Aburrilandia

Estoy releyendo el Diario del Conde Ciano, escrito entre 1941 y 1943  por el yerno de Mussolini. Como todo escrito honesto es bien aburrido, pero igual, es un buen documento sobre la Segunda Guerra Mundial porque aparecen entre líneas muchas historias sabrosas de la difícil relación entre italianos y alemanes en esos años. Que pareja más dispareja la que se formó entre Hitler y Mussolini ¿como pudieron ser aliados los alemanes e italianos en una guerra? llenos de desconfianza entre ellos mismos y sus aliados, los italianos acumulaban derrota tras derrota. 

Todo el libro es una cadena de justificaciones ante los sucesivos desastres. Finalmente Mussolini mandó a fusilar a su yerno, la última entrada del diario es del 8 de febrero de 1943 cuando el desastre ya era completo.  El libro es una buena muestra de como en lugar de enfrentar los problemas preferimos racionalizarlos, creyendo desaparecerán si a todo le encontramos una buena explicación. Mala suerte, los desastres no desaparecen aunque les encontremos una explicación perfecta.

A otra cosa, Leonardo Farkas: no me había dado cuenta del asunto porque veo poca tele, pero empezó a salir en Internet hasta para candidato a presidente. Muy simpático, creo que en Chile hacen falta más excéntricos como este que tiene un Rolls Royce y reparte grandes propinas. Farkas no es el problema, sino los giles que le atribuyen cualidades que claramente no tiene, obvio que no es un role model ni nada de eso. Sin ir más lejos en Arica tuvimos a alguien igualito que ni siquiera era millonario: el guatón Camán en un Mercedes Kompressor repartía propinas de 5 lucas hace muchos años, Farkas es más de lo mismo.

Un tiempo atrás conocí -por pura casualidad- a uno de los asesores de imagen de Farkas, el hecho que tuviera contratados estos asesores me prendió luces rojas, lo mismo que Sergio Paz haya escrito en El Mercurio que Farkas está mal asesorado, allí ya empieza a oler mal el asunto. Es una ridiculez, solo en Chile se puede tomar algo así en serio, el tipo se debió quedar con lo de loco, era muy simpático, pero un excentrico que busca la popularidad o que trate de capitalizar eso es patético. El último de esos que recuerdo fué Abdalá Bucaram de Ecuador.

Anoche nos fuimos a tomar unas cervezas en el Bocatto, después del trabajo y sin darme cuenta se me pasó el tiempo, ya eran las 12 de la noche -hora chilena- y me acordé que Fernando Antequera me había invitado a la inauguración del Club de Jazz en el Terra Amata en Arica, me la perdí, que desgracia más grande. 

En fin, nada muy entretenido, las memorias del conde Galeazzo Ciano, Farkas, la inauguración que me perdí, pueden imaginar como ando hoy en este soleadísimo y fome sábado en aburrilandia, uno más y uno menos.