Me escribe un gran amigo de los años mozos que vive en Canadá, indignado por lo que él considera una falsificación grosera de lo que fue la vida en las salitreras.
Resulta que él nació y creció en
Humberstone, el último campamento salitrero, que cerró a comienzos de los años sesenta y quedó convertido en un pueblo fantasma, estuvo abandonado por muchos años en medio de la nada, en pleno desierto. Hoy es un lindo museo de sitio.
Me contaba Milton que el nivel de vida en esos lugares fue muy alto, análogo al de la actual minería del cobre. Tanto así que hubo un sistema de ahorro que permitía a los trabajadores comprar casas en Santiago, y me cuenta que su padre adquirió asi una casa en el paradero 23 de Gran Avenida.
El mito de las malas condiciones y la leyenda negra de la explotación, han sido perpetuados por interés político. Humberstone hasta tenía una pista de aterrizaje por si había necesidad de evacuar a un trabajador accidentado, allí aterrizaba también la avioneta con los pagos cada mes.
Me asegura que el Sindicato de Obreros de Humberstone fue el culpable de que la empresa quebrara, después de una larguísima huelga, que duró casi medio año, y terminó ahorcando a la compañía.
Igual como hicieron hace pocos años en San Antonio los sindicalistas de la compañía Mersk, fabricates de containers, hasta que la empresa no pudo seguir porque era imposible cumplir con las demandas del sindicato.
También me recomendó ponerme en contacto con su amiga de niñez, doña María Aída Moscoso Dávalos, que creció en Humberstone y con una memoria privilegiada, es quien maneja más información de primera mano de esa época.
Ya va quedando menos gente de esos años y resulta importante que se preserven las historias tal cual fueron, libres de los inventos posteriores de tanto "académico" con intereses en obtener beneficios como Salazar y pajarracos por el estilo. La foto de esta entrada muestra la portada de su libro de memorias, lo buscaré y les cuento.
Algo he conversado con gente que alcanzó a trabajar en las salitreras y con otros que nacieron y pasaron su niñez en ellas, tal como mi amigo, y siempre he escuchado lo mismo: lo recuerdan como una época de gran prosperidad y alegría.
La leyenda negra, las historias de horror sobre abusos y maltratos a los obreros, las huelgas supuestmente "heróicas" y todo lo demás ha sido una sarta de mentiras, invenciones creadas a posteriori por intereses políticos y ambiciones personales para hacer carrera política.
También tengo cierto interés personal en el asunto, ya que mi abuelo tuvo participación en salitreras, ferrocarriles y fue dueño de la pulpería de Junin, como muestran las fichas de "bradanovichones". He leído bastante sobre la época y no solo los panfletos de propaganda sino documentos de la época como escrituras, almanaques y libros escritos en esos mismos años.
A propósito de esto quería citar algunas cosas de Tarapacá y Antofagasta ante las consecuencias del pasado,un librito interesantísimo escrito en 1932 -en plena crisis- por don Julio Gaete Leighton.
El texto tiene la retórica florida y repleta de exageraciones tan típica de principios del Siglo XX, pero igual permite conocer detalles interesantes de la época, veamos:
Los mineros no ahorraban, excepto unos pocos
Una vez, el administrador de una oficina, un inglés "achilenado" y cuyo nombre nos reservamos, nos dijo estas palabras que recomendamos a quien corresponda; "Si la gente, en una oficina, llevara una vida moderada y ordenada, dejando la costumbre de beber, y haciendo un pequeño esfuerzo por surgir, sería muy feliz; pero el diablo es que la "gallada" no deja la chupeta, ni el juego ni las mujeres, y allá vá a parar toda la economía que logran hacer"
Sin embargo debemos reconocer también, que en muchas oficinas hubo obreros y trabajadores que supieron aprovechar su tiempo v su trabajo.
Dueños y gerentes paternalistas
¡Ah! Es que en esos años no se conocían las leyes sociales ni había tantos jueces y Tribunales del Trabajo.
Dejemos "Alianza" y pasemos a la oficina "Cala-Cala" dei cantón norte. Para narrar las acciones buenas que realizaron aquellos industriales peruanos en bien de los obreros, habría que ocupar varias páginas.
