Los liberales están de moda
Así es, a partir del año 2000 más o menos todo el mundo quiere presentarse como "liberal", tal como en el siglo pasado todos pretendían ser socialistas. Es una moda de los tiempos que corren.
Y como toda moda, tiene una tremenda maquinaria detrás de grupos de interés que la fomentan. Gente tan profundamente diferente como Axel Kaiser y Jaime Atria se presentan ambos como liberales, parece chiste.
Pero hay una veta especial de los liberales que son social demócratas, se autodenominan "liberales clásicos" y tienen sus propios apostoles, santos y textos sagrados, en esta entrada quiero comentar sobre tres fetiches liberales y algunos de sus evangelios. Aquí voy;
Max Weber y su Ética Protestante
Don Max estaba obsesionado por dos temas: la religión y las burocracias gobernantes. La fama de Weber entre los liberales viene sobre todo de un ensayo que publicó en 1905 llamado La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo.
Una de las ideas fijas de Weber era que la soiología y la religión tenían una gran influencia en el comportamiento económico de las sociedades,
La Ética Protestante fue el primero de una serie de ensayos del mismo tipo donde escribe sobre la influencia económica del confucianismo y taoismo en China, el hinduismo, budismo, judaismo, etc.
De todos estos La Ética Protestante lo hizo famoso, ya que atribuyó muchas supuestas virtudes del capitalismo a las religiones calvinista, luterana y especialmente a los cuáqueros y puritanos americanos. Esto lo hizo muy popular entre esos grupos y otros que le compraron la idea.
Incluso en muchos países subdesarrollados o en desarrollo como los nuestros, aparecieron personas que atribuían el bienestar económico en los países protestantes a las supuestas virtudes del puritanismo.
Eso es una idea absurda. Los italianos y los judíos en el Renacimiento hicieron mucho más por el avance del capitalismo que cualquier maldito puritano.
Porque el éxito del capitalismo no se basa en el ahorro y la cautela sino todo lo contrario, funciona por el riesgo y la especulación de los comerciantes y eso se encuentra a lo largo de la historia en todas las religiones.
Hay alginos -como Anxo Bastos- que dicen que no existía el capitalismo antes de la Revolución Industrial y que el auge del capitalismo se basó en el ahorro y la menor preferencia temporal, yo creo que eso es una majadería, con toda la simpatía y admiración que le tengo a Bastos.
Muchas culturas fueron más ahorrativas que los protestantes, lo de la Revolución Industrial fue una explosión tecnológica, nada más, que produjo una explosión de riqueza enorme. Tal como la que produjo el desarrollo de la electrónica en el Siglo XX, nada que ver con religiones.
Weber era un socialdemócrata de tomo y lomo, un idealista que armaba sus teorías sobre la burocracia del estado, el líder fuerte elegido democráticamente.
En "La Política Como Vocación", Popper pone a los gobiernos como un gran elector respaldado en el monopolio de la fuerza, que la ejercen legítima o ilegítimamente. También Weber se interesa en el comportamiento de la burocracia que se forma a partir del estado.
El problema con Weber
Es que no dice nada muy original y sus intuiciones que relacionan la religión predominante de un país con el desarrollo de su sistema económico, a mi al menos me parecen bien débiles.
La popularidad de Weber -creo yo- tiene dos explicaciones. Una es que fortalece el ego de la gente en los países sajones y protestantes, reforzando su autopercepción como más virtuosos y que los buenos tiempos económicos que han disfrutado son una especie de premio a esas virtudes.
La otra explicación de su popularidad es que como era un firme socialdemócrata, probablemente fue desempolvado justo cuando empezó el auge de la socialdemocracia y la hegemonía mundial de los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial: todo calzó.
Karl Popper y su Sociedad Abierta
En la entrada de ayer comentaba sobre lo de Popper en la filosofía de la ciencia. pero su trabajo más conocido fue el libro La Sociedad Abierta y sus Enemigos, que escribió en Nueva Zelanda en 1938 donde criticaba el comunismo y el nazismo.
Popper era judío alemán, austriaco, que vivió el horror del surgimiento y las persecuciones nazis. Gracias a su gran amistad con Hayek se expatrió a Nueva Zelanda y después a Inglaterra, donde murió convertido en un sir.
Popper no era un demócrata muy estricto que digamos, desconfiaba mucho de los gobiernos del pueblo y temía a las dictaduras de las mayorías, porue pensaba que llevaban inevitablemente a la demagogia y a sistemas totalitarios como el nazismo y el comunismo que tanto detestaba.
Para evitar esta desgeneración natural de la democracia Popper planteó que no importaba quien gobierne, sino que el sistema debería tener reglas que impidieran el abuso de los gobernantes, sin importar que fueran buenos o malos, honrados o ladrones, el sistema debía estar diseñado para frenarlos.
