El perkins y el goma

Los que pueden, hacen
los que no pueden, enseñan
los que no pueden enseñar, enseñan a los profesores
y los que ni siquiera eso pueden, se dedican a la política.

Varios años atras, a mediados de los ochentas, recuerdo que estaba tomando cervezas con unos amigos en mi fiel Volksvagen -cuando se podía tomar en el auto sin que a uno nadie lo molestara. Uno de nuestros amigos se había metido a la política, era dirigente estudiantil y su partido no era el más popular de Chile, para decirlo de alguna manera.

Le hacíamos muchas bromas diciéndole que tenía que ser masoquista para aguantar la burla de todos, que toda la ciudad lo despreciaba por su celo partidista y que había tenido muy mal ojo en lugar de dedicarse a estudiar y avanzar en su carrera. Nuestro amigo dio una de las dos respuestas honestas que he escuchado en mi vida, citando de memoria, dijo algo así como:

"Miren, yo se que no soy bueno para el estudio y voy a tener que sacar el título con ayuda de abogados, cuando salga estoy claro que nadie me va a ofrecer trabajo y a mi no me gusta buscarlo, tampoco puedo quedarme enseñando en la universidad como hacen los alumnos mediocres que no encuentran pega ¿que me queda entonces? la política nomás, no soy mala persona y me gusta hacer amigos, en unos años más van a venir las elecciones y si me aguanto todos los malos ratos y humillaciones probablemente tenga un cupo, porque son pocos los que se interesan en poner la cara por los viejos. Yo tranquilo, esperando nomás".

El tiempo le dio la razón porque llegó a ser una alta autoridad local de gobierno y como tal lo hizo bien, porque para ser autoridad solo se necesita ser bonachón y asesorarse con un buen Maquiavelo para que ponga la cara (como la puso el antes) y le haga el trabajo sucio. Al final resultó más vivo que todos nosotros juntos. Cuando leí el chiste con que comienza esta entrada me acordé enseguida de mi amigo que se sabía tonto, pero no lo era tanto.

La gente que sabe aguantar su ego casi siempre escala social y económicamente. Desgraciadamente nunca fue mi caso pero tengo amigos que fueron maestros en eso. Cuando recién salimos de la universidad y empezábamos a trabajar a algunos les empezó a ir mejor que a otros, yo fui de esos que brillaron al principio, no había terminado de estudiar, tenía un buen trabajo y había viajado por el mundo. Otro compañero lo había hecho mucho mejor, en pocos años tenía su empresa en Centroamérica y estaba juntando su primer millón de dólares. Hoy los dos no tenemos un cinco, a veces nos juntamos a tomar cerveza y a reírnos recordando los buenos viejos tiempos.

En esos años teníamos una teoría que decía que cuando alguien empieza a ganar dinero, lo primero que se consigue es un "perkins" y un "goma", estos son los dos amigos que todo nuevo rico debe adquirir. El "perkins" es el amigo de confianza, un dolcevito que no sirve para nada pero es simpatico y le va bien con las mujeres. Nuestro nuevo rico va a todos lados con su perkins que le enciende el cigarro, vive a su costa y le repite siempre que la plata no lo ha cambiado nada y que es igual que cuando ambos eran pobres. La función específica del perkins es alimentarle el ego y sobre todo conseguirle minas, siempre la más rica queda para el jefe, al que siempre se refiere como "su mejor amigo".

El "goma" es una figura más compleja y psicológicamente mucho más interesante. Es inteligente y eficiente, le hace todo el trabajo sucio -y también el otro- al jefe quien rara vez lo trata como amigo, aunque pueden tener mucha familiaridad, en este caso siempre queda claro quien es el jefe y quien es el goma, no hay como equivocarse en esto. Lo interesante del asunto es que el goma vive reprimiendo su ego y soportando toda clase de humillaciones, alimentado por su ambición gigantesca: lo que no tiene de ego lo tiene sobrado de ambición y puede funcionar años acumulando resentimientos.

Pero también va acumulando poder, y de manera imperceptible le va quitando piso a su jefecito. Hasta que llega el momento que ha soñado por años y tiene la oportunidad de dar la puñalada cual Brutus, quedándose con el puesto del jefe.

Entonces se transforma, adquiere su propio goma y perkins, comvirtiéndose en el peor de los tiranos. Como es inteligente, manipulador y ha ido acumulando poder desde abajo generalmente llega a los cargos más importantes y se muere asesinado o de un ataque al corazón, abrumado por las presiones creadas por la ambición sin frenos.

A veces cuando nos juntábamos ex-compañeros bromeábamos sobre eso y le decíamos en broma, a los nuevos ricos "cuidado con el goma", que generalmente era también de nuestro mismo grupo. Y yo vi no una, sino varias de esas traiciones, ejecutadas con la precisión de una ópera china.

A propósito hoy iba a escribir sobre la historia de China, pero ya ven, parece que me fui para otro lado. Otro día será.