Mejor solito que mal acompañado

"La único que esttoy seguro es que no me voy a morir solo" me decía días atrás un amigo de mi misma edad, que ha vivido con más mujeres que dedos tengo en la mano, y tiene más hijos que mujeres. Lo notable es que no se trata de un casanova ni mucho menos, todo lo contrario, se involucra siempre emocionalmente y "a concho", perdonen que use esa infame expresión. Pese a todo ahora está prácticamente solo y eso no le hace maldita gracia. 

Que cosa más rara, yo cuando mejor me siento es cuando ando solo y me encantaría que cuando me llegue la hora de estirar la pata pudiera hacer como los gatos, que cuando sienten que se van a morir se esconden y bien calados solo esperan su momento.

Una amiga me comentó hace años que yo debí haberme casado conmigo mismo "un amor propio tan grande no admite competencia", claro que lo decía en broma pero no dejaba de tener un poquito de razón. A ver, no es que no me guste la gente, todo lo contrario, "yo quiero tener un millón de amigos" como cantaba Roberto Carlos, siempre y cuando pueda pasar la mayor parte de mi tiempo sin ver a nadie.

Como explicarlo, lo paso super bien cuando me junto con mis amigos, son de lo mejor que tengo en la vida, pero no soporto las confidencias, los toqueteos ni las conversaciones emocionales que se identifican popularmente con la "verdadera amistad". Yo pido muy poco de mis amigos, cualquiera que acepte tomarse un trago conmigo, pasar el rato hablando cualquier estupidez, me cae bien y es amigo mío,. No creo para nada en esas amistades profundas que exigen lealtad, "yo tengo pocos amigos, pero buenos" es una frase que me apesta, en verdad yo tengo muchísimos amigos y la mayoría malos, cosa que me encanta y me satisface completamente.

"¿Para qué están los amigos? ¡Para cagarlos!" ese era una de las bromas más comunes que repetíamos en la universidad y muchos de mis amigos son cagadores finos, desleales, farsantillos y todo eso.Pero resulta que -igual que los estafadores- los cuenteros necesitan ser simpáticos, por un simple asunto de supervivencia, un estafador antipático se moriría de hambre. La gente franca y leal en cambio suelen ser bien difíciles de soportar por lo pesados.

Esa misma doble cara y desfachatez para mentir que a veces muestran me encanta, claro que tengo que andar con la retaguardia contra la pared para evitar que me caguen, pero la diversión vale la pena Esa es una ventaja de tener el carácter solitario, porque no buscamos establecer lazos de apoyo para los malos momentos. Cuando la cosa se pone fea yo la prefiero enfrentar sin nadie al lado, mejor solito que mal acompañado.

Los que nos gusta estar solos tenemos un montón de pequeñas rarezas, bueno, cada cual tiene las suyas, pero en mi caso tengo fobia al chat, a hablar por teléfono o cualquier otra interacción en vivo. Me pongo muy nervioso de juntarme con personas que no conozco o ir a algún lado donde hay gente con la que no tengo confianza, me repelen los saludos con abrazos y para qué hablar de la charada de abrazos y manoseos del año nuevo, todas esas cosas las somatizo, me descomponen el estómago y después se van apareciendo en mis pesadillas.

¿Cual es el gusto de estar solo? Yo se los voy a contar, al menos en mi caso, cuando yo estoy con gente me aburro más o menos rápido pero cuando estoy solo no me aburro nunca. Solo, sin nadie más es cuando quedo libre, puedo hacer lo que me plazca sin preocuparme de nadie más que de mi querido yo mismo, puedo hacer ejercicios, leer, fumarme un puro (si tengo, como ahora), escribir estas tonteras en el blog, en fin, son miles de cosas que hacer. 

Pero sobre todo puedo dedicarme a lo que más me gusta, que es soñar despierto, conversar imaginariamente con quien se me antoje, planificar mi brillante futuro, agradecer y repasar todas las cosas buenas que tengo.

No entiendo cómo a alguien lo puede angustiar la soledad, para mi estar solo es sinónimo de ser feliz. Ah y por último hay una cosa que rara vez hago estando solo, que es pensar en mis problemas. Apenas me aparece en la cabeza un problema lo anulo pensando en otra cosa. Pensar en cosas malas o desagradables es lo peor y lo más inútil que podemos hacer, porque somos lo que pensamos. 

No cuesta mucho borrar los problemas de la cabeza, con un poco de entrenamiento es fácil. Claro que eso que parece una receta milagrosa tiene su lado B, porque los problemas y los miedos no desaparecen, se quedan escondidos y ¿saben donde aparecen? En las pesadillas, al menos ese es mi caso. Cada cierto tiempo, no muy seguido, tengo una pesadilla y me despierto justo cuando la cosa empieza a ponerse fea. Entonces sigo pensando por un ratito en la pesadilla y trato de resolverla, hasta que me doy cuenta que era una estupidez, solo un mal sueño.

Todo lo bueno lo sueño despierto, todo lo malo lo sueño dormido, no recuerdo haber tenido ni un solo sueño feliz en mi vida, ni uno. Solo sueño incoherencias que se me olvidan enseguida o pesadillas que me angustian por unos 5 minutos, más o menos

Y a propósito de nada, entre los miles de cachureos que he ido encontrando entre las cosas de mi querida suegra, apareció este reloj Longines de los años 50, no camina pero me gustaría saber si no es falso y si valdrá la pena repararlo, con el Omega Constellation del McDonnell ya puedo empezar una mini colección, miren