Condoricosas

¿Han visto algo más fome que el Condorito? los chistes son casi infantiles y si encontramos dos o tres realmente buenos en una revista nos podemos considerar suertudos. Así y todo a mi me encanta y -como la mayoría de la gente que conozco- leo con avidez cualquier Condorito que caiga en mis manos. Siempre me he preguntado cual es la razón de su éxito y por que un pajarraco tan raro y sin gracia nos puede caer tan bien. Tratando de desentrañar el misterio leo en Wikipedia:

"is a comic strip starring a personification of an anthropomorphic condor living in a fictitious town named Pelotillehue — a setting typical of many small Chilean provincial towns. He is meant to be a representation of the Latin American people."

¡Un cóndor antropomórfico! Bueno, sin duda que le debe mucho al Pato Donald o al Ratón Mickey, la idea de hacer animales que se visten y viven como personas no es nada muy nuevo, “Mientras su cara risueña deambule inocentemente por las calles de nuestro país, mientras Donald sea poder y representación colectiva, el imperialismo y la burguesía podrán dormir tranquilos.” así escribían Dorfmann y Matellart en 1972, en su vitriólico libro "Para Leer al Pato Donald".

Dentro de las muchas estupideces que escribieron sobre el Pato Donald, se les deslizó una línea interesante "representa el american dream of life, el modo en que los EE. UU. se sueña a sí mismo, se redime, el modo en que la metrópoli nos exige que nos representemos nuestra propia realidad, para su propia salvación.”, la clave del éxito de estas caricaturas es que nos representan tal como nos soñamos a nosotros mismos, como nos vemos en el espejo deformado de la auto imagen.

Condorito podrá ser sin gracia, pero es tal como nos vemos los latino americanos, no es como somos, sino como nos vemos. Es nuestra imagen y por eso en los respectivos países ven al pajarraco como peruano, boliviano, argentino o lo que sea, esa es la clave de su éxito. Además es muy arquetípico, Pelotillehue puede ser cualquiera de nuestros pueblos dejados de la mano de Dios ¡Arica es Pelotillehue! lo he dicho muchas veces, pero también es Cerro Navia, Caminito, o el Callao, Pelotillehue está en todos lados.

Para que decir de los personajes, todos nos identificamos con Condorito que pasa años sin tener que comer y de pronto, por un golpe de suerte se convierte en millonario. Es prisionero y en la otra página es juez, luego recluta, policía, o se lo llevan preso, tiene un poco de cada uno de nosotros. Miren a Pepe Cortisona es el tipo que nos cae mal por presencia ¿quien no ha asociado a nuestro presidente Sebastian Piñera con el Saco de Plomo? son igualitos. Don Chuma, el compadre que siempre presta plata, Yayita, los suegros, Coné, en fin, todos son arquetipos y todos hemos conocido alguna vez a un Huevoduro, Comegato o a doña Tremebunda, porque así es como nos vemos a nosotros mismos.

En el comic de arquetipos don René Ríos Boettinger (Pepo) fue un maestro insuperable. Yo soy Condorito y Arica es Pelotillehue, eso no me lo puede discutir nadie. Lástima que el comic de arquetipos se dejó de producir hace años, ahora es de super héroes o de personajes, los personajes deben ser raros, dislocados, exagerados pero nunca arquetipos. Es una lástima, al final Chuck Jones le termino ganando a Disney.

Hoy fue uno de los días más aburridos del año, donde no pasó absolutamente nada. Fui a la universidad un rato y de allí me fui a ver a un amigo que está en quimioterapia y preparándose para pasar a la radioterapia, es un proceso muy molesto por el que pasó mi querida suegra hace unos diez años atrás, conversábamos que probablemente el cáncer le había empezado por presiones en su trabajo, moraleja tomasito, ni se te ocurra trabajar, porque yo no tengo los millones para el tratamiento. Aunque pensándolo mejor, esas enfermedades es mejor enfrentarlas pobre. Es increíble la insensibilidad y ambición de algunos médicos, no todos, pero son demasiados los que cuando les preguntamos "Doctor ¿que tengo?" nos contestan "A ver, ¿cuanto tiene?"

Mi querida suegra tuvo un cáncer linfático bastante avanzado -le empezaron a salir grandes bultos en la espalda- pero como no teníamos un peso se fue al hospital público donde le hicieron un tratamiento express de bajo presupuesto, unos 4 meses, después de eso quedó como nueva. Recuerdo a otra amiga que tenía un tumor en el cerebro, en un lugar profundo y muy difícil de operar, en el hospital le recetaron pastillas y le sugirieron de manera muy diplomática que fuera arreglando sus cosas y tomando las medidas para el ataud. Como no tenía plata suspendió el tratamiento y el tumor empezó a desaparecer solo. El doctor en el hospital le dijo que había tenido la suerte inmensa de ser pobre, en caso contrario la habrían operado y hoy seguramente estaría ciega o inválida. Bueno, como dije hace unos días, de algo hay que morirse.

En fin, empezamos con chistes y terminamos con enfermedades, al final todo está relacionado, sin más que contarles en este aburridísimo día, me despido de ustedes, muy atentamente. Hasta mañana.