Mi amigo Juan, valentiniano y recoletano, me manda desde Nueva York un reportaje sobre la investigación que hicieron a los peruanos que viven en "nuestra" calle Juarez Larga, donde pase los más happy days de mi niñez. Por lo general todos mis recuerdos de esos años son en blanco y negro -debe ser porque así veía las cosas en la tele- pero a ese barrio lo recuerdo en colores, la casa de Eusebio Lillo 555 era roja y la de Juarez 632 era color ladrillo, lo recuerdo perfectamente.
Desde que yo era chico Recoleta siempre fue el barrio de los inmigrantes, nuestros vecinos en Eusebio Lillo eran unos turcos (como llamábamos a los árabes) que tenían su casa, fábrica de ropa y tienda en el mismo lugar, trabajaban todo el día y espiaban como jotes a mi hermana que, con escaso criterio comercial, los encontraba horribles. Seguro que ahora son multi millonarios. Era el barrio de los Manzur, Haddad, Sahli, tenían hasta sus restaurantes y almacenes con dulces árabes. Muchos años después, cuando yo había dejado Santiago llegó la oleada de coreanos y chinos al barrio Patronato en el mismo rubro de la confección. Ahora es el barrio de los inmigrantes peruanos.
Santiago no es Chile, pero se cree Chile, vive siempre con un ojo en otra parte. Sus barrios se llaman París, Londres, Suecia, los palacios que construyeron los ricos en el siglo 19 eran copias de palacios europeos. Ahora que está de moda USA Santiago trata de parecerse a Manhattan,
Recoleta es un barrio en continua decadencia, ya era decadente en los sesentas y la mayoría éramos de la clase media para abajo, los hitos eran el manicomio de la calle Olivos, el Cerro Blanco -lunar eterno de la ciudad- el Picaresque, la Vega Central, los cementerios, la gran iglesia Recoleta Dominica y la minúscula iglesia de La Viñita, una de las más antiguas de Chile fundada por el propio conquistador don Pedro de Valdivia y reconstruida en 1834. Buscando una foto de la Viñita me encontré con un buen blog de La Chimba, como se llamaba Recoleta en los años de la colonia, allí leo con sorpresa lo siguiente:
El conquistador, en el año 1546 procedió a repartir terrenos entre sus huestes. Un buen retazo le correspondió a doña Inés de Suárez, como premio a su valentía, adhesión y lealtad.
El rancho donde vivía Doña Inés se ubicaba donde actualmente esta la calle Juárez. Desde esta casa la mujer emprendió la dirección para la construcción de la capilla de Montserrat, que estuvo ubicada a los pies del antiguo “Cerro de Huechuraba”, hoy Cerro Blanco.
Es muy probable que la casa de doña Inés, amante y compañera de aventuras del conquistador don Pedro de Valdivia, haya estado muy cerca de mi antigua casa, tal vez hasta en el mismo lugar, quien sabe, muy cerca de la avenida Recoleta. Como la casa donde vivíamos era de la época colonial ¡tal vez vivimos en el rancho de doña Inés de Suarez! quien lo sabe, soñar no cuesta nada. Buen trabajo de los muchachos del blog La Chimba, felicitaciones de un ex recoletano, me caen bien aunque estudien en la Academia de Humanidades, los archi enemigos -junto con el Murialdo- de nuestro glorioso Valentín Letelier, cuna de grandes como el Académico de la Lengua Daniel Vilches y El Maestro Valentín Trujllo.
Todo Santiago está en decadencia, desde siempre sus barrios son decadentes incluso los que han sido renovados, como el Brasil o el Bellavista, es como si los santiaguinos pensaran que su ciudad es horrible y cada cierto tiempo les viene esa compulsión por demolerlo todo y reemplazarlo por construcciones peores. El barrio Sanhattan con sus torres de oficinas trata de ser moderno, pero no puede, en cada detalle se asoma el Santiaguillo de los sesentas.
Los antiguos barrios de ricachones, por el Golf, las calles Napoleon, Cuzco, que tenían esas enormes casas donde se fueron a vivir los turcos adinerados en los sesentas, desaparecieron, las inmobiliarias los reemplazaron por edificios clones para la clase media emergente. Los ricos se fueron a La Dehesa o a Chicureo a vivir encerrados, pero ni así se salvan de los asaltos. Santiago se mantiene permanentemente fracturado y precario.
Pero tiene rincones increíbles en medio de las ruinas y el kitsh, todavía existen el Quita-Penas, el hoyo y la Piojera, aunque en plena decadencia y tomados por ridículos seudo artistas, uno todavía puede sentarse y pensar que muchos años atrás en ese lugar había un boliche decente.
Anoche vi la película Morir un Poco (creo que de Alvaro Covacevic ¿se acuerdan de la canción?) y -aunque fue filmada en Valparaíso- me devolvió al Chile que yo recuerdo, lleno de miseria, yo estuve allí, viajé en la pisadera de las micros "San Eugenio" y también en el repleto el tren a Cartagena, las poblaciones callampa, los ricachones inocentes y un poco ridículos en la Playa de Reñaca, es como otro planeta y yo lo tuve la suerte de conocerlo.
Créditos: las extraordinarias fotos son de Paul Lowry
"...trabajaban todo el día y espiaban como jotes a mi hermana que, con escaso criterio comercial, los encontraba horribles"
ResponderBorrarhombre, que pluma! El costumbrismo se le da muy bien.
Jaja, bueno es una descripción más o menos literal de como los recuerdo, asomando las narices por encima de la muralla, igual que los jotes ¡todas esas familias después terminaron dueñas de la mitad de Chile! la comunidad palestina es de las más pudientes hoy.
