Leo en Wikipedia: "El 17 de marzo de 1978, Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile y desde esa fecha hasta la actualidad, ambos países solamente mantienen relaciones a nivel consular (sin embajadas)". La ruptura de relaciones la declaró el Gobierno de Bolivia en protesta por la construcción del Canal del Lauca.
Resulta que el fallo del Tribunal de La Haya sobre la cuestión del Silala podría estar entregando fundamentos para que Chile aproveche mucha más agua del Río Lauca que los 600 lt/s en promedio que hoy se están extrayendo y se usan para regar el Valle de Azapa, recargar el acuífero, alimentar la central generadora de paso de Chapiquiña y suplir parte del agua potable que consume la ciudad.
Porque hay bastantes similitudes entre la cuestión del Silala y la cuestión del Lauca, tal vez la diferencia principal es que el caudal del Lauca es mayor y en este caso el río nace en los bofedales de Chile a los pies del Volcán Parinacota, recorre 75 km de territorio chileno y luego ingresa a Bolivia aguas abajo con un caudal promedio de 2.650 lt/s, donde recorre otros 150 km, hasta llegar al Salar de Copasa. Allí termina con un caudal entre 8.000 y 16.000 lt/s, dependiendo de la época del año.
O sea, Lauca y Silala son ríos de curso internacional, hasta yo entiendo las aguas de ambos ríos no tienen prácticamente uso -ni de riego ni para agua potable- en su paso por Bolivia, mientras que en su paso por Chile ambos ríos se aprovechan para esos usos.
Sin darse cuenta, el Gobierno de Bolivia nos dio una gran oportunidad al amenazar con demanda por el Silala porque nos regaló la tesis que cada país es libre de aprovechar el río de manera soberana en su paso por el territorio nacional y, siempre que no produzca un perjuicio aguas abajo, tiene derecho a un uso equitativo y razonable, es decir al 50% del caudal para cada país.
Si el Gobierno Chileno hubiese usado el criterio de Bolivia en el Silala para el Lauca, podríamos alegar que deben pagarnos por usar el agua que ingresa desde Chile, pero esa es una idea descabellada porque ambos países tienen derecho a aprovechar el agua, la mitad del caudal para cada uno o al menos una proporción "equitativa y razonable"
La controversia por la construcción del Canal del Lauca, que llevó al Gobierno Boliviano a romper relaciones con nuestro país es muy antigua, empezó nada menos que el año 1939, cuando el presidente chileno Pedro Aguirre Cerda ordenó los estudios para construir el canal, lo que provocó una seguidilla de notas y reclamos del Gobierno de Bolivia, alegando que los 600 lt/s -de un caudal total de 3.250 lt/s del total provocarían daños ecológicos en Bolivia ya que iban a "aumentar la salinidad del Salar de Colpasa". Textual, alegaban que se iba a "salar el salar", y lo dijeron en serio, por escrito.
El caudal de 2.650 lt/s que entra a Bolivia se consume prácticamente toda en el Salar de Colpasa, donde termina el cauce, ya que por todo el territorio boliviano que atraviesa el río prácticamente no hay población ni actividad agrícola. Tal como con el Silala, los sucesivos gobiernos bolivianos han actuado como el perro del hortelano, que no come ni deja comer a los demás. En realidad ambos ríos los ha usado como pretexto para hostilizar a Chile y apoyar su pretensión por que Chile les ceda territorio con acceso al mar.
La controversia por la construcción del Canal del Lauca no solo provocó hostilidades diplomáticas por décadas -y desembocaron en la ruptura de relaciones- sino que Bolivia demandó a Chile ante la OEA por "una agresión internacional" como denominó la construcción del canal. Según leo en esta excelente cronología:
"El 26 de abril de 1962, Bolivia formuló su denuncia ante la OEA. El Consejo de este organismo fue convocado para el martes 8 de mayo de 1962, oportunidad en que Chile pidió que no se accediera a los reclamos bolivianos.
El 24 de mayo de 1962, el Consejo de la OEA con la unanimidad de los 18 países presentes rechazó la denuncia boliviana. El Consejo sólo resolvió hacer votos para que se normalizaran a la brevedad las relaciones diplomáticas. Quedó demostrado que no hubo agresión y que tampoco se puso en peligro a la paz en América".
Bueno, tanto Chile como Bolivia habían ratificado la Declaración Panamericana de Montevideo, de 24 de diciembre de 1933, sobre el uso industrial y agrícola de los ríos internacionales, y en sus artículos 2, 7 y 8 dejaban claro el derecho soberano de los países para aprovechar el uso de las aguas compartidas, siempre que sea equitativo y no produzca daños aguas abajo.
O sea que no es la primera vez que un Gobierno de Bolivia nos demanda en cortes internacionales por aguas que ellos no aprovechan en absoluto. Y tampoco es primera vez que pierden, primero perdieron con el Lauca y ahora con el Silala.
Esto no ha ocurrido porque "les tengan mala voluntad" como algunos ingenuamente creen, la verdad es que los reclamos y demandas son ingenuos, tontos, absurdos y sin fundamentos, guiados para obtener provecho electoral, pura viveza criolla. Esa es la realidad.
