Estoy re-leyendo el entretenido libro Sapiens una breve historia de la humanidad, de Yuval Noah Harari, donde encuentro este interesante párrafo:
¿Cómo se hace para que la gente crea en un orden imaginado como el cristianismo, la democracia o el capitalismo? En primer lugar, no admitiendo nunca que el orden es imaginado. Siempre se insiste en que el orden que sostiene a la sociedad es una realidad objetiva creada por los grandes dioses o por las leyes de la naturaleza. Las personas son distintas, no porque lo dijera Hammurabi, sino porque lo decretaron Enlil y Marduk. Las personas son iguales, no porque lo dijera Thomas Jefferson, sino porque Dios los creó así. Los mercados libres son el mejor sistema económico, no porque lo dijera Adam Smith, sino porque estas son las inmutables leyes de la naturaleza.
El libro es un largo comentario sobre la evolución de la especie humana desde los monos a los tiempos actuales, debe ser una delicia para los que estudian o son sociolocos porque desarrolla mucho la idea que todos son constructos sociales -como dicen esos pisiuticos- inventados para poder convivir en sociedad. Claro que algo de eso hay y muchos ejemplos están hábilmente presentados, como las sociedades anónimas y las marcas, que "no existen" sino en la imaginación de la gente. Pero como yo lo veo, la cosa no es tan así.
Los constructos sociales -que sin duda existen- no son elaborados por la imaginación humana como una ingeniosa forma de socializar mejor, más bien son -creo yo- expresiones de instintos muy básicos y atávicos que se encuentran en todos los seres vivos, lo que pasa es que los humanos somos charlatanes así es que los adornamos con palabras y razonamiento.
El orden imaginado está incrustado en el mundo material. Aunque el orden imaginado solo existe en nuestra mente, puede entretejerse en la realidad material que nos rodea, e incluso grabarse en piedra. En la actualidad, la mayoría de los habitantes de Occidente creen en el individualismo. Piensan que cada humano es un individuo, cuyo valor no depende de lo que otras personas crean de él o de ella. Cada uno de nosotros tiene en su interior un brillante rayo de luz que confiere valor y significado a nuestra vida. En las escuelas modernas de Occidente, los maestros de escuela y los padres les dicen a los niños que si sus compañeros de clase se burlan de ellos, deben ignorarlos. Solo ellos, y no otros, conocen su verdadero valor.
En la arquitectura moderna, este mito salta de la imaginación para tomar forma en piedra y hormigón. La casa moderna ideal está dividida en muchas habitaciones pequeñas de modo que cada niño pueda tener un espacio privado, oculto a la vista, que proporcione la máxima autonomía. Esta habitación privada posee casi de manera invariable una puerta, y en muchos hogares es práctica aceptada que el niño cierre la puerta, hasta con llave. Incluso los padres tienen prohibido entrar sin llamar y pedir permiso para ello. La habitación está decorada como al niño le gusta, con carteles de estrellas de rock en la pared y calcetines sucios por el suelo. Quien crezca en un espacio así no puede hacer otra cosa que imaginarse que es «un individuo», cuyo verdadero valor emana de dentro y no de fuera.
Los nobles medievales no creían en el individualismo. El valor de alguien estaba determinado por su lugar en la jerarquía social y por lo que otras personas decían de ellos. Que se rieran de uno era un grave ultraje. Los nobles enseñaban a sus hijos a proteger su buen nombre a cualquier precio.
Lo que describe Harari no es real, si bien existe una tendencia contemporánea hacia el individualismo, este ha existido en todas las épocas y es una tendencia tan natural como intuitiva de muchas personas, quien más individualista que el cínico Diogenes, el estoico Zenon de Citio, o Nietsche por ejemplo. Que ciertas costumbres se pongan de moda solo significa eso, moda, y existen en gran parte porque ahora todos somos más ricos, materialmente, que nunca antes.
Otra cosa de la que habla Harari es de la posición social como parte de un orden imaginario, inventado arbitrariamente por los hombres. Pero no es así, la posición social alcanzada por el prestigio, la riqueza, la fuerza bruta o lo que sea, es algo que se observa en todos los animales, no hay nada más espontáneo ni menos premeditado que el orden y las jerarquías sociales.
Los medios para posicionarse en una sociedad cambian, según las condiciones y las modas. En Esparta la fidelidad era un valor supremo, en Grecia era ser hermoso y justo, en la Edad Media ser obediente y temeroso de Dios, en muchas sociedades -como en la época de los Borgia- ser audaz y atrevido ayuda a colocarse socialmente, como escribió Maquiavelo "Es mejor ser impetuoso que circunspecto, porque la fortuna es mujer y,
si se quiere dominarla, hay que maltratarla y tenerla a freno. La
experiencia enseña que se deja vencer por quienes proceden fríamente;
pero, como mujer que es, gusta de los jóvenes, que tienen menos
miramientos, son más brutales y la someten con más audacia".
