Eso, inauguré la temporada de playas. Hacía como 5 años que no iba a El Laucho así es que hoy invité a Tom McDonnell y Tom Wilke para que lo conocieran, el Club de los Tomás se fue en pleno a la playa previo consumo de un pitcher de cerveza.
Todo muy bien, me encontré con amigos que no veía desde hace años tomando sol exactamente donde mismo estaban en el año 2006 fue como la máquina del tiempo congelado, allí estaban Johnny de la Corte de Apelaciones con su señora, más allá estaba Cindy mi amiga de tantos años y cuando tomaba la micro de vuelta me encuentro con el vendedor de helados ¡son los mismos de siempre!.
Se gastaron un par de millones de dólares en arreglar la playa, no creo que haya valido la pena el gasto y quien sabe cuanto se robaron, pero al menos hasta el momento se ha ampliado la superficie de baño y habilitaron un sector con más arena en la punta. Aparte de eso está todo más o menos igual. Si lo hubiesen hecho gente honrada estoy seguro que habrían gastado menos de la mitad de la plata pero que diablos, estamos en Arica.
Tomé sol hasta quedar como jaiba y no pude aguantar la tentación de meterme al agua, estaba perfecta y de haber andado solo me habría bañado mucho más, en fin, creo que voy a volver de todas maneras, mis amigos también quedaron muy entusiasmados. Después volvimos a tomar otro pitcher al centro y nos fuimos cada uno para su casa. Las fotos pueden verlas aquí.
Por fin estoy empezando a escribir mis artículos, empecé con el paper sobre el agua pero también estoy haciendo una interesante investigación sobre la deserción de los alumnos en la Universidad de Tarapacá. El problema de la deserción universitaria se está empezando a estudiar fuerte desde hace unos 20 años más o menos. Antes de eso no era gran problema, porque se partía de la base de un modelo de universidades elitistas y estatales. Mientras más alumnos perdían la carrera más prestigio tenía la universidad.
Racuerdo por ejemplo la Universidad Técnica Federico Santa María que tuvo la reputación durante muchos años de preparar a los mejores ingenieros del país, donde tenían tasas de fracaso de hasta el 80%. Claro, eso era posible cuando más o menos el 7% de los estudiantes que terminaban la enseñanza media ingresaban a la universidad y las matrículas eran tan bajas que nadie se preocupaba si 8 de cada 10 no terminaban, al contrario, un alto fracaso era equiparado a formación de buena calidad.
Las universidades tradicionales eran tan pocas y no enfrentaban ninguna competencia, así es que se podían dar el lujo de hacer lo que se les antojara. Cuando se abrió la puerta para las universidades privadas en Chile, en 1980 la situación cambió dramaticamente.
La primera reacción de todas las universidades fue bajar las exigencias, pero se produjo la paradoja que mientras más se bajan las exigencias mayor es la deserción. Las carreras más exigentes como medicina o física tienen las tasas de deserción más bajas. Además las universidades de poca exigencia se empezaron a desprestigiar aceleradamente. Hoy la exigencia -según estudios en Chile- es mayor en universidades privadas que en las estatales.
Al estudiar la deserción se han hecho modelos psicológicos que estudian características personales como la resilencia y perseverancia, otros modelos sociológicos estudian si el alumno se adapta o no a la universidad, modelos economicistas que suponen que los alumnos abandonan luego de hacer cálculos costo-beneficio y desde luego, están los que fracasan académicamente.
Pero ocurre algo muy curioso y es que prácticamente en todo el mundo la deserción es más o menos la misma, solo alrededor del 50% de los que entran a la universidad llegan a graduarse, no importa que diferentes sean las situaciones económicas, los métodos de enseñanza, la gratuidad, etc. en casi todo el mundo la deserción es más o menos lo mismo. Incluso hay estudios en USA desde los años 40 que muestran que la deserción se mantiene exactamente igual a través de las décadas.
El problema de la deserción no es solo de los alumnos. Ni siquiera el fracaso de los alumnos es lo más importante, lo peor es la inmensa cantidad de dinero que se va a la basura cada vez que un alumno universitario fracasa. Una carrera incompleta tiene muy poco valor económico, especialmente porque los primeros años, donde la mortalidad es mucho mayor, solo se enseñan ciencias básicas, sin valor para la vida laboral. Por otra parte, el costo de la educación universitaria sube cada año, debido a que aumentan las regulaciones, exigencias y la oferta todavía es bastante monopólica.
