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06 julio 2024

Corto plazo y largo plazo

En una de sus frases más citadas, Keynes puso en duda que la demanda de dinero fuese constante. Hoy lo citan como "no hay que perocuparse tanto por el largo plazo, porque en el largo plazo estaremos todos muertos". El párrafo real es así:

"en el largo plazo ello es probablemente cierto (que la demanda es constante) Pero este largo plazo es una guía confusa para la coyuntura. En el largo plazo estamos todos muertos.
Los economistas plantean una tarea demasiado fácil, y demasiado inútil, si en cada tormenta lo único que nos dicen es que cuando pasa el temporal el océano está otra vez tranquilo".

Sin darse cuenta Keynes usó la metáfora muy apropiada: de una tormenta, algo inevitable e imposible de controlar para cualquier ser humano,  pero que en algún momento se terminaría. Resulta que en esa frase Keynes estaba destruyendo su propio argumento.

Porque efectivamente, el economista en una crisis no puede hacer otra cosa que un meteorólogo durante la tormenta: decir que está la cagada y hay que abrigarse. Es muy petulante pensar que algún economista pueda tener una receta mágica para manejar cosas que están totalmente fuera de su control. 

Pero eso es exactamente lo que ofreció Keynes en sus confusos libros que -según su devoto seguidor Kenneth Galbraith- eran tan osuros que nadie en la academia se atrevía a decir que no entendían ni una palabra de sus cálculos, para no quedar como idiotas.

Muchos dicen hasta el día de hoy que Keynes tenía razón y algunos hasta lo consideran un genio por afirmar que los economistas harían una tarea inútil si se limitaran a decir que a largo plazo las dificultades iban a terminar, sin proponer nada a corto plazo.

Un problema permanente en toda la historia económica es que a veces las cosas salen mal, especialmene por consecuencias inesperadas de decisiones políticas, irresponsables y de corto plazo. Ese era el caso en 1923, cuando Keynes escribió su "Breve tratado sobre la reforma monetaria" donde incluyó la famosa frase. 

En esos casos de grandes crisis económicas, cuando la gente común empieza a sufrir las consecuencias de malas decisiones de los políticos, estos encuentran muy difícil decirles "aguanten, esto va a pasar", especialmente si están allí en un sistema con elecciones, donde la gente votando puede sacarlos del poder.

Hay muy pocos casos de presidentes que se hayan atrevido a hacer eso, por ejemplo tenemos ahora a Milei, antes tuvimos a Fujimori en Perú  o Paz Estenssoro en Bolivia. Recuerdo como en los primeros años del Gobierno Militar nos daba una rabia inmensa ver los spot donde aseguraban que el futuro iba a ser mejos pero había que sacrificarse hoy. Y tenían razón...

Un gobernante necesita mucho carácter para pedir sacrificios y dar el ejemplo en lugar de hacer demagogia. A nadie le gustan las malas noticias y menos que a nadia a la masa de los más ignorantes que tienen derecho a voto, el 80% según la distribución de Pareto.

Por eso Keynes fue tan inmensamente popular, porque entregó a los políticos y a la gente común una herramienta "teórica" maravillosa que entregaba la receta para detener una tormenta, es decir, salir de las crisis sin pagar el precio ni hacer ningún sacrificio.

En el fondo la idea de Keynes era que el gobierno podía evitar el pago de los costos de una crisis haciendo una política contracíclica, es decir en tiempos de crisis el gobierno debía gastar más y en tiempos de expansión debería contraerse, para enfriar el crecimiento y pagar lo que había gastado durante la crisis.

Eso nunca funcionó, ni en los años de la Gran Depresión -como mostró Friedmann con números en mano- ni en los cientos de veces que se ha intentado en todo el mundo la política contracíclica, es un tremendo mito, un cuento chino pero los políticos lo adoran.

Largo plazo y corto plazo
Es verdad que en el largo plazo vamos a estar todos muertos, pero esa idea nos puede llevar a tomar deciciones que resultan muy mal cuando tenemos la mala suerte de vivir un largo tiempo. 

