¡Que difícil es aprender!

La envidia es mala consejera, como el Tomás Jr. está de vacaciones y ya toca perfectamente el teclado se lo pasa todo el día sacando canciones, haciendo escalas del blues, rock y todo lo que se le ocurre. Mientras tanto yo me cocino en mi salsa lleno de resentimiento ¡maldita sea, si eso es lo que yo siempre quise aprender!.¿como es posible que una copia defectuosa de mi bella persona me gane en algo?.

Créanme que no es sencillo de aceptar, especialmente cuando pasa todo el día tocando sus malditas canciones sin esfuerzo aparente. Bueno, yo no me iba a quedar tranquilo viendo como mi superioridad en todos los campos comenzaba a agrietarse así es que decidí partir por ampliar mi repertorio consistente en tres canciones que aporreo con bastante dificultad: Vereda Tropical, El Reloj y As Time Goes By.

Disimuladamente comencé a espiarlo a ver como aprendía y descubrí el secreto, hay un programa increíble que se llama Guitar Pro donde salen las partituras, las teclas indicadas en pantalla, los acordes ¡todo! así es que le confisqué el programa y pasé toda esta tarde intentando sacar la versión para piano de "As Time Goes By" en mi viejo teclado Casio.

Y ahora me doy cuenta de lo difícil que resulta aprender después de tantos años de flojera intelectual, ahora comprendo mejor como la estarán pasando Mila y Rudy aprendiendo español ¡aprender no es fácil!.

Desde que salí de la universidad que no me enfrentaba a aprender algo nuevo y complicado. Hay cosas que se aprenden en un ratito: como construir los acordes mayores, menores, séptimas, pero a la hora de leer música todo se empieza a enredar, "lo más terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida". En fín, después de un rato de quebrarme la cabeza lo dejé para otro día. A ver si mañana me animo a seguir.

Ojo con el Perú, acá en Arica que estamos más cerca, se puede ver la rapidez de los cambios que se están produciendo en ese país. Después de una elección en donde estuvo a punto de ganar el ultra nacionalista Ollanta Humala, el Perú ha dado un vuelco tremendo conducido por un Alan García recargado.

Se olvidó el populismo y la popularidad de Humala ahora anda por el suelo, el crecimiento heredado de Toledo está siendo muy bien manejado y la economía peruana es hoy la más dinámica en América Latina. García tiene hoy una política de acercamiento con Chile y las relaciones estan en su punto más alto en muchas décadas, de manera muy habil percibe que una alianza Chile-Perú los fortalecerá y que con sus recursos naturales y humanos el Perú puede pasar a Chile en pocos años.

Existe un tremendo apetito por capacitarse en Perú en todos los niveles, tener una certificación en un país tan clasista como ese es muy valioso y las certificaciones chilenas son muy apetecidas. Ocurre un fenómeno curioso: hablando con empresarios peruanos me he dado cuenta que todavía no se creen el cuento, no se piensan capaces de hacer cosas grandes ellos mismos y por lo mismo tienen gran apetito de gerentes y asesores extranjeros.

Entre los empresarios del Perú hay un clima muy parecido al de Chile en los ochentas, tienen la sensación de que vendrá un despegue pero todavía no tienen la confianza en si mismos, tal como pasó en Chile durante los primeros años cuando los empresarios se arratonaban y no se atrevían a salir al mundo. Ojo con el Perú.

Y hoy empezó en Bolivia el Carnaval Minero de Oruro, una de las mayores fiestas populares de ese país.Yo tenía un compañero boliviano que me contaba como iban saliendo las comparsas de los socavones del Cerro Rico de Potosí, bajando hacia la ciudad, decía que era uno de los espectaculos más impresionantes que había visto en su vida.

Yo lo estuve viendo hoy por televisión y creo que como siempre los recuerdos idealizaron la realidad, Potosí se ve como un lugar seco, pedregoso y muy pobre. El Cerro Rico bien podría ser un símbolo de la historia de Bolivia, nunca existió un mineral tan fabuloso en la historia, se está explotando desde 1545 sin parar y todavía produce plata, sin embargo está en un lugar rodeado de miseria.

Es como un enorme queso con miles de agujeros donde los cooperativistas (mineros independientes) sobreviven miserablemente trabajando en condiciones inhumanas. Ser minero en Chile es sinónimo de profesional que gana mucha plata, incluso los trabajos menores en las minas como los servicios de aseo y cocina son muy bien pagados.

Si por algún milagro en Bolivia dejaran de pensar que la riqueza del país equivale a la riqueza del fisco e hicieran una ley minera que haga atractivo invertir en ese país, dejarían en pocos años de ser mendigos sentados sobre un cerro de oro ¿a quien le importa si se llevan el mineral y no pagan regalías si a cambio de eso producen industrias modernas que dan bienestar directo a miles de personas?.

La riqueza de un país es la riqueza de sus ciudadanos, no la del fisco, ojalá muchos analfabetos económicos -que hay en todos lados, incluso en Chile- lo entendieran alguna vez y se dejaran de soñar con altos impuestos que al final solo sirven para tener para siempre a la gente en la miseria, igual que el perro del hortelano.