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05 diciembre 2012

Justicia social


En inglés le llaman fairness -algo así como "equidad"- y tiene que ver con el nivel de satisfacción o insatisfacción de alguien cuando un tercero le reparte los recursos disponibles. Tiempo atrás escribí una serie de tres entradas sobre este asunto que eran Justicia es una mala palabra, Teorías de justicia distributiva 2 y Teorías de justicia distributiva 3, eran mis comentarios sobre el excelente libro Theories of distributive justice del neomarxista John Roemer, donde hacía un recuento de las principales teorías de redistribución en los últimos 50 años.

Resulta que en el último módulo del curso Networks, friends, money and bytes, Mung Chiang trata de este mismo asunto con una claridad extraordinaria que aprovecharé de comentar, dejando de lado su enredado desarrollo matemático, que apenas alcanzo a seguir. Se refiere a la distribución de los anchos de banda y otras características de las señales, pero son exactamente los mismos principios y teorías que se aplican en sociología, economía y política.

Veamos primero el problema de la redistribución. Se supone que hay una serie de n actores y hay un tercero que tiene el poder de distribuír una cierta cantidad de recursos entre ellos. Esto es importante, porque en este modelo los recursos no se distribuyen por negociación o competencia, sino que existe alguien con poder dictatorial de decidir cuanto recibirá cada cual. El problema es decidir una distribución justa.

La noción de justicia o equidad puede parecer simple, todos tenemos una idea intuitiva de lo que es justo y de lo que no lo es, pero no hay nada más complicado porque depende de la satisfacción o insatisfacción de las personas. Muchas veces -en verdad casi siempre- esta visión de equidad está teñida por nuestra propia conveniencia. Pocos encontrarán que algo que no les conviene puede ser equitativo.

Sin pensar mucho, la mayoría de la gente equipara "equitativo" con "repartir a todos por igual" . Sin embargo este criterio tiene muchos problemas porque al aplicarlo en la práctica muchas veces termina en la repartición de la miseria. Veamos un ejemplo muy sencillo pero esclarecedor: supongan que tengo dos distribuciones d1 y d2 en que reparto cierta suma de dinero entre dos personas, digamos Alice y Bob. Estas distribuciones, expresadas en dólares son:

d1=(1,1), d2=(1000, 1001)

O sea que en la primera distribución Alice y Bob reciben 1 dólar cada uno, en la segunda Alice recibe 1000 dólares y Bob recibe 1001. Si aplicamos la igualdad como criterio estricto de equidad, la primera distribución es superior a la segunda. Pero si le preguntamos a Alice que es la que recibe menos en el segundo caso, sin duda que preferirá recibir 1000 dólares antes que recibir 1. Incluso distribuciones tan desiguales como d3=(100, 1200) o incluso d4=(2, 5000) todavía le convendrían más que d1. La igualdad no es entonces un buen criterio de equidad porque también importa el tamaño, entre otras cosas.

Este ejemplo simple muestra con números el argumento liberal que dice que es mucho más importante hacer crecer la torta que repartirla en partes más o menos iguales y que la desigualdad no es mayor problema en tanto el total a repartir se mantenga creciendo. La respuesta colectivista es que la repartición igualitaria genera más crecimiento que otra que provoque desigualdades, cosa que nunca se ha visto en la vida real.

Al menos en economía la repartición nunca se ha podido hacer completamente igualitaria y a medida que se acerca al igualitarismo el crecimiento se va encogiendo por los incentivos anti crecimiento que crean las reparticiones igualitarias. Kutznets graficó esta idea en su curva donde dice que para crecer es necesario un alto nivel de desigualdad. Cuando se crece la desigualdad disminuye por las presiones redistributivas, esto detiene el crecimiento y todo vuelve a comenzar de nuevo. Muchas cosas en economía siguen un ciclo.

¿Se puede definir la equidad en términos matemáticos? Hay índices, como el coeficiente de Gini, que miden el nivel de desigualdad, pero como ya vimos esto no tiene mucho que ver con la equidad y menos con la satisfacción de las personas (sin embargo la opinión ignorante y la prensa presenta el Gini como "índice de equidad"). Parece que no hay buenos modelos matemáticos de equidad en economía o ciencias sociales, pero en problemas más sencillos, como por ejemplo asignar equitativamente el espectro de transmisiones de radio o wifi, existen varios modelos.

