Un asunto ideológico
El financiamiento de la educación superior está ligado a las visiones ideológicas que condicionan los modelos de universidad. Hay
consenso que la educación universitaria constituye un bien económico mixto, que
genera beneficios privados así como sociales, el debate ideológico difiere al estimar
los beneficios privados o los sociales como los más importantes, que determinan
la esencia, lo que debe ser una universidad y por tanto como financiarlas. A partir de estas dos visiones se configuran los paradigmas
organizacionales, una taxonomía de interés es la de Piffano, que define tres estereotipos de universidad, a saber
(i) el académico, (ii) el irrestricto o credencialista y (iii) el modelo de
mercado. A cada
uno de estos modelos le corresponde una concepción ideológica sobre lo
que debe ser una universidad.
Tres modelos de universidad
El modelo académico se caracteriza por la alta
exigencia académica tanto al ingreso como durante el desarrollo de los estudios,
es un modelo meritocrático, orientado al desarrollo integral de los alumnos y a
la alta investigación. El modelo irrestricto considera la educación como
uuna herramienta de movilidad social masiva, que además de preparar profesionales, forma personas capaces de desenvolverse como ciudadanos activos e influyentes en la política
del país, se trata de un modelo político. Finalmente el modelo de mercado se orienta a la optimización de los
recursos invertidos en educación, buscando su uso eficiente en el rol de
formadores de capital humano capaces de crear valor, es decir es esencialmente económico.
Los modelos no existen en estado puro
Las
universidades en la práctica tienen incorporadas estas tres concepciones y lo que las diferencia
es cuan preponderante es uno u otro modelo en cada institución. Así es como tenemos
universidades de difícil ingreso, de concepción elitista que buscan que el
alto costo de operación sea pagado íntegramente por el estado, pues consideran
que sus egresados merecen ser becados por las contribuciones sociales
importantes que podrían hacer al país una vez egresados. Difícil acceso, alta
exigencia y financiamiento en forma de becas estudiantiles es lo que
caracteriza a este modelo.
Los
modelos irrestricto y de mercado en cambio aspiran a la formación masiva de
profesionales. Een estas organizaciones las exigencias académicast tienden a ser
bajas y los exámenes de ingreso fáciles o inexistentes. Esto se justifica bien porque las consideran factores discriminadores injustos en las universidades
credencialistas, o ineficientes en las universidades de mercado. Existe
abundante literatura sobre la correlación entre pobreza y bajo rendimiento
académico, que justifica la idea de injusticia social. También hay estudios que
cuestionan la capacidad de predicción de las pruebas de ingreso respecto del
futuro rendimiento académico e incluso la relación entre la exigencia académica
durante los estudios y el éxito profesional después de egresados lo que
permitiría justificar los argumentos de ineficiencia.
El caso chileno y sus modelos
En
Chile hasta el año 1981 en las universidades predominaba el modelo académico,
elitista con un ingreso muy restringido y financiamiento estatal completo, el objetivo
era la formación de elites intelectuales en un proceso de alta exigencia
académica. Sin embargo desde varios años atrás surgieron movimientos internos a
favor de la “universidad para todos”, lo que significaba un desplazamiento hacia modelos de
universidad irrestricta y credencialista. A partir de la reforma en 1981 se
abre el marco legal que facilita la creación de universidades privadas bajo un paradigma
de mercado, orientado a la formación de capital humano de manera eficiente, que
permite la existencia de muchas instituciones compitiendo entre sí para atender
a distintos segmentos. Desde los años noventa ha tomado fuerza el modelo
irrestricto o credencialista bajo la visión que la educación superior masiva
será una potente herramienta de movilidad social y de formación de ciudadanos
mejor informados y con una preparación política importante. Así es como
hoy coexisten los tres paradigmas de manera indistinta en universidades estatales así como en las privadas.
Como se operativizan los modelos
Las
universidades de elite, con mayores exigencias académicas, limitan su matrícula
a los alumnos de mayor rendimiento, que por regla general no tienen dificultades en
financiar sus estudios, bien sea vía becas o con recursos propios. Cuando un
alumno es sobresaliente resulta claro que su educación tendrá retornos sociales
importantes que justifican el otorgamiento de becas.
El
problema se complica con el financiamiento de los estudios en las universidades
credencialistas o de mercado, que por su carácter masivo e irrestricto, resulta
insostenible de financiar con recursos públicos al cien por ciento de su
matrícula. Así es como se han creado en Chile esquemas de crédito fiscal blando
y créditos con aval del estado para todos los alumnos que cursen estudios en
universidades del estado. Este esquema ha sufrido diversas modificaciones en el
tiempo y la tendencia es hacia la ampliación a todas las universidades que cumplan con
ciertos requisitos mínimos, ligados especialmente al Sistema de Acreditación
Universitaria en Chile.
