23 agosto 2024

Refrito del sábado: meritocracia para dummies


Meritocracia para dummies (publicado originalmente el 23 de agosto de 2013)

Cada cierto tiempo se producen esas discusiones a favor y en contra de la meritocracia. Creo que no he escrito ninguna entrada sobre el asunto así es que, en mi calidad de charlatán virtual que tiene opinión sobre todas las cosas,  entraré directamente a escribir como veo yo este discutido asunto.

En favor de la meritocracia se dice que los que producen más valor deben recibir recompensas proporcionalmente mayores a los que producen menos valor. Así de simple, la idea de la meritocracia se basa en que "es justo" que cada cual goce de los beneficios de lo que produce y que sería de la mayor injusticia que se le arrebate parte de lo que produce para sostener a los que producen menos.

Además el argumento de la meritocracia tiene un argumento de eficiencia que dice que si quitamos a los que producen más para darle a los que producen menos todos querrán producir menos, como se observa sin excepciones en cualquier país que intenta políticas igualitarias.

Otro argumento de la meritocracia es que es la única forma de maximizar la libertad y prevenir el abuso social. Porque toda redistribución necesariamente debe recurrir a la fuerza, y los perjudicados, así como los beneficiados, serán elegidos arbitrariamente por los que administran el estado. Estos elegidos son siempre los de los sectores menos organizados como la clase baja y media. Es decir los pobres son expoliados a la fuerza para -supuestamente- ayudar a los pobres.

También hay argumentos contra la meritocracia que dicen -con razón- que el mérito es un atributo social que se logra como consecuencia de la suerte: incluso los más trabajadores tuvieron la suerte de no nacer flojos, por decirlo de alguna manera que se entienda. A partir de ese razonamiento dicen que "no es justo" que las recompensas sociales se distribuyan en proporción a los méritos, sino que "se deben distribuir" en proporción a las necesidades.

En una discusión de borrachos, hace bastante tiempo, un amigo me dijo el argumento supremo que tienen los que se oponen a la meritocracia "¿y que quieres hacer con los viejos, los enfermos, los que tienen poca inteligencia? ¿matarlos como hizo Hitler?". Este es un argumento básico y muy ignorante, pero me lo dijo convencido un académico que tiene más títulos que el Colo Colo, lo que muestra que las credenciales no siempre reflejan ni inteligencia ni siquiera la cultura de las personas.

Ciertamente que nadie propone matar a los improductivos, esa es una caricatura estúpida. Lo lógico es que los menos productivos reciban la proporción que les toca de lo que producen y lo que reciben por encima de eso debería ser fruto de la caridad, misericordia o lo que sea de los demás -a condición que sea voluntaria- como es lógico. Por el argumento de eficiencia, esto les permitiría un nivel de vida mucho mejor que cualquier redistribución forzosa del estado. Es cosa de comparar el nivel de vida de los chinos en Hong Kong con los de Hunan en 1980, o de los cubanos en Habana con los de Miami y un largo etc. ejemplos hay cientos.

Pero aparte de esos argumentos ignorantes, o interesadamente dogmaticos como los complejos de culpa que los jesuitas y otros inoculan a sus sensibles alumnos, han existido otros argumentos mejor fundamentados. Tal vez el más elaborado es el concepto de Marx que, sin desconocer las diferencias individuales que inevitablemente hacen que unos pocos sean mucho más productivos que la mayoría, descarta la meritocracia desde una base económica, diciendo que los desiguales resultados son consecuencia -no de las diferencias individuales- sino del sistema económico de acumulación capitalista.

Cuando Marx escribió El Capital tenía evidencia para demostrarlo, porque durante los primeros 40 años de la revolución industrial prácticamente no se produjo movilidad social. Pero a fines del siglo XIX la "trampa malthusiana" que había mantenido a la humanidad al borde de la hambruna, se derrumbó y los cambios tecnológicos desmintieron cada uno de las predicciones marxistas, que en su época fueron válidas y razonables.

Es cierto que el mérito no es una cualidad atribuible a las personas sino principalmente a la suerte, eso es tan cierto como decir que las personas valen por lo que son y no por lo que tienen. El mérito es una cualidad fragil que no se debe solo a la inteligencia, ni al trabajo duro, ni a ninguna de las mistificaciones con que adornaron la idea muchos charlatanes del protestantismo: el mérito, especialmente económico, es cuestión más que nada de suerte. Entonces el argumento que la meritocracia es "justa" en el sentido de retribución al esfuerzo, es una falacia que también se puede mostrar con muchos ejemplos de la vida diaria.

No hay nada más característico que cuando a alguien le va bien en lo económico lo atribuye a sus sabias y sagaces decisiones, convenciéndose que es una especie de guru iluminado. Otra creencia típica del que le va mal es que eso le pasa por culpa de los malvados que lo discriminan y no le dan oportunidades. Ambas actitudes son igual de estúpidas porque no reconocen algo evidente, que es el papel del azar en los asuntos económicos.

