Autogestión y minería

Estaba donde doña Alicia, a la entrada de la ESUN tomando una bebida con Fernando Cabrales, cuando un señor que va pasando se acerca y me pregunta "oiga ¿usted es Tomás Bradanovic?" -Ah la micro celebrity- pensé "claro, dígame nomás". Entonces me pasó un CD y me dijo "a ver que le parece, mándeme un mail" y se fué.

Pasaron varios días y no encontraba el aparato para los CD hasta que anoche lo encontre y vi esta presentación del Equipo de respuesta de emergencia comunitaria del Comité Vecinal Waña Q´awa (la tuve que acortar porque estaba muy larga, si alguien quiere la versión completa me la pide).

Me pareció extraordinario como los vecinos se han organizado para cuando venga el terremoto, lo mejor de todo es que se trata de una iniciativa por su propia cuenta, que ha logrado involucrar a casi todos los vecinos del sector, sin necesidad de costosos diagnósticos, millonarias charlas de inducción, ni nada de eso que hace caros e inútiles los programas del estado.

Creo que es un gran ejemplo de autogestión que se debería imitar y difundir en todos los barrios de Arica. Ahora están peleando para comprar un contenedor y otros implementos básicos para mejorar el plan, ojala que todo les resulte muy bien, me parece un esfuerzo extraordinario y muy útil.

Después de visitar Patache me di cuenta del alto valor agregado que tiene la industria minera. Los genios de la concertación decían que la minería extractiva era una actividad primaria, que no agregaba mucho valor y solo agotaba recursos no renovables, que nunca seríamos un país desarrollado por ese camino porque el crecimiento en base a la explotación de recursos naturales había tocado techo.

Que tontos, que ignorantes, parece que jamás fueron a una explotación minera, y si estuvieron en una no fueron capaces de entender nada. La minería está llena de mitos y si bien en el siglo XIX pudo ser una industria de fuerza bruta, hoy es una de las más complejas y tecnologizadas que existen.

Sobre el agotamiento tampoco tienen idea: el problema no es la escasez de los minerales sino la falta de capital para explotarlos, en los años 70 se producían 700 mil toneladas de cobre en Chile y se hablaba de limitar la producción por temor a lo que pasaría cuando "las minas se agoten", han pasado más de 40 años y en lugar de agotarse Chuquicamata sigue produciendo y en conjunto Chile se acerca a los 6 millones de toneladas al año, en unos años más estaremos produciendo 10 veces más cobre que en los setentas.

¿Que habría pasado si hubiésemos hecho caso a los charlatanes que decían que hay que ponerse a diseñar computadores y naves espaciales con subsidio del estado? Es cosa de mirar a los países que se perdieron la oportunidad y están llenos de recursos inexplotados: los pobres sentados sobre un cerro de oro.

Otro mito es que se trate de recursos no renovables: todos los metales son recursos renovables ¿no han visto nunca los almacenes de chatarra y las fundiciones?. El "sentido común" también se equivoca cuando dicen que la abundancia de un mineral hace bajar la demanda y el precio, muchas veces pasa lo contrario, cuanto más abundante es un mineral más aplicaciones se encuentran y sube su demanda. Ejemplos de esto son el cobre y la sal, entre muchos otros.

La gran minería es una industria tan tecnológica y compleja como la fabricación de circuitos integrados, probablemente mucho más y no está sujeta a las consecuencias de la Ley de Moore sobre la baja de precios en el tiempo. Así es que al diablo con los gurues y vamos explotando el cobre.

El cobre ya es mejor inversión que el oro y la plata, sube de precio con más rapidez y no está sujeto a las restricciones de los metales preciosos. A juntar cobre entonces y que vivan las mineras.