Ni con amigos ni con parientes
"He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización al otro"
Esto me lo mandó por Facebook un buen amigo y regular de este Templo del Ocio. Me dejó pensando y le contesté "Depende Juan Carlos. Creo que es una tontera tratar de convencer a amigos y familiares, solo sirve para hacerse mala sangre. En cambio a los que no conocemos hay que convencerlos -a palos- si es necesario".
Y su réplica fue: "Jajaja. Yo creo que sobrepase esa etapa. No convenso a nadie. Desde el fondo de mi pensar y doy mi opinión tan solo si me la piden".
Bueno, esto parece un intercambio de comentarios intrascendentes, pero algunas ideas me quedaron dando vuelta por ahi. En cierto modo tiene toda la razón, es inútil tratar de convencer a alguien en una discusión, el gran Dale Carnegie lo explico así de claro
"No se puede ganar una discusión. Es imposible porque, si se pierde, ya está perdida; y si se gana, se pierde. ¿Por qué? Pues, suponga usted que triunfa sobre el rival, que destruye sus argumentos y demuestra que es non compos mentis. ¿Y qué? Se sentirá usted satisfecho. Pero, ¿y él? Le ha hecho sentirse inferior. Ha lastimado su orgullo. Ha hecho que se duela de ver que usted triunfa. Y "un hombre convencido contra su voluntad sigue siendo de la misma opinión".
Por eso yo jamás nunca discuto de política ni de nada serio con mis amigos o parientes, lo que me permite vivir tranquilo, contento y contar entre mis mejores amigos desde nazis admiradores del Fuhrer hasta extremistas de izquierda o simpatizantes de Hizbollah, con todo el abanico intermedio.
¿Y por qué no? Si alguien me cae bien me da lo mismo lo que piense o lo que haga, es mi amigo y no espero otra cosa de él que juntarnos a conversar de cosas tontas y -en una de esas- tomarnos algún copetin. Mis amigos son como los de Serrat, no osaría de discutir esas tonteras intrascendentes con ellos.
¿Y con los demás?
Pero si a uno le interesa la política o lo que le pase al país, está obligado de convencer a los demás de sus propias ideas. No se puede dejar pasar indiferente que las cosas pasen, porque si yo no convenzo a los demás con mis ideas otros lo harán con las suyas, y los que tienen ideas que detesto llegarán al poder y me obligarán a hacer cosas que detesto como trabajar y pagar tributos. De eso se trata la política.
A mi no me interesa gran cosa el futuro del país y el bienestar de los demás nunca me ha quitado el sueño "estando yo caliente, ríase la gente", por eso jamás se me ha pasado por la mente meterme en la política, si lo hiciera sería para robar, así es que ya saben si me ven de candidato a algo. No podría ser tan hipócrita como para pretender que me interesa el servicio público: al público que les sirva su abuela.
Asi y todo me interesa mucho la política, por algo soy militante del Partido Republicano y despotrico frecuentemente desde este sucucho virtual contra los rateros, hipócritas, corruptos, idiotas. Y ¿por qué lo hago entonces, si me interesa un pepino la suerte del país, de los pobres o el resto de los chilenos?
Mis motivos son simples y egoistas, tengo clarísimo que está repleto de ambiciosos que sueñan con llegar al poder para hacerse ricos a costillas de robarme y obligarme a hacer cosas que no quiero, esa es una razón más que suficiente para reclamar y tratar de convencer a los demás que mis ideas son las mejores.
Y no es que crea que lo que yo pienso y creo sea objetivamente mejor que las ideas de los comunistas, frenteamplistas, socialdemócratas o la derechita cobarde, simplemente son las mejores para mi y para mis intereses.
Eso me permite ser amigo de la gente con los más variados pensamientos y creencias, porque entiendo que ellos tienen sus propios intereses y personalmente no se los discuto. Pero llegado el momento de las elecciones yo haré todo lo posible para convencer a los demás, a palos si es necesario, porque esa es la única manera de defender mi modo de vida, preferencias, intereses y que nadie me imponga las suyas.
Así es como yo veo la política.