Los que viven rápido y se mueren jóvenes tienen mucha suerte, el problema es cuando no te mueres jóven sino que llegas a viejo y te empiezan a llegar las cuentas por todos los excesos y errores que se te fueron acumulando. 

Y es una característica muy humana esa que a nadie le gusta pagar la cuenta por los errores que ha cometido. Todo el mundo cree que se las puede llevar peladas.

Alguna vez escribí acá mismo sobre la Fábula de la cigarra y la hormiga y la relacioné con las tasas de interés ¿siempre hay que pensar en el largo plazo? Claro que no ¿entonces hay que pensar solo en el corto plazo? Menos.

Yo creo que tenemos que escoger que cosas son las más importantes y las que queremos más que nada, en ese tipo de cosas siempre debemos mirarlas en el largo plazo. Aunque nos tengamos que sacrificar la mitad de la vida para alcanzarlas, vale la pena el sacrificio.

Pero también hay otras cosas que no tienen tanta importancia, bien sea porque no nos interesan o porque no podemos controlarlas, esas tenemos que disfrutarlas bien en el corto plazo porque las podemos perder en cualquier momento, hagamos lo que hagamos.

Entonces cada uno tiene su matriz de cosas de largo y corto plazo. Para mi de largo plazo son la salud, la familia y la casa. Por más que lo pienso, creo que no hay ninguna otra cosa por la que valga la pena sacrificarme.

Claro que la salud tiene una gran componente de suerte, que es incontrolable. Por más que me sacrifique, me cuide y me preocupe, el día de mañana me puede aparecer un cáncer y chao. Tenía un amigo que jamás fumó un cigarro en su vida y murió de cáncer al pulmón, nadie se puede escapar cuando la mala suerte lo persigue.

Y si lo pensamos bien nada es seguro en este cochino mundo, ni siquiera la familia ni la casa, pero al menos en las cosas que consideramos importantes deberíamos moderarnos y evitarse tomar demasiados riesgos. 

No tengo nada contra tomarme una cerveza -cosa que voy a hacer ahora mismo- o emborracharme en alguna reunión de amigos, pero vivir borracho confiando en que no me va a pasar nada me parece medio estúpido, al menos si aprecio mantenerme relativamente sano lo poco que me quede de vida.

Ni tanto ni tan poco, creo que vivir con miedo a lo que nos va a pasar en el futuro es una cosa bien mezquina, pero tratar de cuidar lo que queremos me parece más o menos lógico.

Y con las cosas que no me interesan para nada, creo que hay que hacer como la cigarra, disfrutarlas en el minuto nada más y después que se acabe el mundo, esas, es decir todo lo demás,  son puro corto plazo.

8 comentarios:

  1. El libro central de Keynes, "Teoría de..." llegó tarde, porque algunas políticas que después se llamaron "keynesianismo" ya estaba en marcha por diferentes gobiernos. Principalmente la administración Roosevelt en USA. Como el dinero sobraba tomaron deuda pública larga y barata e hicieron obras de utilidad, como grandes represas. No se sabe si esto reactivó la economía o fueron un paliativo hasta que la economía mundial se arregló sola. Para algunos la crisis del 30 no terminó hasta que la guerra mundial con su demanda de hombres y de armamentos no la puso en marcha.
    Después de la guerra si hubo muchos reflejos "keynesianos": el Plan Marshall, por ejemplo, para que Europa Occidental se levantara rápido, de paso comprando maquinaria y bienes yankees.
    En cambio, en entreguerras , había habido muchas políticas mezquinas:
    - USA entro tarde y con relativamente pocas fuerzas a esa guerra, la 1era. Durante los primeros años se apoderó del mercado mundial que no pudieron atender ingleses, franceses o alemanes. Venía viento en popa y con peligro de superproducción,
    - Los alemanes y vencidos en general fueron oprimidos con resarcimientos de guerra que apenas pudieron pagar o no pagaron al día. No sirvieron como clientes de nadie, naturalmente, porque estaban pobres,
    - La Europa victoriosa tampoco se pudo recuperar muy rápido,
    - Los sudamericanos y otros productores de materias primas intensificaron su producción también, pero no había dinero para comprarles. Todo se encaminó a una caída generalizada de precios,
    En cambio la 2da guerra mundial terminó con otro conflicto en ciernes, la guerra fría, había necesidad de que los vencidos se recuperen rápido y se queden "de nuestro lado", hubo el Plan Marshall y todo eso. USA desmovilizó muchos hombres y para que encuentren trabajo al volver a casa se lanzaron obras públicas como las autopistas interestatales. Y ahí estaba el libro de Keynes que le daba buenas excusas a todos. Uls

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    1. Ulschmidt, así es, seguramente te refuieres al Square Deal de Theodore Roosevelt, que dicen que inspiró a FDR para su "New Deal", claro que era infinitamente más tímido.