En nuestra época se valora exageradamente la "inteligencia", aunque es un concepto que no está para nada bien definido, todos tratamos de ser o parecer más inteligentes que los demás, porque la inteligencia es bien pagada en nuestros días. Por eso un viejo feo como Einstein, o alguien agarrotado en silla de ruedas como Hawkings son las superestrellas de nuestro tiempo. La inteligencia es hoy un buen camino para tomar una posición social privilegiada.
Creo que la aceptación o rechazo social es un asunto adaptativo, hasta el más individualista tiene que ver como se adapta para vivir en sociedad y lo digo con conocimiento porque si hay algo que aborrezco son las convenciones sociales, sin embargo todos los días hago cosas -muchas de ellas desagradables- para adaptarme y ser aceptado socialmente, no me queda otra.
No le creo nada a los misántropos, esos que dicen que les tiene sin cuidado la opinión de los demás, puede que existan algunos que en realidad piensen así, pero yo no he conocido a ninguno en mi vida: todos desean -deseamos- la aceptación, tener una buena posición social es un anhelo de todas las personas que he conocido, me incluyo.
No es malo hacer un poco de introspección en estas cosas y ver como cada uno se las ha arreglado para llegar a la posición social que ocupa. Yo por ejemplo siempre he sido muy flojo y no me compré nunca el cuento que hay que trabajar duro y sacrificarse para recibir recompensas en el futuro, a mi nunca me convenció la fábula de la cigarra y la hormiga ¿para qué le sirvió a la maldita hormiga llegar a vieja, si se mató trabajando toda su vida? Bueno, una de las formas de ocupar una posición social deseada es acumulando, normalmente con gran sacrificio, una gran prosperidad material
Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Claro que para eso hay que trabajar muy duro o tener una suerte extraordinaria, yo que detesto trabajar y tengo una suerte perra, no puedo soñar con una posición social en base al dinero. Pero igual uno se las arregla. Siempre he tratado de ser buen amigo, servicial, buscando destacar las cosas que hago bien y cacarear fuerte cada uno de mis "logros", aunque sin mucha estridencia y con pretendida humildad, que en buena parte es pura apariencia. Además, como todo el mundo sabe yo soy El Marido Perfecto y un ciudadano ejemplar, aparte de algunas pocas jugarretas que me las he arreglado para pasar piola.
La cosa -y esta es la razón por la que escribo toda esta aburrida entrada- es que hoy estaba en el peluquero y comentábamos la gran cantidad de personas que conozco en Arica, muchos me tienen buena y para que hablar de mis amigos de Internet, que deben se miles. Pensando en todo esto llegué a la conclusión que he llegado a disfrutar de una buena posición social. A pesar no trabajarle un día a nadie y no tener donde caerme muerto, creo que ocupo una posición social muy por encima de mis merecimientos objetivos. Como ven, cada uno se las arregla como puede.
NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
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Los misóginos son los que odian a las mujeres. No conozco una palabra que se aplique a las personas que no les importe la opinión de los demás.
ResponderBorrar¿Habrá una que aplique a las personas a las que sólo les importa la opinión de los que respeta? Creo que esa se aplica a más gente.
jajajaja ¡Es el alemán que me persigue!
ResponderBorrarMISANTROPOS
Chas gracias Francisco
"..lo que pasa es que los humanos somos charlatanes así es que los adornamos con palabras y razonamiento..."
ResponderBorrarTenemos lenguaje, nos comunicamos, y la "realidad" se forja más por la información comunicada que por lo visto, palpado y oído. Las otras especies viven en un mundo mucho más tangible. Pero comunicarnos fue la clave para acumular conocimiento - no lo que descubre un individuo, sino lo que descubren todos y lo que han descubierto generaciones previas. Imponer a los otros una visión es lo que hace el líder, el chamán, el gerente, el vendedor de seguros. Es tan ventajoso comunicarse que se pueden transmitir porciones enormes de realidades fantasiosas - como los constructos religiosos o el marxismo - que igual funcionan mucho tiempo. En general sólo fracasan cuando el grupo que se mueve por una creencia confronta con un grupo con constructos más realistas. Los cristianos, digamos, ofrecen una sociedad que funciona mejor que otra que cree en 48 dioses especializados por rubros como la guerra, el amor, etc.. etc...
El amor, la paz, la esperanza, la buena fe, la confianza, qué son esas cosas? Y dónde están la solvencia, la credibilidad, la resilencia, la decencia, etc.. etc... ? Vivimos en un mundo de abstracciones.
A eso Ulschmidt, yo lo llamaría "la ilusión de la racionalidad", es la propia razón que nos engaña y nos hace ver espejismos maravillosos, cuando en realidad somos mucho más parecidos al resto de los animales de lo que pensamos. Creo que le damos excesiva importancia al pensamiento racional, la imaginación y todo eso, bueno, ese es el discurso estándar de los sociolocos, pero yo pienso que es una tontera.
