Dólares, euros, criptomonedas. Parte 1

Nadie entiende qué es el dinero
El dinero tiene algo que lo hace muy parecido al tiempo: todos lo usamos, estamos acostumbrados a verlos como cosas obvias pero cuando tenemos que definilos nos quedamos calatos. Nadie en el mundo puede definir de manera precisa que diablos es el tiempo, lo mismo ocurre con el dinero, pese a que algunos economistas han escrito libros extraordinarios sobre el tema.

Galbraith y Friedman escribieron dos libros buenísimos, diferentes pero con el mismo -obvio- nombre: El Dinero. Resulta un festín leerlos pero en ninguno se define lo que es de manera clara, más bien  cuentan historias y anécdotas muy entretenidas que nos ayudan a intuir más o menos de qué se trata la cosa. Carl Menger trató de abordarlo de manera más científica en su libro "El Origen del Dinero", pero le resulto un marmotreto confuso que -al menos a mi- me dio lata leer.

O sea igual que con el tiempo, el dinero es algo que usamos a cada rato sin tener una idea precisa de que se trata. En su nivel más básico, el dinero es una herramienta que permite facilitar los trueques: yo te doy tres gallinas, tu me das un pavo y cosas así, al fin del día todas las operaciones económicas que existen son en el fondo intercambios o trueques, el dinero sería una representación abstracta de los bienes intercambiados, que permite establecer un sistema de precios.

Ojalá fuese tan sencillo, porque el dinero tiene muchos otros usos y recovecos. Por ejemplo lo podríamos atesorar, para mantenerlo como energía almacenada que se pueda usar cuando lo necesitemos en el futuro, o incluso regalarlo en forma de herencia. Otra rareza del dinero es que además de ser una herramienta para intercambiar bienes y para atesorar, es un bien en si mismo y como tal tiene un precio que está sujeto a la oferta y la demanda, tal como los otros bienes que ayuda a intercambiar.

En fin, lo del dinero es un asunto complicadísimo y se puede decir de él como dijo Feynmann sobre la Mecánica Cuántica "cualquiera que crea que la entiende es porque no tiene idea de qué se trata". No seguiré dándole vuentas a esto primero que todo porque lo entiendo apenas -como todos- pero es necesario enender al menos lo que puse antes para comprender un poco lo que viene más adelante.

La increíble historia del dólar de Estados Unidos
Para la Revolución Americana, los padres fundadores necesitaban recursos para comprar ropas, armas, vituallas y todo eso, pero eran más pobres que el ropero de Tarzán, no tenísn oro, plata ni nada parecido para acuñar monedas. Entonces se les ocurrió la brillante idea de imprimir papeles que decían "vale por", del mismo modo que las fichas de las pulperías, y quienes vivían en los territorios ocupados por ellos estaban más o menos obligados a aceptarlos. Los llamaron los "Dólares Continentales". Aquí tienen un tercio de dólar continental por ejempño

Este papel moneda se basaba en dos principios importantes. El primero era que el papel contenía una promesa de valer lo que decía, el segundo principio estaba relacionado, porque si la gente lo aceptaba como medio de pago, entonces la promesa se hacía creíble, no se necesitaba otra cosa que eso para crear dinero.

La idea no era eteramente original, la había inventado el escocés (creo) John Law y la habían implementado en Francia no muchos años antes, durante el reinado del regente Felipe de Orleans. En su origen Estados Unidos sufrió una enorme influencia francesa y esta fue una de las cosas que les copiaron, pese a que en Francia después de una gigantesca burbuja, terminó con un colapso y su respectiva revolución.

La cosa es que las colonias desconfiaban mucho del centralismo, así es que cada colonia imprimía sus propios dólares a su antojo, luego aparecieron bancos privados y negocios de toda clase que imprimían su propia moneda que era aceptada o no solo en base a su reputación. Así cuando alguien iba a comprar algo en Filadelfia con dólares emitidos por el almacén de don Pepe, el vendedor que tenía el precio en dólares de Filadelfia regateaba con el comprador a cuantos dólares de don Pepe eran equivalentes, si llegaban a acuerdo se hacía la transacción y todos felices.

