques: la presión arterial por las nubes, dolores de pecho y dificultad para respirar, puntadas en el costado, dificultades con el uno y el dos, dolor de articulaciones, del dedo gordo del pie, entumecimientos, en fin, pensé que me había caído la seguidilla y ya no tenía vuelta.
Pero alarmado me fui a consultar al doctor Youtube y llevo al menos tres años haciendo ejercicios todos los días, mejoré mucho mis abominables hábitos de comida y me he moderado en casi todo, incluso con el alcohol.
Yo creo que cuando uno es joven -digamos hasta los cuarenta- uno debe hacer todos los excesos, en comida, bebida y de lo otro, también darse a la molicie más absoluta. Creo que es ridículo que alguien joven se cuide y haga ejercicio a esa edad, es un desperdicio tonto e inútil.
A cierta edad conviene empezar a cuidarse, yo partí como a los 67 y me cambió todo para mejor. Me siento super bien de salud, mi presión alguna vez llegó llegó a 200, me la acabo de medir y es de 118-75 ¡como un baby!
Por eso les digo amigos, hagan ejercicio y dejen el vicio. El otro día Centurio casi me convence de dejar el trago, pero no es para tanto tampoco, algún vicio debe mantenerse pues.
En fin, no se por qué diablos escribo estas tonteras. Solo quería comentarles que estoy muy contento porque -al revés de lo que esperaba- al hacerme más viejo todo ha ido mejorando en lugar de empeorar.
Por primera vez en mi vida no tengo problemas de plata y hasta mantengo ahorros ¡quien lo diría! Yo que viví décadas con un msmo jean, una polo azul y otra café.
Ahora abro el armario que tengo solo para mi ropa y hay como 6 jeans, más de 20 polos y mucha más ropa de la que necesito. Un día de estos empezaré a regalar.
Lo más divertido es que hace años que no me compro nada, la ropa la he ido heredando del McDonnell y el Tomás Jr que tienen más o menos la misma talla mía. ¡Tengo 4 pares de zapatos! Cuando lo normal era que el único par lo hiciera durar años y años.
Como no voy a estar contento, mientras todos se quejan yo estoy mejor cada año que pasa.
Claro que no siempre va a ser así, ya nomás me van a caer las enfermedades y todo lo demás ¿pero qué me importa? Cuando lleguen las desgracias veré como me las arreglo, no antes.
Por ahora disfruto de tener buena salud, que es una riqueza enorme mientras dura, y de tener una familia, una casa, un auto, un perro y un gato ¿qué más puede pedir alguien para estar contento?
Se que al final lo voy a perder todo y qué me importa. Cuando vengan las cosas malas acá las espero: no pregunto cuanto son sino que vayan pasando de a uno.
En fin, se terminó el fantshop y aquí se debería terminar la entrada, pero todavía me queda una colita por decir. Me acuerdo de mi tocayo Tom Wilke que siempre me decía que la ambición es la madre de la locura.
Tal vez nadie pueda "ser feliz" pero si podemos estar contentos si valoramos y agradecemos las pequeñas cosas que tenemos, como por ejemplo un fantshop bien helado.
Llegar a un punto en que se vive sin ambiciones y sin planes para el futuro puede ser agradable y muy recomendable a mi modo de ver.
Yo se que muchos de los regulares de este Templo del ocio son de ingresos medios, pero también hay algunos misios y otros ricachones forrados, en cualquiera de esas situaciones se puede vivir contento o vivir sufriendo, según como lo enfrentemos. Hace poco es que me di cuenta de eso.
Vivir contento no es vivir sin problemas, tenemos problemas desde que nacimos y los tendremos hasta estirar la pata.
Vivir contento es vivir sin ambiciones, y eso no significa ser conformista sino entender que las metas, éxitos y fracasos son una especie de juego, porque al final todo va a dar lo mismo.
Está muy bien engrupirse con proyectos y metas, pero no hay que tomárselo en serio ni darle más significado que el que realmente tienen, Solo es un juego, diversión, nada más. Da igual que parezcan cosas muy importantes, como dice la canción esa:
Nothing really matters
anyone can see
nothing really matters
nothing really maters
to me