En estos casos se trata de convertir un vector en un escalar. El vector es una lista con las cantidades como se distribuyen los recursos, tal como vimos para Alice y Bob, por ejemplo repartiendo 100 megabits por segundo entre 4 personas tendríamos diferentes distribuciones d1=(25, 25, 25, 25), d2=(40, 10, 25, 25) etc. y a cada uno de estos vectores le asignan un índice de equidad.

En el ejemplo anterior vemos algo interesante y es que en principio una distribución igualitaria parece siempre la más equitativa, por ejemplo d1 intuitivamente es más equitativa que d2. Pero hay dos criterios que derrumban esta idea. El primero es que distintas personas asignan diferentes pesos a cada alternativa de acuerdo a sus preferencias, bueno, eso es muy largo para discutirlo ahora. El otro es que una distribución igualitaria puede no cumpir con los requisitos de eficiencia, como vimos en el primer ejemplo.

Existen varias métricas para crear estos índices que transforman un vector en un número escalar. Uno de ellos es el índice de Jain, que toma como referencia el protocolo TCP/IP y compara cualquier nuevo protocolo con éste. La idea es satisfacer el óptimo de Pareto donde el protocolo nuevo debe introducir mejoras sin perjudicar a los existentes. En general los índices matemáticos de "equidad" como el alfa-fairness por ejemplo, se calculan en base a criterios de optimización.

La igualdad como criterio de equidad no se usa en ninguna distribución moderna, ni siquiera en los teóricos socialistas modernos, que aceptan la desigualdad sin ningún problema entendiendo la redistribución como un problema de optimización más que de repartición igualitaria. Las adiciones igualitaristas de Rawls, Sen y otros, todas tienen problemas teóricos y prácticos que parecen insalvables.

Una cosa que casi nadie discute es que para que exista redistribución tiene que haber un dictador, que arbitrariamente decida los criterios de equidad que va a usar y la forma de calcular como repartirá la torta, independiente de las voluntades individuales. Este repartidor puede ser elegido, designado, impuesto o como sea, aunque su poder es siempre dictatorial.

Existen otros métodos que permiten lograr lo mismo, el más común y antiguo de todos es la negociación en el libre mercado, que permite alcanzar óptimos sociales de manera más sencilla que cualquier cálculo o planificación. ¿Por que existe entonces la creencia que es indispensable redistribuir? Creo que esa idea se basa principalmente en la esperanza de cada grupo de aprovechar la represión del estado en su propio beneficio.

Los igualitaristas modernos como John Rawls, Amantia Sen (el de la foto) o John Roemer  ya dieron el primer paso al abandonar la idea de igualar los ingresos cambiándola por el óptimo de Pareto. Ese es un paso gigantesco que descarta casi cualquier implementación igualitarista que se haya intentado. Es también un salto conceptual enorme respecto de las ideas simplistas de Saint Simon y Marx "de cada cual según sus  habilidades, a cada cual según sus necesidades". Ahora falta un pequeñísimo salto adicional: admitir que la suma de negociaciones individuales en mercado libre es un método mucho más eficiente para alcanzar óptimos de Pareto que cualquier sofisticado cálculo matemático.

Por eso, a mi modo de ver estamos a un paso que el pensamiento igualitarista desaparezca, al menos en el medio intelectual. En el mundo común siempre habrán ignorantes y fanáticos guiados por consignas, fe, simpatías o resentimientos personales, pero esos a quien diablos le importan.

P.D. hoy debería salir en La Estrella mi columna con la crítica a los proyectos de "wifi gratis y de calidad" que han vuelto a aparecer. Mañana colocaré acá mismo algunos fundamentos técnicos para esa crítica.

8 comentarios:

  1. como en todas las cosas hay energia cinetica y energia potencial... con mucha desigualdad hartos tienen el incentivo pa trabajar mucho por la zanahoria..

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  2. Claro, una distribución desigual fruto de la libertad genera incentivos mientras que una distribución igualitaria forzada desincentiva ¿para que esforzarse si otro usando la fuerza me va a garnatizar los ingresos?

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  3. Mira, no sé si viene al caso, pero cuando, en los viajes de estudio, me tocaba repartir la comida, a los que medían 1,9 mts siempre les daba más comida que a las que medían 1,45; es un asunto de sentido común.

    Las minas alegaban porque exigían igualdad absoluta, pero yo no las inflaba; era dictador en mi rol de cucharonero. Gil grande, más jugo Kapo y más porotos. Mina chica, menos jugo Kapo y menos porotos.