Cabe
señalar que el financiamiento vía créditos es –al menos en teoría- financiado
por los propios estudiantes, aunque en la práctica con las altas tasas de morosidad
y cartera vencida debidas a las condiciones en que estos créditos son
otorgados, termina en que el estado se hace cargo de muchos incobrables.
La
justificación de los créditos fiscales se basa en los beneficios privados que
obtendría el estudiante al obtener su título. Sin embargo existen dos problemas
que explican la morosidad y cartera vencida, uno es los estudiantes que
fracasan académicamente sin obtener el título no reciben ese beneficio privado y
el otro es que al masificarse la titulación universitaria los retornos privados
disminuyen. Si sumamos las dificultades que presenta la cobranza y la
inexistencia de garantías embargables en caso de no pago tenemos que el pago en realidad no es exigible.
Todo
este cuadro ha llevado a que se abra paso la idea, desde las grandes protestas
estudiantiles del año 2011, de ofrecer la gratuidad universitaria no solo en
base a mérito académico como existe en universidades de elite sino con tendencia a la universalidad. Este es un nudo clave en la actual discusión por financiamiento que desarrollaré más adelante.
Y todos se tragan el cuento de la educación gratis cuando se está pagando con los impuestos de todos, eso sin considerar que la gratuidad no mejorará mágicamente la calidad como parecen creer muchos. Lo que sí esto de la financiación de la educación superior es sin duda un tema gordo con varias aristas y todo empieza con qué es o qué debería ser para uno la universidad tal como se muestra en el párrafo sobre las mismas. Quizás haya que empezar por redefinir un poco el cuento, porque dependiendo de eso serán las otras medidas.
ResponderBorrarOye Tomás, nada que que ver con el tema, pero ¿qué sabes o qué piensas de esto?: www.compareencuestasonline.cl
ResponderBorrarFrx, es un zapato chino. En estos días todos opinan y el 99% -incluyendo la flor y nata de nuestros intelectualoides- o no tienen idea de lo que hablan o bien tienen intereses creados para agrarrar el billetón.
ResponderBorrarCreo que es uno de los temas donde urge tener una opinión pública educada, tal como en la economía del agua, previsión social y otros donde campea la ignorancia y los chantas opinando.
Anónimo, si me pagan $ 2.500 por encuesta y me mandan unas 1.000 encuestas al mes por ese pago, demás las contesto. Lo dudo mucho... la aritmética no me cuadra
En chilito, ademas de esos modelos se ha desarrollado un modelo de U ideologica,en algo semejante al irrestricto pero difiere de el en que se adscribe a una sola posicion ideologica y hasta, ya en el extremo tipo Arcis, a un solo partido. Estas Ues apuntan a formar sus cuadros en ellas y lavarles un poco el seso a los ingenuos que acuden a ellas sin cachar la onda.
ResponderBorrarAntes eso no superaba una o dos sedes,como el piedragogico, o sociologia de la U Chile, hoy es la U entera la dedicada.
Como todo se mezcla, en las demas se han ido desarrollando tendencias centrifugas, expulsando, en la practica, a las tendencias minoritarios, como derecho de la U por ej., pero sin llegar a ser exclusivas como las ideologicas.
Señalar que existen tres "visiones ideológicas" es en realidad decir que no se sabe con certeza qué universidad se requiere, es la ignorancia oficialmente vestida. Y más profundo, hasta puede ser que esta confusión sea lo que convenga y quieran mantener los dueños de universidades, pescadores de rio revuelto.
ResponderBorrarEso no es nada....lo mas horrendo es eso de usar las notas de enseñanza media (ranking) para poder ingresar a las ues.... obviamente un cabro de 800 puntos PSU no es lo mismo que un cabro de 300 puntos PSU (financiamiento de por medio) pero para estos gobiernos igualitarios si lo es aunque haya qe ingresarlos a la fuerza. Realmente viciaron el sistema universitario por todos lados con lo que ello significa y han convertido a ues como la USACH en verdadero nido de flaytes.
ResponderBorrarWilson, la universidad irrestricta tiene por definicón objetivos políticos, responde a políticas de igualación socioeconómica y siempre termina ideológica, partidista y excluyente porque es pensada como una escuela de formación de pensamiento político. Para guardar las formas se dice que su objetivo es formar "ciudadanos conscientes" y que es "plurlista" pero no puede serlo, tal como las universidades religiosas no pueden ser pluralistas, puede que sean tolerantes formalmente pero en el fondo tienen una misión adoctrinadora.