      El New Deal de Franklin Delano Roosevelt en 1933 fue inspirado directamente por Keynes, en particular por ese librito de 10 años antes donde decía que en el largo plazo estarían todos muertos.

      FDR fue un político demagogo, muy dañino y que le tocó la suerte de estar en tiempos de guerra, en el libro "El Dinero" de Galbraith, este dice que FDR al principio era partidario de seguir la política de shock de Hoover, pero uno de sus colaboradores más influyentes se lo dio vuelta para el keynesianismo, que le venía como anillo al dedo.

      Los 4 mandatos de FDR se caracterizaron por la expansión del gasto, los controles estatales de presios y salarios, la economía planificada, las expropiaciones y el estatismo.

      ¿Por qué funcionó bien la economía entonces? Por la misma razón que Hitler, con políticas parecidas, pudo controlar la inflación y levantar lña economía alemana: el esfuerzo de guerra que obligó a la gente a obedecer sin chistar al gobierno. Las grandes guerras permiten alinear a todo un país y eso da un impulso muy poderoso que no es factible en tiempos de paz, cuando cada uno mira por maximizar su propio bienestar.

      Friedmann muchos años después mostró con números que no habían sido las políticas keynesianas de expansión del gasto público las que sacaron a Estados Unidos de la Gran Depresión, por el contrario, esta se alargó innecesaria mente por más de 10 años por la ausencia del necesario shock, con eso se ganó el Nobel de economía.

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    2. "presios" jaja ... y eso que la "s" no está ni cerca de la "c" en el teclado

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  2. Al final el tema es hacerse cargo de las decisiones que uno toma. A mí me gusta comerme una hamburguesa una vez a la semana pese a que el colesterol lo tengo alto y debería cuidar mi peso y esas cosas. Lo curioso es que llevo años así y no he tenido grandes problemas pudiendo tenerlos como por ejemplo diabetes, pues mi árbol familiar tiene varios diabéticos.

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    1. Si, siempre nos toca pagar la cuenta, a veces se paga cash, pero la mayoría de las veces llega mucho tiempo después, cuando ya nos habíamos olvidado y pensábamos que habíamos pasado colados.

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  3. Don Tomas,
    Hay un dicho mío que me causó éxito en un astillero en Iquique, donde batí el récord de producción y calidad con mis 40 caldereros y soldadores. Se lo expliqué y luego cuando estaban construyendo el pesquero de 48 m cantaban mi discurso: "¡Ni lento, ni rápido... Concentrado! ".

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    1. Si Centurio, es importante el foco, cualidad que yo jamás pude tener: mi concentración es la de una mosca de la fruta.

      Me acuerdo que tuve un breve paso como administrador de un servicio crítico y me equivocaba una y otra vez, mi jefe me mandaba mensajes desesperados con cada cagada que me mandaba: FOCUS Tomas, FOCUS!!! jajaja, que verguenza me da incluso cuando me acuerdo

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  4. Desde las épocas más antiguas, sabios como Aristóteles valoraban a la templanza como una gran virtud. Lamentablemente es algo muy difícil de conseguir para las grandes mayorías. Creo que todos tenemos nuestros momentos de excesos, pero con los años empezamos a sentir los efectos de estos.
    La economía de un país depende totalmente de las personas, por eso siempre será una ciencia social. Y es curioso pero muchos principios que rigen nuestra vida a nivel individual pueden también aplicarse al nivel económico general. El problema es que nuevamente, la gente es bastante ignorante en el tema creen que el gobierno tiene una capacidad de gasto ilimitado.
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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"