Vamos ahora a lo importante, resulta que en nuestro altiplano hay suficiente agua de primera calidad para resolver para siempre nuestro problema del agua potable. Estamos tomando agua de mala calidad de los sondajes de Lluta -tenemos altos índices de cáncer gástrico y otras enfermedades de esa clase- mientras los barones ladrones de la política nos tratan de meter plantas desaladoras como la gran solución.
Pero la solución verdadera no son obras inútiles como el Embalse de Chironta o deaaladoras para vendernos agua mala a precio de oro. Después del fallo de La Haya, el problema del agua lo tenemos prácticamente solucionado: Chile está usando apenas un 20% del caudal del Río Lauca, mientras el 80% restante se desperdicia hundiéndose en el Salar de Colpasa de Bolivia, sin beneficio para nadie: el perro del hortelano.
Basta con que nuestros políticos actuen con visión de estado y se pongan de acuerdo para aumentar en un 30% adicional el caudal del Canal del Lauca, es una obra barata y es lo justo: usar el agua para lo que se necesita que es el consumo humano y además aumentar el agua de riego.
Chile tiene muchas herramientas para negociar con Bolivia que no aprovecha porque nuestros políticos son cobardes, gastamos una fortuna todos los años en mantener la carretera 11-CH con un perjuicio enorme para la Región de Arica y Parinacota, como mostraron dos sabios y eruditos autores hace un par de años (jo-jo)..
El uso justo y equitativo, que nos corresponde de las aguas del Lauca es otra herramienta que no usamos y también es otro perjuicio para nuestra querida y sufrida región de Arica y Parinacota, acá pagamos con cáncer y con cuentas de agua enormes la falta de pantalones de los políticos. Ya está bueno pues, hasta cuando seguimos pagando nosotros, los giles.
P.D. Evo Morales tenía clarita esta situación, ya que en una entrevista poco difundida declaró "hay que ser cautelosos, recordemos que más agua entra desde Chile hasta Bolivia de la que sale de Bolivia hacia Chile", no tengo dudas que cuando dijo eso tenía en mente las consecuencias en el Lauca que podía traer el reclamo que "Chile se roba el agua del Silala". Lo sabía pero su ambición por sacar provecho político rápido fue más fuerte, la supuesta viveza criolla, una vez más.
Sigue el faenón:
ResponderBorrarhttps://www.df.cl/empresas/energia/coordinador-electrico-alerta-que-sacara-17-empresas-del-mercado-de-corto
y vendrán más...son los efectos de haber tenido a un tipo como Máximo Pacheco como ministro de energía
BorrarEsas cosas se arreglan con números y acuerdos: repartamos porcentajes, midamos caudales, vigilemos el cumplimiento. No simples planteos impugnatorios: digamos qué hay aquí y cuánto para cada cual. Desde luego si una de las partes está en pose obstruccionista y para generar conflicto, se negará al acuerdo. Pero esto también tiene un precio: si se niegan a distribuir, la contraparte puede proceder a la explotación de la parte que estime propia con más autoridad.
ResponderBorrarLuego, si se parte de un acuerdo de uso, puede venir la secuencia: el que realmente no usa el agua termina vendiendo su cuota al que no, si es que éste la necesita y quiere comprarla.
Los israelíes usaron una indemnización de Alemania Federal para canalizar desde el lago Tiberíades hasta el sur de Israel y regar y dar agua potable urbana., Con ello damnificaron el caudal del Jordán, que llega hasta Jordania. Después empezaron a compensarlo (hasta cierto punto).
En vez de negar el agua la dan con cortapisas y siempre tienen la mano sobre la válvula. Es una de las razones de Jordania para mantener una política más contemplativa con sus vecinos. Uls
La discusión está envenenada desde el princiio Ulschmidt, los políicos bolivianos no tienen ningún interés por el mediano ni en el largo plazo, actúan con un ojo puesto en las próximas elecciones, creo que esa es la raíz de todo, lo único que les interesa es crear conflictos para cosechar votos
BorrarPreguntaba Vargas Llosa, "cuando se jodió el Perú?" No tengo idea. Pero tengo la certeza que Chile de jodió cuando volvieron los políticos corruptos e ineptos que tenemos.
ResponderBorrarNo arreglan nada y "joden" lo que está bien.
Ese es el drama de todas las democracias modernas, mientras más pasa el tiempo peor se pone la cosa
BorrarA un twittero español escribió un comentario parecido. El dictador Franco actúo en nombre los intereses del país, en cambio, los políticos desde 1978 han actuado contra los intereses de España.
BorrarEl problema de Bolivia está en su dirigentes y no en su gente.
ResponderBorrarLos políticos chilenos tienen que aprender por la malas para defender los intereses del país, mientras tanto van seguir con el buenismo.
A pesar de que Bolivia ha perdido territorio no sólo con Chile, sino con otros vecinos, sigue siendo grande.
Javier, la actitud timorata y casi cobarde de nuestros políticos hacia el Gobierno de Bolivia responde al mismo estímulo de los políticos bolivianos hacia Chile, el cortoplacismo, prefieren evitar problemas que perjudiquen su popularidad y así es como dejan que los problemas de fondo se arrastren por siglos
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