Ayer acompañé al Tomás Jr. a presentar los papeles para cambiarse a la U de Tarapacá y tuvimos una pequeña discusión que estuvo a punto de convertirse en disputa doméstica. Resulta que tenía que comprar estampillas para el trámite por el valor de unos US$ 40 y me pidió plata. Como yo andaba con esa plata le dije que ningún problema, pero me tenía que firmar compremetiéndose a entregarme su sueldo completo durante sus dos primeros años de trabajo, cosa que me pareció perfectamente justa porque yo mismo tuve el mismo problema en 1983 y gracias a eso hoy tengo una deuda de unos US$ 8.000.
El caso es que a la Pilar no le hizo maldita gracia el asunto y me conminó a pasarle las 20 lucas sin condiciones, considerando que es primera vez que le paso plata en sus 21 años de vida. Que diablos, es increíble como malcrían las madres a sus hijos, con razón están saliendo cada vez peores.
Creo que para el próximo miércoles en La Estrella escribiré sobre la estupidez de las familias que mandan a sus hijos a estudiar a universidades de Santiago porque al niño "no le gustó" la oferta local (como pasó con el Tomás Jr.), la gente que de verdad quiere Arica debe poner su plata donde pone su boca y ningún niño se debería ir a estudiar a otro lado, por algo acá tenemos 5 sedes universitarias. Con mayor matrícula las universidades pueden crecer y mejorar la oferta académica. si dicen querer tanto a la ciudad no basta hablar, hay que hacer cosas concretas para mejorar.
Eso no significa encontrar todo bien y no criticar, claro que hay que criticar lo que nos parece malo, pero para proponer mejoras, no para hacer un ejercicio de egolatría ni para vomitar resentimientos y envidias personales como vemos en las cartas que mandan a los medios locales. Realmente leer esas cartas o algunos artículos que se publican a veces da asco, es increíble la falta de vida, resentimiento y mala leche de mucha gente en nuestro querido pueblucho.
A todo esto me pasó una cosa simpática hoy, estábamos almorzando en el centro con Tom Wilke y Tom McDonnell (reunión de los Tomás) cuando se me acerca una joven y me dice "¿usted es el que escribe en el diario?", le contesté medio confundido "el mismo", "ah" me dijo "yo lo leo siempre, felicitaciones". Bueno me sentí muy contento, a veces me pasa y siempre me sorprende saber que hay gente que me conoce y yo no los conozco.
McDonnell, que trabajó en Playboy durante varios años y conoció muchas celebridades, contaba que es miserable para ellos no poder salir a comer sin que los reconozcan, así es que yo para bromear -y fanfarronear un poco con mi nano/micro celebridad- les decía cuan desagradable es no poder pasar desapercibido como todo el mundo. Mentira, me encanta que me saluden aunque nunca se muy bien que contestar en esos casos, me gustaría poder ser más amable pero me aturdo y no se me ocurre nada que decir. Creo que escribo mucho mejor de lo que hablo.
Excepto en días como hoy en que no tengo nada que decir y escribo la primera tontera que se me ocurre, pero en fin, no todos los días voy a poner algo sesudo, hoy me tuve que levantar temprano y ando muerto de sueño. Mejor hago algo poductivo: me iré a dormir una siesta.
Si se te porta masl mandalo a curicox aca los formamos en cuasiservicio militar
ResponderBorrarjaja, habría tenido que ser cuando chico "arbol que crece torcido jamás su tronco endereza" ahora puede hacer lo que se le antoje, con la condición que no me vuelva a pedir plata nunca más en su vida
ResponderBorrar¡No seas cagado Tomás!
ResponderBorrarPásale las lucas al cabro.
Despues seguro te las devuelve!! :D
Pero con COSTAS, INTERESES y el LUCRO CESANTE correspondiente. Yo creo que el sueldo de los dos primeros años de trabajo es un trato perfectamente justo y ecuánime. Es lo que me está cobrando el fisco a mi por más o menos la misma plata
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