ResponderBorrarA mi no me molesta ara nada que existan universidades ideológicas tal como no me molesta la Universidad Católica o universidades masónicas como la UDEC o la Chile, lo que si me molesta sobremanera es cuando alegan un "mejor derecho" y pretenden financiarse con plata de nuestros impuestos -excluyendo a las demás- para servir objetivos de supuesto interés público. No hay estafa más antigua en la políticva que la de disfrazar los intereses personales y partidistas de "bien común". Si va a haber plata de impuestos metida allí (idea que a mi me repugna bastante) que sea para todas por igual o bien para ninguna. Nadie tiene "mejor derecho" en esas cosas. Ese supuesto mejor derecho es el que los ha llevado a la dinámica actual de convertirse en nidos de ladrones, hipócritas, chantas y sinverguenzas.
Me acordé de Les Luthiers: "(...) siempre supo poner, por encima de los mezquinos intereses partidistas, los supremos intereses personales"
ResponderBorrarSaludos,
El triministro
jaja ¡que bocadillo de sabiduría!
ResponderBorrarY sigue: "porque es un prohombre respetado por propios y ajenos, insobornable custodio de lo propio, inflexible amigo de lo ajeno. Y por último, porque es incapaz de una traición, es incapaz de una falsa promesa, es, básicamente, incapaz".
ResponderBorrarSaludos,
El triministro
Sabias palabras las últimas,describen casi de cuerpo entero a la actual Prsidente y a la coalición que la "respalda".
ResponderBorrarRespecto del financiamiento, mi opinión es que debería ir apuntado a los cabros. Por puntaje PSU, más ranking de notas y una entrevista personal (en la medida de lo posible); desvincular o quitar el peso relativo a lo socieconómico.
La ideología de la universidad irrestricta o credencialista es todo lo contrario a lo que dices, se supone que el mérito académico es injusto porque, los pobres estaísticamente tienen menos rendimiento y por lo demás nadie tiene la culpa de haber nacido tonto, no lo dicen así pero ese es el fondo del argumento igualitarista que tienen. De allí sale todo eso de la "affirmative action", los cupos para el negrito de Harvard y todo eso. LA universidad académica es todo lo contrario, sigue el modelo que tu dices. En la credencialista el nivel socioeconómico es el principal filtro de ingreso, lo que crea bastantes problemas como veremos en una entrada próxima.
ResponderBorrarYo encuentro pésimo que se ponderen tanto las notas de enseñanza media o el famoso ranking de notas, básicamente por una gran razón: no se pueden modificar en el tiempo. Si te va mal en la PSU, la puedes dar de nuevo y mejorar el puntaje, pero las notas son inmodificables.
ResponderBorrarHay otros motivos también (diferencia en niveles de exigencia, falsificación de registros, etc.), pero a mi parecer la de la inalterabilidad es la más importante.
Saludos,
El triministro.
La PSU y las notas e enseñanza media como filtro de entrada siguen la lógica del antiguo modelo elitista, donde daba lo mismo la justicia o njusticia del criterio, se medía rendimiento en pruebas estandarizadas simplemente. Esa es una lógica de "universidad carrera de obstáculos" y su mayor exponente, al menos hasta hace algunos años, era la UTFSM. YO creo que tiene sentido para ese tipo de universidades, pues los requisitos de ingreso necesariamente deben dejar afuera a la mayoría e los postulantes. Creo que la historia de notas y la prueba PSU son filtros correstos para esas universidades, aunque perfectibles, como todos. Siempre y cuando se asegure de natener un 2colador" de entrada que bloquee el ingreso a la mayoría de los postulantes. Lo único malo es que las universidades tradicionales que todavía exigen notas y PSU no tienen el modelo académico en lo más mínimo, por eso se relajan los requisitos y bajan los puntajes de corte casi todos los años.
ResponderBorrarDe acuerdo, pero la idea de ese tipo de universidades -academicistas- no es dejar afuera a la mayoría per se, sino dejar adentro a los que les interesan. En ese sentido la ex PAA y actual PSU (otro burdo intento lampedusiano por cambiar el termómetro para mejorar al enfermo) hacen lo correcto al rankear por rendimiento (y dejar dentro y fuera a los que a la universidad le interesa), pero la alta ponderación de las NEM distorsiona aquello.
ResponderBorrarSaludos,
El triministro.