Pero en favor de la meritocracia nos quedan dos argumentos mucho más poderosos que el de justicia: el primero es la eficiencia, porque entrega los incentivos que maximizan la creación de riqueza total y el segundo -que yo creo el más importante- es el de la libertad, una de las pocas cosas que vale la pena defender es la posibilidad de hacer lo que nos da la gana, con nuestros recursos y asumiendo las consecuencias obviamente.

Los argumentos en contra de la meritocracia son más bien viscerales y esconden casi siempre envidia. Los que se oponen tienden a valorizar a las personas por lo que tienen y transforman todo en términos de riqueza económica, como única medida de valor. Que mejor ejemplo que Rosseau, Saint Simon, Foucault, Proudhom, Bakunin, la mayoría fueron activistas, gañanes resentidos con educación muy superficial pero bonito verso.

Encontré en Internet un ensayo muy interesante con las discrepancias de Marx respecto de los demás socialistas en relación a la meritocracia. A Marx siempre lo citan a pedazos y casi nadie se ha tomado la molestia de leerlo. Sus ideas están hoy desacreditadas por obsoletas, en la teoría (como sus ideas sobre el valor-trabajo) como en la práctica (en todos los lugares donde se ha tratado de implementar esas ideas).

La única argumentación fuerte contra la meritocracia fue la marxista, que quedó obsoleta a fines del siglo XIX y solo se siguió propagando gracias a que Marx escribió sus libros en un lenguaje tan enredado que al final no lo leía nadie, probablemente ni siquiera Lenin, Mao o menos Fidel llegaron a entender las ideas de El Capital, pero las aprovecharon bastante bien las encendidas frases sueltas en su propio beneficio. El Capital en cierto modo se parece al Quijote, se pueden sacar citas para apoyar casi cualquier causa.

A todo esto la meritocracia vive y goza de excelente salud, solo que no como la gente se la imagina: los mejores ladrones, los políticos más hipócritas, los sinverguenzas más hábiles llegan a posiciones de poder y ganan bajo cualquier sistema. ¡Eso es meritocracia en acción! y no hay leyes que lo puedan evitar mientras existan los idiotas en el mundo. Por lo que yo veo, esos están muy lejos de extinguirse.

Entradas relacionadas sobre el igualitarismo post marxista (Roemer y otros):
http://bradanovic.blogspot.com/2011/12/justicia-es-una-mala-palabra.html
http://bradanovic.blogspot.com/2011/12/teorias-de-justicia-distributiva-2.html
http://bradanovic.blogspot.com/2011/12/teorias-de-justicia-distributiva-3.html

4 comentarios:

  1. Siempre, siempre, la meritocracia de los más hábiles se impone, en el caso de las almas sensibles los capos sindicales, los políticos profesionales, etc.. se encumbran y se llenan los bolsillos representando a "los trabajadores". etc...
    Había un general acá, el general Pico, uno de los primeros gobernadores del territorio de la Pampa. Dijo una vez que al indio había que sacarlo de la influencia de los caciques. El indio común, de a pie, no tenia desventajas en la economía y la sociedad moderna. Cualquier trabajo a sueldo en la economía rural era mejor que andar vagando y robando en una banda. Cualquier asentamiento mejor que vivir en tolderías. Los que perdían poder y querían mantener a la tropa apegada al viejo sistema, dependientes de ellos para lidiar con el resto de la sociedad, era el cacicazgo. Lo mismo aplica para cualquier aparato sindical o político de izquierdas. Viven de representar al resentido y tratan de mantenerlo en esa posición. Uls

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    1. Claro, es indudable que la meritocracia existe y en todo orden de cosas. Así como algunos se destacan en matemáticas, música, literatura t cosas así, otros se destacan como estafadores, asesinos, ladrones o políticos.

      La meritocracia existe para lo bueno y para lo malo. Hitler, Putin, Stalin, Maduro, han tenido un gran mérito al encumbrarse en el poder, tanto como Picasso, Galileo o Gsuss. El mérito no es solo para bien y tampoco responde solo a habilidades superiores, también tiene mucho que ver con la suerte.

      No tiene tanto mérito ser meritorio jaja! pero no se puede hacer nada para frenar a los que se destacan alegando sentimientos de justicia o caritativos:, porque se consigue exactamente lo contrario: que aumenten los meritotios malos (demagogos, sinverguenzas) a costa que disminuyan los meritorios buenos (artistas, científicos, millonarios y gente así).

      La "justicia social" en cualquiera de sus formas nos condena a la mediocridad y al empobrecimiento de todos a largo plazo.

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  2. Compro el post de hoy. Estoy tan flojo para escribir, sorry por eso, pero coincido en casi todo.

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    1. La flojera y la indolencia son respetadas y apreciadas como se debe en este Templo del Ocio ¡Salud!

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