Como un enorme queso suizo, solo queda la cáscara del Cerro, que ha quedado vacío por dentro con los miles de kilómetros de galerías en constante peligro de derrumbe. Los mineros informales lo explotan en largas galerías de un metro de diámetro que van abriendo con dinamita, es increíble que el cerro todavía no haya colapsado completamente, esa si que sería catástrofe. Dentro de todo su desorden Bolivia está repleta de historias asombrosas, es un país grande y rico, pero muy fracturado por las diferencias geográficas y culturales, típicas de los países dibujados en el mapa por nuestros libertadores.
El año pasado me habían invitado a dar una charla en un congreso allá, no pude ir y me quedé con las ganas, ahora me están picando los pies de nuevo así es que veré la forma de ir a dar mi vuelta. Conozco La Paz, Cochabamba y la bellísima Santa Cruz de la Sierra, ya volveré a conocer más del altiplano y los valles.
Estoy releyendo Sobre la Libertad de John Stuart Mill, que, por más que pase el tiempo, le sigo encontrando gracia, le copio algunas perlitas que de tiempo en tiempo conviene revisar, miren:
Sobre la libertad:
La única libertad que merece ese nombre es la de buscar nuestro propio bien, por nuestro camino propio, en tanto no privemos a los demás del suyo o les impidamos esforzarse por conseguirlo. Cada uno es el guardián natural de su propia salud, sea física, mental o espiritual. La humanidad sale más gananciosa consintiendo a cada cual vivir a su manera que obligándole a vivir a la manera de los demás.
Sobre el gobierno:
El poder mismo es ilegítimo. El mejor Gobierno no tiene más títulos para él que el peor. Es tan nocivo, o más, cuando se ejerce de acuerdo con la opinión pública que cundo se ejerce contra ella.
Sobre las opiniones:
Nunca podemos estar seguros de que la opinión que tratamos de ahogar sea falsa, y si lo estuviéramos, el ahogarla también sería un mal (...) Pues mientras todo el mundo se reconoce como falible, pocos piensan que es necesario tomar toda clase de precauciones contra su propia falibilidad (...) ¿Por qué se llega a tener verdadera confianza en el juicio de una persona?; porque ha tenido abierto su espíritu a la crítica de sus opiniones y de su conducta.
Sobre la opinión pública:
Si los hombres más sabios, los más capacitados para confiar en su propio juicio, encuentran necesario justificar su confianza, no es mucho pedir que se exija la misma justificación a esa colección mixta de algunos pocos inteligentes y muchos tontos que se llama el público. La más intolerante de las iglesias, la Iglesia católica romana, hasta en la canonización de un santo admite y oye pacientemente a un "abogado del diablo".
Lo que más me gusta de los utilitaristas y sus sucesores es que parece que eran los únicos capaces de redactar claramente sus ideas, muchos otros filósofos parece que se cubren con una redacción ininteligible para parecer profundos. Un profesor me decía, años atrás con mucha razón el que escribe ordenado piensa ordenado, el que escribe claro piensa claro y viceversa. Desde entonces empecé a llevar mis apuntes muy ordenados y traté de redactar de nuevo las explicaciones de manera clara y simple, así me di cuenta que muchas cosas que parecían dificiles solo estaban mal redactadas o mal expresadas.
Y ya que estamos en casa de citas, los dejo con una cita de La Muerte de un Vendedor de Henry Miller que me mandó mi amigo Juan desde USA, miren esta:
No digo que sea un gran hombre. Willy Loman nunca ganó mucho dinero. Su nombre nunca apareció en la prensa. El no tuvo la personalidad más atractiva que haya existido. Pero es un ser humano al que le sucedió algo terrible. Así es que debemos prestarle atención. No debemos permitor que se vaya a la tumba como un perro viejo. Atención, finalmente debemos prestar atención a esta persona.
No lo había pensado antes, pero Willy Loman bien puede haber sido la inspiración para Homero Simpson, talvez no si leemos el libro completo, pero por este párrafo, demás. Hasta mañana.
Sabe, el Cerro Rico tiene una explotación informal, que incluye relaves pésimos y diques de colas que no existen o rebalsan con cualquier lluvia. Todo termina en la frontera argentino-boliviana donde el río Pilcomayo se contamina fuertemente - con plomo y no se que más - arruina la pesca de la que viven los wichi y otras comunidades costeras y otros males varios. Aquí, claro, no hay una multinacional a la que culpar, son pobres arruinando a otros pobres.
ResponderBorrarA mi me entra la misma duda con el asunto de la minería artesanal, en la Amazonia peruana es un desastre y el que entra con cara de gringo desaparece y nunca más se supo. En Bolivia probablemente los mineros informales que arriesgan el pellejo y viven en promedio 50 años seguramente tendrían mucho mejor vida como empleados de grandes empresas, ai son los mendigos sentados sobre un cerro de plata en este caso. Ese es un problema que claramente no lo arregla el socialismo.
ResponderBorrarExisten muchos ejemplos de contaminación producida casi artesanalmente, pero como dice Ulschmidt, no hay multinacionales a quien culpar. Por lo mismo, ninguna organización ecologista se preocupa del tema porque no está ahí el capital para demonizarlo como el gran culpable.
ResponderBorrarEsta casa de citas no tiene nada que ver con la de la entrada (http://www.emol.com/noticias/internacional/detalle/detallenoticias.asp?idnoticia=438554). Me hizo recordar una situación que me ocurrió a mis amigos y a mi hace 20 años. Las señoritas del recinto, ubicado en calle Manuel Rodríguez, pleno centro de Santiago, les dio un repentino ataque de religiosidad, pero de una congregación distinta a la del sagrado miembro, y no querían hacer la pega. Hubo patadas, combos, volaron sillas, pero no incendiamos el lugar. Con concentración de alcohol mayor seguramente lo hubieramos hecho.
ResponderBorrarClaudio, lógico, las ONGs amientalistas andan detrás del billete así es que no dicen ni pio donde no huelen plata. Hacen un tremendo escándalo porque se mueren unos cisnes y no habren la boca cuando se mueren niños en Arica por la contaminación de Promel, la razón es que en un caso pueden sacar plata y en el otro no, son una tracalada de hipócritas que viven de la credulidad de los giles.
ResponderBorrarAnónimo, muy bien me parece la protesta, quemar las camas es lo correcto, cuando la razón falla hay que recurrir a la fuerza, lo dice nuestro escudo, aunque en este caso fueron peruanos.