Esta no era una idea nueva ni mucho menos, el sistema de chek and balances existía -al menos teóricamente- desde la República Romana y en algunos gobiernos de Grecia. Popper hacía un paralelo histórico en esto, pese a que era furibundo enemigo del historicismo. Leo en el artículo de Joao Espada:
"De acuerdo con Popper, el conflicto del siglo XX que enfrentó a las democracias liberales de occidente contra los totalitarismos nazi y comunista era en esencia similar al conflicto que enfrentó a la democracia de Atenas contra la tiranía de Esparta"
En pocas palabras Popper definió una "Sociedad Abierta" a aquella que evitaba la tiranía y la demagogia con un sistema representativo y responsable, concebido como un instrumento para limitar el poder, donde las autoridades intermedias convenía elegirlas en elecciones uninominales.
El problema con Popper
Todo esto parece maravilloso en el papel, pero escabulle los problemas reales de la política -la lucha de intereses contrapuestos- atribuyendo propiedades poco menos que mágicas a la constitución. Ese es un error fundamental que han cometido casi todos los pensadores liberales.
Porque la constitución nunca ha restringido a nadie, excepto a los más débiles. Los que tienen el monopolio de la fuerza del estado pueden violar la constitución cuando se les antoje, tal como notó sagazmente nuestro genio don Diego Portales.
Ninguna sociedad abierta a la manera de Popper ha limitado jamás a los gobernantes, ni a los de la República Romana, ni a los monarcas ingleses, ni a ninguno de los actuales gobernantes, incluso de los sistemas más democráticos.
Las ideas de Popper son una fantasía, un cuento bien contado que critica brillantemente al nazismo, al comunismo y a las trorías historicistas. Hace muy buenas autopsias pero es incapaz de proponer remedios que funcionen en la vida real.
Su popularidad debe haberse disparado al vender la pescada de las virtudes de las constituciones, algo de lo que se jactan mucho en Estados Unidos y otros países de Europa
John Rawls y el Velo de la Ignorancia
Tuve que releer un par de veces el libro Teoría de Justicia Distributiva de Rawls para entender de qué diablos se trataba esa idea de el velo de la ignorancia, la verdad es que todavía no veo claramente cual es la gracia de ese rebuscado experimento.
El libro fue publicado en 1971 y hoy es considerado como una especie de biblia en ciertos círculos de la social democracia. La verdad es que los primeros capítulos parecen escritos por un libertario, lo que es notable si consideramos que en los setentas dominaban las ideas socialistas en todas sus formas.
Rawls hizo un refrito de las ideas de la Ilustración Francesa, desde el comienzo parte de la base de suponer como requisito indispensable la ficción del contrato social, un contrato que nadie ha firmado y que la mayoría de los seres humanos ni sospechan que existe.
Su gracia -como decía antes- fue que vistió estas ideas de la Ilustración con un ropaje liberal. Por ejemplo no cuestiona que existan ricos y pobres, ni mucho menos cuestiona las desigualdades, muchas de las que reconoce como naturales e inevitables.
Si mal no recuerdo en alguna parte de su libro comenta algo así como que la gente tiene diferentes umbrales de satisfacción, así es que para algunos podría parecer efectivamente injusto no vivir como los millonarios.
Lo de el velo de la ignorancia -como lo entiendo yo- se trata de lo siguiente. Cuando se diseña un sistema social los diferentes individuos tienen distintos intereses, muchas veces contrapuestos por lo que al momento de acordar una parte del contrato social lo que ganen unos lo perderán otros.
O sea cada uno buscará maximizar su bienestar personal por sobre los demás. Para evitar esto Rawls propone un extraño "velo de la ignorancia" donde los que negocian acuerdos ignoran cuales serán para él y para los demás, las consecuencias de esos acuerdos.
En esa situación Rawls supone que se establecerían acuerdos como un piso mínimo, de manera que no nos perjudique personalmente ni a los demás, una especie de bien común espontáneo.
Es -a mi modo de ver- una estupidez, una forma retorcida y lo peor es que me parece imposible de poner en práctica.
En el fondo y después de mucha retórica, lo que Rawls propone es algo similar al sistema de handicaps en las carreras de caballos, la famosa "acción afirmativa" que tanto daño ha hecho en cada parte donde se ha intentado.
Rawls trata de cuadrar el círculo de la desigualdad creando artificialmente por manos de la política otras desigualdades, que supuestamente favorecerían a los más desfavorecidos, eso es lo que llama "principio de la diferencia"
El problema con Rawls
El principal problema con Rawls es la palabrería y jerigonza con que presenta lo que supuestamente serían sus mejores ideas.
Es parecido a lo que pasó con Keynes; su propuesta es extraordinariamente atractiva para la retórica política, pero es tan confusa que cada cual la entiende a su manera. Por eso cometen las barbaridades más grandes en su nombre.
Así fue como el ex ministro de educación Eyzaguirre hablaba de "sacarle los patines" a los mejores alumnos, o Atria proponía cosas similarmente deschavetadas, seguramente jamás entendieron lo que quería decir Rawls con lo de justicia distributiva pero agarraron una frase por aquí y otra por allá.
Rawls es el menos original de los tres apóstoles del liberalismo, en Weber y Popper hay algunas ideas interesantes aunque sus teorías sean igual de idealistas e imprácticas. A Rawls en cambio yo lo encuentro cero aporte, ni siquiera fue capaz de escribir claramente sus ideas.