Ni que decir que el asunto era bastante má engorroso que comprar con monedas metálicas, donde ya había cierto acuerdo en torno a su valor por el peso del metal que contenían, Pero había otro asunto más delicado: como cualquiera podía emitir moneda, en lugar de falsificar, los malandras creaban su moneda propia y le daban prestigio por medio de embustes. Pasado un par de años habían más de 10 mil monedas distintas, la mayoría estafas, se armó una inflaión de puta madre y todos los dólares continentales perdiron su valor, incluso los que eran "serios". 

Esta es una historia que se ha repetido, punto por punto, en la actualidad con las criptomonedas. Si los incautos actuales hubiesen leído un poco de historia se habrían ahorrado nuchos malos ratos. Durante la Guerra Civil el sistema hizo crisis y el bueno de Abe Lincoln propuso un banco central que emitiera billetes con el Gran Sello (la pirámide, el ojo y todo eso) para que todos supieran que tenía el respàldo del gobierno federal, el único que podía emitir moneda. Esps dólares se apodaron "greenback" porque eran verdes paradificultar la falsificación, el diseño del dólar se mantiene desde entonces, con variaciones menosrs, hasta el día de hoy.

Los greenbacks llevaban una leyenda que decía que el Banco Central cambiaría por su equivalente en oro de cualquiera de esos billetes -al menos en teoría- eran los billetes convertibles. El truco era que la denominación nominal era tan baja respecto del oro que habría resultado ridículo exigir el cambio, de hecho nadie lo hacía y la convertibilidad era más o menos una ficción. 

En la práctica la convertibilidad prometía dos cosas (i) que el Banco Central estaba obligado a vender oro (a qué precio era otro cuento) y (ii) que el Gobierno Federal no podía -al menos teóricamente- emitir más billetes que el equivalente de las reservas de oro en las bóvedas. Eto último era una ficción que jamás se cumplió porque solo se habría dado el caso si muchos o todos exigieran comprar oro al mismo tiempo. 

Al banco le bastaba tener respaldado en oro solo una pequeñísima fracción de los billetes emitidos, para el inusual caso que algún chiflado quisiera cambiar sus dólares por oro, así es que aprovechaban de hacer el mismo truco que hacen hoy los bancos con la "tasa de encaje", manteniendo solo una pequeña fracción de los depósitosa en las bóvedas.

Así, los que creen que la convertibilidad y el patrón oro restringía las emisiones de billetes de los bancos no saben de lo que están hablando, jamás fue una restricción real. Incluso los antiguos billetes de cinco, cien y mil pesos chilenos de los sesentas, cuando yo era chico, eran convertibles en oro y estaban "respaldados", en el país de las maravillas, claro.

A principios del Siglo XX Estados Unidos ya era la economía más poderosa del mundo y el dólar era tan bueno o mejor que el oro, pero en los años treinta la Gran Depresión mostró que el rey estaba desnudo y que la convertibilidad del dólar era un cuento chino cuando las multitudes fueron a exigir que les cambiaran sus greenbacks por oro o incluso que les devolvieran la plata que tenían depositada.

En los años cuarenta llega Franklin Delano Roodsevelt a la presidencia y recibe el regalo de la Segunda Guerra Mundial, que dió un empujón gigantesco a la economía norteamericana a costo cero, porque aparte del minúsculo Pearl Harbor, Estados Unidos pudo pelear la guerra sin que una sola de sus ciudades fuese atacada. Si lo pensamos bien, con la guerra en Ucrania está pasando algo muy parecido, eso es un punto que hay que tener muy en cuenta al considerar el futuro del dólar.