    Atte: J&1/2

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  4. jaja eso se llama "a cada cual se le da según sus necesidades". El problema con ese sistema es que no resulta sencillo determinar "objetivamente" las necesidades de otros, por ejemplo tu sistema no toma en cuenta que alguien más chico puede tener el estómago más grande o un desarrollo en las glándulas que lo hace tener más apetito, etc.

    Entonces llegamos a que cada uno tiene necesidades distintas, no se pueden estandarizar ni menos determinar arbitrariamente. Lo justo sería que cada cual determine cuales son sus propias necesidades, porque las conoce mejor que nadie.

    Pero esto lleva a un segundo problema que es peor: las personas con más necesidades requieren más recursos, entonces se daría el caso que los que tienen vicios caros, o simplemente gustos caros (recuerda que las necesidades son fundamentalmente preferencias) deberían obtener la mayor parte de los recursos.

    Imagínate que fueras presidente del mundo e implementas la política que todos los altos deben ser subvencionados porque "necesitan" más comida. Eso no te haría muy popular y por lo tanto no serías muy equitativo (equitativo = maximizacion de la satisfacción social)

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  5. En realidad esto del "cucharon grande para el grandote y cuchara chica para el pequeño" no es un muy buen ejemplo. Los standares alimenticios estan estudiados por nutricionistas, la medida del cucharon tiene un tamaño normado. Distinto que tenga alguien deseos de comer mas o menos eso no es relevante ya que las dosis diarias recomendadas son dictadas por el mismo organismo que provee de alimentos a la empresa. Ahora, si tenis hambre podis pedir informalmente más XD o si no quieres mas lo dejas.
    Considero que el modelo que planteas desestima la sustentabilidad ambiental.(el capitalismo siempre lo hace.)realmente en este mundo finito enfrentamos un problema de sobre población enorme y esto del "crecimiento" ya nos esta acogotando mucho. Les sugiero leer sobre "economía sustentable". El ideal capitalista, la idea de crecimiento desestima muchos puntos medioambientales y siempre se carga la mano hacia unos pocos, mucho más allá de las necesidades reales que tenga cada quien.

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  6. jaj claro, pero el problema principal persiste: no hay una medida "objetiva" de las necesidades, recuerda que estamos hablando de "bienestar", "satisfaccion" y cosas de ese tipo que son completamente subjetivas. Si queremos dar bienestar a toda la gente a los drogadictos deberíamos regalarles droga, a los alcoholicos copete, etc. No se trata de que alguien externo diga que es mejor o peor porque así no lograrás la satisfacción de las necesidades.

    Por otra parte a los que son sanos y frugales no habría que darles nada, al revés habría que quitarles todo porque tienen menos necesidades para dárselo a los que tienen más necesidades. El concepto de economía del bienestar no es muy intuitivo de entender pero es más o menos ese: que la gente se sienta lo más satisfecha posible, esa es la medida del bienestar.

    La sobrepoblación ya no es problema porque la tasa de fertilidad en el mundo está bajando mucho. Se calcula que para el año 2110 la población se estabilizará en alrededor de 10 mil millones y la tierra puede alimentar sobradamente a esa cantidad de gente, hay varios estudios sobre eso, puedes ver este por ejemplo http://www.eumed.net/cursecon/2/evolucion.htm

    Muchos de los "problemas" de sustenmtabilidad son exagerados para asustar -y controlar- a la gente, las personas, todas, se van a morir de una manera u otra así es que cualquier problema de sustentabilidad se ajustará automáticamente como siempre ha ocurrido (con gruerras, peste negra o lo que sea). Ah que ando optimista hoy.

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  7. Naaaa; me importaba un huevo la justicia; es como a las secuoyas; hay que darles más agua que a las matas de manzanilla, y por último me vengaba de las minas chicas; en esos años pololeaba con una y me volvían loco las chicocas; puchas que me gustaban chicas las minas.

    En el fondo todo era originado por una especie de frustración sexual en viajes donde lo que menos tenía era satisfacción "de aquellas", y habían varias que estaban bien buenas.

    Terminamos hablando de cualquier lesera. Pero es como Gengis Khan, que parece que le charchetearon mucho cuando chico, el resto es hitoria. Para qué hablar de Hitler; pensaba el otro día en su papá; ¿se habrá imaginado alguna vez el tremendo daño que le hizo al mundo criando a golpes y maltratos a semejante pinganilla?

    J&1/2

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  8. Deveras que a Hitler le aforraban cuando chico (según él mismo), en todo caso creo que si lo hubiesen tratado con mimo ahi si que habría sido malo jajaja!

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