¡Por fin! y algo de picadillo

 

¡Por fin!
Como lo ven amigos, Jaime el maestro boliviano terminó el trabajo de carrocería y pintura, me cobró un ojo y medio de la cara pero el auto quedó nuevo -de paquete- todavía me faltan algunos detalles como los emblemas, que compré y ya me van a llegar. Cuando esté listo haré un video con el trabajo de carrocería: antes y después-

Me había cobrado 300 dólares, pero al final sacó las cuentas y se quedó corto de plata, me dio unas excusas estúpidas pero le pagué calladito los 400 que me salió al fin, porque el trabajo vale la pena, se ve bastante bueno. En fin, si dura cuatro años igual lo daré por bien gastado.

¿Qué me falta? Ya les mencioné los emblemas delantero, trasero, el emblema "Vitz" y otro "VVT-I" para ponerlo en el filtro de aire del motor. También compré cuatro botoncitos con el emblema de Toyota para el centro de las ruedas. La idea es que quede lo más estándar posible, sin calcomanías ni nada de eso.

Tengo que cambiar el limpiaparabrisas trasero, reponer la antena original, quiero cambiarle el filtro evap del canister y hacerle un nuevo afinamiento: bujias, filtro de aire, lavado del motor y varios detallitos por el estilo.

También le cambiaré los pisos, ponerle cámara adelante y atrás esas que avisan la proximidad y ayudan a estacionarse, otros detalles menores y creo que con eso me queda el proyecto terminado. Se podría llamar "Resurrección de un Toyota fabricado hace 25 años".

Mes de la patria

Y empezaron las fiestas señores. Con los años le hemos copiado al Perú en eso de festejar durante una semana corrida, la diferencia es que en Tacna festejan pero trabajan igual, recuerdo como después de unas borracheras épicas entrábamos a trabajar al día siguiente como si nada. Acá nadie trabaja, por eso somos cada día más improductivos: país de flojos.

El Tomás Jr. compró una cantidad gigantesca de carne, no se cuando pensarán hacerla, espero que sea el 19 porque mañana 18 tenemos asado en la Parcela del Pueblo con Daniel Viera, familia y amigos, tengo entendido que como aperitivo tienen un corderito entero, solo para empezar. 

Por mientras entretengo la garganta con un Gato Negro que se ganó el Tomás Jr en una Gymcana del trabajo, él toma vinos sofisticados pero a mi me encanta el felino negro ¡qué vino más rico! Venían dos botellas en el premio y me las estoy zampando yo solito.

Ya está todo más o menos arreglado: el Tomás Jr me irá a dejar y a buscar a la parcela en el Valle de Azapa, así es que puedo tomar hasta quedar botado sin ningún problema, el asado en la casa lo haremos el 19 mientras yo veo la Parada Militar, todo está listo así es que me pongo a calentar motores.

La recta provincia
Acabo de ver la película La recta Provincia de Raúl Ruiz, creo que es el único cineasta chileno que vale la pena ver, el resto me dan arcadas. Ruiz era de mis tierras, sus abuelos fueron chilotes y creció escuchando cuentos de brujos y cosas por el estilo que son -o al menos eran cuando yo viví allí- cosa común y abundante.

La película está en clave chilota, hay muchas cosas que solo los que vivimos allá o conocen esas raras tradiciones lo entenderán. Resulta que desde épocas de la Colonia existió -tal vez todavía existe- una sociedad de brujos que se llamaba La Recta Provincia.

A diferencia de otros lugares de Chile, donde los cuentos de brujería son como parte del folklore y una especie de cuentos para asustar a los niños, la Recta Provincia si existió y fue una asociación antiquísima, los que pertenecían a ella eran gente a la que todo el mundo temía y respetaba,

Resulta que esta respetada sociedad de brujos prestaba diversos servicios, partiendo por la medicina natural o "médicos de la tierra" como le llamaban, también practicaban la magia negra, principalmente envenenando a sus enemigos y cosas por el estilo.

Uno de los ritos más curiosos era el lavado o purificación para borrar el bautizo católico, se hacía en unas cascadas que se encuentran en la parte boscosa de la isla. Todas estas cosas, partiendo por su prestigio, la competencia a los médicos y sobre todo a la religión católica, les atrajo innumerables enemigos.

Entre los años 1879-1881, a principios de la República, llegó a la Isla Grande un gobernador imbuido de los ideales masónicos y de la Ilustración, pese a que no era religioso se horrorizo con ese estado de cosas y comenzó un proceso judicial en los tribunales de la ciudad de Ancud.

La acusación fue por asociación ilícita, ejercicio ilegal de la profesión de médico, envenenamiento y estafa, aquí se puede ver la imagen de una copia manuscrita del proceso

Hubo más de cien detenidos e interrogados -supongo que no muy amablemente- y terminaron procesando a nueve, uno de ellos condenado a muerte y los otros a cárcel o destierro.

Es una historia alucinante y muy poco conocida, porque en Chiloé hasta hoy, los brujos son gente respetada y temida. Tiene muchas aristas y sub historias, como cuando el cartógrafo español José de Moraleda fue a explorar los traicioneros canales y buscó "prácticos" entre los indígenas locales, adquirió la reputación de brujo él mismo y nadie quiso acompañarlo.

La leyenda dice que Moraleda era efectivamente un brujo y se estableció un duelo de brujos entre él y la bruja Chilpilla, afamada entre los huilliches. El duelo era -como no- en pallas cantadas y en una de esas pallas Chilpilla logró que el agua se retirara y dejara en seco el barco de Moraleda, ganando el duelo.

Como reconocimiento de su derrota, Moraleda le entregó un libro de magia que Chilpilla dejó escondido en las cuevas de Quicaví. Desde entonces se cree que las cuevas están embrujadas y que todos los que son de Quicavi son brujos.

Lo extraordinario de todo esto es como las historias reales y los cuentos se mezclan completamente. Durante siglos se ha tratado de extirpar todas estas creencias en los brujos pero no lo han conseguido, la Recta Provincia, sociedad de brujos tuvo realidad histórica y probablemente todavía existe, por algo todo lo que se relaciona con ella es casi desconocido y nadie habla mucho de esas historias, que son interesantísismas.

Y mejor no sigo con esto porque no vaya a ser que se me enoje algún brujo y el vino que estoy tomando se contamine con polonio, soy chilote y respeto mis tradiciones así es que hasta aquí nomás lo dejo.

En fin, se terminó la botella, que diablos, había que celebrar ¿o no?