Un refrito

Me encargaron un artículo sobre educación y no encontré nada mejor que hacer un refrito de entradas anteriores con uno que otro adorno actual. Los regulares de este Club del Ocio no encontrarán nada nuevo pero me dio flojera escribir para la entrada de hoy, así es que lo publico a continuación.

A medida que pasan los años yo he visto nacer y morir muchas “profesiones del futuro”. Ingeniería en computación, ingeniería comercial, hoy se habla de la metalurgia y la ingeniería en minas que –estoy seguro- van a terminar obsoletas o sobrepobladas justo cuando los que hoy ingresan a la universidad salgan a trabajar. No existen las “profesiones del futuro” y la duración de los estudios en Chile es tan absurda que los conocimientos ya están obsoletos antes de titularse ¿hay algo más frustrante que estudiar duro muchos años para encontrarse que no sirvió de nada? Lo dudo, pero esta lleno de ingenieros comerciales vendiendo créditos cuando se esforzaron años para ser gerentes.

Todo cambia tan rápido que el modelo educativo tradicional fue pensado para trabajar en oficinas, pero las oficinas van despareciendo, para hacer tareas monótonas, que un computador puede hacer mejor en menos tiempo, la formación resulta inútil y frustrante: una fábrica de buenos para nada. La crisis y la sensación de haber sido engañados explica en buena parte el malestar que existe hoy en torno a la educación, que vende a precio de oro vistosos diplomas y un prestigio bastante dudoso. Antes nadie dudaba que un diploma de ciertas universidades garantizaba el bienestar económico de por vida, hoy esa idea está bajo sospecha, incluso en las universidades más caras. Hoy alumnos y apoderados piden más de lo mismo, sin darse cuenta que no les serviría para nada.

La educación no puede ser un factor de igualación económica porque nos educamos para diferenciarnos, nadie estudia para ser igual a los demás sino para tener una ventaja sobre los demás. La idea que masificando la educación tradicional se iba a terminar la pobreza es absurda, lo único que se consigue es tener cientos de miles de profesionales estandarizados y desempleados. Es cuestión de ver la cantidad de neurólogos o ingenieros nucleares que en Cuba viven como pordioseros, porque un diploma tiene cada vez menos valor en la medida que se van masificando. Solo lo escaso tiene valor.

También los conocimientos van perdiendo su valor a medida que crece Internet, tal como las calculadoras hicieron inútil la habilidad de los cálculos mentales con rapidez, nos acercamos a una situación donde es inútil tener muchos conocimientos. Hasta el siglo XX el lema "conocimiento es poder" era válido, uno se esforzaba por tener un conocimiento exclusivo, que nadie más tuviera y con eso tenía poder y dinero. Pero el conocimiento es cada día más fácil de acceder. Va a llegar el momento en que el conocimiento sea tan abundante y accesible como el agua entonces -igual que el agua- no va a valer nada. Pero todavía la educación tradicional se basa en la falsa premisa que conocimiento es poder, y consiste en llenar a los alumnos de conocimientos.

La crisis de la educación tradicional es mucho más profunda de lo que la gente imagina, no sería raro que el sistema colapse con la misma rapidez con que desaparecieron las máquinas de escribir o el telégrafo. Se han visto muchos cambios violentos, inimaginables y creo que vienen muchos más, especialmente en educación. La educación presencial deberá cambiar violentamente su foco, a pesar de los grandes intereses creados los cambios tecnológicos aplastan todo. Los dueños de caballos no sacaron nada con oponerse a las máquinas de vapor y creo que lo mismo va a pasar e la educación.

Si ya no tiene utilidad adquirir conocimientos porque se pueden tener de manear más rápida y fácilmente por Internet ¿que se podrá enseñar presencialmente? Supongo que el foco pasará a centrarse mucho más en habilidades que en conocimientos y eso necesariamente cambiará la forma de evaluar, me imagino que las evaluaciones serán cada vez más subjetivas y hechas ya no por las instituciones que educan, sino por otras independientes controladas por los empleadores. Es probable que surjan instituciones que se dediquen exclusivamente a evaluar y acreditar.

