Quieren dinero

Pagadas mis deudas, cortado mi pelo -ahora me parezco a Julito Martinez- y comprados un par de cachivaches que me faltaban respiro tranquilo después de un par de meses en peligro, todo vuelve a la normalidad y vuelvo a ser el petit burgeois de siempre.

Desde muchos años he tenido cierta simpatía por el Movimiento de Izquierda Revolucionario, al menos con la facción de Mónica Quilodran, tuve amigos miristas cuando joven (uhhh) y leo regularmente El Rebelde con los análisis de Horacio Lira y otros que -aunque son completamente opuestos a mi visión política- van mucho más allá de la consigna fácil. Por eso copio algunos párrafos que me llamaron la atención de una entrevista a Monica sobre temas actuales.

Sobre las protestas estudiantiles:
Las sociedades sanas se construyen en base a la discusión transparente sin trampas y las personas toman la responsabilidad una vez que están informadas. Un ejemplo es que la mayoría de los compatriotas consideran las marchas estudiantiles, así como las tomas de colegio, como la condición normal de los jóvenes que quieren perder clases. Los partidos que están detrás de las movilizaciones estudiantiles tienen agendas distintas a la verdadera razón de la movilización, que se supone es sobre el tema educacional en Chile y son que el gobierno baje en las encuestas,demostrar ingobernalidad y una nula paz social (que sí garantizaba la concertación), todas tendientes a las elecciones municipales del próximo año y muy lejos del tema de fondo que moviliza a nuestra sociedad, que es el futuro de la educación en Chile.

Claro que en el resto de la entrevista aparecen las demandas tradicionales de la izquierda que yo no comparto para nada, pero llama la atención como el MIR, que no tiene nada que ganar ni perder electoralmente, se puede dar el lujo de hacer análisis político franco sin recurrir a la demagogia o las consignas con que engañan al gilerío los políticos tradicionales. Para que no digan que la saqué de contexto la entrevista completa la pueden leer AQUI, también es interesante la opinión sobre Hidroaysen y su visión muy crítica de los ambientalistas.

Hay que entender que lo que se pelea cuando se habla de "educación pública" es la administración de los establecimientos, la capacidad de contratar y administrar presupuestos por parte de funcionarios públicos, en pocas palabras: están peleando por el billete. A nadie le importan los contenidos que se enseñan ni menos la finalidad para que se enseña o la necesidad de una educación altamente diferenciada, eso no se discute porque lo importante para el colegio de profesores y su némesis el Consejo de Rectores es mantener el control sobre presupuestos públicos y en lo posible conseguir todavía más plata del estado.

Como dice la canción de los prisioneros "quieren dinero", también quieren poder y monopolio, porque ven con espanto que si la gente puede elegir no los elige a ellos, hablan de su especial vocación pero en el fondo les desespera ver que van a perder la cómoda situación de empleados públicos privilegiados y tendrán que competir y trabajar como el resto de los chilenos. Que mejor muestra eso de que los profesores de establecimientos municipales mandan a sus hijos a particulares subvencionados.

Siempre se traen a cuento ejemplos de Finlandia, Alemania, Japón o cualquier otro país que esté de moda en el momento, ese es nuestro drama, por ser irremediablemente copiones hemos importado modelos franceses, alemanes, norteamericanos sin siquiera pensar que necesitamos hacer un modelo nacional, basado en nuestras -hasta ahora- pocas fortalezas y muchas debilidades. Las pocas cosas buenas que se han hecho en Chile han sido originales, desde las AFP hasta los cafés con piernas cuando un chileno se atreve a pensar muchas veces le achunta. Lástima que nuestro castramiento cultural nos hace vivir siempre con un ojo mirando a que país copiar.

El liceo, que importaron los masones de Alemania a principios del siglo XX, puede haber dado buen resultado en la tierra del chucrut pero resultó un desastre entre nosotros, descendientes de españoles y pehuenches con un odio genético al trabajo. Todo se desvirtúa cuando tratamos de copiar, don Federico Santa María murió amargado al ver en lo que se había convertido la universidad a la que donó su fortuna, nadie habla hoy de esa verdadera estafa pero retrata muy bien lo que pasa cuando tratamos de copiar modelos que no tienen que ver con nuestro ser.

Hoy Chile tiene una oportunidad histórica de hacer el primer sistema educativo en el mundo completamente administrado por privados, están todas las condiciones gracias a que la apertura de colegios particulares subvencionados y universidades han demostrado ser mejores que los estatales, que cada vez tienen menos matrícula.

Creo que un sistema de voucher universal, donde cada cual pueda elegir el colegio de su preferencia y donde nadie tenga privilegios especiales ni monopolio ganaría por paliza en un plebiscito entre los apoderados que mandan a sus hijos al colegio. De hecho ese plebiscito ya se hizo y se ganó, es cosa de mirar la matricula.

Pienso que el intento de estatizar la educación a nivel de ministerio, confiscando los derechos de los actuales particulares subvencionados es solo un sueño húmedo de los que andan detrás del poder y el dinero fácil sin tener que competir, pueden hacer cien mil huelgas pero ya perdieron, desde que los apoderados comenzaron a enviar a sus hijos a los subvencionados.

La pelea por la educación completamente privada e igualitaria para todos ya se ganó en las matrículas, pero ahora falta sincerar la y cortar el nudo gordiano que significan los colegios municipalizados remanentes, hay tremendos intereses políticos y económicos en contra y se demuestran en la intensidad de las protestas.

En las universidades estatales son muchos más los millones de plata dulce en juego, dudo que este gobierno se atreva a hacer el sinceramiento definitivo y establecer el sistema de vouchers. Pero al menos la mayoría de la gente ya eligió y es cuestión de tiempo para que el sistema se transparente. Hasta mañana.