El derecho ancestral presenta el problema de romper el principio de igualdad ante la ley. Se presume la ley es una sola para todos los que viven dentro de un estado, por eso el derecho ancestral tiene muchas limitaciones prácticas. Por ejemplo las propiedades inmuebles en Chile -generalmente- deben adquirirse por medio de una compra, que se inscribe en el conservador de bienes raíces y eso da el derecho legal de usar la cosa adquirida como mejor nos plazca. Pero también apelando a derechos ancestrales, alguien que acredite haber vivido cierta cantidad de años -o generaciones- en un mismo lugar también podría inscribirla como propio, sin haberlo comprado.
Está lleno de historias de indígenas, desde tiempos antiguos, que han tratado de inscribir a su nombre extensiones enormes alegando que siempre vivieron allí y que sus tatara-tatara abuelos eran los reyes del lugar. Otros reclaman la devolución de propiedades que les habrían "usurpado" con engaños o violencia. Esa es -a grandes rasgos- la principal discusión sobre derechos ancestrales en casi todo el mundo, que tiene su base en una de las ideas más extendidas desde que el mundo es mundo: la propiedad.
La propiedad privada el el poder que tiene un individuo sobre algo, todos tenemos un concepto más o menos intuitivo de lo que es propio, pero no hay mucho acuerdo de como se llega a ser propietario, en eso hay mucho que discutir. Leo en Wikipedia "La propiedad privada, desde esta perspectiva, es un avance en el empoderamiento de las personas comunes contra el poder político de turno" lo que parece obvio porque cualquier otra forma de propiedad solo puede ser concedida o despojada -legalmente- por el poder político.
Pero volvamos a como se llega a la propiedad de una cosa, para simplificar el asunto hablemos solo de los bienes económicos, o sea los que son escasos y tienen un valor monetario. La manera más común de apropiarse de un bien económico es comprarlo, lo que implica un acuerdo entre alguien que era el antiguo propietario y otro que es el nuevo, que le paga un precio acordado por el bien. Para que esto funcione estamos suponiendo que todos los bienes ya tienen un propietario, que lo adquirió a otro y así, en una cadena que parte cuando el bien no tenía valor económico y su primer propietario simplemente lo tomó.
Pero también hay otra forma de convertirse en primer propietario de un bien, y es arrebatarlo por la fuerza a otro y -de alguna manera- legitimarlo, como ocurre en los casos de guerras, invasiones, etc. Así es como se han creado todos los estados,organizando un aparato represivo y guerrero que se apropia o defiende por la fuerza algún territorio y sus bienes, por eso las policías y los regimientos existen en casi todas partes del mundo. Los estados son esencialmente represores.
En el caso de los derechos ancestrales, al momento de ser conquistados a los indígenas les arrebataron sus territorios por la fuerza y perdieron -para todos los efectos prácticos- sus propiedades. Lo que no es tan terriblemente injusto como suena, porque en realidad los propios indígenas arrebataron el territorio a otros en su momento o lo defendieron por la fuerza. Entonces llegamos a una de las características esenciales de la propiedad: la fuerza. Solo es propio lo que somos capaces de defender, ya sea individual o colectivamente. Si no tenemos la fuerza -individual o colectiva- para defender algo, tampoco tendremos la propiedad, por más que reclamemos.
Por eso hay que entender que los derechos ancestrales son una concesión graciosa de un estado vencedor hacia un grupo derrotado de antiguos propietarios, son derechos que existen solo porque el estado los permite e incluso los protege y los permite en tanto considera que vale la pena, para su propia conveniencia, conservar ciertos bienes y modos de vida. No es un asunto de justicia sino de propia conveniencia para quien tiene la fuerza.
Esto a propósito de las protestas y violencia mapuche que empezó cuando los gobiernos de la concertación empezaron a regalarles tierras, extendiendo los derechos ancestrales más allá de la conveniencia del estado. Cuando esta política empezó a producir los resultados que eran obvios -una espiral de violencia porque no existe tierra suficiente a menos que les devolvieran toda la araucanía- el gobierno se dio cuenta de su error y pasó al extremo opuesto pasando a la represión dura.
El problema probablemente no tiene otra solución que volver al sometimiento de los mapuches más violentos. Siempre hay que ponerse en el peor caso y esconder la cabeza ante las malas consecuencias normalmente trae consecuencias peores. El peor caso es que muera uno o varios mapuches en la huelga de hambre, que se convertirán en mártires y provocarán agitación social durante un tiempo.
¿Y que? la agitación ya existe sin mártires y difícilmente podrán radicalizar el conflicto mucho más que ahora, estamos llenos de mártires y ningún estado a caído por eso, problemas seguirán para rato y aunque los mapuches no tienen nada que ganar en general con el conflicto -tal vez unos pocos ganen algo por un tiempo pero nada más- yo creo que están corriendo a estrellarse contra la pared a cabezazos, tal como lo han hecho durante toda su historia.