Entonces tenemos que a lo menos la mitad de los estudiantes que entran a la universidad pierden una gran cantidad de plata, esa plata, ya sea pagada por el estado en un esquema de universidades "gratis" o pagada por los alumnos, o financiada por créditos, al final es mayoritariamente pagada por las personas de la clase media hacia abajo, quienes son los que pagan el grueso de los impuestos. O en el mejor de los casos por los propios alumnos que fracasaron, del bolsillo de sus padres.
¿Como solucionar ese agujero negro donde se derrocha una enorme cantidad de millones? Ya vimos que se ha probado con bajar las exigencias y no funciona, mientras más se bajan las exigencias menos estudian los alumnos. Si se suben las exigencias tampoco sirve porque muchos alumnos simplemente no son capaces de cumplir y terminan con fracaso académico.
¿Que hacer entonces? Para mi es claro que ingresa a la universidad mucha gente que jamás debió ser aceptada, la universidad masiva tiene un problema estructural que implica pérdidas millonarias de plata, la idea de universidad para todos y que la educación superior es el medio para igualar socialmente a las personas es absurda y trágicamente equivocada.
Estaba leyendo un paper sobre la situación en Alemania, uno de los pocos países con baja tasa de deserción, donde al parecer resulta más fácil graduarse. Decía que a mediados de los años setenta era tan grande la cantidad de profesionales universitarios que la mayoría empezaron a ser subempleados. Los jóvenes entonces comenzaron a estudiar masivamente en escuelas vocacionales o aprender oficios por su cuenta, pero después de unos años se dieron cuenta que para obtener incluso trabajos menores había que tener un título universitario y se vieron forzados a entrar nuevamente a estudiar después de varios años.
Esa es una situación tragica en términos humanos y económicos, lamentablemente por culpa de las ideas de "universidad para todos" para allá es adonde vamos.
La situacion de Alemania se explica porque solo los que van al Gymnasium pueden entrar a la Universidad. Es decir tienen que pasar al menos dos procesos de seleccion antes de la Universidad: Orientierungsstufe (9 an~os) y Abitur (18). Por lo que la prediccion de rendimiento es bastante buena.
ResponderBorrarAdemas, por cultura, los jovenes se hacen responsables de su vida mas temprano que en Chile.
Las universidades privadas en Alemania son solo para los ricos y flojos.
El resto de las cosas no las discuto, porque hay demasiados prejuicios, como eso de que las universidades privadas son mas exigentes que las tradicionales. Lo que supongo que es un chiste para amenizar.
MV
avanti con el paper acuoso! y con el otro idem. ¿no se le sipersarán la ideas? Sir Richard Taylor tenía once mesasa en su casa y en cada una escribía un libro distinto... pero no cualquiera puede descubrir las Fuentes del Nilo y traducir las Mil y Una Noches en la misma vida.
ResponderBorrarY quien tiene tantas mesas.
Puesto que será imparable que la juventud de clase media pruebe por un título universitario antes de volver al pueblo a continuar con la panadería de papá, debería acotarase el daño a un par de años de básicos. Quien no supere eso, no continúa carrera universitaria. Aquí he notado en las carreras de mis hijos que apaece un título intermedio absolutamente inútil como "bachiller universitario en". Como un certificado de que llegaron a cierta parte dentro de la Universidad. No existía en mis tiempos, debe ser, sospecho, un escaló o premio intermedio para que algunos puedan decir: OK, llegué a bachiller en esto, ahora vuelvo a la panadería.
Era Richard Burton, no Taylor. Tanbién fue el primer europeo en entrar disfrazado de creyente a La Meca - lo que pudo costarle la vida - traductor del Kamasutra, cónsul inglés en Tío de Janeiro, buscador de oro, poeta, etc..
ResponderBorrarY no había ido a la Universidad.
... también es útil - me parece que de eso se trata el caso alemán, y muchos otors - esa pléyade de carreras cortas que antes eran meros oficios, ni siquiera objeto de un título de secundaria, pero ahora se hacen unviversitarios. Un par de años para ser peluquero universitario diplomado, fotógrafo, decorador de ambientes. O cheff. La hija de un amigo ya se recibió de cheff y trabaja en un hotel cinco estrellas (le pagan como estrella y media, nada más) Como yo cargo con pretenciosos tras títulos de arquitectura y cosas así, que llevan largos años, no dejo de tenerle cierta envidia.
