Estuve el sábado haciendo una presentación para un amigo, pero llegué a un punto que se me echó la yegua. Nada peor que hacer algo aburrido, que no me interesa, que no voy a ganar nada y solo por compromiso. En fin, a mitad de la tarde lo dejé y me dediqué a algo más productivo: me fui a dormir siesta.
Después que desperté me acordé que tenía deberes que terminar, pero también me acordé de ese sabio refrán "nunca dejes para mañana lo que puedas hacer pasado mañana" así es que me encontré nuevamente sin nada que hacer. Y empecé con algo que tenía en mente desde hace tiempo: escanear los viejos papeles que guardo antes que se me pierdan como me ha pasado tantas veces. Me armé de paciencia, saqué un montón de papeles viejos y vamos escaneando.
Siempre me entretengo revisando esos papeles, lo primero que digitalicé fueron cosas de cuando era estudiante en la universidad, es decir en la década del 80, donde encontré varias cosas entretenidas y una sorpresa.
Entre lo entretenido unos boletos con mi primer sueldo, el panfleto de un preuniversitario que hicimos con Pato Bastian en 1979 para pasar el hambre, que terminaba con este conmovedor slogan:
Una profesión es la llave
que le abrirá muchas puertas
No confie en la casualidad
Prepárese
Casi nos echaron cuando se dieron cuenta que estabamos usando -clandestinamente- el nombre y las instalaciones de la universidad hasta para hacer propaganda en la radio, tuvimos un gran lío pero comimos un par de meses gracias a eso.
También ese mismo año me dio por anotar en detalle todos mis gastos, era muy fácil porque no tenía donde caerme muerto. Escanié uno de esas cuentas, tratando de hacer una conversión, esos eran los años del dolar a $39, mis ingresos de ese mes fueron unos US$ 86 (lo que me pagaban por una ayudantía más la venta de un abrigo). Mis egresos US$ 44 por la pieza, luz y el agua y con el resto tenía que comer. Nada de raro que fuera tan flaco.
Ah, que cantidad de cosas encontré. Las más interesantes fueron dos resumenes manuscritos que hice de textos de Richard Feynmann que recién -releyendolos después de más de 30 años vengo a entender uno de esos. Si lo hubiese leído con más calma cuando los hice, me habría ahorrado un montón de sufrimiento en electromagnetismo.
El primero ilustra el principio de mínima acción y me fascinó desde el principio, de leer ese artículo me convertí en fanático de Feynman y creo que nunca he leído explicaciones más claras y más intuitivas que las suyas. Debe ser el mejor profesor de física que ha existido.
La mínima acción muestra que la naturaleza es floja y que todo se comporta como lo hace porque de esa manera la acción requerida es mínima. Por eso al tirar una piedra al aire siguea la trayectoria de una parábola y no una recta o cualquier otra trayectoria caprichosa. La demostración de esto por un simple balance de energías cinética y potencial es simple y muy bonita.
El otro artículo de Feynmann se llama Cálculo Diferencial de Campos Vectoriales y explica muchas cosas que yo solo aprobé porque me aprendí la mecánica, pero nunca llegué a comprenderlas bien. Primero explica el concepto de campo, como una magnitud que depende de su posición en el espacio, una definición sencilla y exacta.
Luego explica en un par de párrafos la diferencia entre un campo escalar (por ejemplo las temperaturas en una región del espacio) y un campo vectorial (por ejemplo un flujo de calor que se mueve por el espacio), el ejemplo de flujo de calor se usa para explicar la intensidad del flujo y de allí aparece el operador nabla (creo que es el gradiente, si mal no recuerdo) como la aplicación de derivadas parciales a ese flujo. Nabla es un vector que puede multiplicarse por un escalar y -en palabras de Feynman- "aun se obtiene algo hambriento por derivar".
La explicación es natural, intuitiva, hace fácil seguir entendiendo la divergencia y el rotor como la aplicación de integrales a un campo. ¿Cual es la gracia de esta explicación? que Feynman la hace aplicada a algo que es fácil de imaginar como un flujo de calor, podemos entender de manera intuitiva que el calor se puede mover en el espacio y si se mueve debe tener una dirección además de magnitud, el resto es solo aplicar los infinitesimales (derivadas) y suma infinita (integrales) a estos flujos ¡jamás lo entendí con los ejemplos de campo electromagnético! ¿quien se lo va a imaginar?
En fin, gigante Feynman como pudo explicar tan bien un asunto enredado. Si alguien está estudiando cálculo vectorial que se baje ese resumen y lo revise porque seguro que le va a aclarar un montón de dudas.
Creo que es hora de volver a cumplir con mi aburrido compromiso y seguir la maldita presentación. Pero más rato, antes creo que dormiré otra siestecita.
Pensé que yo era cachurero. Hay gente mucho peor. Me siento más tranquilo.
ResponderBorrarjajaj tengo una bodega repleta de papeles y revistas viejas y se me ha perdido a lo menos otra bodega. Además tengo el taller repleto de cosas inútiles con unas pocas cosas que algún día me podrían servir, pero cuando las necesito jamás las encuentro.
ResponderBorrar...sabe, los campos vectoriales no son tan difíciles de imaginar en mecánica de fluídos. Muchas flujos son estáticos, lo que quiere decir que en cada punto hay la misma dirección y velocidad - la cascada está donde siempre está la cascada, el reomlino donde siempre está el remolino - y es mas fácil describirlo como un campo vectorial estático que como unas partículas que van saltando frenéticas.
ResponderBorrarEs increíble Ulschmidt que tuvieron que pasar tantos años para que me diera cuenta que lo que parecía imposible de entender no era tanto.
ResponderBorrarComo a nosotros nos enseñaban desde el comienzo la aplicación en campos electromagnéticos, que no son uno sino DOS campos que se crean y se aniquilan de manera alterna, desfasados en 90 grados (al menos en el EM clásico), que son invisibles ¡cuando lo iba a entender!
La explicación de Feynmann aplicada a un flujo de calor o -como dices- aplicada a un flujo de agua es mucho más facil de entender pues, yo juraba que la Ley de Gauss solo se aplicaba al electromagnetismo. Creo que fui víctima de un mal plan de enseñanza, de haberlo entendido en su momento no me habría desanimado, hoy estaría dedicado a la física, medio chiflado y alimentándome de pizzas en el sotano de algún laboratorio donde viviría en un catre de campaña.
Como siempre la analogía del agua ayuda a entender la electricidad, incluso en los campos, increible.
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