La cuarentena

Estuve toda la mañana en los trámites para sacar a mi querida suegra del hospital, ya la habían dado de alta pero en el último momento se acordaron que había que enyesarla, iba a salir en la mañana pero entre marchas y contramarchas, terminamos como a las 4 de la tarde. Yo no la había visto desde que tuvo la herida y cuando la veo en la puerta del hospital no pude controlar la risa: con la mascarilla y el aparatoso yeso era la personificación misma de La Momia. Cuando se lo comenté no le hizo la más mínima gracia eso si. En fin, ya está de vuelta en la casa discutiendo por todo, mi casa volvió a la normalidad y estamos todos muy contentos.

Cuando bajé al centro en la mañana me impresionó ver la cantidad de gente caminando por la calle con mascarillas, una medida inútil y debe ser molesta, porque los virus no "viven en el aire" como mucha gente se imagina, las mascarillas están bien si vamos en un bus para protegerse de los estornudos de la gente del lado por ejemplo, o cuando tenemos contacto con otras personas, o con superficies que pueden estar contaminadas, pero usarlas mientras caminamos en la calle, no me parece muy útil.

Bueno, el hospital estaba más o menos atestado porque para las visitas solo dejaban pasar grupos de 10 a 15 personas, el resto tenía que esperar haciendo fila en la puerta bajo el sol, menos mal que el calor parece que destruye a este pajarraco. Volviendo a las mascarillas, en el hospital había una especie de desfile de modas con diferentes modelos, desde el estándar que reparten los consultorios, otras de plumavit y algunas ostentosas, de dos colores que llevaban los más elegantes.

Me llamó la atención que la mayoría de los médicos y otro personal, aparte de los que atienden público, andaban de manga corta y no llevaban máscarillas, seguramente usaban el lavado frecuente, que debe ser bastante más eficiente que la mascarilla, En fin, mi admiración para todos los que trabajan en el hospital y consultorios, incluido nuestro regular José, esos si que son primera línea y dignos de un aplauso de pie.

En nuestra casa mi suegra es el punto débil de la cadena, con su quimioterapia tiene las defensas muy bajas así es que no tiene que exponerse, además con el brazo enyesado difícilmente se va a poder duchar a cada rato, pero en fin, mientras se mantenga en la casa y a ningún pariente desubicado se le ocurra venir a visitarla, creo que andará todo bien. Volvió del hospital en perfectas condiciones. El mayor riesgo es la Pilar que trabaja con público en el Juzgado de Policía Local, es quien tiene que tomar más precauciones.

La cuarentena no es nada difícil para nosotros porque tres e los cuatro que vivimos en la casa la hacemos desde mucho antes de la epidemia, así es que estamos acostumbrados a pasar en lo nuestro todo el día, mañana iré donde McDonnell a ver si necesita que le vaya a comprar algo, también le ayudaré a bajar su stock de cervezas y el Bombay Zaphire que tiene en el refrigerador, si nos pilla la peste, que sea bien borrachos.

En fin, casi toda la gente en casa con cuarentena, estado de catástrofe, fronteras cerradas y el contagio que hasta el momento parece relativamente controlado. No creo que pueda hacerse mucho más que eso, solo esperar que la epidemia se desarrolle sin causar estropicios demasiado grandes.

Wilson comentaba ayer que el esfuerzo colaborativo entre autoridades, médicos e investigadores se está dando como nunca antes. Es cierto, el espíritu del "open source" que no es político, sino altruismo desinteresado .y tal vez  un poco de busca de fama- es característico en l mundo de la computación, ahora se está traspasando al manejo de grandes crisis. Creo por ejemplo, que sería muy mal visto, socialmente, que un grupo de investigadores oculte información para tener una patente en exclusiva,, y eso era lo más común y normal hasta hace pocos años.

Ejemplos como el de Tim Berners-Lee, que inventó la web o Linus Tovald, inventor del Linux, a estas alturas el sistema operativo más usado del mundo- Ellos no cobraron nada, ni se les pasó por la mente la idea de patentar sus conceptos. Pero no son los únicos, el freeware, el Open Source en todas sus variantes han proliferado por todas partes, eso también se está viendo en la investigación médica a una escala que antes no se conocía.

Ulschmidt comentaba ayer sobre los efectos económicos de estas cuarentenas y descomunales gastos médicos a nivel global. Es difícil pronosticar algo allí, en corto plazo habrá una enorme cesantía, porque a muchas empresas que ya están acorraladas por regulaciones, un congelamiento de las ventas les puede significar un golpe de muerte. Yo creo que puede venir una gran desregulación y los gobiernos tendrán que rebajar impuestos y olvidarse de las políticas de bienestar por un buen rato, porque será totalmente imposible financiarlas.

No faltarán los políticos estúpidos que hablen de "ingresos mínimos asegurados por el gobierno", esa es una muestra de analfabetismo económico tan grande como las fijaciones d precio, no durarían nada esta vez. De hecho nuestro estúpido gobierno ya presentó un proyecto de ley de esa clase, si llega a aplicarse las consecuencias serán envilecer la moneda, nada más, al más puro estilo de Venezuela.