Baste decir que los nombres de los señores Pablo Mimbela e Ignacio Canelo, hasta hace pocos años, eran recordados con reconocimiento en el pueblo de Pozo Almonte.
Haciendo honor a la más estricta verdad, diremos que en "Agua Santa " el obrero siempre vivió feliz. En esta oficina nunca se conoció un jefe.
En ella se conoció algo más grande. Se conoció un padre antes que jefe. Y ese padre magnánimo y bondadoso fué el Decano de la industria salitrera en la provincia, Mr. James F. Humberstone. llegado a Iquique el año 1875.
¡Aparece nombrado Mr. Richardson, el socio de mi abuelo Tomo!
Su obra ha sido por demás laboriosa, altruista y humanitaria, como igualmente lo fué la de . aquellos otros dos benefactores de la provincia y que ya duermen el dulce sueño en nuestro suelo: Don Alfredo Syres Jones y Don David Richardson.
Y este Mayne-Nicholls debe ser abuelo del dirigente deportivo que hoy conocemos
Es que aquella mañana llegaba de Europa el gerente del ferrocarril y todo su personal desde el más chico hasta el más alto jefe, había querido ir a recibirle al mismo muelle, a demostrar en forma espontánea la alegría "que causaba su llegada. Y aquel humanitario y filántropo gerente, que no era otro que el recordado Mr. J. Mayne Nicholls, al poner pie en tierra fué recibido en brazos por todos sus empleados, obreros y trabajadores
La primera crisis fue con la Primera Guerra
Así en esa forma era como se desarrollaba la vida regional en todos sus aspectos. Todo el mundo trabajaba bien y tranquilo, se ganaba bastante y todos nos dábamos en el gusto, sin soñar ni menos prever en lo que años más tarde iba a ocurrir
Como consecuencia de la Gran Guerra, se hizo necesario paralizar todas las oficinas salitreras, produciéndose con esta medida, la primera crisis en las provincas del norte.
Y fué entonces cuando pudimos ver también por primera vez, a nuestros obreros y trabajadores, pasear sus miserias de un extremo al otro del país.
Desgraciadamente v debido al espíritu derrochador de nuestros empleados, obreros y trabajadores, nadie supo aprovechar aquella gran lección, y todo el mundo siguió como antes confiado ciegamente en el presente, sin pensar que, con el tiempo, podrían llegar nuevas crisis.
Vuelvo a contar yo la historia
Luego de un par de años con las faenas paralizadas la actividad se recuperó y durante un corto período volvió la prosperidad de antes.
Pero un movimiento corrosivo de anarquistas y comunistas -importado desde Europa- empezó a infiltrar a las organizaciones obreras, creando sindicatos que eran focos de violencia y huelgas.
Al empezar los años 20 llega Arturo Alessandri al poder "El león de Tarapacá", que, obligado por los militares, instalo uno de los primeros estados de bienestar del mundo,solo un par de años después que Hindemburg los inventara en Alemania.
Los estados de bienestar con sus leyes sociales eran -supuestamente- la solución social demócrata que iba a neutralizar a comunistas y anarquistas, pero ocurrió todo lo contrario, los comunistas usaron las leyes sociales para potenciarse, creando y explotando resentimientos sociales.
Recordemos que en esa misma época se estaba fundando la Unión Soviética y el comunismo tenía ambiciones mundiales. La social democracia le vino como anillo al dedo a los violentos y dictadores, en Rusia llevó al poder a los Bolcheviques, mientras que en Alemania e Italia encumbró el Fascismo.
Las leyes sociales, atolondradas y mal copiadas de las alemanas, fueron la base del sindicalismo, el resentimiento social y el odio de clases.
Una bendición para las células anarquistas y comunistas se supuestamente iban a combatir. Ayudaron a envenenar a Chile durante los cincuenta años de lo que yo llamé La República Socialista de Chile, entre 1920 y 1973, un período en que el país se hundió en revueltas, violencia y mediocridad económica.