Ver la politica como defensa propia contra los que pretenden controlarme y robarme, me parece ok. Y en esa defensa valen todos los medios de lucha eficaces...si supongo que alguien agregaria "proporcionales", y no, deben ser supra proporcionales, pero no tanto como para producir el efecto contrario,pues facilmente surge la plaga del victimismo.
ResponderBorrarParece ser que las emociones y con ellas sus correlatos de opiniones politicas, religiosas, deportivas etc se forman el lo profundo de los sesos, en torno a la amigdala o algo asi, y desplazar y cambiar algo que se formo ahi y es capaz de secuestrar las capacidades cognitivas, es mas que complicado, pero se puede, en las propias y en las ajenas; de ahi las eficacias limitadas pero no inexistentes de las disputas teoricas, de la exposicion de datos, de los relatos, de tantas expresiones de acompañamiento, de niveles de violencia etc. Hay que darle a todas las formas de lucha, como decia don Lucho, siempre que resulten contraproducentes.
OOOOPs: siempre que no resulten contraproducentes
ResponderBorrarSi, el ideal es que la política siempre se base en convencimiento y persuación pacífica de los demás.
BorrarA menos que uno lo pueda hacer con violencia y sea inmune a las consecuencias, protegido por el aparato del estado. En ese caso se hace a las patadas, yo mismo lo haría si tuviese la seguridad que no me va a pasar nada y probablemente tendré una pensión de gracia vitalicia
Don Tomas,
ResponderBorrarPara mí, la política es como un barco.
El barco tiene piezas, ensamblajes, paneles, bloques, y cada pieza, ensamblaje, panel y bloque cumple su función en armonía para que el barco, tras lanzarse al mar, cobre vida y pueda cruzar las olas con seguridad y rinda por encima de las expectativas. Si una pieza está defectuosa, el conjunto no estará a salvo en la tormenta... Algunas partes son más importantes que otras, pero juntas el barco tiene un aspecto elegante y cobra vida.
Es igual que el cuerpo humano, cada miembro del cuerpo tiene una función importante en el conjunto. Si un miembro no funciona, sobreviene la enfermedad. Si una célula quiere monopolizar, creciendo sin límites, se desarrolla el cáncer, la confabulación, colusión, que te hace enfermar.
La ciudad, la nación, es algo parecido. Todos somos miembros de ella pero los cancerosos o enfermos debemos mejorarlos o extirparlos para que no destruyan la ciudad, la nación. Es nuestro deber por nuestra salud cumplirlo. Los comunistas son un cáncer así como, en menor escala, los capitalistas feudales que se confabulan, coluden sin escrúpulos.
Un buen capitán es aquel que se preocupa de que todos los miembros de la tripulación estén formados para cumplir con sus responsabilidades de mantener en funcionamiento cada parte de los sistemas del barco y sepan reparar y sustituir a tiempo las piezas o componentes del sistema del barco.
Un buen individuo debe ser aquel que respeta su cuerpo, lo potencia y prevé una enfermedad a tiempo antes de que sea irreversible.
Un gobernante debe tener un equipo que proporcione libertades que son derechos, pero también responsabilidades que llamaríamos deberes que se resumen en virtudes.
La virtud que más admiro y que hace que la justicia funcione es ser Parco, la austeridad.
Un gobernante sabio es que su equipo promueve el emprendimiento austero evitando el lujo que lleva a la lujuria. Ese es un control correcto , una fiscalización correcta que da vitalidad a la ciudad, a la nación. Concordia. armonía.
Bueno Centurio, digamos que yo soy mucho menos idealista
BorrarEvidentemente lo que describo son ideas pero obedecen a mi forma de ver. He renunciado a muchas oportunidades y una de ellas era mucho dinero pero casi tuve que vender mi alma firmando un contrato que lo que viera a partir de ese momento no debía divulgarlo. No necesito firmar un contrato así. Tengo mi palabra y punto y necesito saber donde me meto antes de firmar. Este pensamiento me sacó de muchos apuros más tarde. Debes tener una idea, un patrón de conducta que guíe tus acciones.
