El cronista de Tacna

Ayer me encontré con mi amigo Fredy Gambetta, el Cronista de Tacna. Vino a Arica invitado a una charla, junto con otro jeven escritor tacneño y tuvo la buena idea de avisarme. Habíamos estado por juntarnos muchas veces antes pero por uno u otro motivo cuando yo iba a Tacna no había caso de juntarnos, esta vez nos fuimos a tomar un café al paseo 21 de Mayo y a conversar después de tanto tiempo sin vernos.

Es uno de los grandes escritores regionales del Sur del Perú, el más famoso de Tacna y una persona excelente, el tiempo se pasa muy rápido con él porque está lleno de historias y anécdotas, en fin, conversamos de lo divino y humano, nos reímos mucho y después salimos a dar una vuelta por los alrededores del centro. Me regaló su último libro "Tacna es una emoción" generosamente dedicado.

Una verdadera enciclopedia de temas rtegionales, ha vivido intensamente la historia de Tacna y su libro de crónicas está estructurado alrededor de tres discursos en momentos importantes de su vida: cuando llegaron los restos del gran poeta tacneño Federico Barreto (ódiame por piedad yo te lo pido/ódiame sin medida ni clemencia); cuando toma el poder el general Morales Bermudes desde Tacna y cuando llega a Tacna para su sepultura Jorge Basadre, uno de los historiadores más importantes del Perú.

En fin, tendré un buen tiempo para entretenerme leyendo crónicas de Tacna y Arica de aquellos años y quedamos que cuando yo vaya a Tacna con tiempo y sin otros compromisos seguro que lo paso a ver para que sigamos conversando, fue un gustazo.

Y hoy en la mañana nos fuimos a ver una charla de Bernardo Rojas, quien fue profesor de diseño del Tomás Jr.en la Universidad de Playa Ancha. Estuvo espectacular, tres horas de historia del diseño, tipografía y cosas prácticas sobre formas, espacios y colores. Aprendí mucho, la universidad debería traer a esos profesores mucho más seguido.

Una de las cosas que se me dejó pensando en esa charla fue la relación del diseño con el poder y la ideología. Un alumno se quejaba que cada vez que cambiaba el gobierno cambian los logos y la imagen institucional del gobierno. Es lógico porque la estética también es una herramienta ideológica. Por eso los colegios tienen distintos uniformes, o al menos distintas insignias, se trata de identificarse, alinear a su gente y más que nada distinguirse entre nosotros y ellos.

 Los logotipos y la estética no son neutros ideológicamente, son una herramienta y la gráfica de la Brigada Ramona Parra, creada en los setentas y tal vez influida por los hippies, sigue identificando hasta hoy al Partido Comunista en Chile. Mientras más totalitario es un movimiento, más fuerte su intento de imponer una estética. Creo que una imagen país independiente del gobierno de turno no es una buena idea, me alegra que cada gobierno cambie la imagen institucional porque es una señal de libertad, no como el Reich que iba a durar mil años. Por algo los alemanes hasta el día de hoy tienen imaagenes institucionales más o menos monolíticas, algo les queda por ahí.