ResponderBorrar.. si, a los turcos les ha ido bien en estas latitudes. En Argentina se recostaron sobre las provincias áridas - debe ser por afinidad con su antigua tierra - y llegaron a ser las familias pudientes en Santiago del Estero, Salta, La Rioja, Catamarca. Después se metieron en política - como suelen hacer los ricos - y llegaron a colocar un presidente: Menem. Y no pocos gobernadores.
ResponderBorrarPero volviendo a lo central su descripción de Santiago es entrañable.
.. y otra más, usted menciona a los Salih, yo tenía un compañero de apellido Salé. Aquí cerca viven unos Tamer, los cuales tienen unos primos en Uruguay que se apellidan Temer, una vocal de diferencia. Parece que en la medida que bajaban del barco cantaban su nombre al funcionario que los anotaba como le sonaba. Y fueron derivando varios apellidos de la misma raiz...
ResponderBorrarAcá también les ha ido excelente, yo recuerdo que en los sesentas la mayoría llegaron sin un cinco o con muy poca plata desde palestina, la gran mayoría eran católicos palestinos, libaneses y unos pocos sirios.
ResponderBorrarDe lo del nombre yo soy víctima jaja! me pusieron "Bradanovich" y la cosa era "Bradanovic" que diablos.
Tengo lindos recuerdos de los sesenta, y de los setenta y etc etc, de los malos recuerdos ni me acuerdo.
"sepan que olvidar lo malo
ResponderBorrartambien es tener memoria"
creo que algunos impostaban ser católicos, cuando menos cristianos meronitas, por los prejuicios de aquel tiempo. Mi amigo Salé era bautizado como todos pero una vez me mostró lo que llevaba colgando de una cadena al cuello: un Corán minúsculo.
Tomas / Ulschmidt.
ResponderBorrarLos "TURCOS" que emigraron a las America despues de la Primera Guerra Mundial.
No eran Turcos, pero Lebanese y Armenians , siendo la mayoria Maronites Christinas .
La razon por el cual se comocian como Turcos, era simplemente que viajaron con pasaporte Del Imperio Otomano.
En Estados Unidos existia una gran congregacion de Lebanese y Armenians en los alrededores de Detroit , Michigan.
Desde luego con el debacle de la industria automotriz , estas comunidades perdieron su centro cultural.
Uno mis amigos en la Universidad, era de apellido Shaginian y es por esto que tengo este con conocimiento.
El me conversaba, que su abuelo envio envio al que ahora es su padre (de mi amigo ) a buscar a su esposa en Lebanon.
Una de la muchas anectodas que hacen vivir en USA algo interesante.
Ulschmidt, lo malo que se quede en el inconsciente freudiano nomás, para que no moleste y solo de vez en cuando se aparezca en alguna pesadilla, lo bueno hay que recordarlo una y otra vez.
ResponderBorrarJorge si, maronitas y la mayoría terminaron acá como católicos, son muy pechoños y muy común que se casaran entre ellos. Acá en Arica hay muchos y yo recuerdo con especial cariño a mi amigo don Pedro Chadid y a su hijo Roberto. También le tenemo al inefable turco Saba, a su familiar Verónica, uno de los bombones ariqueños, a los Semir, a las dueñas del Hotel San Marcos (ya se me olvidó el apellido, creo quue también son Semir) a mi gran amigo Gabriel Abusleme, uf, hay montones
Tomas te acuerdas cual era el nombre del Turco que era uno de los personajes en la revista Condorito?
ResponderBorrarPepo lo mostraba con su FEZ y mut comerciante.
si, Jorge, sabia que venian del Otomano Imperio. Mas aún: vencidos los otomanos, el Líbano fue protectorado francés y francés era el pasaporte del señor Tamer que se afincó en mi pueblo. Luego a los años tuvo que hacer un trámite pero para ese entonces el Líbano estaba confederado u ocupado por Siria y ésta lo representaba en el exterior y mi padre, que se dedicaba a contabilidades y papeleos, le hizo un favor a Tamer - eran amigos- viajó a la embajada siria en Buenos Aires para arreglarle el asunto.
ResponderBorrarMe llevó pese a que era yo muy niño y la embajada me pareció de lo mas misteriosa. Debo al señor Tamer y a la movida geopolítica del Líbano mi única incursión diplomática internacional.
Jorge, si me acuerdo del personaje pero no de su nombre.
ResponderBorrarUlschmidt, nexos con el gobierno de Siria, mmmm, alerta de terrorismo islámico, atención, atención! jaja, solo bromeo.
En Condorito había un personaje llamado Jacoibo (tacaño, usurero, etc.), pero según recuerdo representaba a un judío, no a un árabe. Jacoibo desapareció aparentemente por presión de la colonia judía. No recuerdo un personaje árabe.
ResponderBorrarSilva Cimma pasó un par de años por el LVL también.
ResponderBorrarOtro célebre, junto con don Lucho Galecio, pero el tío Valentín y don Daniel Vilches se la vuelan, lejos. Valores eternos y transversales.
ResponderBorrarHubo varios famosos que pasaron por el LVL. Recuerdo que a principios de los '90, el centro de alumnos de aquel entonces armó una lista para intentar contactarlos, no recuerdo si por los 110 años o algo así. Creo que hasta Patricio Aylwin figuraba. Eran varios más de los que uno creería.
ResponderBorrarAh, el vale vale valen tin tin tin, tienes que tomar en cuenta que es el segundo colegio medio más antiguo de Chile, después del prostituto nacional, debe andar cerca de los 150 años así es que muchísimas generaciones de chilenos deben haber pasado por allí. Tendrían que hacer un listado de los notables y no tan notables que pasamos por alguna de sus salas...
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