En el año 2010 yo escribí mi entrada llamada
¡Viene la cornucopia! En ella decía que la demanda de cobre y otros minerales desde China estaba creciendo de manera vertiginosa y así mismo crecerían los precios.
Efectivamente eso ocurrió, en 2013 la libra de cobre ya estaba en 3.66 y el llamado "raid del cobre" ha seguido avanzando hasta hoy, que el precio ha subido a un record de 4.97. Recordemos que en 1980, en pleno Gobierno Militar, la libra de cobre estaba en 0.98.
Con esta violenta subida de la demanda y los precios, pensé que Chile se estaba diriguiendo a un segundo milagro económico, con un boom de inversiones nuevas como el que ocurrió entre 1989 y 1997
Esos miles de millones de dólares frescos explican buena parte del enriquecimiento que tuvimos en Chile emtre 1986 y 1996 con los recordados 10 años de crecimiento contínuo a altas tasas.
Yo pensaba entonces que con más demanda y con precios mucho mejores, tendríamos una explosión de exploraciones y nuevos proyectos por muchos miles de millones de dólares, tal como había ocurrido entre 1989 y 1997.
¿Que pasó?
Porque es claro que eso no ocurrió. Si mal no recuerdo el último proyecto nuevo importante de la gran minería fue el de Collahuasi en 1996. Desde entonces hasta hoy la inversión extranjera en proyectos nuevos de la gran minería ha estado congelado.
Recordemos que el año 2005 se aprobó la primera Ley del Royalty Minero, impulsada por un infame senador de cuyo nombre no quiero acordarme.
No creo en las coincidencias. Estoy convencido que esa campaña por imponer el royalty perjudicó la imagen de Chile como país serio, que respetaba los compromisos tributarios al inversor extranjero. Fue una ley funesta, demagógica e inútil, que no tuvo ningún impacto positivo en la economía.
El daño fue gigantesco y nuestra reputación y confianza nunca se repuso. En las condiciones actuales, lo lógico sería estar recibiendo cantidades gigantescas de inversión extranjera en exploración y explotación, para nuevos proyectos mineros.
Pero nadie quiere hacer tratos con sinverguenzas. No sirvió de nada que Sebastian Piñera llegara dos veces al gobierno, la desconfianza en Chile se ha mantenido porque existe el desprestigio hacia toda la clase política, que son percibidos como demagogos y corruptos.
El diagnóstico de José Piñera
Leo en la
revista Economía y Sociedad, las causas de nuestro declive económico, pese a tener las condiciones óptimas para enriquecernos:
Las causas son claras: el Congreso ha aprobado múltiples veces, y por unanimidad, elevar los impuestos a las empresas, aumentar el tamaño del Estado, distorsionar las leyes laborales, elevar las regulaciones y, en general, debilitar el rol clave en el progreso económico y social del mérito, el emprendimiento y el empuje del sector privado, en favor de un relato igualitario, asistencialista y estatista.
La “mala política” consistió en: a) Una centroizquierda que impulsó políticas públicas que debilitaron gradualmente la productividad y la inversión y, por lo tanto, el crecimiento tendencial.
b) Una centroderecha que no defendió el modelo y, por el contrario, se entregó a “malos acuerdos” que lo debilitaron.
Y -dice José Piñera- la solución de este desastre es sencilla, la tenemos al alcance de la mano:
Para que la economía vuelva a crecer, se requiere volver a las políticas públicas asociadas al modelo económico original. Y para ello se requiere un golpe de timón político el 2026 que termine con el asfixiamiento de la economía y libere, otra vez, las enormes potencialidades que tiene Chile
Ahora si tenemos la oportnidad
Esto no lo dice cualquiera, sino el que inventó e implementó las reformas que causaron el enriquecimiento del país por décadas.
Además son cosas de sentido común, que a estas alturas pienso que el 70% o más de los chilenos se dan cuenta que es la receta correcta.
Creo que por esa razón José Antonio Kast va a salir electo en unas semanas más y -a menos que extravíe el camino, convirtiéndose en algo parecido a Sebastián Piñera o Mauricio Macri- ahora si que tendremos la oportunidad para que venga la segunda cornucopia que tanto necesitamos.
Ya nos farreamos el litio, porque la única forma para que realmente saquemos provecho de él -mientras dure- sería abriendo su explotación como cualquier otro mineral, sacándolo del absurdo sistema de "concesiones". El daño económico por el mal manejo del litio es gigantesco.
Vamos a ver si ahora aprovechamos esta oportunidad que se nos presenta de tener una segunda cornucopia. Necesitamos fuerza y decisión de Kast en el caso que llegue a la presidencia, el mundo es de los audaces, no de los timoratos.
Con un presidente audaz y decidido a enfrentar las resistencias y volver a las políticas públicas asociadas al modelo original, seguro que se nos viene una segunda cornucopia. Esperemos que así sea.
Hola, cual son las políticas publicas del modelo original, en el sector minero?
ResponderBorrarBuena columna, me recuerdo harto a esta de hace unas semanas: https://www.outsider.cl/2025/09/18/la-despedida-de-la-nueva-mayoria-es-justamente-el-comienzo-del-boom/
ResponderBorrarChile tiene potencial aun, diria de hecho que nuestro mayor desafio en el futuro es la natalidad y cohesión social. Lo bueno es que Kast tiene buen diagnostico y las prioridades clara, así que al menos tendremos respuestas decentes a lo problemas actuales y cercanos, pero los lejanos aun no.