Después de la guerra Estados Unidos estaba forrado, Roosevelt que había hecho un gobierno socialista durante la guerra legó los años de social democracia que hasta hoy gozan de hegemonía en el mundo. Hasta la Guerra Fría le sirvió a la economía americana, de todo  pudo sacar provecho y ha alvanzado niveles de poder real y riqueza como nunca antes en ña historia. Los que ven a Estados Unidos en decadencia económica -en mi opinión- no entiende mucho de números ni de historia.

Una característica del dólar que no he comentado es su valor como mercancía. Como moneda el dólar ha tenido altibajos, las guerras de Corea y Vietnam lo golpearon tan fuerte que en los setentas se desató la inflación y Nixon tuvo que eliminar la convertibilidad, una ficción como ya vimos, pero era también una cuestión de prestigio. Incluso llegó a congelar sueldos y salarios cuando la situación fiscal le llegó al cuello.

A partir de los ochentas explota en Estados Unidos Silicon Valley, semiconductores, circuitos integrados y microprocesadores que -gracias a la Ley de Moore- crearon riqueza a niveles nunca antes imaginados. Pero ese era solo el comienzo porque después vendría una aceleración de la riqueza mucho mayor con Internet y las comunicaciones.  En esos años el dólar se consolidó mercantilmente como la moneda del mundo, sin rival a la vista.

Gracias a esto Mr. Reagan pudo ganar la Guerra Fría en los 90 sin disparar un solo tiro. De la noche a la mañana el "imperio del mal" como llamaba Reagan a la URSS se derrumbó. Cuano nadie, pero nadie se lo esperaba.

Era la época de la Pax Americana, Fukuyama escribio esa tontera de "El Fin de la Historia" y todo eso, pero había un detalle. En los años setenta, el sobrevalorado Henry Kissinge había tenido la "genial" idea de abrirse de piernas frete a la China de Mao. Con la ingenuidad occidental tan típica esa de "venderle a cada chino un cepillo de dientes" China se convertiría en un país capitalista, subordinado a los intereses americanos- Que idiota más grande, ni se le pasó por la cabeza a Kissinger que tal vez muy pocos chinos se lavaban los dientes.

En el mediano plazo eso significó el mayor disparo en el pié de la historia moderna de Occidente. Desató la codicia de los especuladores occidentales que vaciaron toneladas de millones de dólares en ese país, los chinitos hicieron "topón para adentro", estafaron a la mayoría de los inversionistas y a los que se han salvado será cosa de tiempo. La cosa es que China sacó una ventaja comercial enorme sin gastar un centavo, con los trillones de los propios malditos capitalistas.

El último hito importante en la historia del dólar creo que lo estamos viendo hoy, por cortesía del señor Putin y su monumental error de cálculo. Tal vez inducido o tal vez por pura suerte, hoy Estados Unidos vuelve a estar en una situación parecida a la de los años cuarenta; peleando una guera fuera de su propio territorio sin siquiera tener que exponer tropas propias, donde las oportunidades de ganacia son enormes,

Si Rusia queda militarmente muy debilitada eso debilitará a China por carambola, el coqueteo de combinar el poder militar de Rusia y el poder comercial de China (no económico, ojo, hay una gran diferencia en eso) en un solo bloque era la mayor amenaza estratégica para Estados Unidos y Occidente.

Nada de esto es garantizado por supuesto, hoy existe el peligro de una guerra nuclear tal como en los cuarenta existió el peligro que Hitler se quedara con toda Europa y los japoneses con toda Asia, pero que diablos, sin riesgo no habría ganancia.

Por todo eso le sigo teniendo fe al dólar y creo que todavía tiene bastante espacio para arriba, nada es seguro en este sucio mundo aparte de los cuernos y la muerte, pero esa es mi suposición educada. En la próxima entrada pondré algo sobre el euro y el bitcoin, mucho blabla por ahora.