Los cojudos y las putas

Ayer pasé todo el día tratando de hacer funcionar el computador heredado del Tomás Jr. al final tiré la esponja y resolví mis problemas comprando un nuevo disco duro porque todos los que me quedan están fallando y no podía cargarles el sistema, con dolor de mi alma me gasté US$ 70 en un disco de 300 GB, que fue el más barato que pude encontrar, luego se me hizo tarde y no alcancé a escribir mi tontera diaria, es uno de los pocos días que me he saltado este año.

Camino a comprar el disco duro, íbamos mirando los carteles de propaganda política y sacando la cuenta de cuanto habrán costado. Que gasto más inútil, un amigo que fué candidato me contaba que eran para tener "presencia" en las calles, lo mismo que el volanteo. No me imagino que pueda existir alguien tan tonto que decida su voto al ver una gran foto del candidato con alguna frase altamente motivadora.

Por ejemplo veíamos a don Raul Castro, ex jefe de la Pilar cuando fue Juez de Policía Local, muy buena persona pero su slogan "Garantiza tu participación ciudadana" no calienta ni a un esquimal. Peor todavía el de Nino Baltolu "Siempre contigo" (¿está siempre conmigo? Espero que no) o de mi buen amigo Manuel Rodriguez "Este ariqueño es el hombre", Manuel, eso se le ocurrió a los publicistas de Buchi hace muchos años, y mira como le fue. David Zapata aparece con esta explosión de creatividad "Por Arica y su región" ¿Creerán que somos idiotas? Seguro que lo creen y lo peor es que probablemente tienen razón.

A mi me daría vergüenza ser candidato, no hay que tener ego o -peor aún- tener el ego tan inflado que no se dan cuenta del ridículo que hacen. "Muchos son los problemas, una la solución: vote por mi" Ah me imagino diciendo eso y apuntando con el dedo a la cámara y me pongo colorado. Me gustaría ser Presidente del Mundo para poner todas las cosas en orden pero no soportaría la humillación de ser candidato, obligado a intentar un golpe de estado.

Don Manuel Montt Torres, que fue uno de los mejores presidentes de Chile (y mi tío tatarabuelo quinto) tuvo que recurrir a la represión para defender la seguridad del estado. La violencia ejercida por la pandilla, los pipiolos como siempre, malos perdedores intentando patear el tablero y tomar por la fuerza lo que no podían tener con los votos. En su gobierno hubo fusilamientos y el sangriento combate de Loncomilla con alrededor de 1.800 muertos. Creo que fue el último gobierno portaliano que tuvimos, hasta 1973.

Recuerden la carta de don Diego a su agente Antonio Garfias:

10 de diciembre de 1831 
 mi don antonio:
dígale ud. a los cojudos que creen que conmigo sólo puede haber gobierno y orden que yo estoy muy lejos de pensar así, y que si un día me agarre los fundillos y tomé un palo para dar tranquilidad al país, fue sólo para que los jodidos y las putas de santiago me dejaran trabajar en paz.
huevones y putas son los que joden al gobierno y son ellos los que ponen piedras al buen camino de éste.
nadie quiere vivir sin el apoyo del elefante blanco del gobierno y cuando los hijos de puta no son satisfechos en sus caprichos, los pipiolos son unos dignos caballeros al lado de estos cojudos.
las familias de rango de la capital, todas jodidas, beatas y malas, obran con un peso enorme para la buena marcha de la administración.
dígales que si en mala hora se me antoja volver al gobierno, colgaré de un coco a los huevones y a las putas les sacaré la chucha.
¡hasta cuando… estos mierdas!
y ud., mi don antonio, no vuelva a escribirme cartas de empeño, si no desea una frisca que no olvidará fácilmente.
no desea escribirle más su amigo
Diego Portales.

¿Saben a quien se refería con "los jodidos y las putas"? A la derecha económica, representada en esos años por los ultramontanos que vivían aferrados a las faldas de la iglesia. Manuel Montt también tuvo por férreos enemigos a los mismos ultramontanos, que eran supuestamente afines a su sector. Eran los Luksic y los Paulmann de la época, claro que ya dejaron las faldas de la iglesia y se pasaron a las de la social democracia, nuestra nueva religión oficial. Pasan los años pero algunas cosas no cambian, hemos tenido por veinticuatro años a los cojudos y las putas gobernando, la pandilla está muerta, son solo una pantomima. Ya vendrán los portalianos a ordenar la casa. Esa es la historia del Chile actual.