Por eso son nuestros mejores soldados, porfiados pero dispuestos a cualquier sacrificio, el General Baquedano les conocía el secreto y por eso ganó tantas batallas importantes, el General Pinochet también sabía como respetan a la fuerza y por eso no tuvo problemas con ellos y hasta le dieron la Piedra del Gran Toqui. Creo que mientras tengamos mapuches no hay mucho de que preocuparse en caso de guerra aunque tendremos revueltas locales para rato.Hasta mañana.
¿y porque no los enganchan a todos en el ejercito? Eso les daria trabajo y sueldo a casi todos sus jovenes que repartidos en los cuarteles de todo el país se volverían menos territoriales.
ResponderBorrarDe paso liberan un montón de chicos pálidos de Santiago del servicio militar obligatorio (asumo que eso aun existe en Chile) que es un fastidio para los universitarios. Y para los demas.
A lo mejor estás en lo cierto, pero el problema es que lo dices; así tus argumentos pierden poder, pues el poder de tus argumentos están en la acción, no en los dichos autorreferentes.
ResponderBorrarEste tipo de cosas se actúan no se predican; con tu sinceridad has pecado de poco Maquiavélico...
Arrepiéntete Chumás Condorovic
Apréndel a este; otro gurú potencial tuyo...
ResponderBorrarhttp://espanol.news.yahoo.com/s/reuters/100928/titulares/portada_corea_norte
Ulschmidt, así ha ocurrido por muchos siglos, el ejercito con el servicio militar ha sido gran integrador porque cruzó muchas clases sociales, especialmente los más pobres dándoles una profesión. Entre suboficiales, clases y soldados hay muchos mapuches, en las guerras también han destacado (el sargento Colipi por ejemplo). Entre los oficiales hay casi puros hijos de inmigrantes, en la tropa gran cantidad de origen mapuche.
ResponderBorrarSergio, yo no creo que haya nada que hacer en esto, solo lo cuento como crónica porque no hay ninguna política viable aparte de contener las revueltas. Si lo vemos como un "problema" no tiene solución y eso es lo que quería mostrar, por que yo creo que no hay solución. Solo hay que dejar que las cosas se desarrollen y contener, ojalá sin demasiada brutalidad para que la violencia no escale. No creo que haya mucho más que hacer.
Ah, y al hijo de "Nuestro Amado Líder" deberíamos traerlo, en una de eas nos ayuda a pacificar la Araucanía :D
ResponderBorrarYa que estamos con los arquetipos, el de los chilenos "basicos" vendria a ser Ogu :)
ResponderBorrarPendenciero, bueno para excederse con la bebida y curao odioso
Digamos que ese es un arquetipo aplicable a casi cualquier lugar del mundo (los texanos, los de Munich, los rusos), tendemos a creernos únicos en cosas en que somos uno entre millones ;)
ResponderBorrarChile avanza a cabezasos como las vacas, y nuestros dirigentes nos encamiinan con la sabiduria... de un arriero ...
ResponderBorrarel desarrollo chileno y el sudamericano se parece a esta metafora...
dedicado a
http://www.youtube.com/watch?v=5BXT5neL_B0
jaja cierto, vamos botando murallas a cabezasos, pero eso es común a toda América Latina, hay otros incluso peores...
ResponderBorrarPor lo menos nuestros arrieros no nos conducen a un acantilado como pasa en Venezuela y otros similares.
ResponderBorrarRespecto a los derechos ancestrales, todos tenemos dichos derechos en función de nuestra herencia genética. Todavía no se fabrican individuos con genes esclusivos, completamente nuevos.
"Pero también hay otra forma de convertirse en primer propietario de un bien, y es arrebatarlo por la fuerza a otro y -de alguna manera- legitimarlo".
ResponderBorrarSi se le arrebata algo a otro, entonces no se es el primer propietario, sino el segundo. Y el derecho a la propiedad, no es tan facil de obtener, si usted le arrebato el terreno a otro, es un propietario precario, pues no es como usted dice, que el derecho emana de la fuerza, sino que emana de la justicia.
Sobre base de las naciones y su territorio se constituyen los paises, segun cada forma de gobierno, en Chile una democracia representativa, asi representantes de todos los confines del territorio, se unen y constituyen el pais. Y sobre la propiedad dicen:
"Sólo la ley puede establecer el modo de adquirir la propiedad, de usar, gozar y disponer de ella y las limitaciones y obligaciones que deriven de su función social."
Por tanto, sus afirmaciones solo son validas ante la inexistencia del estado, y en el territorio chileno existe estado desde que era espannol. Saludos.
Si mal no recuerdo, los mapuches se hicieron de territorios matando tehuelches en el siglo XII.
ResponderBorrarClaudio, cierto.
ResponderBorrarAnónimo, al decir primer dueño, me refiero al primer dueño legal, al primero que adquiere derechos legales sobre algo y cuando ese primer dueño lo arrebata con la fuerza del estado -que es como se constituyen todos los estados- se convierte en "legitimo" por eso la legitimidad se basa en la fuerza, en este caso en la fuerza represiva del aparato del estado.
Cuando alguien arrebata por la fuerza sin tener respaldo del estado pasa de ser libertador a ser ladrón. Dos calificaciones distintas para la misma acción, dependiendo quien te apadrine.
Srgio, así es, tehuelches, picunches y quien sabe que más, el árbitro del derecho es siempre la violencia.