ResponderBorrarA las Universidades les falta avivarse en eso, ofrecer ciertas especializaciones de oficios en carreras cortas, darle un poco de forma y de sistema al ejercicio de los mismos, algunasa herramientas adicionales y el brillo del diploma. Hay que doblarse al viento como los juncos decía el Tao, o debería decirlo.
Miguel, lo que dices sobre las universidades privadas no se de donde lo sacas pero no es prejuicio, al menos en Chile "La tasa de deserción global sería de un 53,7%, siendo mayor en las universidades privadas nuevas que en las públicas" (Gonzalez, L. 2005, ESTUDIO SOBRE LA REPITENCIA Y DESERCIÓN EN LA
ResponderBorrarEDUCACIÓN SUPERIOR CHILENA). Parto del supuesto que la deserción involuntaria por fracaso académico es la causa principal, porque creo que es inverosimil que un alumno en Chile que le esté yendo bien con las notas se cambie de universidad "buscando otra más exigente". Puede haber otras causas como vocacionales, de adaptación, etc. pero la académica es la más relevante.
Las universidades públicas han bajado los estándares al suelo durante la última huelga, donde miles de alumnos han aprobado cursos completos teniendo solo una o dos notas.
Tomas hasta hace cinco años atrás creeme que la exigencia era mas alta en las tradicionales. Las ingenierias por lo menos.
ResponderBorrarlas fotos estan buenísimas, se nota que voyereaste un poco :D
Ulschmidt, claro Sir Richard F. Burton el hombre-enciclopedia ¡que tipo! hablaba una cantidad de idiomas, viajó por todo el mundo y en sus ratos de ocio tradujo el Kama-Sutra, ese si que fue ídolo.
ResponderBorrarLo de los títulos universitarios es una escalada trágica, estuve leyendo unos paper que culpan a la "exclusión social" del fracaso estudiantil y que por aplicar criterios "la estructuración de los estudios universitarios bajo un conjunto de supuestos asociados a habilidades meritocráticas, que en su mayoría están primero y estrechamente asociadas a la disponibilidad de un nivel importante de capital social, cultural, económico y educacional previo". Esas ideas de usar la universidad con criterios de "justicia" social la van a matar y de paso están dejando un reguero de generaciones frustradas. Si la universidad deja de ser estrictamente meritocrática ocurre lo que está pasando ahora, que se convierte en un piso donde el que no tiene grado universitario no es nadie y A LA VEZ el grado no asegura tener competencia para nada, creo que son ideas horriblemente equivocadas.
Ulschmidt, lo malo de que las universidades se metan a enseñar oficios es que por su estructura y por su ideología son muy malas enseñando cosas prácticas, no está en el ADN de los profesores ni de la sociedad. Entonces empiezan a exigir acreditaciones y que en la escuela de chef tengan unos doctorados en bioquimica con tantas publicaciones indexadas, finalmente los tipos salen sin saber freir un huevo.
ResponderBorrarLamentablemente trabajé en algo relacionado con la acreditación del Centro de Formación Técnica de la universidad de acá y eso es lo que pasa cuando se mete el gobierno a "supervisar" la calidad de lo que se enseña.
Javier, cuando empezaron las privadas hubo muchas que bajaron las exigencias (para que decir nombres) y las públicas siguieron en lo mismo con entusiasmo.
ResponderBorrarLas universidades privadas con bajas exigencias o con poca infraestructura quebraron en un par de generaciones (yo trabajé en una acá en Arica que era más pobre que el ropero de Tarzán) pero las estatales mantuvieron sus estándares objetivamente bajos.
Ejemplo: número de oportunidades que puedes fracasar en un ramo, en mis años solo se podía fracasar 2 veces y la 3ra oportunidad solo se daba por razones excepcionales. Hoy en las universidades tradicionales hay 4 y más oportunidades, ese es un criterio objetivo.
En general todas las universidades vienen de vuelta en eso de bajar las exigencias porque no funciona, excepto las que aplican modelos de "exclusión social" y cuchufletas por el estilo.
Peras y manzanas. Partes del supuesto que el estudiante de esas Ues privadas tiene la misma preparacion que el que entra a las publicas. Lo que no es cierto dado los requerimientos de entrada.
ResponderBorrarYo hice clases de remplazo en la Andres Bello en el 2003 y UFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF!
