Los indignados

Barro para los reyes, el presidente salió arrancando
Nunca me ha gustado el acoso de una masa de indignados contra alguien que no puede responderles, creo que es una forma muy cobarde de reaccionar.

Incluso cuando detienen a un violador o alguien que ha cometido un crimen especialmente horrible, me revienta ver la jauría de indignados que lo acosan y lo encaran, siempre pienso que si cualquiera de esos gritones se encontrara solo, cara a cara con el que insulta, se cagaría de miedo. 

Los que se envalentonan en medio de una multitud siempre me han parecido gente despreciable. Pensándolo bien y haciendo memoria, creo que esa fue una de las cosas que me empezó a partar de las ideas de izquierda, allá por los años setenta.

Era muy divertido ver como muchos amigos que conocía bien y eran enfermos de cobardes, se convertían en unos perfectos matones, agresivos y desafiantes cuando salíamos a marchar dentro del piño de "manifestantes", yo participé muy pocas veces en esas cosas y aún teniendo ideas de izquierda, igual me repugnaban.

Como los perros chicos que ladran cuando están bien seguros detrás de una reja, que parecen furiosos y dispuestos a pelear, pero apenas se abre la puerta corren a esconderse, o a lamer la mano de que amenazaban furiosom así es mi perro el Beppy, muy buen guardían y campeón para hacer ruido y asustar, pero totalmente inofensivo.

Intermedio: perros bravos y perros mansos
No se si lo he contado antes -es probable- pero yo tengo una gran afinidad con los perros y los gatos, mientras a casi todos los demás animales les tengo miedo. Lo que pasa es que los entiendo y si viene un perro furioso a morderme al final no me hace nada porque no me asusto. 

Una vez una gran perra pastora que estaba criando me mordío la muñeca, me pudo haber cortado la mano fácilmente, pero no me hizo nada más que dejarme los puntitos de los colmillos, no apretó porque no traté de sacar la mano. 

Hay dos clases de perros peligrosos: los que no ladran ni avisan antes de atacar y los que atacan por miedo, los que muerden lo hacen siempre por miedo, un perro equilibrado nunca muerde a menos que necesite defenderse.
** Fin del intermedio **

Igual que los perros, las personas que gritan más fuerte, los más violentos y agresivos cuando se sientes seguros, son habitualmente los más cobardes. Están inseguros sobre su hombría y tratan de reafirmarla -sin correr excesivos riesgos- funando a alguien en medio de una muchedumbre.

Me acuerdo en particular de los que salían en octubre de 2019 a detener los autos, obligando a los conductores a bajarse y bailar "el que no baila no pasa". Y recuerdo cuando John Cobin, que venía desde el club de tiro con su pistola, cuando trataron de obligarlo con violencia disparó dos tiros, hiriendo a dos de los "manifestantes".

No se que habría hecho yo en su lugar con una pistola a la mano, pero pensándolo racionalmente creo que le habría disparado al pecho de uno, directo al centro de masa. Al final uno no saca una pistola para disparar a las piernas, eso no debería hacerse nunca.

Y por esa herida en la pierna fue condenado a 11 años de prisión efectiva, con esa condena yo habría aprovechado de matar a unos cinco. Claro que la Suprema rectificó esa sentencia y la condena quedó en 6 años y 1 día.

Y en esa condena aparece la segunda derivada (como dicen los que no saben matemáticas). Resulta que después de la cobardía de las hienas humanas que acosaban a los choferes de auto para humillarlos, amparados en la superioridad numérica, fue seguida por la cobardía de los jueces orales, que aplicaron esa disparatada sentencia.

Esos jueces, cobardes e inhumanos, incapaces de entender el stress de quien se ve sometido al ataque de una turba furiosa y sintiéndose muy seguros desde sus confortables sillones, dicatron esa condena aberrante. Daría plata porque a cada uno de esos tipos los asaltara un malandra del Tren de Aragua ¡como me gustaría verlos en ese trance!

Pero en fin, iba a hablar de una cosa y como de costumbre me fui por las ramas y terminé con otras cosas, aunque todo esto está relacionado.

He escuchado a los que justifican el miserable comportamiento de los que salieron a atacar la comitiva tirándoles barro e insultos en España. Dicen que es gente que lo perdió todo, que tal vez se le murió un pariente, que estaban desesperados.

Eso no los justifica, el espectáculo fue vergonzoso. Acá en chile estamos acostumbrados a los desastres naturales como los grandes terremotos o los incendios masivos, pero algo característico -hasta ahora al menos- es que la gente apenas se termina el desastre se pone a reconstruir en lugar de gritar y protestar.

Recuerdo muy bien al tipo ese con la bandera chilena hecha pedazos en el lugar donde estuvo su casa, nada de andar gimoteando ni haciendo funas, ahi es donde se ve el nervio de un pueblo o una cultura.

Pero volvamos a lo que estaba pensando al comienzo de esta entrada, no me gustó para nada ver esa turba que salió a acosar y tirarle barro a los reyes y a Sanchez, pese a que pienso que es un tipo miserable -y lo demostró cuando salió arrancando- mucho más miserable era la jauría de hienas que se le tiró encima.

Esas cosas se hacen uno a uno, cara a cara y no em patota. Los reyes notables, aguantaron el chaparrón y allí se quedaron a enfrentar la situación bochornosa, creo que ese era el comportamiento que corresponde a las autoridades.

Los "manifestantes" que gritaban "asesino" y cosas peores se portaron como unas hienas, cobardes. Yo les habría mandado moler la espalda a palos-