Metáforas y otras cosas

La foto, es del año 1971, una postal del Club de Yates de Arica donde aparece mi primo Alejandro Alvarez con su amigo Edmundo Bustos, velereando. Ah Arica de los setentas, físicamente ha cambiado muy poco, Alejandro vive en Brasil desde hace muchos años pero si viniera vería que está todo idéntico, es la ciudad del tiempo congelado, claro que ya no hay ni una sola industria, nadie trabaja y todos se dedican a pasear por 21 de Mayo, nunca me he explicado como lo hacen y seguramente muchos que me conocen tampoco se explican como lo hago yo. Esa es la magia de Arica donde todos vivimos haciendo malabares.

Ya estamos en plena campaña presidencial y como pasa siempre en estas ocasiones, todos se enredan en el juego de acusaciones, discusiones bizantinas y ridículas ¿cuantos angeles caben en la cabeza de un alfiler? Mientras los turcos sitiaban Bizancio, en lugar de defenderla los tontos ociosos se dedicaban a discutir si los ángeles tenían o no tenían sexo, claro que tenían.

Que mala calidad de nuestros políticos por la flauta, con razón han dicho que si sale Piñera será el quinto gobierno de la concertación, es exactamente lo mismo. Con las elecciones transformadas en un concurso de simpatía, ni siquiera para eso sirven. Eduardo Frei cada día se parece más a Richard Nixon: feo, torpe y marullero con los cachetes caídos y su cara de amurrado, no se me ocurre un candidato más antipático. Piñera con su sonrisa estampada y Enriquez Omanmi, el flaite del red set, me recuerda al hijo de Oscar Landarreche nunca segundas partes fueron buenas, a veces las primeras tampoco. Estamos fritos.

Bah, que cosa más desagradable, mejor cambiemos de tema. Seguimos traduciendo con mi tocayo el libro del Tao ¡que entretenido es traducir! claro que avanzamos a paso de tortuga. La ventaja es que se trata de un texto muy claro, al menos su versión en inglés, no usa palabras rebuscadas ni figuras oscuras, pero igual hay tres tipos de problemas.

Uno es la corrección ortográfica y gramatical, que no es nada de otro mundo. Un poco más complicado es lo del estilo, el texto en inglés tiene su ritmo, poesía y estilo. Finalmente está el problema de transmitir el significado sin perder el estilo porque el libro usa un montón de metáforas. Que entretenidas son las metáforas, allí se cumple eso de la imagen que vale por mil palabras. Leo en el libro de Klaus Moll:

Describir a una persona como un "fósil" es bastante más fuerte que considerarla simplemente "rígida", "tirano" es más fuerte que "tiránico". La asociación de una empresa con un "tigre", si realmente resulta, es más plastica que atribuirle el conjunto de atributos de este animal.

El arte de las metáforas es increíble y el libro del Tao está lleno de comparaciones y afirmaciones contradictorias, me explica Thomas que eso es característico en la filosofía Tao: las dos caras que se complementan, en oposición a nuestra visión del bien y el mal como enemigos. Lo más extraño es que en las religiones andinas aparece la misma idea: el diablo no es malo, es simplemente la otra cara de dios. En el pensamiento occidental es el bien contra el mal mientras que para ellos es un juego de opuestos que se complementan.

Eso se puede ver bien en los bailes religiosos donde los diablos le bailan a la virgen, en las antiguas religiones del altiplano, fundidas con el catolicismo, aparece siempre la misma idea. Para los católicos lo bueno es espiritual y lo malo es material porque la materia se corrompe. Nada de eso para los andinos donde el diablo es llamado cariñosamente "el tío" y vive en los socavones de los cerros guardando la riqueza de los minerales. El ekeco que yo tengo en mi escritorio es la representación del diablo y si queremos tener prosperidad hay que encenderle cigarros y rodearlo de miniaturas con las cosas que ambicionamos: pequeñas casas, autos, billetes.

Curiosamente fue un alemán, Goethe, uno de los pocos occidentales que he leído que pinta al diablo como un tipo simpático y razonable. En el gabinete de Fausto, Mefistófeles da una pequeña charla a los estudiantes que es todo un bocadillo, les dice así:

MEFISTÓFELES.- Con tal de que brilles exteriormente, todo irá de maravilla; el joven que no tenga sus dosis de vanidad, vale más que se ahorque. Es así, es mi opinión, que debe uno presentarse a la gente; con atuendo lujoso, si quiere arrastrar todos los corazones; si río, todos reirán conmigo. Sigue mi ejemplo y pronto podrás convencerte de que es buena forma de comprobar la fortuna; porque las mujeres casi siempre perdonan que no se les respete, con tal que se usen algunas fórmulas. Fuera varitas encantadas y mandrágoras, ya que siempre ha sido el buen humor la mejor de las magias; y si estamos de acuerdo, no sé quién pueda tomarlo a mal.

¡Que gran libro es Fausto! alucinante y divertido, quien dijera que lo escribió un alemán. En las religiones andinas lo que se podría asociar al Dios de los cristianos es mujer -la pacha mama- mientras que el diablo, el tío, es hombre, se oponen y se complementan en una especie de baile donde primero domina uno y luego el otro. Es la misma idea del Ying y el Yang, o como decía una antigua propaganda de los juguetes: el capitán Grimm y el capitán Pegler; son buenos y malos a la vez.

Cuando las nubes negras volvieron a aparecer en el horizonte -no me han pagado y nadie sabe cuando va a cantar Gardel- aparece la posibilidad de un nuevo proyecto. Dios aprieta, pero no ahorca, estoy cruzando los dedos.