La entrega de conocimientos, mucho más corta y a la medida de necesidades específicas de cada persona, ya se está empezando a canalizar por Internet. Un niño hoy puede educarse sin ir un solo día a clases o usando la escuela solo para ejercitarse y dar los exámenes por medio de los cursos de la Kahn Academy https://es.khanacademy.org/. En los estados Uidos ya son muchas las escuelas primarias y secundarias que entraron al sistema de “flipped classroom”, consistente en estudiar en la casa e ir al colegio solo a hacer ejercicios y dar pruebas. En Chile ya hay familias que tienen a sus hijos estudiando exclusivamente online y acreditándose en exámenes libres.

También existen cursos de educación para el trabajo en plataformas como Udemy https://www.udemy.com, con cursos que enseñan toda clase de conocimientos técnicos que antes solo se podían obtener en una escuela vocacional o técnica. Se trata de cursos puntuales en temas como lenguajes de computación, cocina, pequeña empresa, toda clase de trabajos manuales, etc. Existen decenas de miles de cursos disponibles en muchos idiomas, entre ellos el español.

Las universidades comenzaron el año 2003 a entregar cursos online, el consorcio más grande es Coursera https://www.coursera.org/ con más de 100 universidades de gran prestigio, 700 cursos y millones de alumnos de todo el mundo, Coursera entrega de manera gratuita cursos que se completan entre 4 a 8 semanas, en módulos de video de 15 a 20 minutos, la variedad de cursos es enorme con los mejores profesores en su campo, algunos, como Networked Life de la Universidad de Princeton son los mismos que toman los alumnos en sus clases regulares, inclusive las pruebas, y se dictan en paralelo. La mayoría de estos cursos se dictan en inglés y unos pocos en otros idiomas. En español existen cursos de la Universidad Autónoma de Mexico, el Instituto Tecnológico de Monterrey y la Universidad Autónoma de Barcelona.

¿Cómo se aplica esto en Chile?

Podría pensarse que estando tan lejos de los grandes centros de conocimiento, en Chile no tenemos nada que hacer aparte de esperar que nos llegue el progreso. No es así, porque gracias a Internet ahora el mundo es plano, la desventaja de la distancia no existe y se necesita más que nunca conocimiento especializado, de nicho, que las grandes instituciones de los países desarrollados no pueden proporcionar.

España y América Latina tienen problemas comunes y constituyen un mercado inmenso, la producción de educación online en español es factible no solo para instituciones sino también para profesores de manera independiente. Se abren tremendas oportunidades no solo para entregar educación sino también para acreditar, que seguramente va a ser una actividad cada vez más importante en colegios y universidades.

El sistema de “flipped classroom” donde los niños estudian la materia en casa y van a la escuela solo a hacer las tareas y dar las pruebas, está ampliamente extendido en los Estados Unidos y es cuestión de tiempo para que llegue a Chile, la producción de clases online y el desarrollo de metodologías de trabajo abre un enorme campo para colegios, universidades y profesores independientes. Con tablets a menos de 50 dólares se terminó el problema del acceso a computadores o Internet, que era lo que bloqueaba al sistema.

Mientras se discute interminablemente sobre una reforma educativa con cuestiones tan irrelevantes como la propiedad de los colegios, los planes de estudio y los sueldos de los profesores, una revolución silenciosa está en marcha, y va a dejar esos temas tan obsoletos como aprender a usar la máquina de escribir, la taquigrafía o el código morse. A medida que la educación formal se masifica, se estandariza y con eso pierde su valor, las personas se van desplazando hacia sistemas más convenientes y demandados en el mercado de trabajo. Todavía es una tendencia incipiente, pero el despertar de los políticos va a ser brutal cuando las personas se desilusionen masivamente de la educación tradicional, como ya está ocurriendo.

Lo único que soporta al actual sistema de la educación tradicional es la función de guardería, para que los niños no se queden solos mientras los padres trabajan. La función de entregar conocimientos, cara, ineficiente al extremo en todos los niveles, ya está siendo reemplazada aunque pocos se dan cuenta de lo que está pasando. Y cuando llegue el momento en que la escuela o universidad se demuestre inútil como medio para educarse nos veremos obligados a replantear radicalmente sus funciones. Lástima que –como ya dije- muy pocos se dan cuenta de lo que está pasando y cuando el asunto explote va a encontrar a la mayoría desprevenidos. Parece inevitable que tendremos un par de generaciones muy frustradas durante la transición en que las escuelas se han convertido en onerosas fábricas de buenos para nada.