Para muestra un botón: Gaete cuenta en su libro que, a partir de esas leyes, se puso de moda entre los obreros del salitre amputarse, especialmente dedos para cobrar las indenmizaciones.
Desde entonces -con la entusiasta ayuda de comunistas y anarquistas- empresarios y trabajadores empezaron a operar como enemigos, lo que resultó en que cualquier empresa en Chile estaba condenada al fracaso desde el comienzo.
Es lo que pasa hoy
Todo es ciclo, todo se repite. Los cincuenta años de la Republica Socialista terminaron con la restauración violenta de los militares y buena parte de los chilenos. en 1973.
El gneral Pinochet entregó la presidencia pensando que había dejado todo "atado y bien atado", pero volvieron las mismas fuerzas corrosivas de antes.
Los mismos políticos corruptos y -después de algunos años de decadencia social demócrata- volvimos a caer en la anarquía, con payasos de autoridades y un nuevo "festín de los audaces". Todo es ciclo.
Y los resentidos que están festinando y forrándose ahora mismo con plata de los impuestos, piensan felices que volvimos al pasado, que volvió el chicho Allende y se abrieron las grandes alamedas.
Pero se acuerdan solo de una pequeña parte, porque junto con Allende y su gentuza empezó a crecer un malestar profundo y muy, muy fuerte entre la gente decente y razonable. Bueno, ya sabemos como terminó eso. Todo es ciclo.
P.D, Algo más sobre David. Richardson
Richardson fue amigo y socio de mi abuelo Tomo, trabajaron juntos en Gibbs and Sons y se casaron con dos hermanas argentinas de apellido Diaz Barrionuevo, una de ellas fue Clorinda, mi abuela.
Mientras Tomo vendió todos sus intereses salitreros y se mandó a cambiar para Valparaíso, Richardson se quedó en Iquique hasta su muerte, llegando a ser muy prominente. Entre otras cosas instaló la primera compañía de tranvías de la ciudad.
Mi papá me contaba que Tomo y Richardson fueron fundadores de la masonería por esos lados. Curioso, me puse a buscar en los anales de la masonería y me encuentro con esta historia de la logia Pioneer, en la que ambos militaban:
"Formaban parte de la logia supervisoores o cajeros, cinco de 1os cuales en oficinas salitreras, a 1os que se suman un superintendente de muelle, el jefe de tráfico del Ferrocarril Salitrero de Tarapacá, el Secretario de la Cia. Agua Santa y cuatro otros empleados.
Hay cinco ingenieros de distinta categoria y especialidad, dos de 1os cuales fueron gerentes generales del Ferrocarril Salitrero. Otros ejecutivos incluyen el gerente de Banco Anglo Sudamericano y un apoderado de la Casa Locketts.
A 1os empresarios ya citados deben agregarse dos o tres agentes y exportadores, cinco dueños o socios de establecimientos comercialesde Iquique y David Richardson, uno de 1os potentados locales, que merece una menci6n especial.
Iniciado en “Pioneer” en 1880. Richardson fue venerable maestro en cinco oportunidades, y era el hermano más antiguo en 1926. Jefe de una firma de importaciones, exportaciones y agencias, que llevaba su nombre, controlaba la CompaIiia de Salitrey Ferrocarril de Junin y era dueiio de valiosas propiedades salitreras.
Fue superintendente del Cuerpo de Bomberos de Iquique, miembro de la Junta de Beneficencia y administrador del hospital local, a cuales cargos sumaba el viceconsulado de Dinamarca en Iquique y el de Gran Bretaña en Junin. “ (Charter and By-Laws of Huelin Lodge, cit., pp. 3)
Según mi papá Tomo lo llevó a iniciarse en la masonería pero cuando supo de los ritos salió arrancando. A mi me pasó algo parecido hace años, cuando me entrevistaron por encargo de un amigo que quería meterme: después de la entrevista me rechazaron espantados.
En todo caso uno de mis parientes cercanos es o era gran maestro por acá y saca la cara por nosotros, las ovejas negras que si bien somos hombres libres, distamos mucho de tener buenas costumbres.
Otras dos ovejas descarriadas en las ruinas de Humberstone, hace unos 20 años atrás.