BorrarLa política es nada más que un juego de poder. Muy pocas veces discuto con zurdos cuando se meten a mis comentarios en RRSS, solo para ver que las respuestas que tienen son genéricas, "de manual" bien aprendidas o ver como insultan o denigran de manera arrogante (algo típico del zurdo burgués del siglo XIX que se repite a dia de hoy con los actuales "progres", a los que califico de "ñuñoinos") cuando los argumentos que tienen son cero.
ResponderBorrarTengo amigos y familiares de todos los bandos y tampoco me interesa convencerlos, a menos que me pregunten algo que manejo. Solo que el tiempo termina dandome la razón en lo que digo jajajajajaja!
Si, la política tiene dos niveles: uno es el juego de poder que mencionas pero ese no lo jugamos nosotros sino los políticos profesionales, nos el populorum somos mirones en eso nomás. El otro nivel es la defensa que hacemos de nuestros intereses, preferencias y modos de vida, cuando votamos y despotricamos por Internet, en ese si que participamos, aunque el efecto en normalmente mínimo cien monos cagan más que un elefante, así que no es totalmente inútil
BorrarCompletamente de acuerdo, aunque también creo que otro factor que indica si corresponde convencer a la gente o no, lo define el ambiente contingente, valga decir, si se están tratando de imponer delirios totalitarios y discutiendo cosas trascendentes o si se confrontan dos ideas coherentes pero con defectos y se discuten cosas más bizantinas, como se hacía en los 90's y los 2000's por ejemplo.
ResponderBorrarClaro, la gente cambia de opinión cuando la realidad cambia, cuando la cosa está tranquila a nadie le importa la política
BorrarLa gente creo que no se convence nunca sobre todo por el proceder de "ganarle" la discusión, que en todo caso ofende el ego y no se acepta.
ResponderBorrarPero la gente sí se mimetiza con el medio ambiente. Un tipo que quiere que otros tipos lo inviten a su asado de los viernes porque él no tiene nada así, y detecta un nido de derechosos, va a esconder todas sus inclinaciones de izquierda con tal de congeniar y que lo inviten al churrasco.
Ya lo decía Zelig, el personaje de Woody Allen " unos antisemitas lo perseguían. Sus padres estaban de acuerdo con los antisemitas".
Es como con las sectas que te invitan a estar con ellos y te presentan minas (bueno, yo nunca conseguí de esas sectas)
No hay que argumentar con el tipo, hay que reodearlo de un ambiente adictivo. Se va a pasar de bando él sólo. Pero probablemente es mucho esfuerzo para un voto. Uls
Me sabe al método de....EPSTEIN
BorrarUlschmidt, es cierto que resulta estúpido ponerse a discutir de política si te invitan a un asado o algo así, no tiene ningún caso además que muestra una deficiente educación.
BorrarPero creo que la gente si puede convencerse, no discutiendo desde luego, las discusiones solo sirven para empecinarlos en aus propias ideas, pero la gente se convence y cambia de opinión todos los días por una combinación de lo que escuchan y lo que ven que está pasando. Yo mismo he cambiado de opinión no se cuantas veces, es propio del ser pensante cambiar nuestro punto de vista si tenemos la mente abierta y nos damos cuenta que estábamos equivocados.
¿Cuanta gente habría apoyado a Milei hace unos diez años atrás? Con mucha suerte habría sacado 1.000 votos, pero la opinión pública cambia y se corre de manera masiva, y en parte es por los que reclamamos y nos damos la lata de explicar nuestros puntos de vista. Tal vez convencemos a pocos pero "cien monos cagan más que un elefante", esa es una gran verdad y así se hacen los cambios importantes
La política, basada en el arte del debate y el convencimiento por ideas, es una concepción muy bonita pero absolutamente discrepante de la realidad.
ResponderBorrarEn ésta, muchos votan parecido a como escogen su equipo de fútbol: por tradición, por “guata” o por lo que sea, pero una vez definido no hay forma de sacarlos de ahí.
Otros son más cambiantes, según cómo se vayan dando las cosas, y son bastante influenciables por cuentos que suenan bonito.
Están también los profesionales de la política, que viven de todos los anteriores.
En algunas partes el nivel del debate es mejor, en otras peor (en Chile es bastante malo para mi gusto, y empeorando), pero la estructura debe ser similar.
Saludos,
El Triministro.