Por una broma de mal gusto

Esta me la encontré en la web del Cuerpo de Bomberos de Iquique.

"Fotografía de Tomás Bradanovic Ilic, empresario Croata que vivió durante la guerra civil de 1891 en el puerto de Pisagua.

La fotografia esta fechada en Pisagua el 18 de junio de 1892, y fue tomada en los estudios de L. Oddo y Ca., serrano N°32, Iquique".

O sea que el viejo también apagaba incendios, que me dicen. Tuvo tanta plata que condenó a todos los descendientes que llevamos el apellido a ser pobres, se gastó la buena suerte de varias generaciones, mientras conservó la cabeza en su sitio en los peligrosos tiempos de la revolucion contra Balmaceda.

Es lo que mi prima Angélica y otros en la familia llaman el sino de los Bradanovic "hay muchas cosas en común entre los que cargamos el apellido... pensaban que mi papá era rico pues su abuelo le dejó una fortuna que le administro tu padre, mi padre era gozador de la vida y se la gasto toda, pero no importa era un gran hombre con el cuál podias conversar toda la noche y no se le agotaba el tema... Los Bradanovic eran casi todos artistas".

Sin duda que el abuelo era un artista del billete, yo soy un artista del copete; así es la vida del pobre, por familia materna también abuelos arruinados, me persigue la ruina por la flauta. Walfried, hijo de mi medio hermano Edmundo lo dijo clarito: "seguramente conociste a mi papá y sabras lo especial que el fue, de grandes ideales, de muchas aventuras, de gran corazon, pero de poca fortuna; el sino de los Bradanovich". Será pues, no hay que pelear contra los dioses.

Me acordé de un dato curioso de la historia de Chile, que hoy muy pocos saben. Creo que fue a principios de septiembre de 1973 que el General Prats renunció a ser ministro del interior de Allende, lo habían colocado en el puesto con la esperanza de atraer al Ejercito a la causa de la Unidad Popular y porque en verdad Prats simpatizaba con Allende y su gobierno. Pero llegó un momento en que se dió cuenta que estaba completamente solo y, a pesar que era Comandante en Jefe no tenía ningún poder ni influencia entre sus subordinados. Entonces renunció al ministerio y a la comandancia en jefe pasando a retiro, con lo que Allende nombró al General Pinochet como su sucesor.

El problema era a quien ponía en el ministerio del interior, la situación económica era espantosa y la política según todos los indicios solo tenía una salida violenta, al renunciar Prats las esperanzas de contar con el respaldo del Ejercito se desvanecieron y había que buscar rápidamente un gabinete que aplacara a la oposición por lo menos durante un tiempo. Entonces nombraron a don Carlos Briones, un socialista muy especial, íntimo amigo de Allende pero conciliador y opuesto a la vía violenta que hasta entonces llevaba el gobierno.

Y vino el golpe de estado, con la fuerte represión que todos conocemos pero a Briones solamente le pusieron arresto domiciliario durante un tiempo y después lo dejaron libre sin cargos, luego se fué a Colombia donde trabajó para la ONU varios años.

En 1979 volvió a Chile y tuvo la mala idea de declarar en una entrevista que, legalmente él era el presidente constitucional de Chile, puesto que era ministro del interior al momento de morir Allende. Esto, que era completamente cierto dentro de la constitución entonces vigente, hizo que se prendieran muchas luces rojas en palacio y lo pusieron de inmediato en la frontera, exiliado, por andar diciendo bromas de mal gusto.

Después don Carlos volvió a mediados de los 80 y entre otras cosas fundó la Concertación que alcanzó a ver en el poder porque murió -si mal no recuerdo- en el año 2000. Ojalá no esté viendo lo que pasa ahora porque ahí si que se revolcaría en la tumba. En fin, esa fue la historia del presidente constitucional de Chile que nunca gobernó y que lo exiliaron por chistoso. Una gran persona, respetado por todos y que le tocó estar en tiempos muy difíciles de la historia; uno más de tantos chlenos notables que pasaron por la historia sin que nadie lo notara.

Fue antecedido por un militar y sucedido por otro militar, mi primo Oscar Bonilla Bradanovic que fue el primer ministro del interior de la Junta de Gobierno Militar, quien también fue muy destacado y querido especialmente por la gente más humilde.