Peligros del celular

Estuve actualizando Arica Chiral, el blog de mi amigo Tito Torres, agregando 11 artículos del año 2024 que me mandó ayer. Como siempre les di un vistazo porque -aunque de algunos temas no entiendo nada- es increíble la amplitud de los intereses de mi amigo.

Esta vez se incluye uno sobre la contaminación por magnetita, su mecanismo y sus peligros; otro sobre la conservación de la energía; de los conjuntos de Cantor Fuzzi como fractales; propiedades quirales del grafeno; una propuesta para datar con DNA antiguo;  meta-materiales para atenuar los efectos de un sismo, entre otros. Ya me quisiera tener una fracción de esa curiosidad intelectual.

Me llamó especialmente la atención el asunto de la contaminanción por magnetita, porque tiene que ver con los cacareados peligros de las señales de celular, así es que me puse a leerlo con mayor atención. Pero antes veamos:

Los falsos peligros
Siempre he sido muy escéptico sobre los que dicen que las radiaciones electromagnéticas podrían ser peligrosas, creo que la mayoría -si no todas- las noticias de la prensa y chiflados ecologistas que "alertan" sobre estos peligros vienen de periodistas o charlatanes ignorantes, que no saben de lo que están hablando.

Especialmente en las famosas advertencias sobre los sistemas 5G, que al masificar los repetidores supuestamente iban a provocar una expansión del cáncer a nivel global y cosas por el estilo.

Sumergidos en radiaciones
Porque resulta que vivimos inmersos en un mar de ondas electromagnéticas de todas las frecuencias, tanto que ni podemos imaginar. Desde la gente que vive bajo líneas de alta tensión para distribución eléctrica, de muy baja frecuencia, hasta los rayos gamma que son las frecuencias más altas que se conocen.

A excepción de la luz y los colores, no podemos detectar directamente la enorme cantidad de radiaciones electromagnéticas que nos atraviesa desde que nacemos, estamos zambullidos en un mar de radiaciones que no podemos detectar directamente por la indelicadeza de nuestros sentidos.

Las radiaciones de los teléfonos celulares 5G están entre los 700 Mhz y 3.5 Ghz. En esta banda, mientras más baja es una frecuencia más lejos llega y mientras y mientras más alta, la inormación se transmite más rápido. 

Son frecuencias relativamente bajas si las comparamos con la luz que podemos ver -entre unos 500 y 700 Ghz- así es que resulta medio ridículo creer que por si mismas estas radiaciones nos puedan causar algún daño, es como pensar que la luz podría enfermarnos.

Pero no todo es falso
Leyendo el artículo puedo ver que si hay un peligro real dentro de todo, y no es por usar el celular ni por la radiación en si misma, sino que es un efecto combinado de la contaminación del aire más el uso de un celular al lado de la oreja.

Contaminación ferrosa
Los vapores de escape de los vehículos emiten ciertos contaminantes gaseosos y sólidos que pueden causar enfermedades. Entre los primeros están los hidrocarburos HC y el monoxido de carbono CO, ambos se controlan en la revisión técnica y el CO en particular es un gas venenoso que puede matar en un ambiente cerrado.

Pero también existen otros contaminantes que reciben menos atención como es el material particulado. pequeñas partículas de residuos metálicos y hollín que, en grandes cantidades, producen el smog que podemos ver y daña principalmente las vías respiratorias.

Entre ese materíal particulado están las ferritas, a las que se le ha prestado poca atención ya que -por si sola- no presenta riesgos conocidos para la salud. La magnetita son trocitos de hierro microscópicos -menos de 2.6 micras- que por su pequeño tamaño entran con facilidad y se acumulan rapidamente en el cerebro.

Dice el artículo "La magnetita es un óxido de hierro (Fe3O4) que se distribuye ampliamente entre los organismos sin involucrarse en ninguna reacción bioquímica conocida. De acuerdo a Kirschvink JL et al, (1992), la magnetita está presente en el cerebro".

Hasta allí todo bien: la magnetita se deposita en el cerebro pero aparentemente no hace ningún daño. La cosa se complica sin embargo cuando interactúa con proteínas que produce el mismo cerebro para proteger a sus vías, formando proteínas grandes y duras que se van adosando y deformando a las neuronas.

Las neuronas tienen una especie de brazo desde el núcleo a sus extremos, formado por microtubulos por donde pasan los impulsos eléctricos con la información, allí es donde se depositan las ferritas como muestra la figura

Resulta que al acercarnos un teléfono al oído, muy cerca del cerebro y especialmente si trabaja en la frecuencia de los 5G, se produce una inducción electro magnética que tracciona o calienta estas pequeñas partículas de magnetita. 

Este calor inducido deforma los midrotubulos -originalmente ordenados- y en lugar de ir derechitos se producen ovillos o apelotonamientos, estas deformaciones afectan la capacidad cognitiva del cerebro, sobre todo en cuanto a los recuerdos.

Se han encontrado altas concentraciones de magnetita en cerebros con Alzeihmer y en el artículo de Tito, se desarrolla un modelo matemático que explica como se produce esto y permite modelar cuales son las frecuencias que con mayor probabilidad pueden causar estas deformaciones.

Claro que no todo es tan malo. Las concentraciones de magnetita se están usando en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer donde contaminan primero el órgano afectado y después le aplican una radiación electro magnética que permite calentar selectivamente solo las células contaminadas, así pueden achicharrar el tumor sin los efectos adversos de la radio o quimio terapia sobre el resto de los organos.

En fin, yo que era tan arrogante para decir que la radiación es inocua sigo pensando lo mismo, sin embargo veo que hay un caso en que si puede dañar el cerebro y producir alzheimer, no por efecto de la radiación misma sino por el calentamiento o torsión  inductivas de las células contaminadas.

Nunca se termina de aprender.