MV
Peras y manzanas las tuyas, la exigencia académica es una cosa y la capacidad de aprender de los alumnos otra. La primera tiene parámetros objetivos con que la puedes medir (oportunidades que puedes reprobar un ramo, permanencia, cantidad de evaluaciones, etc.) la segunda no tiene ninguna forma de medirse aparte de decir "ufff" que es algo que se puede decir en cualquier universidad. En la COmplutense de Madrid hay un tremenda preocupación por el bajo rendimiento académico de los alumnos, pero ese es otro cuento.
ResponderBorrarHablar de "calidad" en educación es un asunto muy resbaloso y sujeto a toda clase de prejuicios, creo que es un tema que debería evitarse a menos que se tenga un sustento muy fuerte de donde agarrarse y yo hasta ahora no he leído ni uno solo. Recuerdo cuando los muchachos y profesores de la UTFSM decían ser los mejores ingenieros de Chile, está OK como publicidad y mística interna pero no es un asunto como para sostenerlo en serio.
"La instalación de un sistema de selección de estudiantes responde a la hipótesis que no todos los egresados de la enseñanza secundaria poseen las habilidades, condiciones, capacidades, aptitudes o competencias para proseguir exitosamente estudios universitarios.
ResponderBorrarDebiendo someterse a un proceso selectivo cuya razón no se fundamenta en la provisión de más postulantes que vacantes, sino que en la certificación de un nivel mínimo de desempeño, para augurar buenos resultados en los estudios universitarios, es decir, aumentar la posibilidad de su retención.
La segunda hipótesis –de tipo comparado– es que producto del proceso de selección, los resultados en retención de estudiantes en las universidades que emplean este procedimiento deberían ser mejores que en aquellas que no tienen estos procesos. Desgraciadamente para el caso chileno no se poseen antecedentes masivos y consistentes en este aspecto que estén vinculados a niveles de aprendizaje alcanzados por los estudiantes"
(Sebastián Donoso1, Ernesto Schiefelbein)
Es un asunto bien complicado determinar la "calidad" de los alumnos mediante pruebas estandarizadas. Yo creo que hay un desequilibrio acumulado muy grande que tiene que reventar por algún lado.
ResponderBorrarA mi modo de ver debería haber libre acceso el primer semestre (sin pruebas de ingreso) y luego filtrar por notas con solo dos oportunidades por ramo. Bajar exigencias no tiene ningún sentido económico para las universidades, al contrario y solo las públicas pueden darse ese lujo (como pasó con el cierre de semestre reciente)
Me imagino que hubiese pasado si una universidad no tradicional cierra el semestre con solo un par de pruebas como nota final ¡como se les habrían tirado encima las estatales!
ResponderBorrar"Parto del supuesto que la deserción involuntaria por fracaso académico es la causa principal, porque creo que es inverosimil que un alumno en Chile que le esté yendo bien con las notas se cambie de universidad "buscando otra más exigente". Puede haber otras causas como vocacionales, de adaptación, etc. pero la académica es la más relevante."
ResponderBorrarese supuesto debe ser validado, sino terminar elaborando sobre una falsedad. Y como dijo el primo sofista de arquimides: dadme un supuesto falso y demostrare la cuadratura del circulo.
decadas atras muchas carreras tenian alta desercion porque no eran las mas populares. El cabro se metio a pedagogia porque no quedo en medicina. Se saco la cresta, dio la prueba d enuevo y se cambio a medicina.
Un escenario parecido podria dar cuenta de una parte de la desercion. No le alcanzo para medicina en la chile y se tuvo que meter a Universidad La Polar (cara y mala). Despues mejoro el puntaje y se cambio a la mera. Simple.
Puede ser que no exista una relación directa entre deserción y exigencia, en verdad no tengo ningún estudio que lo pruebe. Podríamos decir entonces que "el fracaso estudiantil es más frecuente en universidades privadas que en las públicas" sin elaborar más allá, siempre y cuando no metas juicios de valor formados en el aire (prejuicios) como decir que las universidades privadas son "malas y caras" esas dos calificaciones son aritrarias y no llegamos a ninguna parte discutiendo así.
ResponderBorrarAunque el punto de la exigencia no sería muy difícil de aclarar: bastaría con comparar los reglamentos de carrera con número de oportunidades permitidas, cantidad de evaluaciones, etc.
En cualquier caso creo que las universidades tradicionales tienen un factor muy determinante en el nivel de exigencia que es la menor exigencia económica por recibir los alumnos más ayuda del estado: a igual número de oportunidades de reprobar esa es una ventaja clara para los alumnos en Ues tradicionales