La Torah y las ventajas comparativas

Esta si que está buena.

"Resulta interesnate que el judaismo es muy pro mercado libre, y es así porque hay una ley económica fascinante descubierta por un economista judío en el siglo 17 llamado David Ricardo, la ley de las ventajas comparativas que dice "tu puedes ser mejor que mi  en todo pero mientras eres mejor en algunas cosas para los demás y yo soy mejor en otras cosas para los demás, entonces ambos ganamos si hacemos las cosas en que, para los demás, tenemos ventajas" y hay cierta belleza en esa idea, que significa que tu eres mejor que yo pescando, pero yo soy mejor fabricando hachas, entonces tu te especializas en pescar y yo en fabricar hachas y luego intercambiamos. Esa es la idea, que todo el mundo tiene algo para contribuir a la economía y hacer que todos se beneficien.

(...) Algo que a veces olvidamos es que la mayor fuerza promotora de la paz en el mundo es el comercio. Cuando dos culturas diferentes se encuentran pueden hacer dos cosas: pelear o comerciar. Si pelean uno gana y el otro pierde, de alguna manera ambos pierden, pero si comercian ambos ganan. Esto es extraordinario y déjenme decirles que el comercio constituye la más poderosa fuerza contra la guerra, historicamente la mayor fuente de paz viene de la tolerancia que genera el comercio. Si miran la historia de la tolerancia en el mundo coincide exactamente con .la de las naciones que más comercian.  El lugar más tolerante del mundo en el siglo 16 fue Venecia, en el siglo 17 fue Holanda , en el siglo 18 Gran Bretaña ¿por que? porque eran centros de comercio y el comercio no es solo una fuerza que trae paz sino también genera tolerancia. Por eso respetamos la economía de mercado, pero -y aquí viene un pero- aunque maximiza el bienestar general no garantiza una distribución justa.

En la economía de mercado algunas personas se pueden hacer muy ricas y muchas personas se hacen muy pobres, por eso la Torah dice que deben existir redistribuciones periodicas, sistemas de beneficencia que liberen la presión y devuelvan las propiedades ancestrates, cosas tales como perdonar las deudas externas. Lo que tenemos aquí es que la economía de mercado es grandiosa  en términos de utilizar los talentos de cada cual para el bien general, pero la distribucion igualitaria necesita pequeñas intervenciones ocasionales a la economía de mercado y allí viene el debate de cuanto tiempo debe durar, debates entre la economía keynesiana clásica  o la economía del bienestar por una parte y las ideas de Milton Friedman por la otra, pero el principio de la economía de mercado, con correcciones periodicas o sistemáticas para entregar una justicia básica, es la base de una sociedad libre, tolerante, que reconozca la dignidad humana, por la ley de ventajas comparativas donde todos tiene algo que contribuir" (la barsa-taducción es mía, disculpen los eventuales errores)

El caballero se llama Jonathan Sacks y es el rabino principal de las sinagogas ortodoxas británicas. Su discurso está teñido del socialismo fabiano, con la idea de justicia social que es muy popular en Inglaterra, pero es interesante la asimilación religiosa que le da a la idea de las ventajas comparativas, al libre mercado y al comercio. La idea de las ventajas comparativas de Ricardo, sintetizada por Adam Smith en la división del trabajo, es mucho más potente de lo que aparece a primera vista y no solo tiene implicaciones económicas. Entre otras cosas también tiene que ver con las personas y como enfrentan la vida según piensen en términos de ventajas comparativas o de ventajas absolutas..

Los que creen en ventajas absolutas piensan derechamente que hay mejores y peores. Construyen mentalmente escalas sobre el valor de las personas según sus propias preferencias de valor. Por ejemplo está lleno de gente que valora mucho la plata o la posición social y clasifican a los demás según eso, esos son normalmente resentidos con los que tienen más y despectivos con los que tienen menos porque se sienten menos que unos y más que otros. Hay muchas variantes de estas personas por ejemplo los que clasifican según afinidad con sus propias ideas políticas, religiosas o lo que sea. Lo característico de estas personas es que son fanáticos, moralistas, intolerantes, envidiosos, resentidos y despectivos. Lo bueno es que son muy competitivos y tienen un gran afan de superación. Es un poco como la "personalidad del vendedor".

Los que creemos en las ventajas comparativas somos más tolerantes y amigueros. Pero también más flojos, buenos para nada, porque tendemos a conformarnos con lo que tenemos. La envidia y el resentimiento es uno de los motores de superación personal. Creo que les conté que hace muchos años, cuando hacía mi práctica como técnico electrónico en la industria IRT, había un comedor separado prara los ingenieros y ejecutivos, mientras que los operarios teníamos que comer en un galpón aparte. Eso me indignó tanto que fue la razón que me llevó a estudiar ingeniería, sin un peso y contra todas las posibilidades.

El resentimiento es cosa seria, a algunos los lleva a superarse, a otros a poner bombas y a la mayoría a quejarse amargamente contra las injusticias y el gobierno que no les da lo que merecen. Creo que esos últimos son los más giles de todos y los más numerosos.