ResponderBorrarNi siquiera en términos de cooperación los seres humanos son muy extraordinarios, las hormigas nos sacan a pasear en cuanto a éxito evolutivo, igual que las cucarachas, y no tienen valores, imaginación, mitos ni nada de eso
La exagerada importancia a las ideas viene del platonismo, los taoistas chinos tenían ideas mucho más plausibles yo creo
De acuerdo con tu visión. Elevar el espíritu es indagar en lo primitivo, digo yo. Los constructos a los que se refieren algunos sociólogos no pueden ser cualesquiera salvo los que calzan con nuestra naturaleza inevitable
ResponderBorrarEl primo Harari le hace a la correccion progre, y es probablemente su pifia, fuera de eso el libraco hay que leerlo, a pesar de estar recomendado por Obama :-) . Esta lleno de informacion sobre nuestra historia, y gran parte desde un punto de desapasionado, pero valora poco los procesos evolutivos azarosos que eliminan, o sobrepasan, a los menos adecuados.
ResponderBorrarJunto ganas para leer su Homo Deus, es que la parte mas debil de su libro, en mi ignora opinion, es la final cuando habla de las proyecciones del desarrollo humano-maquina.
Sergio, para chinos y budistas la razón es maya, un astuto engaño a los sentidos :D
ResponderBorrarWilson, el libro es re-bueno porque presenta temas de manera muy novedosa, obviamente no todos me convencen pero si me interesan mucho. Ahora que me acuerdo ¡tu me lo mandaste!
Chas GRAX!!!
Obvio que tienes una buena posición social. Gracias a tu blog le entretienes el día a cientos o miles de personas y de paso eres un líder de opinión para los ociosos de este blog. Un Ben Shapiro de nicho en mi opinión. Muchos saludos!
ResponderBorrar¡Líder de opinión! jajaja esa si que está buena, me voy a sacar una foto en traje de "amado líder", me gustó. Bueno, si me conoces desde CSP sabrás que me vengo candidateando como co-presidente desde el año 1989 en Usenet, incluso a veces estoy tentado de desfenestrar a mi colega, el G.C. y quedar como único líder de la extinta C.S.P. Ah, tiempos aquellos!
ResponderBorrarHablando en serio me repele el liderazgo de cualquier clase, pero es muy cierto que este Templo del Ocio ha ayudado mucho a subir el pelo de mi humirde posición social, igual lo hacemos entre todos, escribiendo yo solo tendría menos brillo que un zapato de gamuza
estoy leyendo "Summa Technologicae" de Stasnislaw Lem, el novelista de ciencia ficción. Un libro de hace décadas publicado en castellano hace poco. En sus predicciones tiene errores garrafales - predice sociedades administradas por "homeóstatos", que estaban de moda en su época. Un poco como esa máquina de científico loco que Allende quiso usar para administrar todo Chile.
ResponderBorrarEn otras la pega muy bien. Anticipa el "fantasmatrón", un aparato de realidad virtual donde el humano ingresa para vivir realidades proyectadas. Se da cuenta que se utilizarán aparatos así para entrenar pilotos. O para descargar impulsos agresivos en peleas figuradas, o para fingirse Napoleón en campaña, todo lo que ahora hace el juego virtual. En un momento anticipa una posible "matrix" inclusive.
En suma: estos libros que analizan la evolución humana a veces recapitulan muy bien el pasado... y le erran mucho en las proyecciones. Igual es un tema muy interesante.
La gracia que tiene internet es que aparte de darnos acceso a la información, nos permite relacionarnos con gente como nosotros y que de otro modo jamás habría sido posible.
ResponderBorrarUlschmidt, las novelas de ciencia ficción tiene el enorme problema de que pueden ser contrastadas con la realidad pasado el tiempo, si yo fuera escritor de CF escribiría sobre unos quince mil años del futuro, por lo menos, para evitarme la verguenza. Las mejores novelas de esas no son predctivas, sino que muestran rblemas actuales o de cualquier época, solo en un escenario distinto, por ejemplo en el futuro, las Cronicas MArcianas y otros de Bradbury tenían esa gracia, pero hay novelas increíblemente predictivas -como De la Tierra a la Luna de Verne- que son más desabrdas que un pepino.
ResponderBorrarFrx, en Internet tenemos una sociedad paralela, mucho más plana y accesible para todos, sin las barreras de entrada del contacto físico, acá existe igualitarismo de verdad y fácil acceso, por lo menos en lo que a relaciones sociales se refiere
Sí y además ha sido una herramienta de progreso para mucha gente. Muchos se fijan en las desventajas pero internet tiene mucha más virtudes.
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