Estupidez de tipo 1 y de tipo 2

Es normal creer -me incluyo- que los que no piensan como uno son estúpidos, tendemos a ranquear la inteligencia de los demás según cuanto se acercan o alejan de nuestras propias opiniones.

Eso está bien en principio, es lógico pensar que nuestras opiniones son las correctas, por algo las tenemos. Pero existe un problema con eso: como no hay dos personas que piensen exactamente igual, la consecuencia lógica es que todos son más estúpidos que uno, en mayor o menor grado.

Además que la estupidez o inteligencia la relacionamos con el resultado de nuestras decisiones: las decisiones que resultaron mal fueron estúpidas y las que resultaron bien fueron inteligentes. Así lo entiende al menos, la mayoría de las personas que yo conozco.

Si no pensáramos que nuestras ideas son las mejores las cambiaríamos. También es natural que pensemos que existen buenas ideas que nos garantizan resultados exitosos e ideas malas que nos aseguran el fracaso.

Nada de eso es cierto, porque si fuese así, no nos equivocaríamos nunca y seríamos los tipos más exitosos del mundo. Nadie nos podría superar, nunca. O sea algo anda mal con esa idea cuando la contrastamos con nuestra realidad.

Incluso a los que les ha ido estupendo tienen sus tropezones y caídas, yo -que me creo un pequeño Einstein- me equivoco y cometo estupideces a cada rato. Viendo eso me pregunto ¿cómo diablos es posible que yo me equivoque?

Cuando Putin decidió invadir Ucrania ¿fue una decisión estúpida? Bueno, ahora todos dicen que si, pero pocos años atrás se había tomado la Península de Crimea en una operación limpia y fácil, sin encontrar ninguna resistencia. 

El propio Zelensky creció hablando ruso y tuvo que aprender ucraniano cuando se metió a la política, en su campaña y los primeros años de presidente era acusado de pro ruso. Pocos años atrás los ucranianos habían elegido a Yanikovic como presidente ¿Qué podía salir mal?

Por su parte, cuando Zelensky decidió invadir Kursk, si lo hubiesen descubierto los primeros dos días la cosa habría terminado en desastre. Si los rusos hubiesen mostrado mínima capacidad para reaccionar rápido los habrían rodeado y diezmado ¿Cómo pudo salir bien?

Resulta que existe el azar, como he escrito muchas veces acá mismo, no existen las buenas ni las malas decisiones a priori. La gente más "inteligente" tiene mayor aversión al riesgo y el resultado de sus decisiones tiende a ser mediocre. 

Los locos en cambio, unas pocas veces aciertan a un pleno, entonces la gente los aclama como genios, pensando que la razón de su tremendo éxito fue la inteligencia y no un golpe de suerte. Obviamente que de cada cien locos apenas unos cinco tienen éxito, como mucho. Por eso los genios son pocos.

Dos tipos de estupidez
Seguramente han notado que yo soy bastante generoso para tratar de estúpidos a los demás. Si a este blog se le hiciera un mapa, de esos que muestran las veces que se repiten las palabras en un texto, la palabreja "estúpido" aparecería en letras enormes.

¿Por qué uso tanto ese epíteto, sabiendo que mis opiniones no tienen ningún valor extraordinario ni garantizan buenos resultados? Bueno, creo que es porque pienso principalmente en la estupidez del tipo 2

Primero definamos: tomamos una decisión estúpida cuando sus resultados perjudican nuestros propios intereses. Es decir, queremos obtener A, decidimos, y la consecuencia es que obtenemos B, que es algo que nos perjudica. 

Ya sabemos que eso puede ser obra del azar y hasta lo mejor pensado puede salir mal, esa la podríamos definir como estupidez del tipo 1, que principalmente depende de nuestros gustos, preferencias y de la suerte.

Pero también existe una estupidez del tipo 2 que ocurre cuando tomamos una decisión "engañados" y después de ver sus malos resultados nos arrepentimos de haberla tomado y nos volvemos furiosos contra quien nos "engañó"... por ejemplo un político.

Incluso nuestra reacción puede ser peor, cuando vemos que nuestra decisión salió mal podemos actuar con contumacia, persistiendo en el error y racionalizando, buscando la quinta pata al gato para no pasar la verguenza de reconocer que nos hicieron cholitos.

El azar no lo podemos controlar, pero si deberíamos tratar de no ser engañados. Cuando un demagogo nos vende un cuento lleno de embustes y poesía y nos hace tomar una decisión estúpida del tipo 2 no deberíamos culparlo a él, sino más bien mirarnos en el espejo y ver el cartel de neon con la palabra "estúpido" brillando en la frente.

Eso fue lo que me pasó a mi después de votar por Sebastián Piñera en segunda vuelta, cuando había prometido acá mismo que no lo haría. Hoy preferiría mil veces que hubiese salido el pobre diablo de Guillier. Eso es lo que pasa cuando uno decide con las tripas.

¿Y qué me dicen los que votaron por el merluzo? El año 2021 salió elegido en segunda vuelta con un 55.87% de los votos, las encuestas le dan hoy alrededor de un 27% de aprobación ¿qué estará pensando el otro 29% que votó por él?.

¿Pensarán que fueron engañados? ¿Y el 27% seguirán en su estado de negación tratando de encontrar una racionalización imposible? Vaya uno a saber, tal vez en las elecciones que vienen lo sepamos.